viernes, 29 de junio de 2012

Autosabotaje

*
Es un ejemplo gracioso de proyección, una actitud típica del ego proyectando un problema que solamente existe en su fantasiosa imaginación, y reaccionando basándose en sus elucubraciones imaginadas, en lugar de en hechos reales:

Un hombre quiere colgar un cuadro. El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así pues, nuestro hombre decide pedir al vecino que le preste el martillo. Pero le asalta una duda: ¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto, y el hombre abriga algo contra mí. ¿Qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se habrá metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como éste le amargan a uno la vida. Y luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo. Así nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir «buenos días», nuestro hombre le grita furioso: «¡Quédese usted con su martillo, so penco!».

Tomado del libro «El Arte de Amargarse la Vida», de Paul Watzlawick. 

¡Saludos!
*

jueves, 28 de junio de 2012

Unidad inmutable

*
La felicidad ya está aquí, es eterna, es nuestra verdadera naturaleza. La actitud que nos permite reconocerla se basa en no separar, sino unir. No competir, sino compartir. Amar.

No puedes dejar de ser lo que eres. A lo sumo puedes fingir que crees ser lo que no eres.

Lo ilimitado no puede dejar de ser ilimitado. Lo pleno no puede dejar de ser lo que es. El Amor no puede dejar de amarse a Sí Mismo.
*

martes, 26 de junio de 2012

Lo que rechazas en otros, es lo que no te atreves a reconocer en ti mismo

*
Tienes miedo de lo que deseas. 
Georg Groddeck

Lo que el hombre odia, desprecia, critica, es su más íntima naturaleza. Y si usted quiere realmente tomar de una vez en serio su amor y su vida, con nobleza de ánimo, aténgase usted a los versos siguientes:
¡No me critiques a mí!
¡Y cuando yo falte,
corrígete a ti!

Georg Groddeck

Detrás de tus pensamientos y sentimientos, hermano mío, se encuentra un soberano poderoso, un sabio desconocido, llámase sí-mismo.

Nietzsche
*

jueves, 21 de junio de 2012

Dios te ama

*
Dios es tu propio Ser; es el Único Ser. Es Lo Que Eres. Eres Amor. Eres Paz. Eres la Luz eterna, la Felicidad inmortal donde no cabe ninguna alucinógena sombra. Eres la Armonía perfecta, el Amor amándose ilimitadamente a Sí Mismo, la Bondad que trasciende el tiempo y las formas, más allá de todo símbolo. Eres el Uno, pleno de Ti Mismo.

Conócete a Ti Mismo, pues no hay nada más que conocer, no hay nada real aparte de Ti. Conoce solamente tu verdadero Ser, la Felicidad infinita que Eres, la plenitud del Amor, la Bondad indescriptible e ilimitada. Sabiendo solamente esto, pero sabiéndolo completamente... sabiendo completamente Lo Que Eres... conociendo completamente tu Ser que es plena Bondad y Amor, la Verdad brilla tal como Es... y las sombras, los problemas y las alucinaciones se desvanecen desde incluso antes de llegar a existir, ante el feliz Resplandor inmortal que Tú Eres.

Lo ilimitado ama infinitamente lo ilimitado. Este Resplandor de Luz eterna, esta Paz inmutable, esta Felicidad sin fin ES LO QUE ERES; el UNO, el Único Ser, la Total Plenitud. Esto es digno de celebrarse y se celebra eternamente. ¡FELICIDADES!
*

sábado, 16 de junio de 2012

No des pasos

*
No necesitas dar pasos. Si das pasos podrías tropezar...
*

viernes, 15 de junio de 2012

Quien me quiera que me dé un besito

*
Es natural que se me quiera, y que se me bese, pues soy infinitamente delicioso. Pero aquel que quiera besarme, deberá encontrarme. No estoy lejos, ni siquiera cerca, sino exactamente aquí donde eres brillando como tu propio amor celestial, eufórico más allá de lo eufórico, apacible más allá de lo apacible, inmedible, indecible, incomunicable, indescriptible, pero vivible, incorruptible, bellísimo, espléndido, eternamente dichoso y delicioso, y, desde siempre, ilimitadamente enamorado de Mí mismo.
*

jueves, 14 de junio de 2012

Preguntas sobre lo Absoluto

* 
Plantéate simplemente, la única cuestión que vale la pena: ¿qué Soy? Y cuando veas por ti mismo, que no puedes definir el “qué Soy” o el “Yo soy”, abandonarás el “Yo soy” por el no ser. Sea lo que sea que diga el ego.

Nota: He subrayado algunas partes del siguiente mensaje. 

9 de Abril del 2012 BIDI Autres Dimensions

Original en francés.
http://www.autresdimensions.​com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milan
http://mensajes-del-espiritu.​blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-​2010.blogspot.com

BIDI 

9 abril 2012

Y bien, BIDI está de vuelta entre vosotros. Me complazco en reunirnos para nuestra charla tuya y mía (ndr: utiliza un neologismo a partir de la palabra entretien y construye “nos entre tiens et miens”= charlas tuyas y mías). En primer lugar vamos, si os parece bien, a continuar examinando, pesando y sopesando vuestras cuestiones, en las mismas circunstancias y condiciones que del día anterior. Pido pues, vuestra escucha y el hecho de oír y dejar venir lo que llega a vosotros, sin interferir de ninguna forma, sin oponeros. Simplemente acogiendo como yo os acojo. Podemos abordar la primera pregunta.

Pregunta: a nuestra llegada a esta Dimensión, estructurada, perfecta e ilimitada ¿cómo es posible haber llegado tan bajo en esta Dimensión, en Vibración y Conciencia? ¿Por qué?

Ese mecanismo se llama descenso. Este descenso está ligado a un punto de vista cada vez más estrecho y limitado, incluyendo a la Conciencia en su propia limitación (en una auto limitación) que gradualmente (en tiempos muy extensos) la induce a aislarse y separarse cada vez más. Esto se ha descrito en muchos textos muy antiguos, que hablan de eras y épocas que se suceden y llevan a descender gradualmente a la Conciencia, a los bajos fondos del olvido. Pero esto solo tiene un tiempo. Desde el instante en que la mente es capaz de mirarse con toda honestidad, con toda lucidez y de manera lógica, efectivamente llega a considerar esto como un proceso absurdo, inicuo. La problemática ha sido no intentar responder a esta clase de pregunta porque, por supuesto os va a llevar, no solamente a constatar el estado de la Conciencia sino más bien, a encontrar las causas. Ahora, os recuerdo, el Absoluto no tiene causa. Querer buscar una causa (una explicación) te volverá a enviar sistemáticamente, a esa causalidad y por tanto a la Dualidad. Plantéate la cuestión de por qué hacerse esa pregunta. ¿Qué necesidad hay de explicar o de lamentar? ¿Cuál es ese alejamiento de lo que tú Eres, que permite preguntarse sobre lo que tú consideras como triste o como anormal? No consideres lo que es anormal, sino mira lo que es normal. De igual forma que la Dualidad consiste en ver el bien y el mal, la Unidad solo consiste en ver la Unidad y no dejarse llevar de ninguna forma y manera, a disertar, a plantearse cuestiones sobre el bien y el mal, porque la ecuación del bien y del mal, por su propia naturaleza, es irresoluble. Cualesquiera que sean los aspectos importantes en una vida dirigidos al servicio, a la dedicación, cualesquiera que sean las concepciones filosóficas o incluso espirituales, (relativas al bien y al mal), no desembocarán jamás en una solución, porque la solución solo puede existir, en tanto existe un antagonismo. Yo hablaba ayer, de las dos extremidades de un límite. No porque lleguéis a una extremidad de un límite, conocéis todos los límites, la otra extremidad pero, sobre todo, que estéis aptos para superar este límite. Necesitáis literalmente, extraeros de esta noción de causalidad. Esta causalidad permite explicar este mundo y solo este mundo. La causalidad permite expresar las leyes de acción/reacción, las leyes del Alma pero jamás, la ley del Absoluto. Porque el Absoluto solo conoce una única ley que es la de la Unidad Abandonada ella misma, es decir el principio mismo de la Unidad. El factor causal, sea el que sea (en vuestra vida, en la historia de la vida sobre este planeta) remite necesariamente, a un inicio y un fin. La causalidad solo puede estar inscrita en el Absoluto y solo puede derivar su lógica a partir del Absoluto. La causalidad (acción/reacción, principio y fin) se inscribe en una historia y no en la Verdad. Porque toda historia está inscrita en un tiempo lineal, en ciertos límites que son también los tuyos, pero que no corresponden a la Verdad. La historia es, de alguna forma, el esqueleto de lo que queda de la vida. Las carnes se han ido. Queda algo que está petrificado. Queda algo que no participa en la Vida. Hoy se te pide ser la vida. La Llamada de la Luz hace resonar en ti, no ya la causalidad sino la sed de Absoluto. Aunque estas palabras te son desconocidas, aunque te parezcan fuera de toda causalidad y por tanto, de cualquier posibilidad, no sigue siendo menos verdad que es la única y sola Verdad. Plantear en tanto que Absoluto (osar plantear en tanto que esto) va a poner fin, de manera muy rápida (por la estigación misma de lo que es el Sí, de lo que es el ego y por tanto, de lo que no es el Absoluto), os conducirá a las puertas de lo que el ego llama la nada y por tanto a experimentar y vivir la experiencia que es Absoluta. Cierto, en momentos bisagra, ha sido oportuno que se os dé (o que os hayan dado, puesto que yo no he participado) ciertos elementos relativos a la historia. Simplemente para mostraros y demostraros hasta qué punto la historia puede ser deformada, arreglada, invertida y manipulada de tal manera que hará que deis siempre la espalda a la Verdad. Porque os llevan siempre (esas historias) a creer en historias y no en vosotros. El ser humano tiene necesidad de historias, en tanto que están inscritas en su conciencia, en la causalidad. Desde que circunscribe su conciencia a las esferas del Absoluto (e incluso en el Sí), la historia ya no tiene sentido. No tiene dirección. Ya no tiene lógica y no tiene justificación. La historia no es más que la coartada que provee la vida, que rechaza conocerse. La historia no es más que el último recurso que quiere dar a la mente, la certeza de que puede explicar su presente mediante un pasado.

Ahora, ningún presente se explica por el pasado. Todo lo que pudiera ser explicado como consecuencia de un pasado, os circunscribe aun más en una ilusión. Ciertamente, aquellos que tienen tendencia a querer que la historia se repita y no acabe en el final de la historia,  crearán ceremonias, conmemoraciones, aniversarios que van a mantener de alguna forma, el peso del pasado en vuestro propio presente. Por cierto que no lo hacéis mejor cuando festejáis un año nuevo, un aniversario o una fiesta (sea la que sea) a fecha fija. Porque en ese momento, conmemoráis el pasado. Hacéis vivir y revivir el pasado en vuestro presente donde no hay nada que hacer. Porque mientras que el presente (que vivís) esté coloreado por un pasado cualquiera, no podéis pretender la Unidad, no podéis pretender el Absoluto y no podéis vivir ese Absoluto. Os hace falta efectivamente, desacondicionar, desempolvar, eliminar, refutar todo lo que no es el Instante. El Absoluto no está presente más que en el Instante. La única forma de encontrarlo (la única forma de manifestarlo) es vivir totalmente el Instante. No hay pasado. No hay futuro. Solamente hay el Instante donde se extiende el Absoluto. Solo parando el tiempo, de alguna forma (vuestro tiempo lineal), es como podéis real y concretamente, alcanzar el Absoluto y vivirlo. Cualquiera que sea el elemento que hayáis vivido, cualquiera que sea el afecto que os comprometa en vuestro presente, vosotros no sois eso. Mientras que le deis crédito, no podéis vivir el Absoluto. Haced la experiencia. Una vez más, no me creáis. Experimentadlo y ved vosotros mismos, si esta lógica se aplica en la vida. Salid de la historia. Salid de toda historia porque vosotros no sois una historia, ninguna de las historias. Mantener la historia, mantener una leyenda personal, os aleja de manera importante del Absoluto y de la Verdad. Todo lo que hacéis revivir (en pensamientos, en emociones, en ritos, en rituales, en conmemoraciones, en fechas) no tiene ningún sentido para el Absoluto. Vedlo vosotros.

