jueves, 31 de mayo de 2012

¿Cómo surgió el ego?

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Me han llegado unas citas de advaita por mail. Copio dos de ellas, de Ramana Maharshi y de Shankara, por su brevedad:

La de Ramana Maharshi:

Devoto: ¿Cómo surgió el ego?

Ramana Maharshi: No es necesario saberlo. Conozca el presente. Si no conoce eso, ¿por qué se preocupa por otros tiempos?

Cita sacada de «Conversaciones con Sri Ramana Maharshi», la del 22 de septiembre de 1936, numerada en el libro como la número 247.

Comparto esta cita para que se vea la similitud entre las aclaraciones de Ramana Maharshi con las de UCDM. En Un Curso de Milagros se explica el mismo tema en varios momentos, aclarándolo de manera muy similar, por ejemplo en la siguiente cita:

     Es razonable preguntarse cómo pudo la mente haber inventado al ego. De hecho, ésa es la mejor pregunta que puedes hacerte. Sin embargo, no tiene objeto dar una respuesta en función del pasado porque el pasado no importa, y la historia no existiría si los mismos errores no siguiesen repitiéndose en el presente. (T.4.II.1.1-3) (Página 62 del Texto)

En definitiva... que el ego no ha surgido. La separación no ha surgido, nunca sucedió. Tratar de explicar cómo sucedió la separación/ego, es insistir en considerar como real lo que no ha sucedido. Pero si la ilusión persiste (parece persistir), tiene sentido alumbrarla para desvanecerla. En tal caso, tal alumbramiento sucede en el presente, que es cuando mantenemos la insistencia ("error") de malinterpretar que el ego/separación parezca existir ahora. Ninguna ilusión sobrevive cuando deja de ser deseada. Pero nos quedaba una cita más...

Así que como postre, añadamos una cita aún más breve de Shankara:

¡Oh, mente mía!, tú te solazas en ideas vanas como «yo» y «mío».

¡Fin!
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Puzzle de «Maestros Ascendidos»

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Encontré este puzzle en internet. Aquí queda como simpático homenaje, por los viejos tiempos jejeje (fui muy aficionado al tema de los «Maestros Ascendidos» sobre todo durante la década de los '90). Me ha resultado agradable ver que Ramana Maharshi (y algún otro conocido en este blog) forma parte de la lista. Para agrandar la imagen, supongo que bastará haciendo click sobre ella (o si no, descargándola).

¡Saludos!

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miércoles, 30 de mayo de 2012

¿Es necesaria la dualidad para que el Absoluto pueda experimentarse a Sí mismo?

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Es una pregunta típica en las conversaciones sobre dualidad y no-dualidad. A Ramana Maharshi le preguntaron algo parecido y comentó que el Sí mismo es Autoconsciente, Autobrillante (obvio por Sí mismo), se "saborea" a Sí mismo en Unidad, sin necesidad de dualidad. La dualidad es irreal y no existe. Pero un día le plantearon a Ramana Maharshi una clásica metáfora muy usada por los dualistas desde antiguo. Tal metáfora dice aproximadamente lo siguiente: si el azúcar fuese la no-dualidad, preferimos mantener algo de dualidad (por ejemplo como en la metáfora de un animal con lengua que paladee golosamente el azúcar) para así poder saborearla, pues de lo contrario la no-dualidad no puede saborear su propia felicidad, al no haber algo aparte que la saboree. Ramana Maharshi respondió aproximadamente algo así: que la metáfora es incorrecta porque el Sí mismo es Autoconsciente y puede conscienciar Su propia felicidad (puede conscienciar completamente Su propio Ser). Añadió que el fallo de la metáfora es que en ese ejemplo el azúcar no es consciente, y consecuentemente se requiere de consciencia para que pueda ser saboreada (por ejemplo la consciencia de una persona o animal que saboree tal azúcar). Pero dijo que si el azúcar fuese consciente, entonces no necesitaría a nadie aparte de ella para poder disfrutarse a sí misma. Y esto es lo que sucede con el Sí mismo: es pura Consciencia y es Autoconsciente (consciente de lo único que existe: Sí mismo). Por lo tanto no se necesita de lo irreal para que lo Real pueda ser pleno y conocerse a Sí mismo.

A continuación traigo unas citas sobre el mismo tema. Son comentarios de los "gurus" de Gary Renard (llamados Arten y Pursah), citas extraídas de los libros «La Desaparición del Universo» y «Tu Realidad Inmortal», ambos de Gary Renard.

En este contexto (en este post) se usan como sinónimas las siguientes palabras, todas para referirse al Absoluto: Dios, Amor, Cielo, no-dualidad, Sí mismo, Ser (referido al puro Ser, no a la "Consciencia Cósmica" la cual es ilusoria), no-ser, Espíritu (referido al Uno inmutable, no confundir con "alma"), Eso, etc.

En primer lugar, del libro «La Desaparición del Universo»:

Gary: Mis amigos y yo pensamos que Dios creó el mundo para poder conocerse experimentalmente, y supongo que ésta es una creencia Nueva Era muy extendida. ¿No creó Dios la polaridad, la dualidad y todas las oposiciones sujeto-objeto del mundo?

Pursah: En una palabra, no. Dios no creó la dualidad, y Él no creó el mundo. Si lo hubiera hecho, sería el autor de «un cuento contado por un idiota», tomando prestada la descripción que Shakespeare hace de la vida. Pero Dios no es un idiota. Te lo demostraremos. Él sólo puede ser una de dos cosas. O bien Él es Amor perfecto, como dice la Biblia cuando tropieza momentáneamente con la verdad, o es un idiota. No puede ser las dos cosas a la vez. 

Más adelante (en la misma conversación) surge este otro comentario:

Arten: (...) Y en cuanto a la presunta belleza y complejidad del universo, es como si hubieras pintado un cuadro con un lienzo defectuoso y con pintura de mala calidad, y seguidamente, en cuanto acabas de pintar, el cuadro empieza a cuartearse y las imágenes que están en él empiezan a deteriorarse y caerse a trozos. El cuerpo humano parece un logro sorprendente, hasta que algo empieza a ir mal en él.

Estas citas están descontextuadas, en el libro las explicaciones van muy bien complementadas unas con otras. Como ligero contexto, diré que ahí se refiere a que la dualidad, al ser un símbolo de la ilusoria separación de la plenitud (la falsa creencia de la separación de Dios), no es más que un conjunto lastimoso de símbolos de ruinas que simbolizan tal separación/debilidad: enfermedades, accidentes, problemas, muertes, deterioro, envejecimiento, etc. Incluso tras la superficial belleza de un bosque, mirado de cerca resulta que todo está envejeciendo (los árboles "morirán" un día) y hay una "guerra de supervivencia" en el subsuelo y por encima de él: las raíces peleando entre sí por el agua, los animales compitiendo por el sustento, las ramas de los árboles empujándose unas a otras en busca de mayor luz solar, etc. O sea, que la separación es un no parar de luchar, son símbolos de conflicto, de guerra, de muerte, de envejecimiento, de cambio. Pero Dios/Absoluto es inmutable. Todo lo que está unido a Ello, es inmutable, y no cambiante como la ilusoria dualidad.

Arten: No hay nada en el universo que no siga el patrón de decadencia y muerte, y no hay nada aquí que pueda aparentemente vivir sin que muera alguna otra cosa. Tu mundo es muy impresionante hasta que aprendes a mirar verdaderamente. Pero la gente no quiere mirar verdaderamente, y no sólo porque el panorama no es hermoso, sino porque el mundo está pensado para encubrir un sistema de pensamiento inconsciente que gobierna sus vidas y del que no se dan cuenta conscientemente.

Bien, dejemos ese libro por esta vez. Por supuesto que la separación es solamente una creencia, por lo tanto el mundo descrito en el comentario anterior no existe. La separación pareció ocurrir (una imaginación), pero no sucedió. La dualidad no existe. Pero esto lo comentan más largamente en otros momentos del libro. Volvamos a nuestro tema de hoy, lo de si la dualidad es necesaria para que la no-dualidad pueda experimentarse a Sí misma. Ha quedado claro lo dicho por Ramana. Y también lo dicho por Pursah. De todos modos, son palabras: sólo la experiencia directa puede aclarar la obviedad de si la dualidad tiene sentido o es completamente irreal, sin concesión alguna. En el resto del libro explican también cómo reconocer nuestro verdadero Ser (la espléndida y plena no-dualidad) y así saber todo esto de "primera mano", sin el más mínimo atisbo de duda.

De todos modos complementaré lo ya dicho sobre el tema del título del post, con unas citas más de Arten y Pursah, extraídas esta vez del segundo libro de Gary Renard, «Tu Realidad Inmortal»:

Gary: Bien, hay gente que piensa que Dios no se podía experimentar a Sí Mismo en la Unidad, y que el único modo de hacerlo fue crear este mundo y vivir en él. Mucha gente parece escuchar a autores y profesores que dicen esto, como los libros de Conversaciones con Dios

Pursah: Si miraran más a fondo, se darían cuenta de que están considerando que Dios es un demente. Tú tuviste la experiencia mística de ser uno con Dios en el Cielo, ¿cierto?  ((nota: Dios y Cielo son sinónimos de Absoluto; con la palabra "Cielo" no se refieren a un lugar; más bien a una especie de "estado", pero que tampoco es un estado tal como se suele usar la palabra, porque no es algo que va y viene, sino que siempre es y nunca cambia; no hay palabra para Ello, pero alguna hay que emplear, y se pueden usar por ejemplo las palabras "vislumbre" o "experiencia mística" para aludir a un vistazo temporal a Eso que es intemporal, permanente e inmutable, la pura Unidad))

Gary: Sí.

Pursah: ¿Y cómo compararías el Cielo con este mundo?

Gary: No hay comparación. En el Cielo, tú eres Dios.

Pursah: Pero es una experiencia, como una conciencia, ¿no es así?

Gary: ¡Claro que sí! Es una experiencia mucho más grandiosa que cualquier cosa que este mundo pueda ofrecer.

Pursah: De acuerdo. Entonces, la idea de que Dios tuvo que hacer este mundo para experimentar la dualidad y poder apreciarse y disfrutarse equivale a la idea de que para experimentar y disfrutar del sexo también tienes que experimentar que te metan un tiro en las tripas. No. El dolor es el resultado de la culpa que vino de pensar que estabas separado de Dios, y no tienes que experimentar dolor para experimentar el placer de la realidad. Pero tienes que perdonar el dolor y el sufrimiento, y renunciar a ellos, para retornar a la realidad.

El mundo dual no existe. No es necesario, ni tampoco existe. Es un mundo que funciona mediante la percepción (perceptor/percibido, sujeto/objeto, concebidor/concebido, pensador/pensado), y la percepción es simbólica, irreal. En Un Curso de Milagros (UCDM) se dice:

     El valor de la percepción correcta reside en la conclusión inevitable de que toda percepción es innecesaria. (T.4.II.11.3) (Página 65 del Texto)

O sea, que ninguna percepción es necesaria. La percepción es irreal, y mientras parecemos soñar con un mundo irreal, el único uso útil de la percepción será ayudarnos a despertar, lo cual conlleva la disolución de toda percepción, pues solamente lo inmutable es verdadero mientras que las percepciones son cambiantes. En ese mismo párrafo también se dice:

¿Quién es el "tú" que vive en este mundo? El espíritu es inmortal, y la inmortalidad es un estado permanente. El espíritu es tan verdadero ahora como siempre lo fue y lo será siempre, ya que no entraña cambios de ninguna clase. No es un continuo, ni se puede entender tampoco comparándolo con un opuesto. El conocimiento nunca admite comparaciones. En eso estriba su diferencia principal con respecto a cualquier otra cosa que la mente pueda comprender.

