*
Una idea a tener en cuenta es no tomar demasiado en serio
las palabras que sigan; propondría considerarlas más bien como los
trinos de los pájaros o los esbozos que un niño hace al pintar: lo que
importa es compartir con amor, y si entretanto surge alguna idea válida,
se puede usar, y si nada resuena, se puede saltar todo sin ningún
problema. Así todos contentos jejeje
Bien, el asunto de las palabras
«el mundo no existe» está relacionado con otro tema más relevante: conocer directamente la Verdad (o compartir con palabras
procedimientos para facilitar el reconocimiento de la Verdad,
o sea, despertar recordando la Verdad la cual es nuestro propio Ser).
Simpatizo más con este segundo enfoque (el de conocer la Verdad directamente, por su mayor utilidad: es lo único definitivo) y por eso
más abajo planeo incurrir en diversos comentarios sobre este tema
esencial (el cual de todos modos resuelve el otro acerca de la realidad o
irrealidad del mundo), pero comencemos por el primer tema, lo de la
inexistencia del mundo, ya que a fin de cuentas es una de las ayudas que
se han usado en las enseñanzas de advaita para acelerar el despertar a
la Verdad.
Capítulo I: En qué sentido se dice en el advaita que el mundo es irreal
Entonces, vayamos primero y ante todo al tratamiento directo del tema de la inexistencia del mundo:
«El mundo no existe»... «El mundo es irreal»
Se han usado ambas expresiones y en este post las uso como expresiones equivalentes para referirnos a lo mismo.
Primero de todo, convendría demarcar brevemente el uso de las
palabras, porque dependiendo de lo que cada uno considere como "mundo",
"irreal", etc, se estará diciendo o entendiendo algo diferente. Un
ejemplo para indicar la flexibilidad del lenguaje es un comentario de
Ramana Maharshi, quien contestó a una pregunta diciendo que
el mundo es
real si se considera como el Sí mismo, y que es irreal si se le
considera como algo separado del Sí mismo. Esta idea de Ramana aclara
algo, pero también facilita algunas malinterpretaciones que trataré de
comentar más abajo (espero que no se me olvide comentar un poco sobre
panteísmo, "super-panteísmos", la falsa unidad y la Verdadera Unidad...
dejo esta anotación como paréntesis para hacer más probable que luego
relea esto y me acuerde de comentar algo sobre el tema).
A veces prefiero usar la expresión «El mundo es irreal», en lugar de la de
«El mundo no existe», porque algunas mentes se confunden pensando que
cuando se dice que el mundo no existe eso significa que no se deberían
ver ni siquiera las apariencias durante el proceso de despertar, lo cual no sólo es un error, sino
además un concepto impráctico e inútil. Vale aquí citar y comentar la
siguiente cita de UCDM relacionada con esto:
El cuerpo es sencillamente parte
de tu experiencia en el mundo físico. Se puede exagerar el valor de sus
capacidades y con frecuencia se hace. Sin embargo, es casi imposible negar su existencia en este mundo. Los que lo hacen se dedican a una forma de negación particularmente inútil.
En este caso el término "inútil" significa únicamente que no es
necesario proteger a la mente negando lo no-mental. Si uno niega este
desafortunado aspecto del poder de la mente, está negando también el
poder mismo. (T.2.IV.3.8-13) (Pág. 25)
Este fragmento es una aclaración destinada a evitar la tendencia en
algunas mentes a tomar algunas frases "a la tremenda", sin ser sensatos
ni prácticos. Que el cuerpo o el mundo sean en último término irreales
no significa que mientras sucede el proceso de despertar haya que negar lo que percibimos, pues si percibimos
algo, lo percibimos y punto, y sería un poco tonto pensar que "
no estoy
percibiendo lo que estoy percibiendo". Sin embargo, lo que sí resulta
útil para acelerar el despertar es reconocer que lo que estamos
percibiendo es irreal, y la importancia de esto queda ilustrada por el
hecho de que la distinción que en UCDM se hace entre
conocimiento (el Cielo Absoluto) y
percepción
(las ilusiones simbólicas) es una distinción que es usada a lo largo de
las cientos de páginas del Curso, debido a su utilidad. Es obvio que
quien aún no ha despertado, percibirá e incluso sentirá que lo que
percibe es real, y esto obedece a un deseo inconsciente de que sea real,
pero hay una solución para deshacer este malentendido si consideramos lo
percibido como símbolos, y por lo tanto irreales (en este lenguaje se
reserva la palabra «percepción» para referirse a lo irreal, mientras que
la palabra «conocimiento» se utiliza para referirse a lo verdadero, que
es siempre conocimiento del Sí Mismo o Amor).
Por lo tanto, lo irreal puede ser aparentemente percibido (y no es difícil adoptar
el sabio consejo de, al percibir, seguir desapegado, percibiendo pero
sin creer que dichas percepciones sean reales), y podemos ilustrarlo
con el ejemplo de un espejismo en el desierto, o el ejemplo de una
cuchara que al estar en un vaso con agua, parece estar torcida. Uno
podría percibir el espejismo del desierto y podría incluso esperar
saciar su sed con esa aparente agua, y uno podría percibir la cuchara
torcida, pero son apariencias: en realidad la cuchara no está torcida, y
en realidad no hay agua: són sólo espejismos irreales. Y uno puede
saber o sospechar que son ilusiones incluso mientras aún las esté
percibiendo. Espero volver a comentar usando estos ejemplos más abajo.
«El mundo es irreal»
A lo largo de los siglos se han
dado diversos razonamientos como apoyo a esta tesis de que el mundo es
irreal. ¿Por qué se dan estos razonamientos de apoyo? Para mostrar que
no es tonto ni descabellado que el mundo pudiera ser efectivamente
irreal. ¿Qué ventaja tiene considerar el mundo como irreal? Facilita el
desapego y acelera el despertar. ¿A quiénes pueden convenir los diversos
razonamientos que proporcionan evidencias plausibles de que el mundo
pudiera ser irreal? Se considera que pueden resultar útiles a buscadores
sinceros que tengan una tendencia a lo intelectual. Los buscadores
sienten dudas. Algunos las superan simplemente por su confianza en su
guru: su guru les dice que el mundo es irreal, y conservan la idea en su
corazón, hasta que fructifica en forma de discernimiento y desapego
(ojo a un dato: esta idea por sí misma no es suficiente para despertar;
es sólo una de las ayudas, aunque de las principales para los procesos
acelerados de despertar). Fue el caso de Nisargadatta Maharaj, a quien le bastó que su guru le dijera que «Tú eres lo Absoluto» para indagar en ello día tras día hasta que al cabo de dos o tres años se iluminó. No necesitó más pruebas porque confió en su guru, y la única prueba real, lo Absoluto, se le reveló. Otros buscadores prefieren los caminos
dualistas, más lentos pero les resuenan más (para ellos no hay
inconveniente en que consideren el mundo como real; eso cambiará pasados
los años o los siglos aparentes). También hay buscadores que aceptan la
idea hasta cierto punto, pero no tienen el don de confiar en el guru,
sin embargo disponen de un intelecto entrenado: a estos buscadores se
les pueden proporcionar algunas evidencias que les hagan comprender que
la idea de que el mundo es irreal es más plausible de lo que parece a
primera vista. ¿Qué se gana con que esos buscadores consideren esta idea
como plausible? Se gana que entonces consiguen confiar lo suficiente en
que podría ser así, también favorece al desapego y
entonces, impulsados por su fuerte deseo de
despertar, pondrán en práctica alguno de los procedimientos
(autoindagación, UCDM, etc) que les permitirán "llegar" a un momento en
que podrán verificar por sí mismos y por experiencia propia la Verdad
del Amor y la irrealidad del mundo de los miedos.