Plantéate simplemente, la única cuestión que vale la pena: ¿qué Soy? Y cuando veas por ti mismo, que no puedes definir el “qué Soy” o el “Yo soy”, abandonarás el “Yo soy” por el no ser. Sea lo que sea que diga el ego. Porque este acercamiento al Absoluto es de una lógica implacable. Esta investigación (si ha llegado a su término) os conducirá, como la Vibración, más allá de toda manifestación, más allá del ser y del no ser, para estableceros en un primer momento, en el no ser en el que existe el Ser y que confiere (si se puede decir) el Absoluto. Debéis estar plenos. Plenos, no de preguntas sino plenos de certeza del Absoluto, no como creencia sino como refutación de lo que es relativo, refutación de lo que es efímero, refutación de lo que es limitado. Cada minuto de vuestra vida, retened que no es una despersonalización o una retirada de la vida sino más bien, una transcendencia de la personalidad que os hace penetrar en la Vida. No esa que vuestros ojos os dejan ver. No esa que vuestras palabras definen. No esa que podéis tocar, sino la que sois vosotros más allá de cualquier sentido. Es necesario pues, dar la espalda a la causalidad. Ese dar la espalda a la causalidad (expresado de otra forma) quizá, no juzgar, ni siquiera el principio de caída, ni siquiera la causalidad que ha creado esta conciencia limitada. El no juicio es el hecho de no ver una separación o división. No hay mejor forma de vivir el Absoluto. Os recuerdo que en el Absoluto no puede existir ningún límite, ninguna separación, ninguna otra conciencia que la que sois (reagrupando el conjunto de las otras Conciencias) y desembocando, de manera ineluctable en la Conciencia que no es la inconsciencia. Salid pues (y salid ahora) de la causalidad. La causalidad corresponde al cuerpo. Corresponde a las leyes del alma. Este cuerpo tiene hambre: hay que alimentarle. El alma tiene sed de experiencias: hay que proporcionarle esas experiencias. El alma gusta de amar en el sentido de posesión, en el sentido de la experimentación en la matriz (tal como la llamáis). El alma está pues, circunscrita a la causalidad. Vosotros no sois la causalidad. No sois pues, ni este cuerpo, ni esta alma, ni este espíritu, ni esta vida, ni este pasado. Vosotros sois la Vida. Si situáis vuestra mirada de esta forma, constataréis que no se trata absolutamente de una negación de la vida sino más bien, de una entrada en la Vida y que muy rápidamente, los procesos en curso, actualmente, serán vuestros. No hay otra solución. No hay otra alternativa. No hay otra posibilidad que ser Absoluto o refutar el Absoluto (desde el punto de vista del ego o del punto de vista del Sí). Reflexionad simplemente (si es que pudierais definirlo): ¿qué objetivo existe en la personalidad, qué objetivo existe en el alma? Mirad ese objetivo y comprended, en segundo lugar, que no puede existir objetivo futuro. Porque cualquier futuro os aleja, una vez más, de vuestra Presencia y del Absoluto. Obviamente, la ley de acción/reacción va a hacer cualquier cosa para manteneros en sus redes. Os hace comprender (y captar) las leyes: las de la encarnación, las del karma, las de la astrología, las de la energía. Os va a dar una serie de explicaciones, directamente ligadas a la causalidad y todo funciona como en este mundo. Pero terminaré diciéndote que tú estás más allá de toda causalidad. ¿Qué quieres ser? ¿Qué quieres manifestar? ¿Lo que tú Eres en Verdad, o la causalidad con la que estás afectado? Lo tienes que ver tú.

Pregunta: ¿por qué este mundo de la Dualidad se ha creado? ¿Es porque en el mundo del Absoluto, de lo Ilimitado, existe el aburrimiento?

Te responderé que el que hace esta pregunta, se aburre ciertamente. La Felicidad, el Éxtasis y la Intasis del Absoluto no puede, en ningún caso, ser un aburrimiento. El único aburrimiento está aquí. Todo os aburre: las necesidades fisiológicas, la necesidad de ganarse la vida, la necesidad de mantener y llevar vuestra Conciencia permanentemente, a un cuerpo, a las relaciones, pasando por la herramienta incompleta llamada lenguaje. Por otro lado, el mundo del Absoluto no puede existir. El Absoluto no es un mundo. No es un universo ni siquiera un multiverso. Está más allá de todo lo que es creado. Es el soporte de toda creación. No es el aburrimiento que ha causado lo que sea. El Absoluto no puede, en ningún caso, ser un aburrimiento de ninguna clase, puesto que con unas pocas palabras se puede definir como: ilimitado, perfecto, lleno, vacío Eterno, Gozo, Éxtasis e Intasis, sin tiempo y sin espacio. ¿En qué el aburrimiento podría surgir de esto? Ni menos que exista una necesidad de experimentar. Porque lo que dice la experiencia en lo limitado, conduce a introducir sistemáticamente, una noción de evolución o de involución y por tanto, un principio de causalidad. Mientras que penséis así, efectivamente, el mundo del Absoluto puede pareceros aburrido. La experiencia, sobre todo, solo es la búsqueda del Absoluto. ¿Cómo el Absoluto podría limitarse a sí mismo, para después, reivindicar el Absoluto? Tanto más porque la perfección es inicial y no final. ¿Qué interés tendría para el Absoluto,  hacerse relativo? Por supuesto, desde el punto de vista de lo relativo, es muy seductor hablar de experiencia (de conocerse a sí mismo a través del observador, a través de la existencia de un objeto o sujeto) pero es una visión fragmentaria. El Absoluto, estando fuera del tiempo, fuera de toda linealidad, simplemente para él, el mundo no existe. Simplemente para él, el límite no tiene substancia alguna. El aburrimiento es aun más, tener todas vuestras ocupaciones, incluso observando la belleza porque observar la belleza os obligará en lo lineal, un día u otro, un instante u otro, a ocuparos aunque solo sea, de vuestras necesidades fisiológicas. A menos que entréis en Samadhi, como algunos han realizado, a menos que entréis en el Absoluto manteniendo una forma, no veo por qué razón habría cualquier aburrimiento. Cualquiera que sea vuestro entusiasmo, cualesquiera que sean vuestras capacidades de Alegría, cualesquiera que sean vuestras instalaciones en el Samadhi, eso no es el Absoluto. Solo la salida del tiempo lineal del espacio, del espacio-tiempo (no como una negación sino como una aceptación lógica), solo en ese momento, superáis y transcendéis el aburrimiento de este mundo.

El Absoluto no es un mundo. Yo diría que es la Transcendencia del mundo y por tanto, aunque los mundos parezcan existir en el interior del Absoluto (presencia de lo relativo en el Absoluto), esto no es más que una visión (repito) fragmentaria y limitada. El Absoluto no tiene necesidad de ninguna experiencia, de ninguna memoria. Es, desde toda Eternidad, perfección y belleza, bastándose a Sí mismo, sin ninguna proyección, sin ninguna experiencia. La experiencia (en este mundo como en otros) en definitiva, solo es un alejamiento (Vibratorio, espacial y temporal) que os hace creer todo lo que podéis creer (u osáis creer). Pero el total de estas creencias solo representa una falta de Luz, una falta de Amor. El ser humano pasa su tiempo proyectando el amor y dice que ama. Pero no podéis Amar y no podéis decirlo porque vuestra naturaleza (y vuestra Esencia) es Amor. Y no podéis conocer lo que sois, desde un punto de vista limitado. Solo podéis proyectar (en la pantalla de la conciencia) un objeto. Convertiros en el testigo (o el observador) de lo que habéis proyectado (de una obra creada, de un trabajo creado, de un estudio hecho, de una relación de pareja, de una relación de madre a hijo) pero no podéis conocer lo que Sois. Solo podéis exteriorizar en este mundo, una acción, una reacción y tratar (en esta acción y reacción) de encontrar un hilo conductor que no existe, entre lo limitado y lo ilimitado.

El único aburrimiento es ser relativo. Ser Absoluto no incluye ningún aburrimiento. Solo la conciencia del ego plantea esta cuestión porque el ego está circunscrito a una realidad llamada tridimensional y por tanto a un espacio-tiempo dado, que da la impresión de que hay experiencias que realizar, una avidez (avidez que permitiría alcanzar lo Ilimitado) lo que, evidentemente, no puede llegar nunca. Ninguna experiencia de este mundo, ningún trabajo de este mundo, ninguna evolución ilusoria de este mundo, os llevará a vivir el Absoluto. Solo cuando renunciáis, solo cuando os abandonáis el Sí, el Absoluto se desvela y se convierte en lo que Sois. Recordad: no existe ninguna solución de continuidad. El Absoluto es una convulsión, no solamente un cambio de punto de vista (como he dicho ayer) sino más bien, una convulsión donde estáis obligados a hacer cesar (de una manera o de otra), sin negarlo, el conjunto de manifestaciones de causalidad, cuya primera causalidad es este cuerpo. Vosotros estáis en este cuerpo pero, en ningún caso sois este cuerpo, ya fuera un Templo. Por supuesto, hay que alimentar el Templo, mantenerlo. Y ahí comienza el aburrimiento, aunque os guste lavaros. Porque evidentemente, hay repetición. Así que ciertamente, hay conciencias que aman la reiteración porque da la certeza de repetir los mismos gestos, de reproducir los mismos actos: comer a tal hora, acostarse a tal hora, levantarse a tal hora (exceptuados los fines de semana). Todo esto os lleva sin falta, a una rutina donde nada es nuevo. Si miráis bien, todo es antiguo, todo está usado. Solo el mundo es bello porque manifiesta (con lo que os hace ver) los ciclos, las estaciones. El sol se levanta siempre en el mismo lugar. Se pondrá por la tarde, en el mismo lugar. Es una certeza (al menos hasta cierto punto) y habéis vivido justo eso. El aburrimiento está ahí. Ciertamente no en el Absoluto. Y no existe mundo del Absoluto.

Pregunta: las resistencias a vivir el Absoluto han sido siempre más fuertes, cuando la elección primera es vivir el Absoluto, aquí, sobre la Tierra. ¿Por qué?

Tú no puedes vivir el Absoluto. Solo puedes vivir la Vida. El Absoluto está más allá de cualquier vida. Se ha propuesto vivir el Absoluto en un relativo llamado esta forma, este cuerpo y esta vida, porque las circunstancias (los ciclos de este mundo) alcanzan un escalón, una Transcendencia, también. Cuando lo efímero de esta vida desaparece (puesto que está limitada entre el nacimiento y la muerte), lo que subsiste en ese momento, queda encerrado. Con otras reglas, otras leyes pero, es aun un encierro. Hoy, es diferente. Hay una mayor facilidad para extraerse de un punto de vista dual. Lo que ha estado abierto, a nivel de la Luz (el Despertar del Sí, la realización del Sí), no ha sido ciertamente un error sino una etapa mayor hacia el Absoluto. Por supuesto, siempre es posible creer (y esperar) que el Si va a hacerse Absoluto. El Sí no puede en ningún caso, hacerse Absoluto. Porque el Sí, es poner fin a la separación del ego y circunscribir la Conciencia y la Vida en la no separatividad, en la no distanciación. Hay realmente, posibilidad de Comunión, de reunión, pero no de disolución. El Absoluto os hace vivir todas las vidas de todos los mundos. El acceso al Absoluto o aun más, al Despertar al Absoluto (que siempre ha estado ahí), se ha hecho mucho más fácil hoy, por la desaparición de lo que se llamó, creo, las franjas de interferencia del astral que os ocultaban literalmente, la Verdad. Entended bien que no es cuestión de vivir el Absoluto sino de ser el Absoluto. Ser Absoluto está más allá de todo estado de ser. Es también, poder situarse en cualquier punto de vista de esta forma ocupada que es el cuerpo, como de cualquier otro cuerpo. Es pues la Libertad, la verdadera. No la de pensar en la prisión, que se puede salir de la prisión. No esa de edificar hipótesis o justificaciones al hecho de estar en vida, porque todo esto gira en redondo. No existe salida. El ego y la noción de evolución van a haceros creer (y haceros adherir) al hecho de que será mejor mañana. Pero no hay absolutamente nada de mejor mañana que sea posible. Además, mañana no existe, ni ayer. Mientras vosotros consideréis que existe un mañana, mientras que consideréis que existe un ayer, el Absoluto no puede llamar a vuestra puerta. Yo hablo por supuesto, de lo que vosotros llamaríais las Leyes del Espíritu porque nada impide al cuerpo estar en un pleno empleo y este pleno empleo se desarrolla tranquilamente, sin hacer nada en el sentido de una inversión de la Conciencia, solo haciendo perfectamente bien, lo que hay que hacer.

Es un cambio de mirada, es un cambio de punto de vista. Es un cambio interior, de posicionamiento donde precisamente, salís de cualquier posición. Donde ya no adoptáis ninguna posición sino algo más allá de cualquier cosa, en el Amor que Sois y en la Luz que Sois, sin tener necesidad de proyectar cualquier amor, cualquier luz. Recordad: vosotros sois Amor Luz. No sois el amor que proyectáis. No sois la luz que podéis ver. Porque en definitiva, el aire no puede ver el aire, y el agua no puede ver el agua. Vosotros Estáis exactamente en la misma situación: no podéis ver lo que Sois. Vosotros solo podéis ver lo que no sois y por tanto, refutar todo lo que veis en donde no estáis. Y ahí, tendréis la sorpresa de constatar que no existe más freno al Absoluto y el trazador (o marcador) del Absoluto, la Onda de Vida, partirá al asalto de ese Templo Ilusorio (que es el cuerpo), de sus cuerpos inferiores, haciéndoos vivir la Onda del Interior y no ya del exterior, en el cuerpo. Vosotros estáis, yo diría (si se puede decir), en plena fase de verificación, de validación del Absoluto. Nadie os pide creer en lo que es increíble. Nadie os pide adheriros a lo que no os podéis adherir. Solo vosotros podéis dar testimonio de vosotros mismos, más allá del testimonio del objeto, más allá del observador y de lo observado y más allá de toda proyección en no importa qué palabra.