El mundo dual no es real. Ese imaginario mundo es cosa de locos, dice en cierto modo el Curso. O bien Dios es Amor, o bien está loco. Sobre esto voy a copiar unos comentarios finales (de Arten y Pursah, en una conversación de más adelante del libro, donde ellos citan diversos fragmentos de UCDM):

Pursah: (...) Perdona, querido hermano, y el sueño mortal del ego no tendrá relevancia para ti. Exponerlo, verlo tal como es y perdonarlo te liberará.
       Escucha lo que J ((es como ellos llaman a Jesús)) dice aquí:

     «La muerte es el sueño central de donde emanan todas las ilusiones. ¿No es acaso una locura pensar que la vida no es otra cosa que nacer, envejecer, perder vitalidad y finalmente morir? Ya hemos planteado esta pregunta anteriormente, pero ahora debemos examinarla con mayor detenimiento. La creencia fija e inalterable del mundo es que todas las cosas nacen para morir. Se considera que así es como "opera la naturaleza", y ello no se debe poner en tela de juicio, sino que debe aceptarse como la ley "natural" de la vida. Lo cíclico, lo cambiante y lo incierto; lo inestable y lo inconstante; lo que de alguna manera crece y mengua siguiendo una trayectoria determinada, es lo que se considera la Voluntad de Dios. Y nadie se pregunta si un Creador benigno hubiese podido disponer algo así». (M.27.1) ((Página 72 del Manual para el maestro))

Arten: «La "realidad" de la muerte está firmemente arraigada en la creencia de que el Hijo de Dios es un cuerpo. Y si Dios hubiese creado cuerpos, la muerte sería ciertamente real. Pero en ese caso Dios no sería amoroso». (M.27.5.1-3) ((Página 73 del Manual para el maestro))


Pursah: «Si el universo que percibimos fuese tal como Dios lo creó, sería imposible pensar que Dios es amoroso. Pues aquel que ha decretado que todas las cosas mueran y acaben en polvo, desilusión y desesperanza, no puede sino inspirar temor. Tu insignificante vida está en sus manos, suspendida de un hilo que él está listo para cortar sin ningún remordimiento y sin que le importe, tal vez hoy mismo. Y aun si esperase, el final es seguro de todas formas. El que ama a un dios así no conoce el amor, ya que ha negado que la vida sea real. La muerte se ha convertido en el símbolo de la vida. Su mundo es ahora un campo de batalla, en donde reina la contradicción y los opuestos luchan en una guerra interminable. Allí donde hay muerte es imposible la paz». (M.27.2) ((Página 72 del Manual para el maestro))

Arten: «La muerte es el símbolo del temor a Dios. La idea de la muerte oculta Su Amor y lo mantiene al margen de la conciencia cual un escudo puesto en alto para bloquear el Sol. Lo siniestro de este símbolo basta para demostrar que la muerte no puede coexistir con Dios. La muerte presenta una imagen del Hijo de Dios en la que éste acaba "descansando en paz" en los brazos de la devastación, donde los gusanos lo esperan para darle la bienvenida y así prolongar un poco más su propia existencia gracias a su muerte. Mas los gusanos están igualmente condenados a morir. Y de esta forma, todas las cosas viven gracias a la muerte. En la naturaleza, el devorarse unos a otros es la "ley de la vida". Dios está loco y sólo el miedo es real. (M.27.3) ((Página 72 del Manual para el maestro))

No vendría mal leer ese capítulo 27 del Manual para el maestro completamente, sólo son un par de páginas pero el tema de la muerte está brillantemente planteado ahí. En cualquier caso, con las citas copiadas queda clara la postura de Arten y Pursah, coincidente con la de UCDM al cual citan. Concluyendo: o bien el Amor es verdad, o bien lo sería el caos (separación, culpa, miedo, desamor, etc). Si Dios/Absoluto es Amor, entonces el mundo dual no existe en modo alguno. Sería absurdo que hubiese un mundo de separación, debilidad, vejez, discusiones, problemas, enfermedades, muerte, y que eso procediese del Amor/Unidad. Un mundo así de cambiante y cruel niega que el Amor/Inmutabilidad pueda ser real. O uno, o lo otro. Y elegir la dualidad es en último término imposible, porque es imposible elegir lo que no existe jejeje. Por eso, al final, todos "despiertan". Porque somos Amor perfecto y solamente el Amor perfecto existe.

No existe, pues, la dualidad o mundo de la muerte. Aquí van unas últimas breves citas al respecto, dado que en Un Curso de Milagros se establece claramente la irrealidad de la muerte:

     La muerte no existe. Lo que existe es la creencia en la muerte. (T.3.VII.5.11) (Página 55 del Texto)

      Vida y muerte, luz y obscuridad, conocimiento y percepción, son conceptos irreconciliables. (T.3.VII.6.6) (Página 55 del Texto)

     Al mundo no se le abandona mediante la muerte sino mediante la verdad, y la verdad sólo la pueden conocer aquellos para quienes el Reino fue creado, y por quienes espera. (T.3.VII.6.11) (Página 56 del Texto)

     La muerte no existe porque lo que Dios creó comparte Su Vida. (L.PI.167.1.5) (Página 340 del Libro de ejercicios)

     La muerte no existe porque Dios no tiene opuesto. (L.PI.167.1.6) (Página 340 del Libro de ejercicios)

     La muerte no existe porque el Padre y el Hijo son uno. (L.PI.167.1.7) (Página 340 del L. de ej.)

¿Cómo entonces recordar nuestra inmortalidad y vencer a la ilusoria muerte para siempre, despertando del inexistente sueño de la dualidad?

      La salvación, perfecta e íntegra, sólo pide que desees, aunque sea mínimamente, que la verdad sea verdad; que estés dispuesto, aunque no sea del todo, a pasar por alto lo que no existe; y que abrigues un leve anhelo por el Cielo como lo que prefieres a este mundo, donde la muerte y la desolación parecen reinar. (T.26.VII.10.1) (Página 624 del Texto)

Podemos seguir creyendo nuestras propias mentiras al insistir en jugar a imaginarlas... o podemos perdonar/desenmascarar las falsas creencias y recordar la verdad:

      El espíritu es inmortal, y la inmortalidad es un estado permanente. (T.4.II.11.9) (Página 66 del Texto)

Como solo la verdad ES, todos los aspectos del Ser se hartaron de contarse mentiras a sí mismos, tras lo cual su atención retornó a la inmutable Verdad de su Ser: todos despertaron y resultó obvio que el ilusorio sueño nunca había acontecido. Los sueños fugaces, si alguna vez parecieron existir, fueron instantáneamente olvidados para siempre porque la felicidad de lo permanente lo llena todo con Su plenitud Unificada.

Resumiendo: la dualidad no es necesaria y además no existe. Sólo existe el Amor, que es Unidad inmutable. El Absoluto no necesita nada aparte de Sí mismo, porque es pleno y además no existe nada aparte de Sí mismo. Quien descubre esto, se descubre a Sí mismo y no probará la muerte.

¡Saludos!

PD: Hay un brevísimo post de Nisargadatta Maharaj relacionado con este asunto, que posteé aquí:  http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2012/02/nisargadatta-maharaj-el-tiempo-no.html
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martes, 29 de mayo de 2012

¿Ser bondadosos significa tener que comportarnos de alguna manera determinada?

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Adapto un mail escrito hace poco, por si a alguien más le resuena. Como siempre que en este blog sale mencionado el tema del perdón, quien no esté familiarizado con que el perdón al que nos referimos no es el perdón habitual del mundo sino el proceso no-dual de perdón que se enseña en Un Curso de Milagros (UCDM) podrá entender mejor a qué nos referimos si sigue la pista a las indicaciones de este post: Síntesis del Perdón

Primero, como de costumbre, reescribo-sintetizo la pregunta:

¿Qué hay acerca del tema de la bondad? ¿Significa simplemente que nos conviene perdonar? ¿O también deberíamos atenernos a determinadas reglas de comportamiento "bondadoso"?

Copia del mail:

Lo de la bondad, es natural ser bondadosos porque sólo existe la Bondad (el Amor). Dentro del sueño esto no tiene por qué significar atenerse a reglas precisas, porque como siempre en UCDM, lo que cuenta no es lo que parece (los comportamientos, sucesos o acciones en los que parecemos vernos envueltos) sino que lo que importa es cómo lo vivimos interiormente (lo mental). Y la bondad es eso: lo interior, el amor (el cual no es raro que se exprese en apariencias que mucha gente llamaría "acciones bondadosas", pero no siempre parecerá así, ya sabes: un jnani no siempre es reconocible por las aparentes acciones de su cuerpo, y eso mismo se aplica a todos: un bondadoso no siempre es reconocible por las acciones de los cuerpos).

La bondad es fundamentalmente interior, y el interior influye sobre la proyección "exterior", aunque hay que tener la mente limpia para saber reconocer la bondad inherente a cada situación (porque no hay situaciones carentes de bondad, ¡ni siquiera en el sueño!, y cuando parece que no hay bondad, es porque ésa es nuestra actitud interior: estamos negándonos a reconocer la bondad, tanto la "chispa" de bondad que hay en toda apariencia como sobre todo negamos así reconocer nuestra bondad interior, que es la que se refleja en todas partes cuando la reconocemos y amamos).

Por lo tanto, toda situación es bondadosa (toda situación es una expresión de amor o una petición de ayuda, y ambas posibilidades son una oportunidad para reconocer la bondad y responder con bondad).

Y como ya te dije una vez, a veces lo más bondadoso que nos inspirará el Espíritu Santo será darle a alguien una patada en los huevos (pocas veces, esto son excepciones), pero se la daremos con amor y por "consejo" del Espíritu, no por odio ni por dejarnos llevar por el miedo o la rabia del ego. ¡No se pueden juzgar las acciones por lo que parece, sino por lo que realmente va a resultar de ayuda, y lo único que realmente ayuda es lo que ayuda a despertar, por lo tanto lo que aumente el amor y disminuya el miedo en general de todos los seres!

A mí la palabra bondad me gusta mucho, aunque la suelo usar de manera más abstracta de lo usual (la mayoría de las personas creo que la usan de manera más concreta, enfocada en acciones en el mundo, acciones que ellos etiquetan como "bondadosas" basándose en que son acciones que les gustaría recibir jejeje). El mundo suele interpretar como "bondadoso" cuando se le da la razón o se obedece a lo que te piden. Pero la verdadera bondad no es eso. La verdadera bondad es escuchar al Espíritu y despertar. La verdadera bondad es regresar al Hogar, reconocer el Amor. Para lograr eso rápidamente se nos regaló la herramienta del perdón. Visto así, entonces lo más bondadoso que podemos hacer mientras parezcamos estar en este mundo es perdonar. No se trata de acciones, ¿ves?, sino de un cambio de mentalidad (el perdón). Eso es la auténtica bondad, la cual nos conduce a la Bondad no-dual, que es puro Ser intemporal.

Otra cosa. Aunque la verdadera bondad es perdonar, y no se trata de acciones, sí es cierto lo siguiente: cuando reaccionamos con ira o nos parece que hemos sido atacados, eso es una falta de perdón (por lo tanto, es una falta de bondad). Esto es así porque cuando nos enfadamos, creemos haber sido atacados, y esa creencia es separadora: para poder ser atacados, es necesaria la dualidad: debe haber alguien separado de nosotros que pueda atacarnos. Por lo tanto, cuando nos enfadamos o reaccionamos con medidas defensivas a un supuesto "ataque", en realidad es una oportunidad para que nos demos cuenta de que ahí tenemos una creencia inconsciente que apoya la dualidad, y si la perdonamos y entregamos al Espíritu, nos liberamos de una creencia falsa más. En cambio, si nos dejamos llevar por la ira y reaccionamos "feamente", entonces no estaremos perdonando (aunque podremos perdonar más tarde si nos damos cuenta y cambiamos de opinión sobre lo sucedido, reconociendo que no era real... ¡y no olvidar en esos casos el perdonarnos también a nosotros mismos! por la supuesta ira y por nuestra supuesta reacción "atacante", porque la bondad y el perdón deben aplicarse también a uno mismo, ¡todos somos inocentes, nosotros mismos también!, y nada de lo aparentemente sucedido en las apariencias era real: nuestra supuesta reacción de enfado tampoco lo es) y al reaccionar "feamente" estaremos reforzando en nosotros mismos y en la otra persona implicada la idea de que podemos discutir y pelearnos, de que podemos estar separados y en conflicto, o sea, reforzamos en ambos la creencia en la dualidad. Si en cambio reaccionamos "bondadosamente", es más fácil que ambas personas, uno mismo y quien parece estar ahí, se vayan relajando. Lo primordial de todos modos es acordarnos de perdonar y así deshacer la creencia en la dualidad. Los comportamientos "bondadosos" irán brotando espontáneamente, pero si los cultivamos un poquito (no por nuestra cuenta, sino contando con el Espíritu Santo como consejero) podremos comprender en la práctica qué fácil se relajan las cosas cuando ponemos un poquito de nuestra parte. Porque cuando dos personas discuten en quién tiene razón, a veces se pelean como los duelos de ciervos con los cuernos, haciendo la discusión real y cada vez más "fuerte", pero si uno de los dos comprende que eso no es nada y depone la actitud de ataque, eso hará que relajarse sea más fácil para los dos.