Bien, ahora vamos a comentar otro de los argumentos clásicos más
populares en advaita, para proporcionar evidencia de que no es
descabellado que el mundo pudiera ser irreal. Antes, brevemente,
comentar algo que se da por enterado cuando se proporciona el argumento
que expondré en seguida un poco después (lo de los sueños y la vigilia).
Volvamos a la frase:
«El mundo es irreal»
Y
tengamos en cuenta lo que dije más arriba sobre el uso del lenguaje:
depende mucho de lo que consideremos como "mundo" y lo que consideremos
como "real". Aquí quiero destacar el significado de "real", porque lo
que entendamos con la frase de que "el mundo es irreal" depende del
grado de exigencia que concedamos al concepto de "realidad". ¿Qué es
real? La manera correcta de entender la frase "el mundo es irreal"
cuando se usa en advaita, está en la línea de traducirla por esta otra
frase:
«El mundo es cambiante»
Este
matiz no es ninguna pequeña tontería, porque el significado de que "el
mundo es irreal", en advaita significa que "el mundo es cambiante", como
paso rápidamente a explicar y también a ilustrar con un clásico
razonamiento. Ante todo, es destacable el hecho de que el mundo (tal
como se suele usar esta palabra: aludiendo al mundo fenoménico de las
percepciones) es considerado como cambiante de manera casi unánime
(incluso esto es aceptado por los egos).
Incluso desde la manera
de pensar del ego no se niega que el mundo sea cambiante, porque a nadie
se le escapa que las percepciones son cambiantes. Ahora sólo
nos resta decidir si lo cambiante es real o irreal, y esto depende de si
usamos un criterio fuerte de realidad o uno débil.
Incluso el ego acepta (aunque inconscientemente) que lo cambiante es
irreal si mantenemos un criterio exigente (y sensato) para lo real. Si
algo existe ahora y luego deja de existir, entonces no cumple este
criterio y es irreal. O si algo cambia (y con más motivo si cambia
constantemente), deja de ser lo que parecía que era, por lo tanto es
irreal. Esto lo acepta el ego para negar la realidad de los sueños
nocturnos, pero se niega a usar el mismo argumento (siendo igual de
válido) para dudar de la vigilia (la cual en realidad es otro sueño). Al
ego, cuando se encuentra en el estado de vigilia, no le cuesta admitir
que los sueños nocturnos sean o pudieran ser irreales, porque resulta
evidente: eran absurdamente cambiantes y además ¡esos escenarios han
desaparecido! Los sueños nocturnos son cambiantes y por lo tanto
irreales. El criterio sensato (y verdadero) de realidad así lo
certifica, pues
lo real es inmutable y eterno mientras que los sueños nocturnos cambian y acaban desapareciendo.
Esto el ego solamente lo admite cuando despierta de los sueños
nocturnos, porque mientras sueña, los sueños nocturnos le parecen tan
reales como la vigilia (excepto los sueños lúcidos, que simbolizan lo
mismo que quienes en la vigilia comienzan a sospechar que la vigilia
tampoco es real sino que es sueño). Lo gracioso (aunque comprensible) es
que cuando el ego despierta del sueño nocturno y retorna a la vigilia,
se niega a aplicar a la vigilia el mismo criterio de realidad con el que
descarta la realidad de los sueños nocturnos. En este proceder, como en
todos, el ego es deshonesto. Por lo tanto, en la vigilia el ego trata
de justificar su postura, por ejemplo aduciendo que aunque el mundo sea
cambiante, no es tan cambiante ni cambia tan rápido como los sueños
nocturnos, o que aunque ambos se extingan, el mundo físico durará mucho
más —dice el ego— que el mundo de los sueños, porque los sueños
nocturnos duran como mucho unas horas mientras que el mundo de la
vigilia durará millones de años según las teorías más populares de la
Física. Esto no es más que una justificación porque si algo cambia y
perece, pues cambia y perece, y es irreal independientemente del tiempo
que tarde en cambiar o perecer. Además, el tiempo también es irreal, y
en un sueño nocturno pueden parecer transcurrir siglos mientras que en
la vigilia el ego deduce que fueron sólo unos minutos. ¡Qué poco
dispuesto está el ego a admitir que a la vigilia le sucede lo mismo! En
realidad no es una mala aproximación decir que el tiempo de vida del
universo de vigilia no es más que un pestañeo, aunque desde dentro del
sueño aparente ser millones de años.
A pesar de todo, es fácil confundirse y creer en la realidad de un sueño nocturno
mientras se está durmiendo,
y lo mismo sucede durante la vigilia. Pero
cuando uno despierta de los
sueños nocturnos le resulta evidente su irrealidad (porque
ha desaparecido sin dejar señal o efecto alguno perdurable más allá del sueño mismo). Y del mismo modo,
cuando uno despierta de la vigilia le resulta evidente su irrealidad (en cuanto se despierta, lo irreal ha desaparecido sin dejar huella, sin quedar ningún daño ni efecto de ningún tipo, y una vez despierto también resulta evidente que
la inmutable Verdad nunca había desaparecido, pero uno no se daba cuenta de ella mientras prefería negarla).
Cualquier paradigma, sopesado desde dentro de dicho paradigma, parecerá
real (y se percibirá como real mientras uno desee creer que sea real).
Cuando una mente comienza a despertar se va saliendo del paradigma/sueño
de la dualidad, y conforme se sale de dicho paradigma (conforme amanece
el despertar) resulta mucho más fácil poner en duda la realidad de
dicho espejismo, hasta que finalmente resulta completamente obvia su
irrealidad, porque la mente llega finalmente al punto en que ha decidido
dejar de autoengañarse y así despertar.
Otro ejemplo: si dentro de la vigilia alguien percibe algo durante
un segundo o menos tiempo, y lo comenta a otros, tanto los otros como el
testigo que cree haber visto algo tenderán a dudar de la realidad de lo
visto. ¿Por qué? Ha desaparecido sin dejar efectos. El ego necesita de tiempo para
establecer una percepción como real. Pero el tiempo, lo percibido y el
perceptor son irreales.
Cuanto más indaga una mente sobre el "yo" limitado y sobre el mundo, más claramente reluce el hecho de que ambos son irreales.
Las
mentes
supuestamente separadas proyectan los mundos y yoes que
perciben, los cuales son irreales pues no se comparten ni son duraderos,
son ilusorios puntos de vista separados basados cada uno en el capricho
de cada perceptor. En estos mundos irreales cada mente "separada" vive en
su propio mundo privado en soledad, cada una en su propio espejismo al
cual considera real. Ejemplos de la irrealidad y caprichosidad de estas
proyecciones son cuando una supuesta misma persona es considerada
simpática por algunas mentes separadas y en cambio es considerada
antipática por otras mentes separadas (o guapa/fea, bondadosa/mala,
etc), o incluso considerada como simpática y antipática por la misma
mente separada en diferentes momentos, lo cual muestra lo cambiantes que
son sus proyecciones (lo opuesto a lo inmutable, que es siempre amor
sin titubeos). O cuando un supuesto mismo evento o circunstancia es
considerado como exitoso por algunas mentes separadas, mientras que
otras interpretan eso como un fracaso. Sólo ven lo que prefieren ver. No
ven el Momento puro, sino que prefieren aferrarse a sus proyecciones de
separación, aferrándose a un ilusorio pasado que proyectan hacia un
supuesto futuro ocultando así el Ahora mediante un oscurecido e irreal
presente ilusorio que no es otra cosa que un pasado ficticio sobrepuesto
al Ahora. Las mentes separadas viven encarceladas por sí mismas en sus
propios mundos privados de condenación y de caprichosas preferencias
limitadoras, hasta que un día deciden cambiar de punto de vista y
abrirse, aceptando la unión natural en lugar de la irreal separación.