Pregunta: ¿cuál es la creencia que me frena a abandonarme al Absoluto?

La más irresistible de las creencias: tú mismo. Mientras que tú creas en la mínima parcela de este cuerpo, mientras que tú creas en el mínimo elemento de la historia, tú estás ceñido a lo efímero. Nada efímero te permitirá acceder al Absoluto. Por supuesto, existen condiciones previas, ligadas a la estructura misma de la vida en este mundo, inscritas por supuesto, en la personalidad (en el ego) y también en el Sí. Sin entrar en los detalles más complejos, lo que frena es la negación del Absoluto porque el ego tiene siempre por objeto (por función),  aprehender cualquier cosa que le es desconocida, hacerla suya en la descripción, en la vivencia, en una experiencia. El Absoluto no puede ser referido al ego, a la persona ni siquiera al Sí, puesto que el Absoluto Es, baña todo, incorpora todo. Querer enterarse, querer conocerlo, es imposible. La más grande de las resistencias se sitúa por supuesto, a ese nivel y en ninguna parte más. La creencia en ti mismo es el freno más poderoso. Pero tú no eres tampoco ese freno. Además ¿qué freno puede haber, si no es ese que tú mismo has construido, ese que tú mismo has considerado? Tengo ganas de decirte no hay que considerar nada, en ningún futuro y en ningún pasado, para vivir el Absoluto, y sin embargo ser Absoluto. La creencia en el hecho de vivir el Absoluto conduce a Ser Absoluto. Hay de alguna forma, una señal portadora (marca o testigo) de la instauración de alguna cosa desconocida: es la Onda de Vida y la Transcendencia de los centros de energías inferiores. Pero no deis tampoco, peso a todo esto, porque si concedéis más peso del necesario, esto también va a cristalizarse. Esto va a limitaros también y a contribuir en mantener los límites del encierro. La mejor actitud por supuesto, es la espontaneidad del niño. Es lo que está totalmente sumergido en la experiencia. Sin juicio, sin punto de referencia, sin proyección. Mientras que exista un juicio, una referencia, una proyección, tú no eres el niño. Y por tanto el Absoluto no puede venir a llamar a eso que tú Eres. Te corresponde a ti, crear las circunstancias previas al Absoluto. Esto es en parte, de lo que hablo: la investigación de todo lo que tú no eres, porque es efímero. Consiste en eliminar todo lo que constituye tu vida y este mundo. No para huir, insisto. Sino más bien para refutarlo, como suposición no válida (e invalidada) por la propia lógica, más allá de cualquier mente. El sueño, la investigación, la comprensión de lo que representa el testigo, el testimonio, el sujeto, el objeto, el experimentador y lo que es experimentado, se ciñen en definitiva, a una futilidad. Aceptar esta futilidad, es ya un gran paso. No de vosotros, sino del Absoluto hacia vosotros.

Pregunta: algo se instala en mí que no conozco y me siento extraña, o incluso extranjera. Veo a la vez la conciencia de la nada y una plenitud. Me siento llevada por la vida y la dejo hacer. Hay como una desaparición de mí misma y una distancia en relación a este mundo. No tengo miedo, no hay palabras, no hay espera. ¿Podría aclararme lo que no veo en mí?

Acepta que cuanto menos veas en ti, más serás Absoluta. Lo que no puede ser percibido, lo que es pues percibido, lo que no puede ser traducido en palabra, ni en Vibración esta extrañeza tal como la llamas, es la muerte del ego. Hace falta vaciar, hace falta dejarse limpiar y lavar. Esta fase es más o menos larga. Llama así como dices, a una cierta forma de neutralidad. La Casa está limpia, tú puedes pues Desposar a tu Doble. Ese Matrimonio que es un acercamiento, puede desarrollarse en un tiempo ilusorio, pero que es vivido como tal. Es el estado en que no hay nada que observar, donde nada es observable, donde nada se percibe. Podría parecer vacío, pero no está vacío. Es muy exactamente, cuando da la impresión de durar, la preparación de tus propias Bodas y por tanto al Absoluto. Si puedo expresarlo así, aprovecha esto, porque aprovecharlo es no hacer nada, nada que temer, es lo que pone fin a cualquier duda, a toda esperanza y también a toda impaciencia. En ese estado de vacuidad (que algunos movimientos han buscado, que algunas filosofías han investigado) se instala el Absoluto. Tú has entendido y vivido y aceptado, que no hay nada que buscar, nada que encontrar. Ese vacío que no lo es, es irremediablemente el fin del ego.

El vaso está preparado para llenarse. El Esposo y la Esposa están a la puerta, no se han ido nunca. Aprovecha, si puedo expresarme así, de esta vacuidad que de alguna forma es, una antecámara del Absoluto. Porque si tú estás vacío de ti mismo, puedes estar lleno de lo que tú Eres. Vaciarse de sí mismo es, muy exactamente, lo que se llama el Abandono al Sí. Es transcender el “yo soy”, es el momento en que la conciencia constata que no hay nada que observar, que nada es observable y que el hecho mismo de observar es una molestia. Los  mecanismos de las Bodas Místicas están en progresión. Aceptar y experimentar no estar ya lleno de pensamientos (es decir de Ilusión), no estar ya lleno de espera (que es la proyección en el futuro), te instala, de alguna forma, en un estado más allá de la espera que podría llamarse Esperanza, pero que es ante todo plenitud. Son de alguna forma, los últimos juegos de la Ilusión. Lo que permite entender que nada puede estar vacío y que nada puede estar lleno y que esto no se sitúa entre los dos. De esta fase no se puede decir que es un estado porque precisamente, no está instalado ningún estado. La vacuidad es plenitud, la plenitud es vacuidad. Esas dos palabras, más allá de cualquier significado, son aquellas que representan mejor esta fase previa a lo Último.

Sobre todo no hacer nada, sobre todo no emprender nada. Dicho esto, no te impide hacer lo que hay que hacer, en la vida de este cuerpo, de sus obligaciones. Sino simplemente, no te impliques, haz lo mejor que puedas. Lo que tú vives no es una espera, lo que tú vives no es un vacío o un lleno, son los dos. Es en esta fase cuando la Onda de Vida puede crear tu Verdad, porque tú Eres la Onda de Vida. Hay entonces, un proceso de desidentificación, una muerte en el plano simbólico, de todo lo que no es Verdad. Es esta fase la que tú vives. Sobre todo, no juzgues nada. Conténtate, aun por poco tiempo, de ser el que observa lo que vive esto. Muy pronto tú irás más allá. Ese “muy pronto” no está inscrito en una linealidad temporal, ni en ningún otro espacio, sino en una forma de agudeza de ti mismo. Algunas experiencias intermedias son posibles en ese estado, en esta fase, que si se puede decir, vienen a confortarte sobre el hecho de que no seas este cuerpo y aun menos, esta persona. Entonces, aprovecha y goza esta fase, porque es el preludio del Matrimonio Místico. Deja hacer, totalmente.

Pregunta: ¿el Absoluto está entonces más allá de la jerarquías de Dimensiones (5ª, 11ª, 18ª, etc.), sería como el retorno a LA FUENTE? Entonces, si se va hacia el Absoluto, ¿cuál es el interés de la 5ª Dimensión?

Presupones equivocadamente, que el Absoluto es asimilable a LA FUENTE. LA FUENTE, por su propio nombre, significa un origen y un fin. El Absoluto está más allá del origen y del fin. La Dimensión, cualquiera que sea su número, solo es una representación, una gama de Vibraciones, una gama de exploración de la conciencia. El Absoluto y LA FUENTE se acuerdan de ti, pero acuérdate tú, de que eres totalmente libre de establecerte donde te parezca bien. Simplemente, se debe recordar la existencia de LA FUENTE,  por la experiencia de LA FUENTE, por el acceso al Absoluto. Si tú Eres el Absoluto, tienes toda latitud y Libertad para permanecer o manifestarte en cualquier Dimensión que sea. Si tu gama de frecuencias, tu gama de vida, la partitura que tocas está incompleta y de todas formas, te permite ver la completitud existente en el Absoluto, tú eres libre de creer que existen experiencias que realizar en otros mundos, en otras Dimensiones, en otros estados. Esto forma parte de la libertad, pero te lo recuerdo, no tiene estrictamente ningún interés desde el punto de vista del Absoluto. Entonces ¿qué te impide ser el Absoluto, puesto que evidentemente, hay un impedimento? El impedimento está directamente ligado a la duda y al miedo. Tú no puedes conocer el Absoluto desde el punto de vista dónde estás. El punto de vista dónde estás debe desaparecer, debe aniquilarse. Recuerda que no es posible considerar cualquier continuidad entre lo conocido y lo Desconocido. Tú no puedes quedarte en lo conocido y vivir lo Desconocido. Es necesario dejar que lo Desconocido te tome, y tú te darás cuenta enseguida, de que lo limitado está aun presente. Pero antes, esto solo es una suposición, solo es una creencia, porque tú no lo has vivido. Simplemente, muchas estructuras os han dicho que os será hecho según vuestra Vibración, si lo prefieres, según vuestra partitura. La partitura que tú tocas es tributaria de un instrumento y no de otro instrumento. ¿Quieres ser tal instrumento, o quieres ser en el mismo tiempo, en el mismo espacio y en todas las Dimensiones, el total de los instrumentos? Poniendo fin a toda barrera y a todo límite. Ninguna experiencia será jamás útil al Absoluto, pero lo es y seguirá siendo útil a aquél que toca su propia partitura, Ilusoria o atada. El Absoluto es la Libertad total, pero la Libertad da miedo porque la Libertad es precisamente, lo que es Desconocido. Mientras que tú reivindiques la Libertad en cualquier encierro, te mientes a ti mismo. Y mientras haya mentira, la Verdad no puede ser.

Puedes entonces pretender suponer o imaginar que el Absoluto es LA FUENTE. El Absoluto es LA FUENTE, pero es mucho más que LA FUENTE.  Porque el Absoluto no tiene ni origen, ni fin, ni localización, ni no localización. La Vibración, la Conciencia es Vibración, esto se os ha dicho. Permitiendo vivir, concienciar, las ruedas de energía (las lámparas), el despertar de la Kundalini e incluso la percepción de la Onda de Vida. Pero mientras que tú percibes, no eres eso que es percibido. El Absoluto es la instalación en lo percibido y no en la percepción. Es el momento en que no hay distancia alguna, ninguna suposición sobre el Absoluto porque el límite, el ego como el Sí, solo puede representar la Verdad. Pero cualquier representación será siempre un espectáculo, una proyección, una ilusión más o menos palpable, más o menos cercana. Dando un sentimiento más o menos real, pero no es el Absoluto. Independientemente del testigo y del marcador del Absoluto, es decir la Onda de Vida, y sus efectos sobre el éxtasis o la intasis, hay también otro marcador que se sitúa en la Conciencia, que desemboca sobre la no-Conciencia. Es precisamente, el momento en que no hay más cuestión. Porque la cuestión misma es concebida como ilusoria, tanto como mi respuesta. Mientras pronunciáis palabras y yo pronuncio palabras, hay Ilusión. Pero esas Ilusiones serán en definitiva, menos tenaces que las que estaban ahí antes de nuestras charlas (vuestras y mías) (ndt: utiliza un neologismo a partir de la palabra entretien y construye “nos entre tiens et miens”). Esto no es entonces un juego estéril, sino que es una práctica, en el sentido más noble. Esta práctica que puede ser usada por el ego como algo intelectual, a vuestro ritmo, va a llevaros a realizar el estado que se ha descrito con la cuestión precedente. No supone nada del Absoluto, porque todo lo que supongas solo podrá ser establecido a través de tu experiencia y tu conocimiento. No proyecta nada sobre el Absoluto, porque proyectar lo que sea, ya es alejarse. El Absoluto no puede ser conocido, no puede ser formulado, no puede ser Vibrado, no puede traducirse en palabras. Por el contrario, es posible utilizar Vibración y palabras para entender lo que no es. En ese momento, hay una especie de acercamiento que se efectúa en esta última fase.

No suponer nada es también no hacer nada, no emprender nada. Porque todo lo que se haga o emprenda, os pondrá a distancia del Absoluto que, os lo recuerdo, está siempre ahí. Si hay resistencias o frenos, miradlos y ya está: dejadlos pasar, no hagáis nada. Por supuesto, podéis siempre facilitar las condiciones iniciales (si se puede decir), con todo lo que os es agradable. Pero no os perdáis en lo que es agradable, no hagáis de ello un fin. Practicar un yoga para simplemente estar bien, no os llevará jamás al Absoluto. Pero estad conscientes de que estar bien, os permite instalaros en una receptividad, si se puede decir, más grande. No hagáis tampoco, de las palabras, una finalidad. No hagáis de las Vibraciones tampoco, una finalidad sino más bien, medios o útiles, para acercaros a lo que no conocéis, y que sin embargo, ciertamente es vuestra naturaleza. Esto exige por vuestra parte, y exige de tu parte, una honestidad, una integridad, una Humildad, una Simplicidad, esto lo sabéis, pero sobre todo, una Transparencia, porque no puede haber transcendencia sin Transparencia. La Transparencia está creada por KI-RIS-TI, por el Doble, por la Unión Mística. Un opaco, resistiendo: el cuerpo, la identidad, el ego, el Sí, reencuentra la Transparencia del Fuego. De este reencuentro resulta la Transparencia. La Transparencia, para no frenar nada, no retener nada de lo que pueda pasar (sea un pensamiento, sea una emoción, sea un síntoma del cuerpo, sea una relación): no sujetéis nada, permaneced fluidos. Observad si queréis, pero no sois la emoción, no sois el pensamiento, no sois la relación, no sois el cuerpo. Dejad hacer. Es lo que puedo decirte. Sin rechazar nada: no porque rechaces un pensamiento  va a desaparecer. Por el contrario, si tú lo miras pasar sin atarte, desaparecerá, es toda la diferencia.