Cuanto más comprendemos que no hay nadie ahí afuera, sino que todo es un reflejo de uno mismo, será cada vez más difícil reaccionar con ataques ni con medidas "defensivas", porque sabremos que todo es un reflejo de nuestras propias ansias interiores de guerra, y no responderemos a eso sino que lo perdonaremos. Nadie se pone a discutir contra su propia imagen en el espejo del cuarto de baño, ¿verdad? jejeje Y cuando se comprende esto claramente, nuestras acciones reflejarán esta comprensión y puede que muchos interpreten nuestras acciones como bondadosas, porque no sentiremos necesidad ni de atacar ni de defendernos de los supuestos ataques de otros (date cuenta que las "medidas defensivas" no son más que otra forma de ataque: son una excusa para justificar nuestro ataque: "como he sido atacado, debo tomar medidas y defenderme" jejeje).

La verdadera bondad no sabe nada de acciones, es simplemente amarlo todo sin excepción: es una antorcha de luz que no le niega la luz a nadie. Es como el sol. Esa bondad puede expresarse sobre el mundo como acciones aparentemente bondadosas, aunque a veces no serán entendidas así cuando lo más amoroso que necesite alguien sea una reprimenda o una patada en los huevos. De todos modos, ¿quién es capaz de dar una reprimenda o una patada en los huevos con amor y no desde el odio ni la creencia en el ataque? Generalmente, procurar que nuestras acciones sean "bondadosas" puede resultar de ayuda para no echar más gasolina a los fuegos (conflictos), pero no hay regla fija, lo único sensato es consultar siempre con el Espíritu Santo y poner en práctica humildemente sus consejos, que siempre funcionan a la larga porque Él tiene la Visión completa de cada asunto y sabe lo que va a resultar de más ayuda para el despertar colectivo de todos.

Nunca hemos hecho nada malo. Nunca nadie ha hecho nada malo. Todos somos inocentes. Nadie se ha separado de la inocencia, nadie se ha separado de Dios. Sólo existe la hermosa Unidad, y nunca ha habido ni habrá dualidad. ¡Saber esto sin sombra de duda es tan relajante!

 Parezca lo que parezca suceder en el teatro de los cuerpos, la verdad para todo Hijo de Dios es la siguiente: «¡Yo Soy la Bondad!».

¡Un abrazo!

Fin de la copia del mail.

Lo siguiente no forma parte del mail pero como complemento voy a copiar unos comentarios de las páginas 160 a 162 del libro «Tu Realidad Inmortal», de Gary Renard, comentarios que he encontrado un día después abriendo el libro al azar; y tratan este tema del comportamiento/bondad:

Gary: (...) Nadie externo podría decir lo que está sucediendo en tu mente, pero para ti ahora, lo importante es el amor. Lo que importa no es la forma, sino el contenido.

Pursah: (...) Tienes razón. Lo que importa no es lo que haces. Es con qué guía lo haces, si con el ego o si con el Espíritu Santo. Cada elección lleva a una experiencia totalmente diferente. La gente cree que puede juzgar a los demás por lo que hacen, pero esto no siempre es así. Es posible que alguien tenga un trabajo en el que se vea obligado a hacer cosas que al mundo no le parezcan muy espirituales. Sin embargo, cualquier cosa puede ser espiritual si eliges la guía del Espíritu Santo. De modo que en realidad ningún trabajo es más espiritual que otro.
       Ahora bien, aunque lo que haces no sea el lugar donde has de enfocarte, también hemos señalado que tus acciones son el resultado de lo que piensas. De modo que a veces se puede decir mucho de la gente por su forma de ser. Por ejemplo, si alguien acostumbra a estar enfadado y dice cosas rudas a la gente, ¿qué dice eso de él?

Gary: Bueno, probablemente se odia a sí mismo.

Pursah: Sí. Tu manera de tratar a los demás es un buen indicador de cómo te sientes contigo mismo. Si les miras con hostilidad, estás diciendo que tienes una mente en conflicto. Si les miras con bondad, eso es un síntoma de que tienes la mente en paz. No sólo eso, sino que tu manera de tratar a los demás determinará y reforzará cómo te sientes contigo mismo. Se trata de un ciclo, y puede ser un ciclo virtuoso o un ciclo vicioso. Cierto, hay personas que son amables con los demás y no necesariamente se sienten cómodas consigo mismas, pero suelen estar cerca de hacer un cambio. Si expresan amor, es un símbolo de que están en el buen camino, y sólo necesitan un poco de ayuda para entender la opción que está a su disposición. En cuanto lo hagan, es más probable que elijan su fuerza, el Espíritu Santo dentro de ellos, en lugar de su debilidad, que es el ego.

Gary: He oído a grandes personas, desde el Dalai Lama hasta Ken Wapnick, insistir en la importancia de ser bondadoso. Ahora entiendo lo que querían decir. Si tu manera de ver a los demás dice mucho de cómo te sientes ahora, y también determina cómo te sentirás contigo mismo en el futuro, en realidad te estás haciendo un favor siendo bondadoso y compasivo.

Pursah: Muy cierto.


Fin de la cita. En fin, que me agrada la bondad jejeje. Dentro del escenario/sueño, lo único llamable auténticamente bondadoso es lo interior: una mentalidad sana, una mentalidad amorosa, una mentalidad perdonadora/liberadora. Esta mentalidad deshace el sueño y produce el despertar. Más allá del sueño, la verdadera Bondad-no-dual es espléndida, bellísima, sin forma ni límites, intemporal, ilimitada. La Bondad del Cielo no puede ser descrita en palabras, es la mismísima naturaleza del Amor. Es nuestro Ser, tal como Es. Si bien, quienes usan esa palabra de manera muy delimitada (para aplicarla a comportamientos), tendrán que concluir que en el Cielo no hay bondad. Y estará bien dicho, porque en el Absoluto ese tipo de bondad no tiene sentido: en el Absoluto no hay nociones como la idea de "elegir", la idea de "comportamiento", etc. Por lo tanto, quizás Ken Wapnick diría que en el Cielo no hay bondad, y yo preferiría decir que el Cielo es lo mismo que la Bondad. Ambos planteamientos son correctos y se estaría diciendo básicamente lo mismo. Simplemente se usa de un modo ligeramente diferente la palabra "bondad".

¡Saludos!
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lunes, 28 de mayo de 2012

¿El perdón transforma el sueño?

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Por si la reflexión resultara útil a alguien más, copio un par de mails que escribí uno seguido del otro como comentarios a este tema. Como siempre en este tema del perdón, quien no esté familiarizado con que el perdón al que nos referimos no es el perdón habitual del mundo sino el proceso no-dual de perdón que se enseña en Un Curso de Milagros (UCDM) podrá entender mejor a qué nos referimos si sigue la pista a las indicaciones de este post: Síntesis del Perdón

Primero reescribo-sintetizo la pregunta:

He leído en «La Desaparición del Universo» que el perdón tiene ventajas adicionales en el sueño (aunque no siempre sean perceptibles en el consciente del que perdona). ¿No se contradice eso un poquito con lo que enseña UCDM de que el motivo del perdón es despertar del sueño en vez de tratar de mejorarlo?

Primer mail (explicación más abstracta pero la más "completa"):

Están relacionadas ambas cosas (el despertar y el sueño feliz). El único objetivo digno de buscarse es despertar del sueño (no cambiarlo ni mejorarlo). Cuando uno se pone a favor del despertar, sucede que durante ese proceso (de despertar) el sueño cambia de determinada manera (se vuelve más brillante/feliz, hasta que un día finalmente se disuelve completamente).

El sueño no es real (no es inmutable), sino que es cambiante. De todos modos siempre cambia, pues el cambio es la "naturaleza" de lo irreal. Por eso, mientras parezca aparecer el sueño, siempre será cambiante. Y el sueño será mucho más apacible si esos cambios son interpretados y "dirigidos" (dejados en Sus Manos) desde el Espíritu que si continuaran siendo interpretados y "dirigidos" desde el ego.

Una vez entendido esto, se comprende que el objetivo del perdón es despertar (no cambiar el sueño), pero que como efecto secundario produce cambios en el sueño mientras se procesa tal despertar. Estos efectos secundarios no han de ser buscados por sí mismos (no son lo importante porque lo ilusorio no es importante) y por eso Arten y Pursah los llaman "ventajas adicionales". También por eso, en advaita se hace muchísimo hincapié en la entrega desapegada donde se dejan todas las circunstancias en manos de Dios. Y por eso en UCDM se dice que los milagros han de ser involuntarios (no tratar de controlarlos o de determinar de antemano sus resultados). El único uso útil de los cambios en el sueño es cuando producen una disminución del miedo (porque eso ayuda al proceso de despertar, y despertar es lo único realmente importante: es lo único digno de ser buscado).

Por el contrario, cuando alguien busca resultados concretos en el sueño (en lugar de confiar en la buena Voluntad de la Providencia Divina), eso no ayuda a despertar porque significa que hay apego: uno se estaría aferrando a los resultados, y por lo tanto se estaría reforzando la creencia de que el mundo es real.

Visto esto estaría bien dicho concluir lo siguiente: el perdón es una herramienta para despertar (no para cambiar ni mejorar el sueño), la cual puede producir o no aparentes mejoras en el sueño (las produce siempre, pero no siempre son percibidas como "mejoras"), pero no hay que apegarse a esos efectos sobre el sueño sino desapegarse comprendiendo que lo importante es el despertar y la verdad del amor y la paz.

La práctica del perdón puede producir mejoras en la apariencia del sueño, claro que sí. Pero esto no siempre parece así, ni es lo que se busca (y repito, no hay que aferrarse a los resultados ni preocuparse por las apariencias). Lo que se busca es despertar. Y aunque antes o después el perdón hace posible el sueño feliz, tal sueño feliz no es un objetivo en sí mismo, sino que el sueño feliz tiene valor solamente porque se convierte en el trampolín para culminar el proceso de despertar (donde Dios da el "último paso"). Y entonces el sueño feliz también desaparece. Y lo que queda, no es nada perceptible ni concebible para la conciencia dual. Lo que queda es genial, mejor que genial. Lo que queda es la Fiesta perfecta; es Ello, intemporal.

Fin del primer mail.

Segundo mail (explicación incompleta porque se basa en que se haya leído el mail anterior, pero esta vez es una explicación más concreta y con ejemplos, quizás más fácil de entender):

Se me ocurrió una idea más jejeje (para explicar lo mismo).

Aquí va un ejemplo sobre lo que dije en el mail anterior (sobre el perdón para despertar, aunque también tenga el efecto secundario o efecto colateral de cambiar apariencias del sueño):

 Comparemos los siguientes dos ejemplos y se comprenderá:

1) Perdonas un resfriado que tu cuerpo parece tener. Como resultado del perdón, tu despertar se acelera. El resfriado puede que desaparezca o puede que no, pero eso no es lo que importa, lo que importa es que vas despertando porque vas deshaciendo la culpa inconsciente. Y si por "casualidad" el resfriado se desvanece, eso puedes considerarlo un efecto secundario o, como decían Arten y Pursah, un beneficio o ventaja adicional (no lo buscas, pero si sucede está bien).