Los sueños o espejismos son privados/irreales, mientras que la Verdad es
Una y plenamente compartida por todo el Ser.
Este tipo de ilustración argumentativa (comparando el mundo con un
sueño, y dándose cuenta de que como ambos cambian y desaparecen sin que quede daño ni efecto alguno, ambos son efímeros
sueños) se amplía con diversas variantes que ni todas las recuerdo ni se
ajustan al espacio de estos comentarios.
Sí que cabe mencionar unas cosas: el ego alude a que la vigilia es real
porque parece estable (al menos más estable que los sueños) aunque sea
cambiante, y que el mundo de la vigilia tarda millones de años en
desaparecer, lo cual a juicio del ego lo hace bastante real, al menos lo
suficientemente real para sus propósitos (que conste que uso el
concepto de "ego"
según la nomenclatura de UCDM, donde se establece que el ego no existe
pero se usa la metáfora de una especie de ego casi antropomorfizado —que
discute, juzga, planea, etc— para representar simbólicamente el propio
autoengaño de uno mismo). Sin embargo, el mundo de la vigilia no dura ni
siquiera 24 horas (y ni siquiera dura una millonésima de segundo, como
saben quienes están bien informados), pues cuando el ego se duerme en el
llamado sueño
profundo (sin sueños) no hay pensamientos limitados que proyecten
sueños, por lo que los mundos de vigilia y de los sueños nocturnos
desaparecen. Se ha dicho: "
ah, pero el mundo no desaparece, simplemente
duermo". Esto es un razonamiento viciado porque no puede probarse. Se ha
dicho: "
sí puedo probarlo grabándome en vídeo mientras duermo, o
mediante un humano que permanezca despierto junto a mí mientras duermo,
quien confirmará que el mundo no desapareció mientras yo dormía". Pero... a
la grabación sólo puedes acceder a ella cuando de nuevo estás en la
vigilia, y lo mismo sucede con el testigo humano, por lo cual ambos no
son testigos válidos porque al formar parte de la vigilia, no se puede
usar lo que se ha de probar como prueba de sí mismo si aún no se ha
probado (si la vigilia es irreal, entonces tanto el vídeo como el
testigo humano son irreales también y sus "testimonios" nada pueden
probar, por ser testimonios también irreales). En realidad no hay pruebas de que el mundo permanezca. El ego,
quien admite de buen grado la refutación de los sueños nocturnos, se
niega en cambio a usar los mismos argumentos para refutar el sueño llamado "vigilia". Y se niega a ello
durante la vigilia, obviamente, ya que en los estados de sueño nocturno y
de sueño profundo la vigilia queda desaparecida y negada (por ejemplo el ego tampoco niega los sueños nocturnos mientras los está soñando, pero cuando "despierta" a la vigilia, entonces sí los niega; del mismo modo sucede con la vigilia, que parece real mientras se la experimenta y mientras se prefiere creer en ella).
Es muy difícil que alguien admita siquiera ligeramente estos
argumentos, debido a la intensa identificación con el ego. Pero conforme
las mentes van despertando este tipo de argumentos comienzan a ser
intuidos y luego comprendidos como razonamientos convincentes, lo cual
supone un apoyo o ánimo para que se tome seriamente el ánimo sincero e
intenso de despertar. Otras mentes simplemente aceptan —sin necesidad de argumentos— que el mundo
podría ser irreal, por fe o incluso como una hipótesis provisional, la
cual verificarán por sí mismos cuando despierten a lo Real.
Según las enseñanzas basadas en la no-dualidad, el mundo fenoménico (aunque sea percibido como
apariencia) desaparece cuando se paralizan los juicios (por ejemplo
cuando el ego duerme en sueño profundo y no hay juicios ni creencias ni
deseos), también desaparece para siempre cuando se acepta plenamente la
Paz no-dual del Sí mismo, y por lo tanto el mundo fenoménico no puede
ser real (sólo puede aparentar serlo mientras dure el ámbito temporal de
la percepción).
En este sentido, y ahora debemos comprender cuidadosamente el uso
que hacemos de las palabras, es cuando podemos decir, como aproximación,
que el mundo no existe (se percibe pero es una apariencia como un
espejismo o como una cuchara aparentemente torcida en un vaso con agua) o
que el mundo es irreal o que el mundo es temporal (pero sabiendo que el
tiempo no existe) o que el mundo es cambiante o que el mundo es un
sueño o que el mundo es un espejismo ilusorio, etc.
El mundo es cambiante (esto lo acepta el ego) y lo cambiante no es
fiable (no es digno de confianza) y por ejemplo la salud, la familia y
la cuenta bancaria desaparecen tras la muerte como un fugaz sueño. Lo
Real es eterno e inmutable y es lo único que puede verdaderamente
satisfacernos, es lo único pleno.
Los anteriores razonamientos aplicados a argumentar la irrealidad del
mundo son también aplicables al cuerpo/mente limitado, el cual parece
estar en el mundo pero es tan irreal como él: ni los ojos ni los
sentidos ni el cerebro son reales, sino ilusiones proyectadas para
producir la impresión de un mecanismo perceptor el cual por un lado
percibe un mundo externo irreal (ideal para echar afuera los odios, las
culpas, proyectar ataques, miedos, etc) y por otro lado sirve como
justificación (mediante nuestra identificación con él) de que somos
débiles, mortales, echarse culpas a uno mismo, odiarse a uno mismo,
creerse un ser limitado, etc (como podemos ver, se trata de ilusiones
producidas por nuestro deseo de creer en la separación, y proyectamos
tales ilusiones que producen la falsa sensación aparente de que la
separación se ha producido y de que la dualidad es cierta, pero todo
este autoengaño desaparece cuando deseamos la Verdad y volvemos a ser
conscientes de nuestra eterna, gozosa, amorosa, plena e inmutable
no-dualidad). Pero tanto el mecanismo perceptor —el cuerpo/mente
limitado— como el objeto percibido —el mundo con todos sus potenciales
objetos— son irreales (llámense espejismos, imaginaciones, sueños,
alucinaciones, etc). Nosotros no estamos en un cuerpo ni en un mundo
externo; si acaso sería al revés: el cuerpo y el mundo estarían en
nuestro Ser... pero tampoco es así porque son irreales y no están en
ninguna parte como no sea, figuradamente, en nuestra inmensa capacidad
para fantasear. Lo que realmente somos y donde realmente estamos es en
nuestro propio inmenso Ser, llámese Padre, Dios, Amor, Absoluto,
no-dualidad, Paz que sobrepasa todo entendimiento, etc.
Bien, hasta ahí los razonamientos que he comentado como ejemplos
(hay otros, infinidad de ellos). No a todas las mentes les resuenan este
tipo de argumentos, pero para quienes los aceptan, les sirven de
aliciente para tener paciencia hasta verificar la Verdad de manera
directa, conociendo su propio Ser. Los hay quienes en cambio prefieren
vías duales, a las cuales tienen derecho y lo respetaremos porque cada
mente es libre y experimenta las cosas según su madurez, su etapa
espiritual o sus preferencias, circunstancias o como lo queramos llamar.