Pregunta: a partir del momento en que acepto que no soy todo lo que conozco del yo y del Sí ¿de qué apertura, más allá de mi conciencia actual, tengo necesidad (además de dejar actuar a la Onda de Vida y el Manto Azul de la Gracia) para inclinarme hacia el Absoluto (más allá del “yo soy”)?

Nada más, y una sola cosa en relación a lo que tú has dicho: aceptar que tú no Eres nada de todo lo que conoces, es una primera etapa. Pero ¿has pensado en refutarlo? No solamente porque digas: “yo no soy este cuerpo”, vives el Absoluto. Refutar el “yo no soy este cuerpo” está más allá de la aceptación. No es un juego de palabras, es una realidad de la conciencia. La conciencia que te conduce, si se puede decir, a dejar que se exprese e imprima el Absoluto, es una refutación de todo lo que tú conoces y no simplemente, aceptar la negación de lo que tú conoces. En el acto de aceptación de lo que tú no Eres, no hay refutación, entonces hay una distancia. La refutación por el contrario, de lo que tú no eres, está más allá de la aceptación. La refutación es un acto activo, la aceptación es un acto que yo podría calificar de pasivo. Hay pues una fase previa activa, esta fase está conducida por la propia conciencia del ego o del Sí. La refutación es sin embargo, una dinámica. Como he dicho, es una investigación. Esta investigación no es un juego mental, sino más bien un ejercicio (no me gusta esta palabra) espiritual.

Desde el instante en que la investigación se ha realizado, ¿en qué desemboca? En una identificación. La desidentificación por la refutación conduce entonces, sin esfuerzo, sin hacer nada, a ser Absoluto. La espontaneidad acompaña a la Transparencia. La espontaneidad es la ausencia de reflexión, lo que no quiere decir hacer cualquier cosa, sino  hacer o ser lo que es, independientemente de toda referencia a un pasado y por tanto, a una experiencia pasada. Es la Vía del Corazón. Porque el Corazón no se equivoca jamás, al contrario de la mente. No hablo de la intuición, porque la intuición hace siempre referencia a lo que es bueno o malo para ti.

Nosotros estamos más allá, de lo que es bueno y de lo que es malo. Lo bueno y lo malo para ti, esa intuición y discernimiento de los que hacen gárgaras, los seres llamados espirituales, es una ilusión más. La espontaneidad resulta de la Transparencia. En ese momento, de alguna forma, hay una especie de traspasado del Corazón, de atrás hacia delante. El hecho de ser atravesado pone en resonancia, más allá de lo que se percibe en el cuerpo Transparencia y espontaneidad. Derivando literalmente la experiencia pasada, y por tanto la mente. Esto se llama también el Don de Sí, o el Abandono de Sí. Esto creo,  ha sido el objeto de desarrollo de una conciencia, si se puede decir, más cualificada que yo (ndr: ver en nuestro sitio la intervención de ANAEL  del 9 abril). Tampoco hay nada que hacer, sino más bien dejar hacer.

Aunque haya un lado activo en la refutación, después conviene dejar hacer. Porque tú no puedes hacer nada, emprender nada, para conocer lo que te es Desconocido. Tú no puedes más que pasar de uno a otro, pero ese paso no está ilustrado por cualquier cosa que te permitiera pasar: es por tanto, una transcendencia y no una transformación. Hay  efectivamente, esa investigación que realizar. Una vez realizada la investigación, dejad ser y dejad hacer. La investigación desemboca sistemáticamente, sobre lo que podría llamarse una paradoja, entre la nada y la plenitud. Sobre una pregunta que yo calificaría de última, pregunta última que pone fin a cualquier pregunta y a cualquier cuestión. Es en ese momento, cuando se comprueba la absurdez total del ego y del Sí, no antes.

Pregunta: me gustaría estabilizar el estado de no observación más de un mínimo instante. ¿Cómo?

Simplemente parando de querer observar de manera incesante, cualquier cosa. Fíjate en el propio mecanismo de la observación y no en lo que observas. ¿Qué es lo que se observa? ¿Dónde está el observador? ¿Son los ojos que ven? ¿Es esa reflexión? ¿Dónde está situado el observador? Es pasar de la perspectiva de lo que se observa a otra perspectiva. Mientras  haya observación, de lo que sea o de quién sea, el tiempo se despliega. Y por tanto, hay un recuerdo a través de tu pregunta, de querer inmovilizar lo que no es posible inmovilizar: el tiempo pasa. Es por tanto, por esta cuestión de “¿quién observa?” (Y no: ¿qué se observa?) como nacerá la inmovilidad. Porque tú vas a buscar al observador, y te darás cuenta de que no hay más observador que las cosas observadas. Y que el observador solo es una proyección, de otra cosa que está detrás del observador. En ese momento, podrás balancearte. No antes. El Sí es la observación más perfecta de la Luz, donde los mecanismos de Conciencia y de las Vibraciones están presentes, concurriendo a establecer la Alegría, concurriendo a establecer una satisfacción. Permitiendo creer que se ha realizado una búsqueda. Es necesario superarlo, e ir más allá de esto. La mejor forma, efectivamente, es no hacer nada, dejar hacer. Y salir incluso de la dinámica aparente de la observación, de lo que se observa, del observador mismo. Porque ¿quién está detrás de todo esto? O mejor: ¿qué es lo que está detrás de todo esto? Mientras tú observes, no eres el observador. Mientras tú eres el observador, no eres lo que está detrás del observador. Investigar sobre esto, es una práctica mayor. De esta búsqueda, realizada honestamente, derivará la última fase, derivará también la Onda de Vida y la permeabilidad de las ruedas (los chakras) a la Onda de Vida.

No te ocupes de la Onda de Vida, tú no puedes ni dominarla, ni controlarla, ni dirigirla. Tú vas a observarla. Y tú vas a situarte pues, en el punto de vista del observador, que va a plantearse la cuestión: ¿está bien, está mal? Mientras juegues ese juego, el éxtasis no puede nacer. Llega un momento en que comprendes que no puedes influenciar de ninguna forma la Onda de Vida, pero tú eres siempre observador. Plantéate entonces la cuestión de “¿qué es lo que es observado?”, de “¿quién es el observador?” y te convertirás en la Onda de Vida. Dejando nacer así, el éxtasis, marcador indecible del Absoluto. Lo que hay que estabilizar, es lo que ya está estabilizado y no se ha movido jamás, nunca ha desaparecido. Es muy exactamente, el Absoluto: ahí donde no hay ya observador, ahí donde no hay más lo observado, y ahí donde no hay más, tampoco, lo que está detrás del observador. Porque el Absoluto es a la vez lo observado, el observador y lo que está detrás del observador. Tampoco hay más distancia ni diferencia.

No tenemos más cuestiones, os damos las gracias.

Entonces, yo nos propongo poner, de manera tran, un término a nuestras charlas (ndt: de nuevo utiliza de forma muy libre, un juego de palabras para entretiens= entre tiens et miens=charlas tuyas y mías). Dejaré al más cualificado que yo expresar lo que representan ese Don de Sí y ese Abandono de Sí. Intervendré en otro momento, en vuestro camino hacia la realización. Os queda leer lo que os he dicho. No lo hagáis una palabra de certeza o de evangelio. Tratad de ver lo que es justo, lo que no es justo. No como un aspecto discriminador sino, de igual manera que yo lo he expresado, en forma de investigación. Daré las instrucciones en pocos días, que nos permitirán terminar esta conversación (entre tien et mien) a fin de ir al principio y la Esencia misma, de lo que se ha dicho. Es decir, de ir más allá del diálogo, más allá del diábolo y más allá del símbolo, para, de alguna forma, reunir los tres elementos en la misma indecible Verdad del Absoluto. Doy Gracia a vuestra escucha. Doy Gracia por haber soportado y llevado las palabras que tenía que daros. Puesto que es necesario que me nombre, BIDI os saluda y os dice en vuestro tiempo, hasta pronto.

Nota: Este mensaje (sin subrayar) lo he copiado de aquí: http://hallegadolaluz.blogspot.com.es/2012/04/bidi-9-abril-2012-autresdimensions.html (esta web ofrece un link para escucharlo en forma de audio).

¡Saludos!
*

miércoles, 13 de junio de 2012

Nada tiene importancia

*
¿De dónde viene la importancia? ¿Quién da importancia a "lo importante"? Vana locura. Alucinación.
*

martes, 12 de junio de 2012

Pasando de todo

*
Paso de todo excepto de lo impasable, que es lo auténtico, mi Ser y el Único Ser. El pasado, pisado. Pasotismo divino.
*

lunes, 11 de junio de 2012

Más allá de las ilusiones permanece el verdadero «aquí»

*
Ningún cuerpo puede leer este blog ni relacionarse con nada en modo alguno. Ningún cuerpo existe. No es preciso dejar de jugar con la idea-juguete de «un cuerpo». Negar el cuerpo (reprimirlo, luchar contra él) significa afirmarlo. El juego se agotará por sí solo. La comprensión que agota el juego ya está disponible aquí. La comprensión lleva más allá del juego de los límites. Más allá de los límites, y más allá de toda comprensión, vive lo ilimitado, allá y acá, incomprensible, inmutable, pleno, amoroso, feliz y eterno.
*

domingo, 10 de junio de 2012

Hoy es el día más feliz de mi vida

Y Uno diría que Hoy no se acaba nunca. Ahora es siempre. HOY UNO. El ayuno de infelicidad des-cubre la eterna felicidad. ¡Hoyuno! Brindis de plenitud. Chin-chin... Ahora es Ahora. ¿Qué más se podría pedir?
*

sábado, 9 de junio de 2012

«Bidi 2» — 3 de junio de 2012 — Autres Dimensions

*
Continuación del mensaje cuya primera parte pusimos aquí: http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2012/06/bidi-1-3-de-junio-de-2012-autres.html 

Nota: Quien crea no captar del todo el mensaje no-dualista que comparte BIDI, puede probar practicando Un Curso de Milagros (UCDM), donde se explica lo mismo con mucho más detalle, en especial el proceso del perdón no-dual, que es lo mismo a lo que BIDI llama refutación.

www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com

audio
http://www.yakitome.com/data/6785485299/yak_c7T7jfoCiFAIaWsKzP6_gz7v6VP9LOt1O29sD5V3hPK78jMXQeN9XIWg9ZHVHf13wy5IDiUxmeqyIvrccgJCIwpRz2Kutz_hhfG.mp3

Pregunta: ¿Por haber practicado la meditación en el 3er. Ojo durante años, la cuestión luciferina está determinada en mí pues tengo la Vibración en el tercer ojo que persiste por momentos?

Yo te responderé simplemente: no te hagas ese género de preguntas. ¿Quién es Lucifer? ¿Quién es el diablo? ¿Quién es Dios? Obstáculos sobre el camino, nada más. No des ningún crédito a todas esas creencias, aunque tengan un soporte verdadero, sobre este mundo. Tú no eres este mundo. Hacer esta pregunta, es recaer en la Dualidad y el miedo del bien y del mal. Cualesquiera sean las Vibraciones, las Vibraciones conciernen la Conciencia ya que la Conciencia es Vibración. Pero no el Absoluto, que no es Conciencia, ni Vibración. En el Absoluto, no hay ojos, ni tercer ojo, ni cuarto ojo. Hay un Centro, el Corazón, el Amor y nada más. Y ningún obstáculo (fuese el diablo o Lucifer u otro) no puede impedirte ser lo que tú Eres, de toda Eternidad. Sólo el peso de las creencias y de la bolsa de pensamientos es un obstáculo y no hay nadie más que tú que puede dejar de alimentarlo. Ninguna montaña puede detener el Amor. Ningún mundo puede detener el Amor. Ninguna fuerza puede detener el Amor. Pueden simplemente dar la ilusión de detener. Es a esta ilusión de detener el Amor, que el ser humano cree. Pero si tu vas más allá de la creencia y de la Vibración, eso no tiene ningún peso, ninguna consistencia y ninguna Verdad. Aligérate.

Pregunta: Cuando mi conciencia siente que ella se diluye en el vacío, en el infinito, se asusta y se retracta, parando así su disolución. ¿Qué debo refutar para pasar ese límite?