2) Mira en tu vida. Supongamos que quieres ir a algún sitio, al trabajo o de compras, y que tomas el autobús. Y encuentras asiento libre y te sientas durante el trayecto. Finalmente llegas al destino y te bajas del autobús. Tu objetivo al subir al autobús no era sentarte en un asiento, sino llegar al sitio al que querías ir. Si además hay algún asiento libre, pues mejor: es una ventaja adicional ir sentada. Pero si no hay asientos libres dará igual porque lo que te importa es ir al sitio al que quieres ir, aunque en el autobús tengas que estar de pie si no hay asientos libres. Lo importante es llegar (despertar).

Bien, comparemos el subir al autobús con perdonar. En la metáfora ésta, tomar el autobús es la metáfora de perdonar. La meta (el sitio al que quieres llegar gracias al autobús) es el despertar. El autobús/perdón te conducen a la meta (a despertar, a llegar adonde quieres ir). Si en el autobús resulta que hay asientos libres, podrás hacer el viaje más comodamente sentada. Eso sería un efecto secundario o ventaja adicional, porque no has tomado el autobús para sentarte un rato, sino para ir adonde querías ir. Pero si puedes ir sentada, pues bien, mejor aún, es una ventaja adicional pero no el objetivo de haber tomado el autobús. Lo mismo sucede con el perdón. Si al perdonar se te va el resfriado o el "problema proyectado" que aparecía, pues mejor, es una ventaja adicional. Pero si no parece irse el resfriado, no pasa nada porque no estamos apegados al resultado en lo ilusorio, ya que el objetivo es despertar, disipar la culpabilidad inconsciente y así despertar. Lo mismo que con el autobús: Si hay asientos libres, genial, pero si no, vas de pie en el autobús y lo importante es que llegarás al sitio adonde quieres ir.

A lo mejor hay gente que sube a los autobuses sólo para sentarse un ratito jejeje... igual que quienes se sientan en los jardines y parques. Y entonces a esa gente no les importará adonde va el autobús, incluso si da vueltas en círculo jejeje... Y también hay gente que quizás perdone porque quiera mejorar el sueño (lo cual es un apego). Pero en ambos casos están renunciando al Premio Real: la verdadera meta. El despertar es la única meta importante del perdón.

Eso sí; no tiene nada de extraño que cuando la mente inconsciente está bastante limpia de la creencia en la culpa, uno se encuentre muchas veces con autobuses comodísimos que tienen bellos asientos libres, y blanditos y hermosos asientos para que nuestro ilusorio culo vaya bien acomodado jajaja. Porque mientras aún quede reflejo (sueño), el reflejo reflejará lo interior. Y conforme el interior esté más limpiado de creencias falsas, el reflejo será más brillante: parecerá que el sueño ha mejorado. Pero es un efecto secundario de perdonar: al limpiar la mente inconsciente, el sueño es super-feliz y esto significa que se acerca el despertar.

Hay mucha diferencia entre querer usar el perdón para controlar el sueño (esto es apego) o usarlo para deshacer las falsas creencias de la mente inconsciente (esto es usar el perdón con desapego). El sueño cambia sin que nosotros necesitemos controlarlo. ¡No hay más Voluntad que la de la Gracia!

¡Saludos!

Fin del segundo mail.

¡Y fin del post jejeje! ¡Saludos!
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domingo, 27 de mayo de 2012

«Morir mil veces», por Philip Urso

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El siguiente vídeo explica de manera amena el tema de la des-identificación con lo efímero para así volver a ser conscientes de lo eterno (nuestro verdadero Ser). Es ameno por los ejemplos que propone, así como por las divertidas ilustraciones animadas. En menos de 10 minutos, constituye un breve repaso a temas como el discernimiento (de lo real respecto de lo efímero) y el desapego (la conveniencia de desapegarnos de lo efímero, pues tal como sucede en los ejemplos que pone, el apego produce sufrimiento).

Quien quiera brindarse un apacible repasito de 10 minutos, aquí tiene una posibilidad. El vídeo es subtitulado al español. Y como sabéis, los temas tratados (discernimiento y desapego) son esenciales en toda enseñanza no-dual.



Link directo en youtube: http://youtu.be/KtoM_KIZ0L4

¡Saludos!
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Todos estamos en todos, todos somos todos, todos somos Uno

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Adapto un párrafo que surgió por mail, pues me ha gustado. Simplemente cambio el nombre poniendo en su lugar "ti":

Claro que yo estoy en ti, y que tú estás en mí. Todos estamos en todos. Por eso somos uno y somos un Ser completo. Y por eso la Voz del Curso es nuestra propia Voz divina, la cual podemos aprender a reconocer. Y por eso las enseñanzas de Ramana y toda enseñanza verdadera, late en nuestro propio interior, porque Ramana Maharshi es un aspecto de nuestro Ser, y cada uno de nosotros somos aspectos del ser de Ramana Maharshi (y de todos), y todo es en todo, y todos somos Uno, somos un Ser espléndido, somos el verdadero Sol, pleno de Luz/Felicidad.

Y me parece que este tema se complementa bien con algo que mencioné en otro mail, comenzando con la siguiente cita sacada de Un Curso de Milagros (UCDM):

     Cuando la Expiación se haya completado, todos los Hijos de Dios compartirán todas las aptitudes. Dios es imparcial. Todos Sus Hijos disponen de todo Su Amor, y Él da todos sus dones libremente a todos por igual. "Excepto que os volváis como niños pequeños" significa que a menos que reconozcas plenamente tu completa dependencia de Dios, no podrás conocer el poder real del Hijo en su verdadera relación con el Padre. El que los Hijos de Dios sean especiales no procede de una condición de exclusión sino de una de inclusión. Todos mis hermanos son especiales. Si creen estar privados de algo, su percepción se distorsiona. Cuando esto ocurre, toda la familia de Dios -la Filiación- sufre un deterioro en sus relaciones. (T.1.V.3) (Página 13)

 La palabra "Expiación" en UCDM significa deshacer el sueño (renunciando a las falsas creencias en la dualidad). La metáfora del "deterioro en sus relaciones" alude a que cuando mantenemos (aunque sea inconscientemente) falsas creencias que apoyan la separación, entonces estamos alimentando el sueño. El sueño o mundo dual es el símbolo del deterioro, pues en el sueño hay conflictos, líos, problemas, enfermedades, accidentes, muertes, nada de lo cual está sucediendo en realidad. Al desvanecer las creencias que apoyan tal sueño, reconociéndolas como irreales, el sueño desaparece. Esto se hace 1) reconociendo que los símbolos que estas ideas reflejan son simplemente apariencias irreales producidas por decisiones que hemos tomado basándonos en creencias ilusorias, y tales decisiones las podemos anular soltando, 2) entregando tales apariencias al Espíritu o Yo Superior, desentendiéndonos de ellas pues quedan en buenas manos.

En cuanto al uso en ese párrafo del término "especial", queda claro que el especialismo del ego es el típico especialismo que valora alguna cosa o persona más que al resto, por lo tanto implica desigualdad, separación, dualidad. En cambio en ese párrafo se trata de una onda inclusiva donde todos somos iguales, y no de la onda exclusiva que usa el ego para separar. Además todos hemos vivido alguna vez la experiencia de sentirnos excluidos, lo típico entre niños (entre adultos también pero los adultos lo camuflan más con diplomacia jejeje) cuando alguien no es aceptado en algún juego o no se le deja participar en alguna actividad con los adultos en la que el niño quiere ayudar y así sentirse útil y parte del todo —unido a quienes ama compartiendo una misma actividad—, pues se requiere de ser "especial" (ya se trate de ser especial por formar parte de la banda, o por ser de determinada edad y así ser considerado adulto, o maduro, responsable, capaz, digno, etc). En cambio, el uso de Jesús en esa cita es inclusivo: todos somos especiales (maravillosos, por ser aspectos del Único Ser, el cual compartimos), pero todos lo somos en la misma medida (aunque como matiza en otros lugares de UCDM, mientras parezca haber tiempo parecerá que unos Hijos disponen de más cualidades desarrolladas que los otros —dentro del sueño o apariencia—, y por eso el Espíritu Santo asigna a cada Hijo un papel especial en el plan de la Expiación para que el sueño sea completamente des-hecho, desvaneciéndose como las sombras ante la Luz de la Verdad).

La idea de «todos somos especiales» es un ejemplo más de la típica paradoja que sucede si se interpretan literalmente las palabras. Porque obviamente, si todos somos especiales y además con exactamente las mismas cualidades, entonces lo mismo daría decir que nadie es especial. Con lo que tenemos que dos frases que aparentemente se contradicen: 1) «Todos somos especiales». 2) «Nadie es especial». Ambas frases pueden servirnos (si empleamos el contexto que estamos diciendo) para expresar lo mismo: que todos somos iguales, maravillosos en la misma medida (infinitamente maravillosos jejeje), y aún más allá de eso, ni siquiera estamos separados sino que somos un mismo espléndido Ser ilimitado. Comprendiendo/viviendo esto sobran las palabras.

¡Saludos!

Post relacionado: Todos somos uno (con citas de Nisargadatta Maharaj, Ramana Maharshi, Gary Renard y UCDM): http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2012/02/todos-somos-uno.html
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sábado, 26 de mayo de 2012

No hay nada más que Bondad

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Nada es casual.
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viernes, 25 de mayo de 2012

Perdonando la muerte propia

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La muerte, como cualquier otra ilusión, no existe ni tiene sentido para lo Absoluto. Cuando usamos el proceso de perdón no-dual que se explica en Un Curso de Milagros (UCDM), este perdón (del cual hay explicaciones en este post: Sïntesis del Perdón y en los links y libros que ese post señala como referencias) ha de aplicarse a todas las ilusiones sin excepción, incluida la muerte. Cualquier molestia, sea grande o pequeña, es básicamente lo mismo: una ilusión, un reflejo de la falsa creencia en la separación y de la culpabilidad que esta falsa creencia parece producir en la mente inconsciente. Dicha culpa es ilusoria, pero mientras no se deshaga iluminándola con la Luz del Perdón, parecerá tener consecuencias al proyectarse en símbolos como problemas, conflictos, enfermedades, accidentes, muertes, molestias, etc.  En este sentido, el perdón no-dual se aplicaría indistintamente tanto a un picor o a un simple resfriado, como a las enfermedades consideradas "graves" o a la muerte (la propia o la de "los demás").

Lo único relevante es perdonar ahora, pues siempre es ahora: perdonamos ahora cualquier apariencia que parezca separarnos de la paz que somos. Cualquier separación es ilusoria, cualquier pérdida de paz es ilusoria porque no podemos separarnos de la apacible inmutabilidad de nuestro verdadero Ser. Nuestro Ser es lo Inmutable, por lo que la muerte es un mito que bien haríamos en soltar/perdonar.

Toco el tema primero de manera "indirecta", pues no se trata de algo escrito directamente para este post, sino de un par de párrafos copiados de un mail que escribí hace poco. Mantengo el fragmento tal como fue escrito en ese mail, sin limar algunos errores que se deslizaron, pues no son errores graves, ni siquiera errores realmente pues estaba bien expresado para la persona a la que iba destinado, quien conocía el contexto en que interpretar las palabras (contexto que incluye la onda advaita). Basta con querer entenderlo bien. Un corazón generoso ni siquiera verá errores, a fin de cuentas los errores son cosa de uno, no hay nada más afuera de nuestro propio proceso mental jejeje. La ventaja de mantener el fragmento tal como fue originalmente escrito es el ritmo, la espontaneidad, ya que se entiende todo bien si uno quiere (con un corazón abierto siempre llegará la intuición correcta). A veces las cosas se explican mejor de manera informal (aunque incluyamos "errores") que dando un toque demasiado exacto a las palabras. Es algo curioso, pero he notado que es así, motivo de más para dejar de vez en cuando posibles "errores" en algunas indicaciones que se han dado o se darán en los diversos posts de este blog jejeje.