El advaita sí usa a veces como apoyo complementario argumentos similares a los
anteriores, pues ayudan a facilitar el discernimiento y el desapego, lo
cual acelera el proceso ilusorio de despertar. Pero no todas las mentes
se sienten atraídas hacia el enfoque advaita. Como es bien sabido hay otros enfoques disponibles, se dispone de los diversos caminos duales o incluso del yoga
postural, o el karma yoga, o la devoción, o incluso las grandes
religiones tradicionales. Sólo quienes se sientan atraídos al advaita o
vías parecidas, podrán otorgar algún valor a ese tipo de argumentos, los
cuales no son definitivos porque pertenecen al ámbito de las palabras y
del intelecto, pero pueden animar a indagar más profundamente hasta
des-cubrir la Verdad.
Esta primera fase de estos comentarios está acabada. Quisiera
centrarme ahora en lo que me parece más práctico y directo, el
«Conócete
a Ti mismo», pero antes de eso, como tema intermedio, quiero tocar el
tema de la Verdadera y la falsa unidad, lo cual es práctico tenerlo en
cuenta porque durante el proceso de despertar uno puede confundir la
falsa unidad con la verdadera Unidad, lo cual es algo sobre lo que han
avisado varias enseñanzas, por ejemplo Shankara comentó algo así como
que no se ha de confundir la Conciencia Cósmica con el Absoluto,
Nisargadatta Maharaj empleó la terminología de que no hay que limitarse
al Yo Soy sino que hay que atender al Yo Soy pero luego soltar incluso también el Yo Soy y ser puramente lo Absoluto,
mientras que en los libros de Gary Renard se alude a casi lo mismo (son comentarios relacionados) pero
llamándolos verdadera y falsa unidad. Vamos al tema.
Capítulo II: Verdadera Unidad
Algunas
mentes sobrepasan la "caja de conciencia ordinaria" y perciben una
conciencia ampliada. Hay diversas variantes de este error, por ejemplo
creer que la Conciencia Cósmica (el Gran Proyector o Mente Global) es la
verdadera Unidad, pero esto no es así, pues la verdadera Unidad es el
Absoluto. ¿Cómo discernir lo Absoluto de la Unidad ilusoria o Conciencia
Cósmica? El Absoluto es eterno, inmutable, ilimitado, sin ninguna
separación externa
ni interna. Algunas tendencias
panteístas pueden incurrir en una variante más primitiva de este error,
al confundir el mundo cambiante (tomándolo como un todo) con la Realidad
o Absoluto. Otras tendencias digamos que "superpanteístas" pueden
adoptar un error similar, sólo que modificando un poco esa Unidad
ilusoria, por ejemplo no considerándola una unidad física como en el
panteísmo, sino una unidad astral o etérea o lo que se les ocurra decir.
Pero lo astral, etéreo, etc, no deja de ser "corporal" ni material en
el sentido amplio de lo corporal y material: sujeto a límites (aunque
sean límites internos).
Por lo tanto, conviene no confundir el Absoluto con la unidad
aparente de la ilusión (en
algunos libros parece decirse que la unidad se refiere a captar la
unidad del mundo, en lugar de desenmascarar su ilusoriedad y reconocer
la verdadera Unidad). Ojo, repito, tengamos en cuenta a Shankara que se refería a esto
avisando
de que no se confundiera la Conciencia Cósmica (quizás se haya traducido
con otros términos, pero aquí lo menciono con esas palabras) con el
Absoluto. El mismo
tema es mencionado también por otros sabios así como por Arten/Pursah
en los dos primeros libros
de Gary Renard. Copio dos citas que tengo a mano (recuerdo a quienes no
estén familiarizados con el lenguaje de Gary Renard y de UCDM, que en este
advaita se usa un lenguaje algo peculiar, con palabras como Dios, etc,
que no son empleadas del modo en el que en el lenguaje normal son generalmente usadas):
En «La Desaparición del Universo» (capítulo 8, «Iluminación»):
PURSAH: (...) Recuerda que el Cielo es verdadera unidad, a diferencia de la idea de ser uno con el universo
(se refiere al universo ilusorio: el que estudian los científicos, el
de los seres astrales/sutiles, diferentes dimensiones, etc), o incluso uno con la mente que está fuera del tiempo y del espacio que creó el universo
(lo que yo llamo a veces el Gran Proyector o Ego, el cual proyecta el
universo del espacio/tiempo, pero el Gran Proyector está fuera de dicho
espacio/tiempo; aún así el Gran Proyector es también ilusorio). Aparentemente, esas ideas siguen estando fuera de Dios. En la verdadera unidad sólo Dios es,
y nunca ninguna otra cosa podría ser. Por eso Dios mismo da el último
paso, y por eso tampoco es posible hacer concesiones respecto a esta
idea. La idea que el Curso ofrece de Dios es todo lo elevada que puede
ser, porque es la verdad. La Unidad no puede ser perfecta si hay alguna
otra cosa de la que ser consciente.
A continuación, Pursah citaba este fragmento de UCDM:
El Cielo no es un lugar ni
tampoco una condición. Es simplemente la conciencia de la perfecta
unicidad y el conocimiento de que no hay nada más: nada fuera de esta
unicidad, ni nada adentro. (T.18.VI.1.5-6)
En «Tu Realidad Inmortal» (página 36, capítulo 1):
GARY:
(...) De modo que en realidad sólo hay uno de nosotros que cree estar
aquí, y ése soy yo. En realidad no hay nadie más. No hay nadie ahí
fuera. Sólo parece ser así. Es un truco. La parte consciente de la mente
mira hacia fuera y ve todo tipo de separación, diferentes cuerpos y
formas, pero eso es una ilusión. Y la parte inconsciente de la mente,
que está casi toda escondida, tal como la mayor parte de un iceberg está
oculta bajo la superficie del agua, sabe que en realidad sólo hay uno
de nosotros.
El tiempo, el espacio y las diferencias resultan no ser verdaderos, a pesar de las apariencias. La
razón por la que todo está conectado es que sólo hay una ilusión, tal
como sólo hay un Dios. Pero Dios no tiene nada que ver con la ilusión.
Ésa fue una falsa suposición de la gente. Entonces la gente hizo un
Dios a su imagen, que era como ellos creían ser. Pero originalmente Dios
nos hizo a su imagen: perfecto, inocente y Uno. La unidad existente en la ilusión es una imitación de la verdadera unidad, porque el ego trata de imitar a Dios. (...)
Aunque esta cita forma parte de una larga disertación de Gary
Renard, forma parte de la conversación con Arten y Pursah, por lo que si
hubiera cometido alguna imprecisión relevante se lo habrían avisado.
En definitiva, hay muchos
maestros por el mundo diciendo las mismas palabras o semejantes (unidad,
etc), pero no todos se refieren a lo mismo, pues unos se refieren al
Absoluto (verdadera Unidad) mientras que otros se refieren a la ilusión,
confundiéndola con la Verdad (y por eso algunos podrían creer estar
iluminados
sin haber despertado realmente). Por ejemplo, aceptar "lo que es" se usa
a veces por algunos como aceptar el mundo proyectando una unidad
artificial sobre él, lo cual es más un aceptar el mundo cambiante
(aceptar la
dualidad tomándola como real) que no es lo mismo que perdonar el mundo
(en el sentido
"ucedemiano" de perdón, que no es el usual, lo cual deshace rápidamente
los
obstáculos para reconocer la verdadera unidad). La idea de "aceptar las
ilusiones" puede resultar válida si se refiere por ejemplo a no
resistirse, pues el ego se fortalece cuando hay resistencia, porque la
resistencia indica que una parte de nuestra mente cree que lo percibido
es real y por eso trata de resistirse, contra-atacarlo o defenderse.