A ese límite, no hay nada que refutar. Solamente continuar siendo un observador, hasta el momento donde el observador, él mismo, que observa la retractación, desaparecerá, él también. En ese límite, como tú lo llamas, el límite de la refutación se superó. Hay todavía alguien que observa el teatro, que tiene conciencia de que hay un teatro pero que pronto va a salir del teatro. No hay nada que hacer para salir, sólo quedarse ahí, quedarse tranquilo, jugar todavía el juego del observador, hasta el momento donde el observador, él mismo desparecerá, él solo. No hacer nada más, no ser nada más. Dejar Ser y dejar hacer. Esas son las palabras maestras. Ya que desde el instante, en ese límite, donde tú aceptes no dirigir nada más, no observar nada más, el observador desaparece por sí mismo, desde el instante donde tú sugieres que no hay nada a observar. Y por lo tanto, no haces nada. Ese límite es lógico. Precede la Disolución. Nos unimos con una pregunta anterior concerniente al sentimiento de ser otra persona, o ninguna persona del todo, lo que es mejor todavía. Eso era llamado, por algunos místicos, en occidente, la Noche negra del alma. Pero hay todavía un observador, que constata. Entonces, limítate a constatar lo que se desarrolla y acepta de no constatarlo más, tampoco, sin refutar. Y ahí, vas a darte cuenta que la Disolución de la conciencia se realiza y no habrá más retracción.

La retracción es la característica del observador mismo. Vosotros sabéis, en la física que nombráis cuántica de vanguardia, que el observador modifica lo que es observado, desde luego. Por tanto, en tanto que hay un observador, hay una modificación. El observador debe desaparecer por sí mismo. Basta simplemente con no interesarse más en él, ni en la retracción. Y todo eso va a desparecer. Pero es una fase normal. Porque la retracción es llevar al Centro que es el centro de todos los centros y de todas las periferias. En ese momento solamente, todas las periferias, sin ningún límite, se revelan. Es la pérdida total del sentido de una identidad cualquiera, de una persona cualquiera, de una historia cualquiera, de una emoción cualquiera, de un saco cualquiera, tanto de comida como de pensamientos. Yo diría que, quizá, lo más duro, en ese límite, como tú lo has llamado, es aceptar no hacer nada, no ser nada, no observar nada tampoco pero sin actuar.

Porque si hay una acción, hay una tensión y esta tensión aleja del Centro. Olvídate y desaparece. Y tú desaparecerás, es inevitable. Y eso no está inscrito en un tiempo o en un espacio pero está inscrito en la Eternidad, porque tú eres Eternidad. La retracción del alma, luego del Espíritu, son los últimos sobresaltos del individuo. Obsérvalos y deja desaparecer la observación, sin quererlo, sin decidirlo. Observa, en cierto modo, la desaparición del observador. Y ahí, no habrá nada más a observar: tú estarás establecida en el Absoluto. En realidad, en esos instantes donde tú hablas del último límite, aunque haya retracción del Alma o del Espíritu, el observador percibe claramente que se instala alguna cosa mucho más vasta que él mismo. Es justamente lo que está detrás del observador: Tú.

Pregunta: A pesar de tu manera estruendosa de pronunciar tus respuestas a las preguntas, intención y atención constantes, después de algunos minutos, el sueño gana y aun el sonido de tu voz desaparece, leyéndote, escuchándote solo, o uniendo las dos (Nde: acciones: la lectura y la escucha). ¿Lo mejor es dejar hacer?

En totalidad, porque menos tú comprendes, más tú eres. Y más te duermes, más tú eres, si es que pueda haber un más. Porque quien quiere escuchar y quien quiere comprender, sin oír, es ¿quién? El ego o el Sí. Si el ego y el Sí se apagan, es decir si la conciencia se apaga, ¿qué queda? El Absoluto. En un momento dado (que no depende de un tiempo futuro sino del lugar donde tú te colocas) entonces, El Absoluto será establecido en eso que tú eres. No hay por tanto, efectivamente, nada a emprender, nada a hacer, y nada a no hacer. Solamente, aquí también, dejar desarrollarse lo que se desarrolla. Esto demuestra que nosotros hemos franqueado, en esta entrevista, ampliamente, la barrera de la escucha, la barrera de la comprensión, para penetrar de lleno en lo que yo llamaría un entendimiento. Esta entrevista se vuelve ya un entre-nosotros. Tú aceptas no tener nada, tú no lo comprendes, pero tú lo vives. Es por consiguiente la Verdad, más allá de la experiencia. No es por consiguiente la buena vía o el buen camino sino la buena actitud y el buen emplazamiento para mirar. Es por consiguiente el buen punto de vista. Aquél que es justo porque escapa del saco de pensamientos, de la misma manera que tú escapas del saco de alimento y a la conciencia misma. Tú entras en el entendimiento, figurado, como propio. El entendimiento del sonido del Absoluto, de la Residencia de Paz suprema. Es exactamente eso: lo que tú Eres. Yo diría: no te agites más, no hagas nada más, no seas nada más. Entonces, la Transparencia está ahí: tú no detienes nada, tú no estás más en el parecer y tú desapareces, totalmente. Entonces, ahí, emerge lo que tú Eres: eso.

Pregunta: Tengo la impresión de ser llevada todo el tiempo, sin el conocimiento de mi propia voluntad, a los viejos esquemas acción/reacción, la personalidad y el ego omnipresentes. Yo tengo por lo tanto, la impresión de no lograr Ser. ¿Cómo salir de esto?

No existe ningún espacio de resolución allí donde se sitúa lo que tú vives.

Tú constatas, como tú lo dices, la acción/reacción, el juego del ego, el juego de la duplicidad, de la Dualidad. No puedes servirte de la palanca situada en el mismo nivel para extraerte de allí, porque eso de lo que tú querrías extraerte va a reforzarlo. Es inevitable. Porque la conciencia, situada a ese nivel, no te es de ninguna ayuda para salir de ese nivel porque toda solución aportada al mismo nivel no será más que efímera y transitoria. Porque todo eso pertenece al mundo de la ilusión. Tú todavía crees ser una persona que se debate. Todavía crees estar en un mundo que existe. Tu punto de vista está inserto en la realidad que vives, que no es la Verdad.

Esta realidad no puede ser de ninguna ayuda, ella es útil para actuar en la acción/reacción. Si te rompes un brazo, puedes hacer todas las plegarias del mundo, pero él quedará roto: hay que enyesar. Eso no puede funcionar así para salir del juego del ego y de la personalidad. Tú no puedes enyesar nada, a ese nivel. Eso no sería más que un parche efímero. La solución está por consiguiente en otro lugar. No la vuelvas a poner en el mismo tiempo de la ilusión, de la acción/reacción, sino sal de ese espacio encerrado de la personalidad. Aquí también, hay una falla de punto de vista, mayor, que ya no es narcisismo, sino una complacencia. Una complacencia a lo efímero, una complacencia al ego que quiere resolver un problema cuando él no tiene ninguno de los medios. Hay que aceptar, por consiguiente, no querer resolver sea lo que sea, sino de salir de esta linealidad. Colócate en otra parte. No simplemente cambiando de punto de vista sino aceptando que tú no eres todo lo que se juega. Tú estás todavía sobre el escenario del teatro, queriendo esto y queriendo aquello. Quieres poner un parche. Cambia de punto de vista. Elévate. No te hablo siquiera de Abandonar el Sí sino de Abandonarte a la Luz. ¿Eres más inteligente que la Luz, que tú eres? ¿Es tu ego superior a la Luz? ¿Tu ego cree que él es el maestro de tu vida? Si la respuesta es sí, entonces continúa sufriendo, si es no, elévate. No dejes dirigir al ego. Deja entrar la Luz. Es eso, el Abandono a la Luz, que te permitirá ir hacia el Sí, antes de realizar el Abandono del Sí. Pero si tú eres valiente, sé directamente lo que tú Eres: olvida todo eso, no le des más peso, ni le des pie a lo que te fastidia. Yo no dije dicho, con eso, que hay que huir de lo que te fastidia sino elévate, vuélvete más leve, aquí también. No quedes pegada en la oposición y la contradicción, en la acción/reacción, porque toda acción acarrea una reacción, y toda reacción acarrea otra acción. Y eso no puede terminarse nunca, contrariamente a la estafa espiritual que os quiere hacer creer que el Karma va a resolver sea lo que sea. No hay Karma. El Karma no concierne más que a la persona, no al Sí, y menos todavía al Absoluto, si puedo expresarme así. Por consiguiente, tú te sometes, a ti misma, a la acción/reacción, reaccionando. Y más tú reaccionas, hay más acciones que aparecen y más eso te encadena, mientras que tú buscas la Libertad. Así pues es cuestión de salir de la acción/reacción. Sitúate bajo la acción de gracia, es decir deja hacer a la Luz. Deja que la luz se ocupe de todo. Mientras que tú quieres ocuparte de alguna cosa, eso fracasará, es inevitable. ¿A quién le tienes confianza? ¿A tu ego o a la Luz? ¿Dónde sitúas tu interés: en el ego o en la Luz? Es tu responsabilidad. Tú no puedes mantener la acción/reacción y pedir que la acción/reacción cese. Es lógico.

Elévate por encima de la acción/reacción y constatarás, por ti misma, que la reacción no es más tuya, así como la acción no es más tuya. Y que, verdaderamente, en ese momento, es la Luz la que actúa y no tú. No es cuestión, tampoco, de pedir a la Luz que actúe, porque esto, es todavía del ego que quiere poner la Luz ahí donde él quiere, pero no ahí donde se necesita. Cómo puedes saber lo que se necesita, puesto que, irremediablemente, todo te arrastra en la acción/reacción permanente e incesante. No hay ninguna satisfacción y ningún sosiego ahí dentro. Es más allá de la noción de confianza. Es verdaderamente el Abandono. Es necesario que tú te entregues, tú misma, a la Luz. Y la Luz se entregará a ti. Pero tú no puede pedir a la Luz lo que tú quieres, porque lo que tú quieres no es lo que quiere la Luz. Tú no tienes ningún medio para saber si hay una adecuación entre los dos (Nde: pedidos) y la mayoría de las veces, hay una total inadecuación. Porque lo que pide el ser humano siempre está formulado desde el ego, y toda demanda formulada desde el ego no hace más que reforzar el ego, la persona, la acción/reacción. Si tú te Abandonas a la Luz, tú no tienes nada que demandarle. Eso te extraerá del escenario del teatro y te instalarás confortablemente en la butaca de quien mira el teatro. Es una etapa.

Se necesita hacer consciente el hecho de que pedir está sistemáticamente inscripto en el orden de la personalidad. En cambio, pedir a la Luz, basta. No es útil pedir a la Luz de hacer esto o aquello. ¿Creéis que ella tiene necesidad de vuestros consejos, de vuestros argumentos, de vuestros límites o de vuestras creencias? Vosotros sois Luz. Pero si hay pedido de Luz (que no sea el pedido de Luz, sin adjetivo detrás) pues bien, es el ego que se expresa. Y la Luz no responde nunca al ego, contrariamente a lo que vosotros creéis o contrariamente a lo que os quisieron hacer creer las religiones. Remitirse a la Luz, es destituir al ego: es uno o el otro. En ningún caso, pueden ser los dos. Es eso lo que se necesita comprender. Recuerda: el mundo no existe. Todo lo que se proyecta sobre la pantalla de tu conciencia (el mundo, el enemigo, como el amor) no es más que el reflejo de tu ser Interior, el reflejo de tus propios deseos inscriptos en la personalidad. Si no hay más personalidad activa, no hay más deseo y la Luz obra. Y tú te vuelves lo que tú Eres: Luz. Nada puede alcanzarte. Sólo el ego es alcanzado y lo será todo el tiempo, porque el ego está construido sobre el miedo y la carencia. Lo que tú Eres no es el ego, ni el miedo, ni la carencia, sino que es Amor, Luz y Absoluto. No existe ninguna solución al sufrimiento, en la Ilusión. No existe ninguna solución al sufrimiento, en la personalidad.

El Sí va a representar un sucedáneo de la Paz, poniendo fin al sufrimiento o, en todo caso, a la percepción de su ilusión. El Absoluto pone fin a la percepción misma, del sufrimiento. Yo podría decir de otro modo que, en el Absoluto, aunque haya sufrimiento del saco de alimento, el sufrimiento no hace más sufrir. Y es el objetivo. Mientras hay ego, hay atracción al sufrimiento. Mientras hay Sí, hay venda. Pero llega un momento, un espacio, todo eso no se puede jugar más, donde todo eso se apaga, porque eso no es más alimentado por el ego, ni por el mundo, ni por la acción/reacción. Vosotros sabéis todos que, cuando un sufrimiento es extremo (sea una pérdida o un dolor, o todo acontecimiento extremadamente traumatizante para el ego) ¿qué pasa, la mayoría de las veces? Hay un sentimiento de irrealidad, una salida del espacio-tiempo lineal: todo parece desarrollarse en cámara lenta porque la conciencia no está más en el ego sino que ella se extrajo, de manera temporal, del ego, e incluso del Sí. Es, aquí también, otra vista del Absoluto. Estas experiencias han sido descritas por todas partes. Si tú realizas esto, tú constatarás que toda tu vida, sobre esta ilusión, no podrá ser afectada por el menor sufrimiento. Pero para eso, hay que soltar, hay que aceptar soltar. ¿Quién es el maestro a bordo? ¿Y a bordo de qué?

