sábado, 21 de marzo de 2020

El único aparente problema: el deseo inconsciente de separación

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Lo que ves es un reflejo de lo que crees. Y lo que crees proviene de lo que deseas. Cuídate de tu deseo y no perturbarás la paz siempre presente. Este Momento puro, desnudo, sin desear cambiarlo, es plenitud y paz. Y en realidad es inmutable, por lo que desear cambiarlo es un autoengaño.

El presente con formas no es el verdadero presente, sino un autoengaño, una especie de presente artificial, producto del deseo, generalmente inconsciente, de separación. Ese deseo genera la creencia de la separación, la cual es parcialmente consciente y parcialmente inconsciente. Y creer en la separación produce la ilusión de un supuesto mundo de formas que ves.

El origen de todo esto es un autoengaño en gran medida inconsciente. Pero puedes ir tomando conciencia del asunto, y así disolver la creencia y el deseo del que proviene. Mediante lo que ves y lo que sientes puedes darte cuenta de lo que realmente crees a nivel inconsciente. Y al observar sin juicios tus creencias, puedes ir más allá de ellas hasta el deseo que las engendra y disolverlo. Así invitas de nuevo a la paz, que como ya está siempre presente, solo tienes que aceptarla y reconocerla.

El verdadero presente es lo único que hay y lo único que necesitas.

Este Momento desnudo y natural es la infinitud de paz y plenitud.
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