Esto de "no resistirse" no significa en modo alguno pasividad, pues es
una perspectiva que
está más allá de las nociones de actividad y de pasividad. La
aceptación de las percepciones, bien entendida, significa atreverse a
examinarlas tranquilamente sin miedo, a fin de iluminarlas claramente y
comprobar su irrealidad. Cuando se observan (sin creer en lo percibido
pero a la vez sin resistirse) los miedos/sombras/ilusiones desde la
Luz
del Amor, las ilusiones/sombras/miedos desaparecen y queda claro que no
existen. La Verdad acepta, no ataca. El ego se refuerza cuando se lo
ataca, y en ese caso aunque no existe parecerá que fuese real. Las
ilusiones se refuerzan cuando se las ataca porque cuando se ataca algo
es porque uno está confundido y cree que ese algo es real. Si uno sabe
que el Ser es Totalidad Amorosa, sabe que no hay nada separado del Ser, que
no hay nada que pueda ser atacado ni nada que pueda atacarnos porque
sólo existe nuestro propio Ser el cual es Amor. Sólo el Amor Unificado
es Real. La Verdad es Amor y no ataca a las
ilusiones, pero las ilusiones no existen y desaparecen ante la
presencia/aceptación
de la Verdad, tal como la Luz no ataca a las sombras pero las sombras
desaparecen ante la Luz porque las sombras no existen y esto queda claro
y evidente y se reconoce fuera de toda duda cuando se acepta plenamente
la Verdad y nada más que la Verdad. En tantas charlas
y libros a lo largo del mundo se usan de
diferente modo las palabras (como los ejemplos que he puesto de las
palabras "aceptación", "unidad", etc). ¿A qué se refiere cada
cual? Cada uno sabrá. Pero también cada uno podemos discernir el
verdadero mensaje inspirador más allá de las palabras, aplicar lo que
comprendamos, y despertar.
Me parece oportuno mencionar aquí la
clasificación de las diversas enseñanzas espirituales que propone Gary
Renard en su libro «La Desaparición del Universo». Habla de 1) los enfoques dualistas, 2) los enfoques semidualistas, 3) los enfoques no-dualistas y finalmente de 4)
la pura no-dualidad. Me parece una clasificación útil y estimo que lo
que he llamado antes enfoques "superpanteístas" y en general los de la
falsa unidad ilusoria, encajan bastante bien en el punto número 3:
enfoques no-duales pero que no son puramente no-duales. Algunas
enseñanzas consideradas como advaita son más bien posturas semidualistas
o también del punto 3. Estimo que en el punto 4 de la pura no-dualidad
se encuentran enfoques como por ejemplo el de Ramana Maharshi,
Nisargadatta Maharaj y UCDM, entre otros.
Capítulo III: Conócete a Ti mismo
El mundo es irreal; la Paz es real
Unos
apuntes finales, más enfocados al despertar que al asunto de la
realidad o irrealidad del mundo fenoménico. Conocer nuestro Ser (el Sí
mismo o Absoluto) resuelve todos los dilemas. Todas las dudas se marchan
para siempre. Estos apuntes son bastante improvisados según la marcha y
además se dice lo mismo con otras palabras en diversos posts del blog,
pero no deja de ser un complemento potencialmente útil (si se desea que
así sea) y quizás se sienta un poco el fulgor del momento, compartiendo
según surja y según vengan ideas a la mente.
Sólo conocerse a Uno mismo lo resuelve todo. Es la única Plenitud
posible. Es conocer nuestro Ser, que es Amor y es Paz. Si de algo han de
servir los argumentos como los del apartado I, es para que nos animemos
y deseemos nuestro Ser, deseemos despertar a la Paz.
Primero un ligero apunte en torno a la palabra «deseo». No considero
incorrecto usarla para expresar un valioso deseo por la Verdad. El
problema con algunos estudiantes de advaita es que en sus primeras
lecturas leen a algún guru o enseñanza (sea del advaita o del budismo
por ejemplo) en la que se dice que todo deseo procede del ego y produce
sufrimiento, y que despertar es el desapego: liberarse de los deseos.
Eso es cierto si es bien entendido, pero algunos estudiantes de advaita
luego se sorprenden cuando al leer más sobre la no-dualidad, llegan a
leer textos clásicos del advaita (no recuerdo el nombre, pues tienen
nombres raros, pero por ejemplo en alguno de los textos clásicos
recomendados alguna vez por Ramana Maharshi) donde se dice que es primordial
que el candidato a despertar sienta un enorme deseo por la Verdad, o
incluso se compara con el deseo por respirar cuando alguien ha tenido la
cabeza sujeta unos minutos debajo del agua. ¿En qué sentido se usa la
palabra «deseo» en estos casos? Bien, digámoslo así: cuando en una
enseñanza se da un consejo, o cuando un guru da un consejo, lo que
importa es su utilidad. Cuando los sabios mencionan como valioso el
deseo por la Verdad, no se refieren al apego o deseos del ego.
Distingámoslos así:
los deseos del ego proceden de la
carencia:
el ego intenta obtener algo de lo que carece, desea algo que cree que
no tiene, y para obtenerlo se requiere tiempo y este deseo conduce al
apego a lo limitado y al autoengaño de lo ilusorio. Por otro lado, el
deseo genuino por la Verdad (un deseo sincero de recordar el Ser, y no de meramente poseer intelectualmente la Verdad o el Ser) no es un obstáculo a la Verdad (y esto es lo que
importa), no es un deseo que se origine por la carencia, sino que se
relaciona con la plenitud, porque en este caso no se desea algo de lo
que se carece, sino que se desea lo que ya somos: la Verdad, nuestro
propio Ser... lo cual no requiere tiempo (aunque el proceso de despertar
parezca gradual mientras quede algo del velo-ego) porque
ya somos lo
que somos, así que tan sólo se trata de reconocer Eso que ya somos. Se
puede debatir si a eso puede llamársele un verdadero deseo (pues ya se
es lo que se es), pero es un asunto meramente linguístico sin mayor
importancia. Por lo tanto es correcto (entendièndolo bien) el antiguo
consejo de advaita de desear la Verdad por encima de ninguna otra cosa.
Este "deseo" no ata, sino que libera y produce desapego. O diciéndolo en
un lenguaje "hereje" pero igual de cierto: hay un apego útil para
despertar, siempre que ese apego se dirija a la Verdad y a nada más. El
apego a la Verdad libera, y es lo que usualmente es llamado desapego de
las ilusiones.
Lo mismo que sucede con la palabra «deseo» sucede con todas las
palabras, así que sería beneficioso no aferrarnos a las palabras y no
desechar enseñanzas valiosas antes de haberlas entendido correctamente,
pues el uso de las palabras varía de un guru a otro, e incluso en un
mismo guru de una charla a otra e incluso durante una misma charla.
Dicho esto y tras la anterior introducción, comienzo de manera más formal los comentarios de este apartado.
En
el apartado I (que me parece haber sido escrito hace milenios jejeje)
se comentó sobre en qué sentido se puede decir que el mundo es un sueño o
que el mundo es irreal. El mundo sólo puede aparentar ser real, pero no
lo es y esto queda muy claro cuando se le contrasta con la Verdad.