Pregunta: ¿Vivir la Onda del Éter, es vivir la Luz Vibral y la Onda de Vida, al mismo tiempo?

Vivir la Luz Vibral y la Onda de Vida, al mismo tiempo, es el Absoluto, que desemboca en la no Vibración, en la no conciencia, en la Morada de Paz suprema. Es el momento donde no hay más pensamiento, ni emoción, ni aflicción, ni siquiera Alegría, sino un estado de tranquilidad total, sin tener necesidad de dejar este saco de alimento o este saco de pensamientos. Porque hay una desidentificación total, real y exitosa, de este saco de alimento y de este saco de pensamientos. Es eso el Absoluto.

Pregunta: La vida me muestra, actualmente, de manera física, que las puertas están cerradas, que hay una dificultad para ponerse en marcha, mientras que antes siempre estuvo presente la Fluidez. No llego a captar la profundidad.

La Fluidez de la Unidad es el reflejo y la manifestación del establecimiento del Sí. Cuando las puertas están cerradas, cuando la Vibración se hace muy discreta o ausente, cuando la Fluidez desaparece, sin por ello ser reemplazada por resistencias sino simplemente, como tú has dicho, por la detención de las puertas que están cerradas: un flujo, que estaba ahí, no está más ahí, es muy buena señal. Es la retracción del alma y el Espíritu, que conduce al Absoluto. Sólo hay que Abandonar, totalmente el Sí. Lo que te permitirá comprender que lo que tú llamas tu vida, no es más que una ilusión. Es dejando de alimentar la Ilusión, incluso con la suspensión de la Fluidez de la Unidad, que llega la Morada de Paz suprema. Siempre y cuando yo pueda emplear la palabra llegar, porque no hay continuidad. Lo que tú vives, es como en una pregunta precedente, exactamente la misma cosa: tú tienes un buen límite. Si tú te Abandonas totalmente a eso, el Absoluto está ahí y tu eres Eso. No te preguntes más sobre el sentido de lo que vives, de lo que vive tu vida, sino que pregúntate sobre la Esencia de lo que pasa. Tú sales del Sí al no Sí, que no se opone al Sí. Y se desarrolla el Absoluto. No busques restablecer cualquier cosa del pasado, sino instálate, de manera muy lúcida, en eso que lo que tú llamas tu vida, te da a probar. Es la prueba de que el Absoluto está ahí. El Absoluto no puede estar más que en el Abandono del Sí. Es exactamente el papel que tú juegas: observar y dar pruebas de eso. 


No busques restablecer nada sino, más bien, establecerte en lo que Es, de toda Eternidad. Desde ese instante, tú ya no te harás la pregunta de la Fluidez, porque eso será evidente. No todo será ya simplemente Fluido y fácil pero tú estarás fuera de todo eso, dejando entonces desarrollar tu vida, sin interferir, en lo que tú Eres. Así muere lo Ilusorio, así muere lo efímero, antes de su hora, dejando lugar al espacio del Absoluto. Vosotros sois más y más numerosos (y lo seréis más y más) a ser, en cierto modo, a ser confrontados a esto. Cosa por la cual el ego os va querer atar de nuevo, haciéndoos creer que es absurdo. No lo escuchéis. Si para él es absurdo, está muy bien. 

Pregunta: ¿Por qué tengo la sensación de estar a la expectativa, como si me faltara alguna cosa para pasar, para bascular, en lo Desconocido, el Absoluto?

Yo te llamo la atención sobre el hecho de que esta pregunta tiene un contrasentido. Porque, si tú tienes la sensación de que falta alguna cosa para bascular en lo Desconocido y el Absoluto, ningún elemento de lo que te es conocido (o conocible) te puede permitir ir al Absoluto. Y no puede faltar nada al Absoluto, ni limitarlo. Existe, simplemente (y esto de una manera general, que no es específica), lo que ha sido llamado (en las preguntas precedentes): la Última Retracción, o del Alma, o del Espíritu, que rehúsan deponer las armas y capitular. Por consiguiente, no puedes buscar lo que falta pues no falta nada. Tú no puedes probar una sensación de expectativa (porque la expectativa te sitúa en el tiempo o en la búsqueda) sino aceptar que eso es así, es decir: ser, cada vez más, el observador de eso, sin plantearte preguntas, sin refutar nada (ahí donde tú estés) y esperar, pacientemente, (sin esperar nada porque él desaparecerá por sí mismo), que el observador se disuelva. Por lo tanto, no te plantees más la pregunta de por qué, ni lo que podría faltar, sino, simplemente, deja que se desarrolle esa expectativa. Pero tú no eres la que está expectante. Tú eres la que observa. Que es profundamente distinto. Desde ese instante, el contrasentido planteado desaparecerá por sí mismo. Porque tú no buscarás un sentido o una respuesta, sino que tú constatarás, por ti misma, lo que se despliega. Y lo que se despliega no pide, ni una pregunta, ni una interrogación, sino simplemente, una lucidez, aquí también.

Observar, ir más allá de la observación, es, ya, aceptar superar al que experimenta y observa. Es ya, en cierto modo, hacer salir, sin buscarlo, lo que está detrás de todo lo que se juega. Si tú aceptas esto (quedar tranquilo, no buscar nada: ni respuesta, ni carencia), entonces, todo va a llegar. Ni siquiera hay que cambiar el punto de vista. Sólo hay que observar el punto de vista y dejar hacer. Aquí también, nosotros llegamos al último límite del Abandono del Sí. El Abandono del Sí (como el Abandono a la Luz) no es una acción de la voluntad, ni una decisión del ego sino más bien lo que yo llamaría una capitulación del ego y una capitulación del Sí, donde no es necesaria ninguna acción, ni es indispensable ninguna decisión. Simplemente, observar lo que pondrá fin, seguramente (de ahí donde tú estás), al observador mismo.

Tú constatarás, además, que desde que cesa el porqué, desde que cesa la expectativa, todo está ahí. Eso transcurre, siempre, así. Fue dicho (por algunos Ancianos) que la expectativa y la esperanza no eran lo mismo. Yo os digo, en cuanto a mí, que la expectativa y la esperanza deben cesar, ahora, una como la otra. Porque no hay más tiempo, en todos los sentidos del término. El Tiempo se cumplió, los Tiempos finalizaron, por consiguiente, vosotros salís del tiempo para entrar en el espacio. Y no busquéis, tampoco, naves. Vosotros sois la Nave. Aunque, desde luego, existen circunstancias precisas y particulares donde lo que vosotros llamáis naves exógenas deben intervenir, pero eso no os concierne. Ocupaos de vuestra Nave. Porque vosotros sois una Nave. Es esto lo que pasa.

Pregunta: En principio, más mentalmente que en el cuerpo, a veces, el deseo sexual me gana. Entonces, con mi elección del Absoluto y todo eso, estoy desconcertado.

Tú no puedes desear el Absoluto porque tú lo Eres. Recuerda: el Absoluto contiene todo, incluso la Ilusión. ¿Por qué deseas excluir algo del Absoluto? Presentas las cosas como si fuera uno o el otro. ¿Quién dijo eso, si no es tu propia cabeza? ¿A nombre de qué? Deja tu cuerpo vivir lo que tiene para vivir o bien, separa lo que desborda. Pero eso no hará desaparecer lo que sea. Eres tú mismo que te separas de ti mismo, poniendo una oposición ahí donde no la hay, una contradicción ahí donde no la hay. Lo que vive este cuerpo, lo que vive ese mental, no concierne lo que tú Eres. Sé lo que tú Eres, más allá del Sí, y luego, tú mirarás lo que transcurre, en ese cuerpo como en ese mental. Pero no hagas a la inversa: es poner el carro delante de los bueyes.

Tú no puedes preocuparte del Absoluto. No es una búsqueda. No es una Realización. Es una Liberación. Pero plantear la pregunta de la Liberación hace resurgir eso de lo que tú creías estar libre. ¿Pero quién dijo que era necesario estar liberado de este cuerpo para vivir la Liberación? Tú no eres este cuerpo. Tú no eres, tampoco, quien lo supera. No hay ninguna antinomia (ni ninguna contradicción) si no es en ti mismo. ¿Es que el Absoluto me impide tener hijos? Nosotros no estamos en una religión castradora. Haz lo que la vida te pide. Este cuerpo te pide cosas. Este mental te pide cosas. ¿Eres tú eso? ¿Estás identificado con eso? Mientras que des peso a una contradicción, mientras que otorgues al deseo las virtudes opuestas al Absoluto, mantienes, tú misma, tu propia Dualidad. Deja al Absoluto ser lo que tú Eres, y yo diría: el resto lo seguirá. Pon los bueyes y el carro lo seguirá. En el otro sentido, eso no funciona.

No hay Pasaje del ego (o del Sí) al Absoluto. En cambio, en cuanto el Absoluto es lo que tú Eres, los Pasajes se hacen sin interrupción y sin discontinuidad. Pero no pongas el carro delante de los bueyes: deja el orden de las cosas establecerse por sí mismo. De lo contrario, tú puedes creer cualquier creencia: que si tú tienes un bigote, no puedes ser Absoluto, porque no. Pero eso queda en el dominio de las creencias. No hay ninguna verdad, detrás de eso, ni siquiera relativa. Son solamente suposiciones. Deja establecerse lo que tú Eres (Absoluto) y el resto, tú verás por ti mismo (pero no por el punto de vista del ego o del Sí). Porque no hay que confundir el deseo y la necesidad, el deseo y la carencia. La expresión de un deseo del cuerpo, de un deseo del mental, es el Absoluto. Esto no es contradictorio (ni opuesto) pero hay un orden: el carro o los bueyes. Cambia, aquí también, de posición. No emitas juicio. No emitas suposiciones. Porque el ego va a presentarte obstáculos. Para ti, eso puede ser lo que tú llamas el deseo sexual, y además, llega a hacerte creer que porque hay un deseo, el Absoluto no puede estar presente (lo que es, evidentemente, absolutamente falso). Te dejas caer en la trampa de tu propio ego que te somete a una ecuación con una imposibilidad. Sé Absoluto y, luego, verás lo que pasa. Aquello no tendrá ninguna importancia.

Pregunta: Desde mi infancia, yo viví varios duelos de personas por las que tenía mucho afecto y yo no probé ninguna emoción. Estaba tranquilo (Nde: interiormente). Hace 3 semanas, mi hermana mayor me anunció que ella tenía un cáncer muy grave, y 4 días después, llega otro gran problema. Desde entonces, yo siento, casi permanentemente, sentimientos de tristeza, impotencia, miedo, traición. De ningún modo llegué a refutar. Como si todo lo que yo creía integrar hubiera desaparecido. ¿Podéis ayudarme en esta etapa?

La vida del ego te presentará varias veces el mismo plato. Y los platos serán cada vez más difíciles de digerir. Lo que creía ser superado, un buen día, no lo es más. Esa, es la visión del ego, en la linealidad del ego. ¿Qué implica esto? De no colocarse en el ego. Porque, ahí, lo que se manifiesta como tú lo dijiste), es la culpabilidad, el síndrome del salvador que no puede salvar más, que se encuentra con los pies y las manos atados. Porque vive una injusticia, y por consiguiente, una tristeza. No se considera la pérdida únicamente, sino, más que eso. Esto significa que había, bien escondido, en el Sí, restos del ego del tipo responsabilidad, del tipo salvador. El Absoluto no tiene nada que ver con eso. Lo que tú llamas pruebas, en el Sí, es en efecto, una escalera (o un bulevar) que se te abrió para desembarazarte de todo eso. 


Recuerda: es siempre una cuestión de punto de vista, aún sin hablar de Absoluto. Lo que tú podrías llamar una pérdida, en un primer tiempo, se considera (en en otro tiempo) una ganancia inestimable, en otro nivel. Lo que la oruga llama muerte, la mariposa llama nacimiento. 


¿Qué punto de vista adoptas: el del ego (que te llama al orden), el del Sí? ¿O decides dejar los dos, más allá de toda noción de aflicción o de paz? Porque la Morada de Paz Suprema no es la tranquilidad del Sí. Eso es lo que viene a recordarte lo que tú llamas tu vida. Eso te lleva a aclarar y a poner a la luz ciertos lazos, ciertos apegos en la noción de familia. Porque lo que tu hermana (o tú) llama la muerte, su Absoluto lo llama la Libertad. Aquí también, ¿dónde te sitúas: estás contento por esta Alma y este Espíritu que encuentran el Absoluto muy pronto, o padeces por una pérdida o una responsabilidad, o una culpabilidad? La cuestión está solamente ahí. Es a eso a lo que te somete tu vida, tu ego que estaba agazapado a la sombra del Sí. Contestar al desafío no es volverse fuerte con respecto a un acontecimiento, no es negarlo, sino integrarlo. Porque todo acontecimiento de la vida (que me puedas describir, cualquiera sea) no pertenece más que a la ilusión. Así pues, te vuelves a poner, por ti mismo, en la ilusión, que te muestra, por ella misma, a lo que estás apegado. No puedes estar apegado y Liberado. Es uno o lo otro. Y esos acontecimientos te ponen frente a eso. ¿Quedas apegado o no? ¿Vas más allá de los acontecimientos, más allá de los afectos, más allá de los choques? Plantéate la cuestión de la significación, profunda y real. ¿Estás apegado? ¿O estás liberado? Es uno o lo otro. El ego elegirá siempre el apego, la culpabilidad. El Absoluto es Libertad. Está en ti verlo.