En el siguiente mail por ejemplo se alude a la reencarnación, sin apelaciones, sin matizar que sea una metáfora ilusoria, podríamos llamarla una "asignatura opcional" pero no obligatoria en el teatro de lo ilusorio jejeje. A veces viene bien no alargarnos con explicaciones innecesarias (muchas de las cuales ya se han dado en otros posts de este blog), así que simplemente usamos determinados elementos (como en este caso la idea-metáfora de la reencarnación) como herramienta para tratar de compartir algo. Las metáforas no tienen por qué ser tomadas literalmente, sino que podemos usarlas como bolsas para compartir ideas, y lo que importan son las ideas (si nos ayudan a despertar a nuestro Ser o no) y no las bolsas en las que las llevamos de uno a otro.

Ahí van los dos párrafos del mail (coloreo de verde el mail para distinguirlo mejor):

Perdonando la propia muerte

Para acabar, lo que decía antes, comentar un típico truco del mundo ilusorio. Cuando aprendes a perdonar, si transcurre esta encarnación sin haber alcanzado la iluminación, no pasa nada, simplemente lo vas perdonando todo, y esto no se pierde, la buena onda del perdón pasa de una vida a otra (encontrarás los medios para recordar y seguir perdonando, y además la culpabilidad inconsciente ya eliminada, ya no te volverá a molestar). Pero aquí viene decir algo importante. Vas perdonando todo. Todo lo que veas que es irreal. Y si tu cuerpo parece morir, lo perdonas igual. Ojito con la "trampa"!! Porque puede venirte el pensamiento-tentación del ego de decir: «Hala, ya he muerto, no ha funcionado, y aunque funcione el perdón, ahora ya estoy fuera del sueño, de momento dejo de perdonar hasta que encarne otra vez»... ¡MEEC! (pito de coche jejeje). ¡NO ES ASÍ! La muerte del cuerpo es una ilusión como cualquier otra, así que lo consciente es perdonarlo exactamente igual que cualquier otra molestia, igual que perdonas un resfriado, un insulto, una duda o la muerte de otra persona. ¡Y después de la muerte del cuerpo, NO HAS SALIDO AÚN DEL SUEÑO, CONVIENE SEGUIR PERDONANDO HASTA QUE SE PRODUZCA LA ILUMINACIÓN! Si tu cuerpo muere, lo perdonas y ya está. Típicamente puedes sentirte "fuera del cuerpo", verlo ahí, "muerto", vale, ese momento es bueno para perdonar la apariencia que percibes, recordando que es parte del sueño y es irreal (pero tú sigues ahí, observando en un cuerpo/consciencia sutil pero aún conciencia limitada, eso Ramana lo llamaba cuerpo sutil (este puede tener forma humana, o de otras formas, o incluso en forma de esfera de luz, etc), e incluso hay uno aún más sutil, que Ramana llamaba cuerpo causal, que no tiene ninguna forma de cuerpo pero llamamos cuerpo a todo lo que sea limitado). Luego (esto ya no lo explican directamente Arten y Pursah, pero es obvio), si sueñas el típico período entre vidas, eso suele percibirse como "más real" que la vida encarnada (y al principio incluso se puede sentir gran felicidad, ligereza, euforia, no confundir con la iluminación porque antes o después la culpabilidad inconsciente obligará a reencarnar, y además es conciencia limitada, más "alegre" que la de la Tierra, pero limitada), no caigas en esa trampa, es lo mismo, es otra "habitación" del Sueño. Así que lo ideal es acordarte de seguir perdonando en ese sueño también, y entonces si reencarnas, tu mente seguirá envuelta en la onda del perdón y del despertar. Usualmente al reencarnar se suele olvidar lo anterior, pero si has ido perdonando nacerás en una familia/situación en la que en el momento oportuno recordarás las ideas de la no-dualidad, aparte de que si has estado perdonando mucho antes de eso, eso formará parte de tus hábitos espontáneos incluso antes de aprender formalmente de nuevo sobre advaita. 

Por lo tanto, si te resfrías, lo perdonas, si tu cuerpo muere, lo perdonas, pues no es real, no puedes resfriarte ni morir, tu Ser es inmutable, al perdonar deshaces tu tendencia a identificarte con eso que no eres. Simplemente, mientras te sientas consciente, procura perdonar. Como decía Ramana: ocúpate de autoindagar en todas las horas de la vigilia, y no tendrás que preocuparte de cuando duermes, pues el hábito adquirido en la vigilia será suficiente para imantarlo todo.

Arten y Pursah son... digamos que los sorprendentes "gurus" de Gary Renard. Como complemento, añado algo que no puse en ese mail: algunas citas sobre la muerte, extraídas del libro «La Desaparición del Universo», de Gary Renard. Ahí se dice (todo lo que voy a copiar pertenece al capítulo 16: Notas sobre la resurrección de los muertos):

 Gary: (...) verdaderamente, este cuerpo no somos nosotros.

(...)

Arten: Ahora sabes sin sombra de duda que no eres un cuerpo y que en realidad no puedes morir, ¿verdad? (...) Ahora bien, si no puedes morir, tampoco puede hacerlo nadie más. Si ellos no pueden morir, tú tampoco. Estas dos ideas son una.

Pursah: La muerte es un símbolo de tu separación ilusoria de Dios. ¿Qué ocurre cuando alguien que amas parece morir? De repente estás separado. Pareces perderle, del mismo modo que pareces perder a Dios. Pero eso no es cierto. En realidad no puedes perderles, como tampoco puedes perder a Dios. Sois inseparables. Lloras cuando un cuerpo que amas parece morir, pero, como el Curso te enseña, en realidad lo que echas de menos es tu experiencia de Dios y del Cielo.

      ¿Y quién podría llorar sino por su inocencia? (P.2.IV.1.7) (Psicoterapia, página 24)

((La idea que expresa Pursah al final es similar a la que cita frecuentemente Shankara cuando menciona este fragmento —y otro similar— de la Gran Upanisad del Bosque [Brihadaranyaka Upanisad], donde se dice:

«No por amor al esposo se ama al esposo, sino por amor al Ser. No por amor a la esposa se ama a la esposa, sino por amor al Ser. No por amor a los hijos se ama a los hijos, sino por amor al Ser. No por amor a las riquezas se aman las riquezas, sino por amor al Ser. No por amor a los animales se ama a los animales, sino por amor al Ser. (...) No por amor a los seres se ama a los seres, sino por amor al Ser. No por amor a todo se ama todo, sino por amor al Ser. Querida Maitreyi, se debe tomar conciencia del Ser, escuchar sobre Él, reflexionar sobre Él, meditar en Él. Porque cuando se es consciente del Ser, escuchándolo, reflexionando, y meditando en Él, todo se conoce».

En este fragmento se acaba con el verbo "conocer", usado no dualísticamente sino como se usa por ejemplo en Un Curso de Milagros, como sinónimo de la no-dualidad. Las 4 etapas mencionadas al final son las cuatro etapas que en el advaita clásico se adjudican al camino espiritual: 1) toma de conciencia de que existe la Verdad, y desearla intensamente (a veces se pone la metáfora de desearla más que el propio respirar cuando nos sumergen la cabeza un minuto bajo el agua). 2) Escucha (o lectura de textos apropiados). 3) Reflexión. 4) Meditación (entendida también como autoindagación en el caso de Ramana Maharshi y otros, no necesariamente se refiere a la meditación formal). Shankara comenta el anterior fragmento upanishádico, elijo el más breve de sus comentarios:

Shankara: ¿Cómo se debe tomar conciencia del Ser? Primero escuchando lo que sobre Él dicen el maestro y las escrituras, luego reflexionando en ello, dialogando y razonando (Ramesh Balsekar aconsejó a menudo esta modalidad).  El escuchar se hace a partir de las escrituras (y el maestro), la reflexión mediante el razonamiento. Y por último se medita en Él, descubriéndolo tal como es, no de otra forma. ¿Qué sucede entonces? Todo eso que es distinto del Ser se sabe que no es nada más que el Ser.

Continuamos ahora con los comentarios del libro de Gary Renard:

Arten: Temes la muerte conscientemente y te sientes atraído por ella inconscientemente. (...) Deberías observar la muerte ilusoria de tu cuerpo físico como el día de tu graduación. Significa que has conseguido todo lo que tenías que conseguir de esa aula particular y temporal. Te aseguro que será muy divertido. En la mayoría de los casos, si la gente supiera lo que es estar liberado del cuerpo, en lugar de llorar a los muertos sentirían envidia. El problema es que la diversión no es duradera. Como hemos dicho, la culpa te atrapa y hace que vuelvas a envolverte en la manta de seguridad de un cuerpo. Y de este modo el sueño de nacimiento y de la muerte sigue adelante.

Gary: Por eso quiero asegurarme de aprovechar mi oportunidad de perdonar ahora. (...) Habéis hablado de la reencarnación, pero ahora entiendo que sólo es algo que parece ocurrir; sólo estoy soñando que voy de un cuerpo al siguiente.

Arten: Eso es cierto. En cuanto a la reencarnación, en realidad no importa lo que uno crea, siempre que perdone. El Curso dice:

     Lo único que se tiene que reconocer, no obstante, es que el nacimiento no fue el principio y que la muerte no es el final. (M.24.5.7) (Página 67 del Manual para el maestro)

Gary: De modo que la conciencia, aunque es un estado irreal, continúa después de la aparente muerte del cuerpo. Cuando despiertas completamente del sueño, la conciencia desaparece y experimentas tu unidad con Dios y con Toda la Creación.

Pursah: Has sido todo lo exacto que puedes ser, hermano. Todos entraremos en el Reino juntos porque, como hemos dicho, el tiempo es sólo una ilusión. No transcurre ninguna larga espera entre cuando uno se ilumina y cuando se iluminan los demás, porque la iluminación es un estado de Ser que está más allá de los confines del tiempo y el espacio. La mente creó el tiempo y el espacio y, por lo tanto debe, por definición, estar fuera de ellos. Una cosa más: está bien llorar a los muertos o a un ser querido al principio. La gente suele tardar algún tiempo en perdonar así. Actúa siempre apropiadamente en tus tratos con los demás.

Gary: Hace mucho tiempo mencionaste algo sobre J (en este libro es la abreviatura para Jesús) cuando curaba a ciertas personas que ya estaban muertas. Supongo que Lázaro era una de ellas, pero ¿cómo lo hizo J?

Arten: El acto de resucitar a los muertos no es diferente de sanar a los enfermos. El verdadero sanador sigue siendo la mente del paciente. Tú te unes con esa mente a fin de recordarle su verdadera identidad. J estaba tan avanzado que no estaba dispuesto a hacer concesiones respecto a una idea tan importante. (...) No olvides que el cuerpo sólo es un símbolo. J no estaba haciendo que el cuerpo de Lázaro fuera nada especial, del mismo modo que no hacía que su propio cuerpo fuera especial. Hacer que la mente reanimara temporalmente la proyección corporal era un símbolo. El propio cuerpo es insignificante. La cuestión era enseñar que simplemente no hay muerte. A pesar de lo que dice la Biblia, Lázaro no estuvo en su cuerpo mucho tiempo después de que J le resucitara. Dejó su cuerpo a un lado e hizo su transición alegremente y en paz, porque se le había mostrado que no hay absolutamente nada que temer.

(...)

Arten: (...) Proyectas tu imagen corporal del mismo modo que proyectas imágenes cuando estás soñando por la noche. Tu mente está proyectando una película, entonces, en tu experiencia, parece que los ojos de tu cuerpo están viendo tu propio cuerpo y todos los demás cuerpos; pero, en realidad, es tu mente aparentemente separada la que está viendo sus propios pensamientos, proyectados desde otro nivel oculto. 
       Cuando la mente retorna a la totalidad, no hay separación de niveles, y por lo tanto no hay ninguna película proyectada ni ningún cuerpo que ver. Entonces tu cuerpo desaparece de la película. Como todo lo demás, el cuerpo es una experiencia mental y no física. ¡Nunca ha existido! Pero, para el amor de un Ser iluminado es posible tomar forma en el sueño, como hizo J después de la crucifixión. Este amor es el amor del Espíritu Santo. Después de todo, tienes que ser uno con Él para estar iluminado.