El
mundo es una distorsión de la Verdad, por lo cual no es nada, porque la
Verdad es inmutable y no puede ser distorsionada. Con todo, las mentes
que prefieran considerar el mundo como real son libres de hacerlo y
autoengañarse (el autoengaño es temporal y por lo tanto ilusorio, y
todas las mentes dejan de autoengañarse en un momento u otro, cuando se
hartan de lo ilusorio y se cansan de reír el chiste, se cansan de jugar a
sufrir y entonces deciden despertar y comienzan a sondear las
informaciones que ayudan a despertar).
A quien prefiera aferrarse al mundo y niega su ilusoriedad (negando
la Verdad), se le puede respetar y en lugar de la idea de que
«el mundo
es irreal» le resulta válida esta otra frase:
«Vive para el mundo y
verás lo que sucede». Esto quiere decir que el
«carpe diem» también es
una vía legítima para despertar (aunque en general sea una vía
extremadamente lenta) y que incluso quienes se adentran en el fragor de
las apariencias acaban aprendiendo algo de ellas. Cuanto menos acabarán
aprendiendo, siglo antes o siglo después, que las apariencias no
producen satisfacción permanente ni tienen nada que ver con la plenitud.
Las cosas buenas que se perciben parecen buenas pero se acaban, y las mentes acaban
dándose cuenta de esto.
Justamente entonces, cuando en la mente comienza a amanecer la
sospecha de que el mundo es un fraude, comienza a no rechazar de manera
tan tajante las ideas, enseñanzas, métodos y herramientas que aún dentro
de lo ilusorio sin embargo ayudan a despertar. A tales mentes, una vez
han madurado lo suficiente para que estén experimentando el comienzo de
este amanecer, se les puede hablar en términos como los siguientes:
Lo sensato es dejar de construir barreras a la Paz y así aceptar que
dichas barreras (que son ilusiones) sean deshechas y podamos reconocer
la Verdad.
Deja de construir barreras a la paz y tendrás la
prueba eterna de manera inmediata. Decídete (el uso práctico del verbo
decidir, acusable de ser un recurso dual, se comentó en algún post del
blog; resumiendo, las decisiones son ilusorias pero hay decisiones
"oportunas" que despiertan; aunque un clavo/concepto sea ilusorio, hay
clavos/conceptos que aún siendo ilusorios ayudan a deshacer los
clavos/conceptos perjudiciales para el despertar; "un clavo saca otro
clavo, finalmente ambos serán dejados").
Olvidemos todo y acojamos tranquilamente el Silencio que somos.
¿Es
el mundo real? ¿Es irreal? ¿Me atacan? ¿Me defiendo? ¿Soy un cuerpo?
Dejemos al mundo de los cuerpos en paz. ¿Qué otra cosa necesitamos que
nuestro propio ser? ¿Qué eres? Eres Amor puro, incondicionado. Siéntelo
ahora, siéntete, siente el Amor que eres, siente la profunda paz de tu
ser, ahora. Si sientes esta amorosa paz que eres, quédate ahí. No hay
más ni necesitas nada más: eres esta ilimitada Plenitud; deja que se te
revele completamente. Descansa en tu ser. Si no lo sientes entonces
estás negando lo que eres, estás deseando ser lo que no eres y por lo
tanto estás distorsionando lo que eres, proyectando una ilusión para
substituir la verdad, estás construyendo barreras para tratar de negar
lo que eres; esta negación es expresada como proyección, así aparece la
apariencia del mundo, que te parecerá real mientras lo desees y decidas
creer en él, pero no es real porque desaparece cuando dejas de creer en
él.
Decide qué prefieres. Cuando te hartas de sufrir,
decides creer que el mundo es irreal, decides que tiene que haber otra
manera de ver las cosas y todos los apoyos que necesites para confirmar
esto y desapegarte del mundo vendrán a ti. El mundo no es más que la
expresión proyectada de los miedos provenientes del falso dilema interno
que has fabricado cuando elegiste negar tu Ser. Niega ahora la negación
de tu Ser, niega la realidad del mundo, ábrete a la Verdad aceptando
las ayudas que acompañan a tu decisión de despertar. Y así recuerda la
paz que eres. Y entonces disfrútala.
Mantén la mente "vuelta hacia
dentro", hacia tu Ser, hacia la paz que eres. Y sé feliz ahí. Permanece
en esta paz. No volverás a desear proyectar la mente hacia afuera, pues
sabrás que no hay afuera y espontáneamente descansas en la inmensa
felicidad que eres.
Recuerda lo que eres, desenmascarando lo que no eres. Decide ahora
ser feliz, renunciando a tu negación de la felicidad. Al vaciarte de lo
irreal, lo real te llena pues ya no niegas tu propio Ser que te abraza
eternamente. Ahora.
Lo que eres es constante e inmutable. El mundo es cambiante y unas
veces aparece y otras desaparece. La Paz que eres es constante, es
evidente de manera inmediata y nunca desaparece. Pero mientras decides
que deseas el mundo, no la sientes pues la has negado y la pierdes de
vista. Cuando dejes de desear el mundo, dejarás de proyectarlo. Un día
percibirás solamente símbolos de luz (reflejos muy puros) y aunque eso
todavía es ilusión, es el "sueño feliz" en el que finalmente sucede el
último paso que no lo da uno por su cuenta sino que lo da la Gracia: se
trasciende el reino de la ilusoria percepción y se recuerda el Ser: uno
se conoce a Sí mismo. Entonces pueden darte ganas incluso de reír, pues
resulta sorprendente el haber pasado por alto durante tanto tiempo lo que siempre estuvo a
mano por ser tu propio Ser, y en cambio no lo sentías porque lo tenías
tapado por pobres ilusiones. Ahora se comprende lo absurdo de haber
deseado substituir la plenitud de la totalidad, por la pobreza de la
nada ilusoria.
Mientras creas que hay un "yo" limitado, creerás y te parecerá que
hay un mundo. Pero al dejar de creer en el "yo", tanto el "yo" como el
mundo desaparecen: eran espejismos, símbolos de la separación, pero tú
no eres un ser separado, eres la Plenitud de la Unidad, eres el Ser
plenamente unido el cual se da totalmente y se comparte plenamente Consigo Mismo.
Si se deja de creer en el mundo, desaparecerá el mundo y también el
"yo", pues dicho "yo" funciona en el mundo y es el que percibe al mundo.
Ambos son espejismos, ilusiones.
LOS SUEÑOS PARECEN DURAR,
PARECEN REALES SI SE DECIDE CREER EN ELLOS, PERO ACABAN, DESAPARECEN SIN HABER DEJADO EL MÁS MÍNIMO EFECTO. Si
recuerdas Quién eres, desaparece el "yo" limitado y también el mundo.
Lo real nunca desaparece (aunque puedes no darte cuenta de Ello mientras
lo niegues), es inmutable y eterno, pero las ilusiones son cambiantes y
desaparecen. Ni siquiera duran de un instante a otro, pues por un lado
parecen cambiar constantemente, y por otro lado transcurren en el
tiempo, el cual es otra creencia/espejismo.
La Verdad es lo que siempre eres.
Lleva tu atención a tu "eseidad", a
tu sensación pura de ser, que no es lo orgánico sino el puro ser, el
presente transparente sin colorear, el momento desnudo que eres
eternamente (nadie podría decir seriamente: «no existo»), y
quédate ahí
en paz. Si Le prestas atención, tu Ser se revelará.