Pedir ayuda, muestra, también, la culpabilidad. ¿Cómo podría yo dar una ayuda a lo que no existe: tu persona? ¿Qué peso le das a tu persona, a tus apegos? Hay que hacer saltar todos los circuitos, en totalidad, aún el más grande. Es lo uno o lo otro. Y más que nunca (para ti como para todos), eso podrá ser, cada vez menos, uno o lo otro. Los Tiempos se terminaron. La hora del Espacio ha llegado. El Absoluto está ahí. Es lo que vosotros Sois: desde siempre, en todo espacio y de toda Eternidad. Entonces, es lo uno o lo otro. No podéis llevar vuestras penas. No podéis llevar vuestros apegos. No podéis llevar vuestros sufrimientos. No podéis llevar lo que os rebasa. ¿Me comprendéis?

Pregunta: Desde hace muchos años, que leo y medito con el fin de vivir otra cosa que mi conciencia ordinaria, con el fin de vivir el Amor. No he superado la etapa de la Vibración. Por un lado, todo va bien pues no tengo ningún temor por mi devenir. Por el otro lado, ser un Liberado Viviente, eventualmente, sería una cosa extraordinaria. ¿Cuáles son, en mí, los bloqueos o la actitud a llevar adelante?

Pues bien, es muy simple: deja de leer y deja de meditar. Se han vuelto, hoy, tus obstáculos más importantes. Porque, a través de la lectura y de la meditación, en tu caso, hay una voluntad. Mientras que exista la menor voluntad de ser un Liberado, no serás Liberado porque tú ya lo eres. Por tanto, tú puedes querer algo que ya eres. Tú puedes vivir el Amor pero tú eres el Amor. Por consiguiente, tu pones, tú mismo, una distancia con lo que tú Eres. Hay veces donde hay que aceptar que hubo demasiado tiempo destinado a leer, a meditar, a orar, a hacer ejercicios espirituales. Si no se produce nada, al cabo de tanto tiempo, haceros la pregunta sobre su utilidad.

Hoy, en este mundo, vosotros tenéis seres que realizan lo que Son y que son Liberados Vivientes, instantáneamente, sin jamás haberse formulado preguntas sobre una meditación o una lectura. ¿Por qué? Porque se instalaron en la Transparencia. No pararon nada. Aceptaron desaparecer: tú deseas aparecer. ¿Comprendes la diferencia? Tú expresas una búsqueda. Expresas una investigación. Expresas una falta de perfección. Por consiguiente, expresas una duda sobre lo que tú Eres. Y , mientras que esa duda esté presente, el ego toma la delantera. Detén todo y pregúntate a ti mismo, y eso será posible porque en ese momento, toda voluntad desaparecerá. Desde luego, yo no diría esto a aquél nunca buscó nada porque no se ha enardecido lo suficiente en buscar en un rincón, en algo que no tiene rincón. Pero tú, has buscado lo suficiente. Por lo tanto, es muy simple: sólo resta que tu ego lo acepte. Si la Vibración está ahí, no hay nada para hacer: vive la Vibración, vive el Sonido, vive la Respiración. Ayúdate, si lo quieres, de lo que te propone tu saco de alimento y es todo. Deja el saco de pensamientos tranquilo: allí se encuentran (en el interior) los deseos, las necesidades, las carencias, la espiritualidad (que es, como ya lo dije, la más grande de las estafas: tú ya eres espiritual). El problema para buscar o encontrar no es lo espiritual, es la opacidad de lo material. Si dejas tranquila la opacidad de lo material, se volverá Transparente. Por el contrario, si la agitas, se volverá cada vez más opaca y pesada.

Acepta renunciar a todo lo que has adquirido. Devuelve todo. Yo no hablo de lo que tienes en tus bolsillos, desde luego: hablo de todo lo que has adquirido por tus lecturas y tu meditación. O, si prefieres, vuelve a ser un niño virgen de todo conocimiento. El conocimiento no es más que ignorancia. El conocimiento es un alejamiento de la Verdad. Eso os ha sido explicado durante muchos años, sea por los Arcángeles, o por los Ancianos. Todo conocimiento es una ilusión. Él os da la impresión de poseer pero sois vosotros los que estáis poseídos. El conocimiento os posee y él os desposee del Absoluto. El único verdadero Conocimiento, es el Absoluto: él hace de vosotros un Liberado Viviente. Puedes, por supuesto, leer todo sobre el Amor y vivir todas las meditaciones más exitosas, ¿en qué te adelanta eso ahora? En nada. Porque todos los niveles han sido franqueados. Te queda sólo abandonar todo eso. Porque nada de eso te pertenece y nada de eso es la Verdad. Acepta estar desnudo. Acepta tu ignorancia del Absoluto y tú vivirás el Absoluto. Lo que tú Eres.

Pregunta: Cada vez más, me siento en Comunión con la naturaleza. No obstante, permanecen pensamientos que dispersan y actitudes de seducción, lo que me aleja de aquélla (Nde: Comunión). En esos momentos, me vuelvo a centrar. ¿Qué otra cosa hacer?

¿Qué existe después de la Comunión? Eso os ha sido explicado (no por mí): la Fusión y la Disolución. Tú te complaces en la Comunión (que es una forma de seducción) y mantienes la seducción porque hay un goce, y luego, aparece otro goce, otro deseo aparece. Porque hay que ir más allá de la Comunión, más allá del goce. Para eso, hay que Fusionar (se). Para eso, hay que aceptar dejarse Disolver, por la naturaleza, por el Doble, por el CRISTO, por lo que tú quieras. ¿Estás listo? No hay bloqueos, excepto tú mismo. La Comunión, con quien sea, es una aproximación del Éxtasis. Pero no es el Éxtasis. No es la Beatitud. No es la Morada de Paz Suprema. La prueba: tú sales de ella. Está implícito (por lo que vives y por lo que se manifiesta) que no te atreves a ir más allá de la Comunión. No te Abandonas. Quieres continuar controlando y dirigiendo: he ahí donde está el obstáculo.

Lo que te propone la naturaleza no es solamente una Comunión, al igual que con el Doble, con el Sol, con lo que vosotros llamáis, MARIA, o CRISTO, u otros. Hay que ir hacia allí. Eres tú quien decides. No busques pretextos o coartadas en lo que no estaría decidido. Es simplemente tu conciencia que todavía no decidió aniquilarse (olvidarse, incluso), por sed de experiencias y de experimentaciones. Pero tú eres libre: no concibas ninguna culpabilidad en eso. Pero no puedes desear una cosa y tener otra. Al igual que para una de las preguntas precedentes: mira claramente. No busques algo que estaría escondido o que te impediría (Nde: de hacer algo). Pero es simplemente tu aptitud a la Comunión con la naturaleza, que fue una etapa importante, y que, hoy, es en un obstáculo. Ve más lejos. Atrévete.

No hay otra cosa más que el Sí, incluso, y el Absoluto. Si este mundo es ilusión, todo lo que él os presenta es ilusión, aun si existen, en su seno, elementos (como la naturaleza, un Doble, un ser espiritual) con el cual podéis superar la Comunión y la Fusión a fin de vivir (o preparar) la Disolución o la Deslocalización o la Multilocalización, es decir encontrar la Libertad. La Comunión no es, totalmente, la Libertad. Es la mitad del camino hacia la Libertad, pero la comunión no logra nunca la Libertad. Es una preparación. Tenéis que dirigiros más arriba, si tenéis necesidad, pero no os quedéis fijados ahí arriba.

Pregunta: Aspiro al Absoluto viviendo el Abandono del Sí, que reconozco, desde hace poco tiempo, efímero. Pero no puedo Abandonar el Sí sin haberlo realizado previamente. ¿Podéis precisar lo que permite la realización comprobada del Sí, pues no se puede Abandonar un estado del ser en el cual no se está todavía instalado en permanencia?

Entendámonos bien: el Absoluto no puede ser una aspiración. El Absoluto no puede ser, de ninguna manera, una finalidad. Es un Último. No es un estado que deriva de otro estado. Simplemente, para aquellos que realizaron el Sí, hay que Abandonar el Sí, Realizar el “yo soy”, para, finalmente descubrir el no-Ser. Pero esto no es una lógica sucesiva. Es totalmente posible, y ese ha sido el caso para muchos Hermanos y Hermanas, en todos los tiempos, de pasar directamente del yo al Absoluto. Ese Pasaje no es tal. Es, simplemente, la ruptura del yo, por una circunstancia particular (traumatizante u otra) que permite la Liberación. Querer aspirar al Absoluto no es una técnica: no se puede aspirar a Ser Absoluto. Esto no puede ser un pedido, ni una voluntad, ni un logro. Nosotros hemos insistido, en lo que me concierne y a través de otros Ancianos que os hablaron, en el principio de Refutación. ¿En qué convendría que se logre un estado para dejar lugar a otro estado (que no es, por otra parte, un estado)? No hay lógica sucesiva. Hay una verdad relativa, construida y de-construida después: el aspecto en capas de cebolla. Pero podéis muy bien pasar capas de cebolla, para descubrir que no hay nada: ni capas, ni cebolla. No hagáis del Absoluto un principio de Realización, lo que no es. Sólo desde el instante donde lo que os es conocido, es refutado, el Absoluto se establece. Eso no quiere decir, por tanto, que debéis recorrer el conjunto de lo conocido, o descubrir, en ese conocido, lo que no os es todavía conocido: eso sería sin fin. Vuestra conciencia (sea la del yo o la del Sí) debe dirigirse a lo que tiene sentido, y lo que es evidente en vuestras manifestaciones mismas de la conciencia, es decir lo que ya fue construido. No busquéis, ahora añadir otras construcciones. Si no, iréis a pensar, como tú lo haces, que hay que finalizar algo, para ir a otra parte, lo que nunca se dijo.

Cualquiera seas el nivel de la conciencia, y el estado de tu conciencia, fragmentaria o Unificada, eso no hace ninguna diferencia. Yo diría incluso, que cuanto más fluya el tiempo de esta Tierra, más fácil será para aquel que no tiene ningún proceso espiritual, ninguna búsqueda (espiritual o de sentidos), de vivir el Absoluto, más que aquel que se construyó un Sí sólido. Porque el Absoluto, es tanto el Abandono del Sí, como el Abandono del yo. Esto es así más allá del Abandono a la Luz que ha permitido realizar el Sí, para aquellos que lo realizaron. La Liberación no tiene que ver con estados anteriores. En un ejemplo que puse (uno de los ejemplos que puse), hay una escalera en la cual los barrotes aparecen poco a poco. Así pues vosotros creéis subir una escalera, para ir a alguna parte pero vosotros no vais a ninguna parte. Insistí, largamente, sobre la noción de mirada y del punto de vista. Ese punto de vista y esa mirada no tienen nada que ver con los ojos: es una iluminación de la Conciencia misma, una iluminación del observador. ¿Para qué un observador tendría necesidad de terminar una casa, para comprender que esta casa no sirve para nada? No se dijo nunca que hay una sucesión de estados que permiten, en cierto modo, llegar con éxito al Absoluto. El Absoluto no es una finalidad: es la Verdad Absoluta. Si esto no os conviene, quedaos en el Sí. Yo nunca presenté el Absoluto como finalidad. Si vosotros lo hacéis una finalidad, lo hacéis una aspiración o una búsqueda. Contentaos, entonces, en dejar que la Onda de Vida os recorra, sin buscar nada, sin esperar nada, sin pedir nada. Porque si hay una expectativa, si hay un pedido, si hay una búsqueda, aquella no puede llegar a tener éxito. Sólo lo que yo llamé refutación permite conducir con éxito al Absoluto, pero eso no es un logro. Es cuando habéis eliminado las capas ilusorias y de ilusiones que os son perceptibles, que el Absoluto se revela. Siempre estuvo ahí. Comprended bien que es vuestra visión y vuestro punto de vista lo que es responsable, en cuanto a su alejamiento: el Absoluto nunca se movió, siempre estuvo en el centro. Sois vosotros los que habéis salido del centro. No sois ni responsables, ni culpables: no hay responsable, ni culpable. Hay sólo una mirada diferente. Hay sólo que reconocer vuestra ignorancia. Hay sólo que refutar lo que es efímero y lo que os es perceptible. La primera de las cosas que os es perceptible no está al otro lado del mundo: es vuestro cuerpo. La segunda cosa que os es perceptible: es vuestro mental. El tercer elemento que os es perceptible: son vuestros apegos. Tenéis pues trabajo, que no es un trabajo, sino una investigación. Investigad sobre lo que os es perceptible. No se os ha pedido un discurso de teología para saber si CRISTO fue crucificado en tal lugar, o en tal otro: eso no os aportará estrictamente nada, si no es alimentar el mental, alimentar las creencias, alimentar las ideas. No sois una creencia, no sois una idea, cualquiera que sea.