Pursah: A medida que transcurran los años, tú, querido hermano, seguirás aprendiendo y creciendo, y a medida que crezca tu conciencia comprenderás cada vez más sobre estas cosas. De nuevo, sería útil que estuvieras aún más dispuesto a perdonar a partir de este momento. (...) No hay nadie más ahí fuera. Sólo hay un ego que aparece como muchos. (...)

(...)

Arten: El cuerpo, el universo, y todo lo que contiene sólo son imágenes en tu mente, partes de un juego de realidad virtual. (...) Recuerda, decimos que Dios es, y después dejamos de hablar porque no hay nada más.

Y del segundo libro de Gary Renard, «Tu Realidad Inmortal», extraigo algunos comentarios adicionales:

Pursah: (...) Los cuerpos, enfermos o sanos, en realidad son todos lo mismo, porque ninguno de ellos es verdad. Y en realidad no hay ninguna diferencia entre la enfermedad y la muerte. Simplemente son diferentes niveles ilusorios del pensamiento de separación.

(...)

Pursah: En el Texto, J dice: «Lo único que las apariencias pueden hacer es engañar a la mente que desea ser engañada. Mas tú puedes tomar una decisión muy simple que te situará por siempre más allá del engaño».
       Esa elección simple es el perdón, y se aplica del mismo modo a todas las cosas, incluyendo la muerte. (...)

Gary: De modo que en realidad todo es sólo un sueño, y supongo que cuando deshacemos el ego y despertamos, experimentamos que en realidad nunca nos fuimos de casa. Más adelante, cuando dejamos el cuerpo de lado por última vez y no tenemos necesidad de volver, la experiencia de ser uno con Dios se convierte en nuestra realidad permanente y nunca se detiene.

Pursah: Así es, compañero. Y, recuerda, despertar es despertar completamente. Dormir es dormir. No importa si sueñas que estás vivo o si sueñas que estás muerto. Ninguno de ellos es verdad. Como dice el Curso: «Sin embargo, abandonarte a la muerte no pone fin al conflicto».

Gary: De modo que no hay una vía de salida fácil. Tienes que hacer el trabajo de perdón, porque de otro modo seguirás soñando que vuelves hasta completar tus lecciones y despertar definitivamente.

Arten: Sí (...). Debe quedar claro que la muerte no es más real que la vida en el cuerpo. Ninguna de ellas es verdad. La verdadera vida es total y permanente. (...)

Gary: De modo que lo que algunas personas denominan su alma, que continúa después de la muerte, en realidad es una mente aparentemente separada.

Arten: Ésa es una observación brillante y muy budista. El verdadero espíritu es completo y permanente. Ésa es tu realidad inmortal. De modo que, independientemente de lo que parezca estar ocurriendo, incluyendo la muerte y el periodo entre vidas, la verdad es que sólo hay dos cosas entre las que elegir, tu realidad con Dios, o cualquier otra cosa. Ahora todo lo que tienes que hacer es usar la mente para elegir entre Dios y cualquier otra cosa.

Otra cita del mismo libro:

Pursah: Puedes elegir perdonar en cualquier vida porque, tal como te hemos demostrado, el tiempo no es lineal, sino holográfico. Por esa razón, no hay diferencia entre elegir al Espíritu Santo ahora y elegir al Espíritu Santo en el momento exacto de la separación. La gente no se da cuenta de que la historia está ocurriendo ahora mismo, y lo mismo pasa con el futuro, y lo único que importa es elegir el perdón ahora. (...) Pero en realidad siempre se trata del ahora. De modo que no te preocupes de si tienes que volver otra vida más. No te preocupes por tus vidas pasadas. Siempre se trata del ahora, y siempre se trata de perdonar. Esta vida es la que importa, siempre, y después aprendes que, de todos modos, cada instante es este mismo instante. (...) ¿Y adivinas qué? Cuando se trata de la espiritualidad, es esta vida, estúpido. Si te centras en perdonarla y en perdonar todo lo que ocurre en ella, entonces puedes ganar a lo grande, no sólo en ilusión. De modo que usamos el cuerpo y las vidas pasadas para ilustrar que sólo hay un propósito para todas las cosas, y que si te mantienes enfocado en lo que realmente importa, ganarás.

En Un Curso de Milagros se establece claramente la irrealidad de la muerte:

     La muerte no existe. Lo que existe es la creencia en la muerte. (T.3.VII.5.11) (Página 55 del Texto)

      Vida y muerte, luz y obscuridad, conocimiento y percepción, son conceptos irreconciliables. (T.3.VII.6.6) (Página 55 del Texto)

     Al mundo no se le abandona mediante la muerte sino mediante la verdad, y la verdad sólo la pueden conocer aquellos para quienes el Reino fue creado, y por quienes espera. (T.3.VII.6.11) (Página 56 del Texto)

     La muerte no existe porque lo que Dios creó comparte Su Vida. (L.PI.167.1.5) (Página 340 del Libro de ejercicios)

     La muerte no existe porque Dios no tiene opuesto. (L.PI.167.1.6) (Página 340 del Libro de ejercicios)

     La muerte no existe porque el Padre y el Hijo son uno. (L.PI.167.1.7) (Página 340 del L. de ej.)

¿Cómo entonces recordar nuestra inmortalidad y vencer a la ilusoria muerte para siempre?

      La salvación, perfecta e íntegra, sólo pide que desees, aunque sea mínimamente, que la verdad sea verdad; que estés dispuesto, aunque no sea del todo, a pasar por alto lo que no existe; y que abrigues un leve anhelo por el Cielo como lo que prefieres a este mundo, donde la muerte y la desolación parecen reinar. (T.26.VII.10.1) (Página 624 del Texto)

Podemos seguir creyendo mentiras al insistir en jugar a imaginarlas... o podemos perdonar/desenmascarar las falsas creencias y recordar la verdad:

      El espíritu es inmortal, y la inmortalidad es un estado permanente. (T.4.II.11.9) (Página 66 del Texto)

Como solo la verdad ES, todos los aspectos del Ser se hartaron de contarse mentiras a sí mismos, tras lo cual su atención retornó a la inmutable Verdad de su Ser: todos despertaron y resultó obvio que el ilusorio sueño nunca había acontecido. Los sueños fugaces, si alguna vez parecieron existir, fueron instantáneamente olvidados para siempre porque la felicidad de lo permanente lo llena todo con Su plenitud Unificada.

Dejemos aquí las citas jejeje...

Bien, concluyamos recordando que la muerte es ilusoria, se perdona como cualquier otra apariencia (incluso la muerte propia). En otra parte de uno de los dos libros de Gary Renard se menciona un interesante enfoque que propone alguna rama budista: procurar estar consciente en el ahora, especialmente en el momento de la muerte, y así no perder la consciencia y elegir deliberadamente no reencarnar. Esto es una idea muy inteligente (sutil) pero no funciona porque si uno no ha limpiado mediante el perdón toda la culpa de la mente inconsciente, la culpabilidad terminará por despuntar en un momento u otro y al surgir tal irritación (mucho miedo, culpabilidad, etc) se producirá de nuevo la inercia a "protegerse" mediante la encarnación en otro cuerpo.

En cualquier caso, como dije en el mail, tanto cuando soñamos estar encarnados como cuando soñamos estar desencarnados, sigue siendo un sueño y seguimos en la dualidad. Y así parecerá seguir todo (en un sueño) hasta que se produzca la iluminación. Y el proceso del perdón no-dual es una fina herramienta para deshacer rápidamente los obstáculos ilusorios que parecen ocultar la Verdad y frenar el despertar.

Asunto acabado. Si a alguien le ha gustado el tema, que lo disfrute jejeje. Dejo como complemento dos posts que publiqué en el año 2009 por su relación con el tema de la muerte:

 1) La muerte es un mito: http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2009/09/la-muerte-es-un-mito.html (lo publiqué en este blog en 2009, pero es un escrito que había escrito unos años antes).

2) La inmortalidad al alcance de la mano: http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2009/06/la-inmortalidad-al-alcance-de-la-mano.html

¡Saludos!
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jueves, 24 de mayo de 2012

Algunas típicas mentiras que nos contamos a nosotros mismos

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Unos ejemplos de típicas mentiras con las que podemos autoengañarnos:

El mundo es una selva llena de depredadores.

Debo adaptarme y atacar/defenderme, o me comerán.

Mira lo que me has hecho hacer.

Mira lo que me has hecho sentir.

Estoy enfadado.

Estoy en la ruina.

Por tu culpa sufro.

Si hicieras lo que te pido, podría ser feliz.

Tengo miedo.

Estoy enfermo.

Soy un cuerpo.

Una sola cosa es segura: la muerte.

Me has hecho enfadar.

Me has insultado.

Lo que otros obtienen, yo lo pierdo.

Lo que yo gano, otros lo pierden.

Mira lo que has hecho de mí.

La culpa es tuya.

La culpa es mía.

Si me amas, no amarías a nadie más tanto como a mí.

Si me amas, no mirarías a nadie.

Si me amas, harías lo que yo te pidiera.

Soy mejor que tú. Soy mejor que ellos.

Soy peor que tú. Soy peor que ellos.

Yo tengo razón y tú estás equivocado.

Esto se ha roto.

Esto se ha roto y alguien tiene la culpa.

Yo no he sido.

He sido yo.

Puedo ser feliz separadamente de los demás.

Debo ganarme la felicidad.

Debo merecerme la vida.

Debo trabajar para obtener sustento.

Debo sufrir para vivir.

Debo esforzarme en ser mejor.

Debes esforzarte en ser mejor.

No me siento pleno; me falta algo.

En el futuro encontraré lo que en este momento me falta.

Deberías ser como yo quiero que seas.

Has hecho que me sienta triste.

Mira como lloro...

...

La lista podría continuar con más ejemplos. Cada ejemplo es un disfraz diferente para una misma mentira: la negación de la Unidad. Pero la Unidad, la Verdad, es Amor, y el Amor está más allá de este tipo de autoengaños. Quien se conoce a Sí mismo, no necesita las mentiras.
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miércoles, 23 de mayo de 2012

Entrevista a William Thetford (1984)

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La siguiente entrevista  a Bill Thetford (en la entrevista "WT" debido a su nombre completo: William Thetford) la he copiado de esta web: http://miracleshome.org/spanish/publications/entrevista_con_wt.htm Se la hicieron en el año 1984 (4 años antes de su muerte, el 4 de julio de 1988).

Bill Thetford fue uno de los dos primeros estudiantes de Un Curso de Milagros, y ayudó a presentarlo al mundo para que la gente pudiera usarlo como medio para recordar a Dios. Bill era una persona muy sincera y razonable, y sin embargo no se ha escrito mucho sobre este magnífico testigo del Amor de Dios. Esta entrevista con Bill fue publicada en la revista New Realities (Nuevas Realidades) en Septiembre / Octubre 1984. Con alegría la hago llegar ahora a todos ustedes. Disfrútenla!
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Entrevista con William N. Thetford, Ph D

Revista “Nuevas Realidades”: Septiembre / Octubre 1984

Una franca conversación exclusivamente para nosotros con una de las dos “personalidades ocultas” detrás de la manifestación de uno de los sistemas de pensamiento más enigmáticos y profundos del siglo – Un Curso de Milagros. Quién fue una vez un agnóstico confeso, ahora el Dr, Thetford habla abiertamente de su papel secreto como redactor del Curso, y de la manera en que esto lo afecto en su persona y en su trabajo en psicología, así como en las posiciones de prestigio que ocupó como profesor de Psicología Médica en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, y como Director del Departamento de Psicología del Hospital Presbiteriano de la ciudad de Nueva York.

NR: Como una de las dos personas responsables de la redacción de “Un Curso de Milagros”, ¿qué impacto tuvo éste en su vida?

WT: La ha cambiado totalmente. Recuerdo haber escrito a máquina los primeros cincuenta principios sobre milagros que nos llegaron a través de Helen Schucman en el otoño de 1965, y darme cuenta de que si este material era verdadero entonces absolutamente todo aquello en lo que creía debería ser cuestionado, y que debería reconstruir totalmente mi sistema de creencias. En ese entonces, sin embargo, pensé que eso sería imposible; No sabía cómo poder hacerlo. No obstante sentía que sería un requisito que tendría que cumplir, ya que el material que llegaba a través de Helen en la fase inicial parecía demasiado auténtico y genuino. Por algún tiempo me sentí conmocionado; me preguntaba como sería posible llevar a cabo un cambio tan abrupto en mi percepción de la vida y del mundo. Más tarde me dí cuenta de que Dios es misericordioso y no nos pide que hagamos cambios tan abruptamente, que habría tiempo suficiente para empezar gradualmente a cambiar mi percepción.