Si recuerdas Quién eres desaparecen todos los espejismos, no hay
mejor prueba de que algo no es real que el no poder encontrarlo porque
ha desaparecido y no existe.
Lo irreal es cambiante, limitado e insatisfactorio. Lo Real es plenitud inmutable: la completa satisfacción eterna. Si pudieras renunciar a lo Real y cambiarlo por lo irreal sería un intercambio absurdo. Pero además de absurdo es imposible porque no puedes renunciar a lo Real, pues es lo único e inmutable. No puedes renunciar a lo único que eres. Incluso mientras "prefieres" dormir en lo irreal, lo Real "se guarda para ti", pues no ha desaparecido por el mero hecho de que te tapes los ojos. Por fortuna, la Felicidad es tu Ser eterno, por lo cual no puedes renunciar a tu Plenitud.
Lo Real es eternamente presente e
inmutable, independientemente de que decidas creer en Ello o no. El no
creer la verdad es negarla y hace que la pierdas de vista (debido a tu
falta de atención a ella) pero esto no afecta en nada a la verdad, que
sigue siendo lo que es, como si esperara a que termines el juego de
ignorarla. La Verdad espera pacientemente por ti y para ti, porque es tu
propio Ser y te ama infinitamente.
Lo irreal no existe por sí mismo: depende de que creas en ello para
poder experimentarlo, pero en este caso, aunque creas en lo falso no se
hace real sino que simplemente te autoengañas percibiendo apariencias (las cuales son cambiantes, efímeras y nunca son plenamente satisfactorias),
las cuales son tomadas como ciertas mientras que uno todavía prefiera
negar la verdad y aferrarse a las apariencias.
Conócete a Ti mismo
Recordar
Quién eres es la Respuesta a todas las ilusiones, y para esto se
requiere que uno mismo desee ardientemente la verdad, estando dispuesto a
ir desenmascarando desapegadamente la irrealidad de las apariencias.
Acoje el discernimiento y el desapego, y déjate guiar por la profundidad
insondable de tu Ser. Renuncia a la guía del ego. Cuando te identificas
con el ego, te guías basándote en la separación y en los miedos. Cuando
te abres a tu verdadero Ser, la guía es una guía digna del Amor que
eres y que es lo único que existe. El mundo no existe, pero Tú sí
existes y no hay nada más. Confía en Ti mismo, en tu verdadero Ser, en
el Amor que eres.
Una vez que una mente (aparentemente separada, o eso le parece
percibir a esta mente en dicha etapa) ha decidido recordar Quién es,
estará dispuesta a usar las herramientas para recordar. Es
imprescindible querer despertar (no oponer resistencia) porque mientras
se desean las ilusiones, la Vida/Verdad respetará nuestro temporal
chiste (nuestro inofensivo juego temporal de apariencias irreales). Pero
una vez que una mente se decide a despertar, se sentirá atraída por
algunas de las muchas herramientas que ayudan a ello, y las usará
sinceramente. El ansia por la verdad es la semilla, el uso de las
herramientas es regar la planta, y el resultado final es la desaparición
de las ilusiones y con ello la Gracia del despertar.
Esto no requiere tiempo
(se puede aceptar la Verdad instantáneamente ahora mismo) sino que
depende de nuestra total apertura: "manos abiertas" para aceptar la
Verdad completa e incondicionalmente, manos que comparten y que no se cierran aferrándose a las
ilusiones. Esto significa que depende de uno mismo abrirse a la Gracia
(y la Gracia nunca nos decepcionará, pues es puro Amor y nuestro propio
verdadero Ser despierto). Si una mente decide renunciar de golpe a todas
las ilusiones, despierta de inmediato: al vaciarse de lo falso, lo
verdadero nos llena de la plenitud que somos. Generalmente hay
resistencias (miedos, apegos, deseos, creencias, etc.) a soltar de golpe
todas las ilusiones, pero si uno ha decidido despertar, dichas
resistencias serán desvanecidas en lo que dará la impresión de ser un
proceso temporal de despertar. Al final se despierta; todas las mentes
despiertan. Siempre, de una forma u otra, se despierta. La mente puede
demorar el recuerdo de la Verdad tanto tiempo como desee demorarlo, pero
el tiempo es ilusorio y no significa nada, y además el ser se siente
irresistiblemente atraído por Sí mismo, por lo cual el "chiste" no dura
nada (temporalmente parece que dura un poco jejeje) y
el despertar es
inevitable.
Resumiendo lo anterior: La Llave Maestra que lo resuelve todo es:
decidir despertar y ser consecuente con dicha decisión.
Nada ni nadie puede impedirnos despertar excepto nuestra propia
indecisión (la cual apoya los apegos). Nadie puede mostrarnos el
despertar excepto
nuestra decisión de despertar y ser consecuentes con dicha decisión.
La Verdad se descubre para ti cuando decides aceptarla. Y aunque la
Verdad es tu propio Ser, solamente puedes conocerte si así lo decides y
dejas de negar lo que eres. Por lo tanto
tu decisión es la clave para experimentar
de la manera más rápida la Verdad (si una mente decide demorarse en reconocer la Verdad, eso no importa, no es problema; no despertará de la manera más rápida pero al final
todas las mentes despiertan, y una vez despiertas y recordándose todas unidas como Uno-Absoluto, se sabe que ciertamente nunca hubo sueño ni nadie dormido;
el "proceso de despertar" es automático, espontáneo; es también una metáfora o manera de hablar, que tiene sentido únicamente mientras parece haber tiempo, pero el tiempo en realidad no existe y una vez despiertos ninguna de las indicaciones o metáforas importarán nada, porque estaremos compartiendo eternamente la plena Felicidad que somos, la cual es inmensa, ilimitada, sorprendentísimamente grata, sorprendentísimamente rica, e indescriptible en palabras, pero plenamente vivible e infinitamente satisfactoria).
Los comentarios de este post tienen sentido desde un contexto de facilitar el despertar de la manera más rápida (porque anima a sondear y aplicar las enseñanzas "serias" que hay a disposición de la humanidad, como son el advaita oriental, UCDM, algunas ramas del budismo, etc; tales enseñanzas no caben en un post pero se puede comentar que existen, están ahí a disposición de quien sienta la llamada a despertar rápidamente).
El despertar es automático y se facilita a sí mismo espontáneamente, parezca que hagamos lo que hagamos, parezca que pensemos lo que pensemos, parezca que decidamos lo que decidamos.
El despertar es algo inevitable: la última ilusion (porque en realidad nunca hubo sueño ni despertar). No importa que una mente transite por vías rápidas al despertar, o por vías lentas. Las mentes motivadas anhelan despertar cuanto antes, pero todas despiertan en su momento propicio, y el tiempo no importa porque no es real. Las vías lentas al despertar suceden por sí mismas, no tiene misterio el asunto. Las vías rápidas están frecuentemente basadas en enfoques similares al advaita (no-dualidad). Continúo estos comentarios en la línea general de este post, o sea, primordialmente enfocados hacia los "atajos" o "vías rápidas" (las cuales no caben en un post pero pueden sintetizarse en frases-clave como
«Conócete a Ti Mismo», «Yo Soy lo que Soy», «Dios es», «Aquiétate y sabe que Yo Soy Dios», «No soy un cuerpo, soy Espíritu inmortal, inmutable, ilimitado», «Sólo el Absoluto Amor es Real», etc).
Uno tiene que desear la verdad: dejar de preferir autoengañarse.