No hay por lo tanto aspiración posible al Absoluto. Concebirlo así, es alejarse aún más. El Absoluto no será nunca un estado. Recordad: no hay pasaje posible desde un punto de apoyo conocido, hacia lo Desconocido. Todos los puntos conocidos no son pasajes, sino obstáculos o resistencias. No tenéis que luchar en su contra. Sólo ver y reconocer esas resistencias y esos obstáculos, no para comprender el sentido o el origen, sino el sentido primero, es decir: los elementos que limitan y alteran lo que Sois, en Verdad. Es desde ese punto de vista ahí (si se puede decir) que debéis (si se puede decir) partir, o poneros en marcha, en lo que no puede ser en ningún caso una búsqueda, sino más bien, como ya lo dije, una investigación. Esta investigación no es un juego mental, sino un Juego Divino, que va a permitir pasmar, o hacer saltar, las bases de funcionamiento de la personalidad y del Sí. Únicamente ese es el objetivo. Todo el resto (aspiración, deseo) no es más que proyección. El Absoluto no puede ser, en ningún caso, una proyección, un objetivo o una meta. Es en ese sentido que yo lo llamé Último. Pero este Último no es la consecuencia de lo que estaba antes, porque este Último contiene todo el resto. Es un conjunto, que contiene un sub-conjunto, una multitud de sub-conjuntos. Ninguno de esos sub-conjuntos conduce al conjunto, es imposible. El conocimiento de las partes no os dará nunca el Conocimiento global y de la Totalidad. Eso no funciona según un principio aritmético.

Pregunta: ¿Qué me impide percibir el Canal Marial?

Tú misma. No te has borrado. Al no haberte entregado, el Doble y su Canal no pueden aparecer. El sacrificio del Sí, o Abandono del Sí (Crucifixión y Resurrección, si vosotros preferís esta terminología) no se puede realizar en tanto exista una veleidad, de la persona o del Sí. El Canal Marial está presente en todo ser humano. Su concientización, si puedo expresarme así, es posible sólo desde el instante donde la conciencia no está más focalizada, en el yo o en el Sí. El único obstáculo, eres tú misma, en lo que crees ser, en lugar de lo que Eres. Del mismo modo que os han sido explicitados algunos de los mecanismos de la Onda de Vida, es lo mismo para el Canal Marial. La aparición de la Onda de Vida, el despliegue de la Onda de Vida, no tiene que ver con el yo, ni tiene que ver con el Sí. Justamente, sólo cuando el yo y el Sí se borran, se constituye el Canal Marial. Es decir que tenéis que desaparecer como persona, desaparecer como individuo, volveros Transparentes, en totalidad: no detener nada, no retener nada, no refrenar nada, y no manifestar ninguna voluntad, son las condiciones indispensables para la aparición conciente, a la conciencia, del Canal Marial. Se dijo que en el momento oportuno, el Canal Marial estaría presente sobre el conjunto (Nde: de personas) de la Tierra. El hecho de que no esté presente ahora, más allá de lo que expliqué, es también significativo para vosotros en cuanto a comprender que vuestro tiempo no ha llegado todavía. Aunque el Tiempo de la Tierra ha llegado y terminado, no todos vosotros estáis, yo diría, sincrónicos y sintonizados en el mismo tiempo. No sientan ni culpabilidad, ni pesar, ni impaciencia, ni expectativa, pues es la mejor manera de retrasar eso. Cuando os decimos de no hacer nada y de dejar hacer, es la estricta Verdad, en lo que concierne al Absoluto (no en lo que concierne al Sí, ni al yo).

El Absoluto (y este lenguaje es metafórico) no sobreviene, aunque está ya ahí, sino desde el instante donde todo el juego de la conciencia, cualquiera sea, cesa. Mientras que exista la más mínima voluntad, existe una forma de tensión, no satisfecha, hacia un objetivo. El Absoluto no es un objetivo: está ya ahí. No es más que vuestra mirada la que debe cambiar. Pero ese cambio no es un trabajo, ni una ascesis, ni lo que sea: es un desplazamiento del observador, que desaparece. ¿Cómo queréis que el observador desaparezca, si observáis permanentemente? Las primicias son ante todo: la Disolución y la Multilocalización, y la Fusión con el Doble. Más allá de eso, lo cual no es tampoco algo para ser buscado (la Comunión puede ser buscada, la Fusión puede ser buscada), la Disolución se establece por sí misma. Buscarla, la paraliza, y la obstruye. Porque la Disolución, como la Onda de Vida, no nacerán, de manera perceptible, hasta que estéis listos. Pero para estar listo, no hay que hacer nada, justamente. Volved a ser como un Niño: Simple, Humilde, y Transparente y Espontáneo. Esos Cuatro elementos, o Cuatro Pilares son la llave (Nde: las intervenciones en las cuales esos 4 Pilares fueron presentados están indicados en “Los 4 Pilares del Corazón”- rúbrica “Protocolos para practicar” de nuestro sitio). ¿Cómo queréis ser Espontáneo, cuando buscáis algo? ¿Cómo queréis ser Transparente, mientras no estáis borrados? Mientras interceptáis un pensamiento, mientras interceptáis un deseo, mientras interceptáis una observación exterior, os alejáis. Lo mismo que el conocimiento aleja del Absoluto, ningún conocimiento de todos los misterios del Universo os hará Libres: él os esclavizará. Pero si vuestra sed de experiencias es tanta, entonces vivid vuestras experiencias, no os ocupéis del Absoluto. Una vez más, la investigación no es una búsqueda. El conocimiento, tal como lo aplicáis en este mundo encarnado, es ignorancia. Si vosotros os liberáis de eso, el Absoluto está ahí. No hay otra alternativa, no hay otra posibilidad. No podéis aplicar los principios del Sí al Absoluto. Es exactamente lo opuesto.

Pregunta: El Absoluto es un estado que el mental no puede comprender y yo doy vueltas alrededor de eso. ¿Cuáles son los obstáculos que me impiden estar en el estado del Absoluto?

Tu mental. Tienes la respuesta en el enunciado mismo de tu pregunta. ¿Qué es lo que da vueltas si no es la mente? Formulas la respuesta, y te haces la pregunta después. Si comprendes esto, puedes ver que es tu mental mismo el que da vueltas. Tú no puedes dar vueltas alrededor de algo, porque tú estás en el centro, y tú Eres Absoluto. Lo que da vueltas es el mental, con una fuerza centrífuga. Y más das vueltas, más te alejas. Es suficiente dejar de ir en círculos, quedarse inmóvil y tranquilo. Mientras que hay cuestionamiento, hay error. Y yo respondería, como lo hice precedentemente, que el único obstáculo eres tú mismo, reenviándote por eso mismo a los cuatro fundamentos, o Cuatro Pilares, llamados: Humildad, Simplicidad, Transparencia, Espontaneidad (Nde: o Infancia). Si aplicas eso, no puedes dar vueltas alrededor de algo. Lo que da vueltas, es el yo, ante todo, y el Sí, hasta cierto punto, aunque más cerca del centro. Debido a que buscas el Absoluto, no puedes encontrarlo: él Está ya ahí. No te pido que me comprendas, ni que lo analices, porque en el momento donde comprenderás, verás mis palabras como una evidencia, pero ahí donde estás (Nde: ahora), no puedes comprenderlas. Hay que aceptar cambiar de lugar, de punto de vista, de mirada, sin hacerse preguntas. Las preguntas conciernen a la refutación, a la investigación. Pero te repito que la respuesta es previa a la pregunta que hiciste, y tú misma la diste. El Absoluto, el centro, el Último, se revela desde el momento en el que se suelta todo el resto, sin ninguna excepción. El hecho mismo de dar vueltas alrededor muestra que no has soltado, porque das vueltas. No estás inmóvil, no estás aún en el lugar del observador, estás todavía jugando la escena de teatro. Establécete, descansa, no des más vueltas. Todo está ahí y siempre estuvo ahí.

Pregunta: Viví en un momento la paradoja de tener la sensación de no estar ni acá, ni en otra parte, sino en ninguna parte. De hecho, no sé dónde se localiza la Conciencia. ¿Qué pasa con eso?

Justamente, no pasa nada, está muy bien y no es una paradoja: es una evidencia. Si la Conciencia no está aquí, ni está en otra parte, es que no está en ninguna parte. Y al no estar en ninguna parte, está a la vez en todas partes y ausente. ¿Qué mejor acercamiento del Último puede existir? Queda sólo superar, ahí también, ser testigo de eso. Es justamente, en el momento donde la Conciencia no está más localizada en este cuerpo, en este Sí, que la Conciencia parece disolverse, al no estar ni aquí, ni en otra parte, en ninguna parte y en todas partes, cuando el Absoluto está aquí. Una vez más, no es una paradoja, es una evidencia. Reconoces así, por ti misma, tu ignorancia en cuanto al emplazamiento mismo de tu Conciencia. No es más la opacidad, es la Transparencia. La Conciencia no se apoya más en el cuerpo, no se apoya más en otro espacio, en otro tiempo, y sin embargo, se puede decir que está deslocalizada. Esto acompaña, o precede, o sigue, a la Disolución. No estés turbada por tu propia Transparencia. Debes percibir que en ese estado de no conciencia o de conciencia deslocalizada, no puedes más apreciar una densidad. Estás por consiguiente en la levedad. Eso que llamas paradoja no es más que la incomodidad de lo que todavía no está establecido de manera firme. Te invito, pues, acá también, a descansar. Deja hacer lo que se vive. Son, en cierto modo, las primicias de la deslocalización y de la multilocalización. Queda sólo, no refutar eso, sino aceptarlo, en su totalidad, sin involucrarte, sin atarte [apegarte, darle importancia]. Así como lo constatas, no lo expliques, sino vívelo. Abandonar el Sí, es entregarse a esto. Si te entregas a esto, entonces el Absoluto está ahí. Esto te da una aproximación de lo que yo llamé el Absoluto sin forma pero como tu forma está todavía acá, la paradoja es esa. Pero lo que te parece todavía una paradoja, en lo que acabas de enunciar, se volverá, también, evidencia.

Pregunta: ¿Podríais desarrollar sobre: vivir la permanencia del instante presente?

El instante presente participa del Sí. Vivir la permanencia del Instante Presente es estar instalado en el Sí, en el reflejo espiritual de su propia Luz proyectada sobre la pantalla de la Conciencia. Vivir la permanencia del instante presente es gozar del Sí, gozar de los Samadhis, pero no es el Absoluto. Muchos Hermanos y Hermanas se complacen en eso, y está perfecto, porque nunca hay que juzgar cualquier proceso que sea. Pero vivir eso, nunca conducirá al Absoluto y todavía menos a la Liberación. Es haber realizado un estado, y eso se llama el Despertar o la Realización. ¿Y después, qué pasa después? ¿Una vez que el saco de alimento partió, una vez que el saco de pensamientos no exista más? ¿Qué queda de vivir la permanencia del instante presente? Nada. Por lo tanto, es ilusorio y efímero, aunque sea gratificante para el ego, para el bienestar. Vivir la permanencia del instante presente, es aceptar lo efímero. Un efímero más lindo, más bonito, que lo efímero del yo, pero eso queda todavía en lo efímero, incluso aunque sea "permanente". 


¿Cuál es esta permanencia? Está inscrita entre el nacimiento y la muerte, como lo más amplio. ¿Pero antes, pero después, dónde está la permanencia? ¿Dónde está el instante presente? Date cuenta, que detrás de esta expresión, está la satisfacción de un ego espiritual y un impedimento de ir más allá. Esta inmovilidad no es el centro, esta permanencia no es permanente, porque está limitada por el nacimiento y la muerte. Lo que tú Eres, no está limitado, ni por el nacimiento, ni por la muerte. Es muy difícil, para aquel que vive la permanencia del instante presente, liberarse de eso. Es el reflejo del Sí, el reflejo de la Luz, que ha sido llamado Ilusión y que conduce a todos los excesos, a todos los encierros. Es quedar espectador de un estado, observador de un estado. Es gozar de lo efímero, tomándolo por Eterno, aunque eso sea muy satisfactorio. 

El “yo soy”, afirmación de la Presencia, no es más que una estafa; sin embargo, indispensable para muchos. Realizar el “yo soy” no es estar Liberado, sino estar todavía más encerrado. Pero sois libres de afirmar el “yo soy” y de quedaros ahí porque, para muchos, eso es una meta y una aspiración, una finalidad, un conjunto que es un sub-conjunto y que se considera como un conjunto, sin embargo. No es el centro, aunque el centelleo y el reflejo de la Luz puedan colmar. La meta no es ser colmado. La finalidad (si es que se puede emplear esta palabra) no es ser colmado, porque la perfección está ya ahí, desde siempre: es lo que tú Eres. Instalarse Aquí y Ahora, en el instante presente, realiza el Sí, el estado de reflejo donde la Luz es vista. Pero, si la Luz es vista, es que todavía está proyectada. El Absoluto no es eso. Pero debéis aceptar, como yo lo acepto, sin ninguna problemática, que, para muchos, eso es un objetivo y una finalidad.

Mensaje copiado de aquíhttp://hallegadolaluz.blogspot.com.es/2012/06/bidi-2-parte-autresdimensions-con-audio.html

¡Saludos!
*