Creo que lo que fue importante fue mi disposición a cambiar, y no el dominio del material. Y, por supuesto, me mudé del medio de Manhattan, en donde había vivido durante veintitrés años a Tiburón, California, algo que nunca pensé que podría suceder. Me había acostumbrado a mi rutina de neoyorkino y sentía que la Gran Manzana era el centro del Universo, y el lugar al que pertenecía. Esa mudanza fue probablemente el shock cultural más grande que haya experimentado: hacer una transición abrupta de la confusión de una vida agitada en la ciudad de Nueva York a la tranquilidad de Tiburón, California. Eventualmente dejé también la vida académica. Primero retirándome de mi puesto como Director del departamento de Psicología del Centro Médico Presbiteriano de Columbia, y varios años más tarde retirándome de mi puesto como Profesor de Psicología Médica del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia.

NR: ¿Eso fue para dedicarse por completo al Curso, o para dedicarse a otras cosas?

WT: Una combinación de ambas, creo. Después de veinte años en Columbia sentía que era tiempo de dejar la vida académica. Parecía natural irse cuando el Curso se publicara.

NR. ¿Cuál fue exactamente su rol en la redacción del Curso? ¿También usted escuchaba una voz?

WT. Tanto Helen como yo supimos desde un principio que esta era una misión en conjunto, aunque yo no escuchara la voz. Aunque Helen escuchaba el dictado interior, ella misma era incapaz de transcribir el material directamente, dado que el contenido del Curso le parecía demasiado amenazante. Mi papel era darle a Helen el considerable apoyo y tranquilidad que necesitaba cada día para continuar con la anotación taquigráfica en su cuaderno. Después me leía el material, y yo lo escribía directamente de su dictado.

NR. Dado que el Curso cuestionaba sus propias creencias y sistema de pensamiento, porque simplemente no lo rechazó, no lo descartó?

WT. Bueno, de hecho a veces mi intelecto se rebelaba. Pero yo era el que había pedido que hubiera “otra manera”, una mejor manera de relacionarnos, con respecto al contexto profesional extremadamente estresante en el que tratábamos de funcionar Helen y yo. Cuando empezó a llegar el material de Un Curso de Milagros fue obvio para mi que esta era la respuesta a mi pedido, muy claramente la respuesta. Así que rechazarlo o aún ignorarlo nunca fue algo que ni siquiera considerara hacer.

NR: Específicamente ¿qué acerca del Curso hizo que fuera obvio para usted que ésta era sin dudas su respuesta?

WT: Quizá el hecho de que era tan completamente diferente de la forma en la que había estado actuando durante toda mi vida. Pero más que nada fue la autenticidad del material la que me impresionó. Sabía que Helen no lo había inventado, aún con su fértil imaginación.

NR: ¿La autenticidad?

WT: Bueno, el material era tal que trascendía cualquier cosa que tanto Helen como yo pudiéramos concebir. Y, dado que el contenido era totalmente ajeno a nuestra experiencia, intereses y formación, era obvio que provenía de una fuente inspirada. La calidad del material era muy convincente, y su belleza poética contribuía a su impacto.

NR: Parece muy inusual que usted, un reconocido psicólogo que ocupa dos puestos prestigiosos, siquiera considerara apoyar este tipo de material, si tenemos en cuenta su formación y los estrictos principios que rigen la vida académica, a los que sin duda usted adhería.

WT: Creo que si no hubiera sido por muchas de las extraordinarias experiencias que ocurrieron durante el verano de 1965, ni Helen ni yo habríamos estado dispuestos a aceptar el material que ella escribía. Ustedes han relatado muchas de esas experiencias en estas páginas en la nota sobre el nuevo libro de Robert Skutch Journey without Distance, The Story behind A Course of Miracles. (“Viaje sin distancia. La historia detrás de Un Curso de Milagros”). Sin embargo, no informaron de nuestra experiencia asociada a la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota en su revista “New Realities”. Quizá más que ninguna otra, fue esta serie de eventos la que consolidó la dirección completamente nueva que seguiríamos.

NR: El evento de la Clínica Mayo ocurrió en Septiembre y ¿no es que el Curso no empezó hasta el próximo mes de Octubre?

WT: Si. Se me había pedido que fuera a la Clínica Mayo y averiguara porque ganaban dinero con el funcionamiento de su servicio psicológico, mientras que parecía que en el Presbiteriano de Columbia siempre perdíamos dinero. Pensaba que conocía la respuesta a esa pregunta porque nosotros veíamos en su mayoría a pacientes clínicos que no podían pagar los honorarios, y los pacientes de la Clínica Mayo pertenecían a la clase media o media alta y podían pagar. No obstante, parecía importante hacer este viaje y le pedí a Helen que me acompañara. Justo antes de salir – creo que fue la noche antes – Helen vió una imagen vívida de una iglesia, que me describió con gran detalle. Hasta me hizo un bosquejo de ella. Era una antigua iglesia con varias torretas y torres. Ella pensaba que probablemente era una iglesia luterana. Estaba convencida de que, de alguna manera veríamos la iglesia desde la ventanilla cuando fueramos a aterrizar en Rochester. Eso, por supuesto, parecía bastante improbable, dado que los aeropuertos que conozco no están situados cerca de las iglesias. De todos modos nos mantuvimos muy atentos a lo que veíamos por las ventanas durante el aterrizaje, y para gran decepción y angustia de Helen no hubo tal iglesia a la vista.

De hecho, Helen estaba tan molesta de no encontrar su iglesia que yo no tenía muchas esperanzas de que pudiéramos llevar a cabo nuestro trabajo a menos que de alguna manera se tranquilizara. Urgido por las circunstancias le sugerí que alquiláramos un taxi para ver si podíamos encontrar su iglesia en alguna parte del área metropolitana de Rochester. Así que Helen y yo salimos en busca de iglesias. Al principio pensamos que nos limitaríamos a las iglesias luteranas. Creo que había dos, y ninguna se parecía ni remotamente a la imagen de Helen. Después decidimos que ya que estábamos podíamos muy bien ver todas las otras iglesias. Creo que había veintisiete en total en los alrededores de Rochester. Y ni una se parecía para nada a la imagen de Helen. Obviamente, Helen estaba desolada, pero tratamos de calmarnos dado que teníamos que trabajar al día siguiente.

El día después de que habíamos completado con éxito el trabajo encomendado, Helen y yo estábamos por irnos del hotel. Bajé al lobby para esperarla con el equipaje, y al ver un kiosco de periódicos pensé en comprar uno. En cambio, vi un folleto llamado “Historia de la Clínica Mayo”. Como pensé que sería agradable tener un recuerdo de nuestra visita lo compré por un dólar.

Mientras lo hojeaba rápidamente vi una ilustración de la antigua iglesia de Helen, tal como ella me la había descrito con todas sus torretas y torres. Hasta era una iglesia luterana. El único problema era que había sido demolida, y de hecho la actual Clínica Mayo había sido construida en el predio que había ocupado la iglesia. Fue muy impresionante y estaba ansioso por compartirlo con Helen. Cuando bajó le dije apresuradamente: “Helen, después de todo no estabas loca en absoluto. Tu iglesia estuvo aquí pero ya no lo está. Cuando pensabas que estabas mirando hacia abajo como desde un avión en realidad estabas mirando hacia atrás en el tiempo”

Helen manifestó una rara mezcla de emociones. Por un lado, alivio de que no estaba totalmente loca; por otro, era evidente que ella estaba haciendo algo que consideraba paranormal, y este era un tipo de situación que la hacía sentir muy incómoda.
En nuestro viaje de vuelta a Nueva York tuvimos que cambiar de avión en Chicago. Mientras estábamos en la sala de espera Helen observó, sin que ella lo notara, a una jóven que leía una revista sentada en un rincón. Se la veía ligeramente inquieta, como muchas veces pasa con la gente que tiene que esperar conexiones en los aeropuertos. Me sorprendí cuando Helen me dijo. “¿Ves esa joven que esta allí? Está en apuros, tiene muchos problemas.” Helen insistió en que debía acercarse y hablarle. Resultó que la jóven, cuyo nombre era Charlotte, nunca antes había viajado en avión. Había volado por Aerolíneas Ozark a Chicago camino a Nueva York y estaba en estado de pánico. No sabía nada de Nueva York. Después nos enteramos que estaba abandonando a su marido y a dos hijos pequeños, y que se sentía muy angustiada.

Charlotte tenía que viajar en el mismo avión que nosotros. Durante el vuelo nos sentamos a ambos lados de ella sosteniéndole la mano y tratando de calmarla. Le preguntamos dónde se quedaría en Nueva York ya que no conocía a nadie. Dijo que, como era luterana, había pensado que podía ponerse en contacto con una iglesia luterana y que de alguna manera ellos le encontrarían un lugar en la ciudad. Fue en ese momento que nos miramos con Helen. El mensaje estaba claro para ambos. Helen oyó decir a su voz interior: “Y esta es mi verdadera iglesia, ayudar a tu hermano necesitado, y no el edificio que viste antes” La autoridad de esta voz interior se hizo cada vez más familiar a ambos cuando el Curso comenzó una semanas más tarde en octubre.

NR: Debe haber sido difícil en cierta forma durante ese período, vivir una doble vida recibiendo y ocupándose del material de milagros que les llegaba y continuando con su vida académica normal.

WT: Si, podría decirse que era como vivir en dos mundos diferentes. Mis sentimientos eran tan complejos que es difícil expresarlos de forma simple. Obviamente Helen no había perdido la razón, pero había una sensación de haberse lanzado a algo que nos superaba y para lo que no estábamos preparados.

Naturalmente no discutíamos esto con nuestros colegas, y ninguna de las personas con las que nos relacionábamos profesionalmente estaba al tanto de que esto estaba sucediendo como una dimensión adicional en la vida de Helen y en la mía. A la vez, no podíamos separar completamente el Curso de nuestras responsabilidades académicas, y gran parte de la transcripción tenía lugar en el Centro Médico. Helen me dictaba sus apuntes durante la hora del almuerzo o en cualquier momento que podíamos, pero esto no interrumpía el flujo de nuestros compromisos profesionales que incluían dar charlas, redactar subvenciones para investigación y artículos para publicación, así como una enorme cantidad de tareas administrativas – todas las cosas que forman parte de una intensa vida profesional. Así que lo que experimentamos durante ese período fue en verdad extremadamente inusual.

NR: ¿No hubo momentos en los que Helen consideró seriamente la posibilidad de ver a un psiquiatra o psicólogo por este tema? ¿O quizá pensó en buscar algún tipo de medicación que pudiera librarla de la voz que le dictaba?

WT: No era en absoluto una voz en ese sentido. Helen no era perseguida por voces; era un tipo muy específico de comunicación canalizada que le venía de tanto en tanto; ella se daba cuenta de que había material para transcribir, y podía hacerlo cuando lo creíamos conveniente. No había ninguna presión para dejar de hacer lo que estaba haciendo de inmediato y tomar apuntes. Por el contrario, el material estaba allí casi como si hubiera sido grabado con anterioridad y estuviera esperando que le prestara atención. Se le presentaba en un lugar separado y nítido de su mente. No lo experimentaba para nada como una voz externa.

NR: Sin embargo, dado el carácter de alguien que oye una voz – en el sentido psicoterapéutico tradicional – ¿cuál cree usted que hubiera sido el diagnóstico o pronóstico de Helen sin comprender la dinámica que estaba implícita?