Por
ejemplo, un espejismo de esos donde se ve supuestamente agua en el
desierto es irreal porque aunque sea percibido no tiene agua y no quita
la sed. Una cuchara en un vaso con agua puede parecer torcida, pero en
realidad está recta (aprovecho para comparar esta metáfora con el
lenguaje de UCDM, donde la "cuchara torcida" correspondería a la
percepción errada que dificulta el despertar, la "cuchara recta" correspondería a la
percepción correcta incluido el
"sueño feliz" que ayuda a despertar, y finalmente, el
Cielo o Absoluto correspondería no a la
percepción sino al
conocimiento, al darse cuenta y vivenciar plenamente que
no hay cuchara). Si alguien pidiera que se le demuestre que el
espejismo es irreal o que la cuchara torcida es irreal, se le podría
indicar algún procedimiento para poder darse cuenta y verificarlo por sí
mismo, yendo a ver claramente el espejismo y verificar así que
desaparece y no hay agua, o proponiendo que uno mismo saque la cuchara
del vaso con agua y se verá que la cuchara torcida era solamente una
ilusión. Pero si el peticionario pide que se le demuestre previamente
todo eso, sin estar dispuesto a poner en práctica los medios para
saberlo por sí mismo,
en ese caso es que de momento no quiere despertar (debido a
los apegos, creencias, miedos, etc, por ejemplo debido al miedo inconsciente a
que realmente lo ilusorio a lo que está tan apegado sea irreal, y
entonces negarse a verificarlo de manera diligente). Esta actitud se asemeja a alguien que tapándose los ojos con las manos quisiera que le demostraran la existencia de un árbol que tiene delante: le pueden dar indicaciones de que deje de taparse los ojos con las manos y así saberlo directamente por sí mismo, pero si responde: «no pienso quitarme las manos de los ojos si antes no me demostráis la existencia del árbol»... Incluso así se le podrían proporcionar todavía algunas evidencias indirectas, como sugerirle que se mueva hacia la sombra del árbol y sienta el frescor que da, etc, pero si una mente insiste en no despertar, nada que le digan servirá: ha de ser ella misma la que desee despertar y acepte apartar las manos que le tapan el árbol, dejando de taparse sus propios ojos. (Nota:
frecuentemente hay algunos galimatías en lo que parecen ser diversos
niveles de deseo en la ilusión. Por ejemplo, a un nivel muy profundo y
generalmente inconsciente, todas las mentes quieren despertar; pero en
otro nivel menos profundo y todavía inconsciente, es como otra capa de
deseo en la cual no se quiere despertar y se intenta de manera
inconsciente obstaculizar todo intento de facilitar el despertar; en otra
capa todavía más superficial y esta vez a nivel consciente, puede uno
creer que desea despertar o incluso llegar a
creer que ya ha despertado.
Uno demuestra que verdaderamente ha decidido despertar cuando usa los medios para ello y los aplica —aunque surjan algunas ocasionales pausas— hasta que el ego quede completamente desenmascarado/deshecho).
Concluyendo:
recogerse en la tranquilidad del "simplemente ser" es
lo más sabio que cualquier "durmiente" puede "hacer".
Más que un hacer es
un deshacer porque en el silencio de la pura eseidad (desnuda de
percepciones, creencias, limitaciones, separaciones, conflictos, espacio, tiempo, etc.) no hay cabida para las ilusiones
(porque cuando las ilusiones dejan de ser alimentadas desaparecen
paulatinamente —o de golpe—; y
dejamos de alimentarlas cuando las
desenmascaramos, dejando de creer en ellas, dejando de desearlas y
prefiriendo la verdad).
Estos comentarios han concluido. Autocitándome de lo que dije al
principio, sería de agradecer que estas palabras no fueran tomadas
demasiado seriamente sino más bien como los trinos de los pájaros o las
ocurrencias de un niño. Si algo te sirve, lo usas si quieres. Si nada de
lo dicho te sirve, simplemente pasa de ello, sáltalo, ignóralo, pero
sigue confiando en la Verdad y atendiendo a sus guiños que te acompañan.
Para sondear más sobre este tema cito algunas de las fuentes que más
han influido en este post: Las enseñanzas de Ramana Maharshi, los libros
de
Gary Renard, Un Curso de Milagros (UCDM, donde se aclara detalladamente
cómo funciona la apariencia del ego/dualidad y cómo permitir/aceptar que
tal apariencia quede desmontada y completamente deshecha por la Gracia)
y algunas referencias más que cualquiera encontrará espontáneamente al
interesarse por el advaita (llamémoslo "resonancia",
"destino", "gracia" o como se prefiera, de manera que las informaciones
relevantes aparecen a la consciencia que está interesada).
Apéndice: La vida es sueño
Como complemento final dejo unas notas finales procedentes de la literatura, primero de
Calderón de la Barca, de su obra titulada
«La vida es sueño».
Introducción sacada de aquí:
http://es.wikipedia.org/wiki/La_vida_es_sue%C3%B1o
La vida es sueño es una obra de teatro de Pedro Calderón de la Barca estrenada en 1635 y perteneciente al movimiento literario del barroco. El tema central es la libertad frente al destino.
La
concepción de "la vida es como un sueño" es muy antigua: existen
referencias en el pensamiento hindú, en la mística persa, en la moral
budista, así como en la tradición judeo-cristiana y en la filosofía
griega. Según Platón, el hombre vive en un mundo de sueños, de
tinieblas, cautivo en una cueva de la que sólo podrá liberarse tendiendo
hacia el Bien. Únicamente entonces el hombre desistirá de la materia y
llegará a la luz. El influjo de esta concepción platónica en la obra es
evidente. Segismundo vive en un principio dentro de una cárcel, de una
caverna, donde permanece en la más completa oscuridad por el
desconocimiento de sí mismo; sólo cuando es capaz de saber quién es,
consigue el triunfo, la luz.
La vida es sueño se estrenó en 1635. Al año siguiente fue publicada en la Primera parte de las comedias de don Pedro Calderón de la Barca.
Versos sacados de aquí:
http://www.calderondelabarca.es/
LA VIDA ES SUEÑO
Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Pedro Calderón de la Barca, 1636-1673
Hay otra obra de Calderón de la Barca cuyo título evoca también el tema:
«El gran teatro del mundo».
Y como cita final, una de las más famosas de Shakespeare (copiada de la
Wikiquote):
La vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no tiene ningún sentido.
William Shakespeare (Macbeth)
☼☼☼
Una especie de versión más breve de este post, lo esencial en 7 líneas:
Mundo inexistente, paz inmutable:
https://jugandoalegremente.blogspot.com/2020/06/mundo-inexistente-paz-inmutable.html
Unos posts relacionados:
A lo que sí existe no puede dolerle lo que no existe:
http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/09/a-lo-que-si-existe-no-puede-dolerle-lo.html
Cuchara torcida, cuchara recta, no-cuchara: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/09/cuchara-torcida-cuchara-recta-no-cuchara.html
Sólo el ego puede sufrir: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2013/06/solo-el-ego-puede-sufrir.html
El dolor es una ilusión: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2014/01/el-dolor-es-una-ilusion.html
¿Qué diferencia hay entre decir que "el mundo es irreal" y que "el mundo no existe"?:
https://jugandoalegremente.blogspot.com/2019/01/que-diferencia-hay-entre-decir-que-el.html
*
¡Muy bueno! Queda clara la distinción entre la Vida y el mundo. Pero entonces, ¿le duele a la Vida cuando algún personaje del mundo sufre? ¿Si alguien sufre , sufre la Vida? Lo digo porque si es Una , dolor de uno es dolor de todos ¿o no?