WT: Creo que a las personas que hacen cosas inusuales de ese tipo probablemente se las considera algo disociadas o posiblemente esquizofrénicas. Sin embargo, el hecho de que la habilidad de Helen para desempeñarse como psicóloga no se viera afectada en absoluto durante este período era una muestra clara de que no era víctima de episodios delirantes. Si acaso, diría que su habilidad para funcionar profesionalmente mejoró a medida que continuamos en este trabajo. Durante la época en la que trabajamos en el Curso pareció aumentar nuestra productividad profesional y la calidad de nuestro trabajo.
Confirma mis palabras el hecho de que cuando completamos el manuscrito ambos obtuvimos nuestras titularidades como profesores.

NR: Helen parece haber tenido mucho más dificultad en adoptar el material del Curso que usted. ¿Hubo algún tipo de formación espiritual o religiosa en su vida o alguna otra cosa que hizo que así fuera?

WT: Bueno, ciertamente no se debió a ningún tipo de formación religiosa en mi caso. Había asistido a la Escuela Dominical de una congregación de Ciencia Cristiana hasta los siete años, cuando de pronto murió mi hermana y mis padres perdieron interés en la religión. Luego, en mi juventud asistí a numerosas iglesias protestantes pero ciertamente para la época en la que había comenzado a trabajar con graduados en la Universidad de Chicago ya había dejado de tener interés en la religión. ¡Por otra parte recuerdo que a menudo se describía a la Universidad de Chicago como una universidad bautista en la que profesores ateos enseñaban filosofía tomista a estudiantes judíos! Con ese tipo de formación, creo que está a la vista que cualquiera fueran las creencias religiosas que hubiera podido tener simplemente se hubieran vuelto aun más confusas.

NR: ¿Cuál diría que era su perspectiva filosófica o espiritual en esa época?

WT: Me describiría como un agnóstico. Realmente no me importaba si la realidad espiritual era un hecho o no. Freud consideraba que la religión era una ilusión, y creo que muchos de mis estudiantes graduados y los otros profesores con los que me vinculaba en ese tiempo veían la religión como algo que no merecía ningún respeto intelectual.

NR: Dado su enfoque agnóstico en ese tiempo, ¿había alguna otra cosa en la que estuviera involucrado que hubiera podido preparar el camino para que usted se convirtiera en el catalizador para Un Curso de Milagros?

WT: No como tal, aunque sí fui uno de los primeros estudiantes graduados de Carl Rogers cuando vino a la Universidad de Chicago en 1945. El enseñaba que el “afecto positivo incondicional” era un prerrequisito esencial para una terapia centrada en el cliente. Ahora me doy cuenta de que lo que Rogers enfatizaba era que la total aceptación en nuestras relaciones significaba expresar perfecto amor. Aunque reconocía cuán lejos estaba de poder aplicar esta idea a mi vida, comprendí con el tiempo su contribución a mi propio desarrollo espiritual.

En realidad, siempre pensé que una Autoridad Superior se había equivocado al elegirnos a Helen y a mí para esta misión. Cuando Helen le preguntó una vez a la voz porque había sido elegida para este papel, la respuesta que recibió fue: “Obviamente eres la persona indicada porque lo estás haciendo”

NR: Lo que es tan extraño es que ustedes dos – Helen la atea y Bill el agnóstico – contemplaran la idea de hacer algo de este tipo. ¿Cómo conciliar estos dos aspectos? De seguro, algo debe haber provocado dentro suyo.

WT: Durante el verano de 1965 tuvimos muchas experiencias que amenazaron mi sistema de creencias y que me hicieron estar mucho más abierto a la posibilidad de una intervención divina. Para la época en que empezó el Curso, diría que realmente yo ya no era más un agnóstico.

Helen, sin embargo, tenía gran dificultad con el Curso debido a sus propias creencias personales. Continuó cuestionando lo que le sucedía durante el tiempo en el que transcribió el Curso, y no estoy seguro si alguna vez pudo reconciliar lo que hacía con quién ella sentía que era.

NR: Es interesante que usted emplee a menudo el término “misión” (N. del traductor: assignment, que puede también traducirse como función o tarea) con respecto a su participación y la de Helen en el Curso. ¿Por qué?

WT: Bueno, nos pareció que los sucesos que experimentamos y que llevaron al dictado del Curso nos prepararon para una misión que de algún modo, en algún lugar, habíamos aceptado llevar a cabo juntos. De cierto modo estábamos cumpliendo con nuestra función.

NR: Los sucesos que precedieron al dictado del Curso a los que se refiere involucraron varias experiencias psíquicas y místicas por parte de Helen. ¿Tuvo usted experiencias similares?

WT: Si, pero nunca parecían tan espectaculares como las de Helen. Sin embargo, una que me causó un profundo efecto ocurrió un domingo de Pascua en 1970. Había accedido a llevar a Jean, una mujer mayor, una artista, a cenar a Greenwich Village con otros amigos artistas. Era un día de lluvia, invernal, muy frío. Caía aguanieve y soplaba un fuerte viento, lo que era inusual para esa época del año. Como no tenía auto, me di cuenta de que me iba a resultar muy difícil encontrar un taxi, así que medité brevemente acerca de qué hacer. Recibí un claro mensaje de que debía ir a la esquina de la calle 78 y la Quinta Avenida, cerca de donde vivía, exactamente a las 3.15 y el problema se solucionaría. Sentí una enorme resistencia para hacerlo, pero me puse de todas maneras mi equipo de lluvia, caminé hasta la esquina indicada y traté de llamar un taxi. Dado que competía con todos los porteros de la Quinta Avenida parecía totalmente inútil.

Entonces cerré los ojos un momento y me despreocupé, a la vez que me decía: “Gracias, Padre, ya está hecho”. Y por un instante realmente lo creí. Cuando abrí mis ojos, una limusina con chofer había parado justo frente a mi en la esquina y el conductor bajó la ventanilla y me preguntó “¿Puedo ayudarlo, señor?”. Esto, como sabe todo aquel que haya estado en Nueva York o vivido allí, es algo altamente improbable.

Estuve tentado de preguntarle porqué se había detenido frente a mi, y entonces me di cuenta de que sería una pregunta inapropiada. Simplemente debía aceptar este regalo. Me subí y fuimos a buscar a Jean a su casa. ¡Estaba totalmente encantada de que hubiera venido a buscarla en una limusina!

Lo interesante, también, es que no discutí el precio con el chofer. Simplemente me dejó subir sin hacer ninguna pregunta, y cuando llegamos a nuestro destino le pregunté cuánto le debía y dijo algo ridículo como cinco dólares. Creo que le di varias veces esa cantidad por la gratitud y el alivio que sentía.

NR: ¡Qué otras experiencias de ese tipo…?

WT: Mientras estábamos en el proceso de transcribir el material del Curso, oré para que pudiéramos encontrar un maestro viviente – alguien que personificara estas enseñanzas en su propia vida. Por esta época un sacerdote amigo, el padre Michael, me contó acerca de la Madre Teresa de la India. Impresionado como corresponde, conseguí una copia de Something Beautiful for God (“Algo hermoso para Dios”), de Malcolm Muggeridge, el primer libro que describe el asombroso trabajo de sanación de la Madre Teresa para con los más pobres entre los pobres.

Poco tiempo después de leer el libro, el Padre Michael me informó que en esos días la Madre Teresa estaba en Nueva York. Recientemente había fundado un centro para su orden en la parte sur del Bronx – en ese tiempo la peor de todas las zonas de la ciudad, sumida en la pobreza y con alto índice de criminalidad, y se le había pedido que la ayudara con algunos preparativos. Nos invitó a Helen y a mi a unírsele cuando la visitara en el Bronx.

Al principio me asustaba que mis plegarias realmente fueran respondidas, ya que no estaba seguro de estar a la altura de conocer a una santa viviente. No obstante, cuando esta pequeña mujer nos recibió gentilmente con las palmas extendidas sentí una sensación de alivio casi instantánea. Parecía como si la hubiera conocido de toda la vida. Totalmente desinteresada y sin ninguna pretensión irradiaba la alegría que produce un compromiso espiritual total. Más tarde, se dirigió hacia mí y me dijo, “Doctor, no le gustaría venir a la India? Hay tanto que podría hacer para ayudar a los pobres!” Sentí un impulso casi irresistible de contestar “¡Si!”

Desde entonces me he encontrado con la Madre Teresa varias veces, incluyendo una visita que hizo junto con el Padre Michael a nuestras oficinas en el centro Médico el año anterior a que Helen se retirara. Para mí, su vida es una demostración de lo importante que es una completa dedicación y una total coherencia en el camino espiritual. Nuestras plegarias reciben respuesta, aunque frecuentemente sucede de la forma que menos esperamos.

NR: Ha habido alguna especulación sobre la posibilidad de que Helen y usted hayan editado el Curso. ¿Lo hicieron?

WT: No. Tenga en cuenta que al principio no sabíamos con exactitud qué estaba sucediendo. Así que hacíamos preguntas de naturaleza personal y anotábamos las respuestas que Helen recibía. Yo escribía las respuestas como parte de un proceso continuo, sin diferenciarlas del dictado interior que Helen anotaba en su cuaderno de taquigrafía. Más tarde, cuando nos dimos cuenta de que era obvio que este material no era parte del Curso, entonces sí lo suprimimos. Es verdad que ha habido un proceso de edición en lo que hace a escribir con mayúsculas, puntuar, dividir en párrafos e introducir títulos en las diferentes secciones del Texto. Sin embargo, estos cambios fueron menores y el Libro de Ejercicios y el Manual para el Maestro también aparecen exactamente como los recibió Helen.

NR: ¿Podría darme un ejemplo del material de tipo personal que decidió suprimir?

WT: Oh, eran preguntas como “Hay algo que deberíamos estar haciendo que aumentaría nuestra habilidad ara meditar mejor?”. Había también algunos comentarios al principio sobre teorías psicológicas que constituían digresiones de tipo intelectual, y que no tenían nada que ver con el Curso mismo.

NR: Brevemente, ¿cuál considera que es el propósito del Curso?

WT: Ayudarnos a cambiar de idea respecto de quiénes somos y quién es Dios, y ayudarnos, por medio del perdón, a dejar de aferrarnos a la creencia de que nuestra separación de Dios es real. Aprender a perdonarnos y a perdonar a los demás es realmente la enseñanza fundamental del Curso. El Curso enseña cómo conocernos y cómo desaprender todas aquellas cosas que nos impiden reconocer quiénes somos y siempre hemos sido.

NR: ¿Por qué piensa que se llamó “Un Curso de Milagros”? Por qué no “Un Curso de Amor, o de Perdón, o de Verdad”?
WT: Por una buena razón, como nos dimos cuenta después. Pero sí recuerdo, sin embargo, cuando Helen me llamó aquella noche memorable y me dijo que una voz interna le estaba dictando y que repetía todo el tiempo “este es un curso de milagros, por favor toma apuntes”. En ese momento, ciertamente, mi reacción al título no fue positiva. No obstante, cuando uno se adentra en el Curso y luego en la definición de lo que es un milagro entonces sí tiene sentido. De hecho, es el único nombre apropiado para el Curso.

NR: ¿Y un milagro es…

WT: Creo que un milagro es el amor que sustenta el universo. Es un cambio de percepción que elimina las barreras u obstáculos que nos impiden ser concientes de la presencia del amor en nuestras vidas.

El Curso también nos dice que no hay un orden de dificultad en los milagros- uno no es más difícil que otro, ya que la expresión del amor es siempre máxima.

NR: ¿Cuál fue su reacción como psicólogo cuando el Curso les planteó la idea de que hay solo dos emociones: el amor y el miedo?

WT: Recuerdo con mucha claridad haber mecanografiado esa sección que dice “Sólo puedes experimentar dos emociones. La una la inventaste tú y la otra se te dio”. Y recuerdo haber pensado que esa idea realmente abarca la totalidad del problema psicológico de los diferentes estados emocionales. Y es real, por ejemplo, que la ira es simplemente una expresión del miedo en acción. No puedo enfadarme a menos que antes me sienta amenazado de algún modo, lo que quiere decir que tengo miedo. El amor es en realidad la única otra emoción que existe, y reconocerlo como un hecho simplificó mucho las cosas.

NR: ¿Y que es el amor según su definición?

WT: Es muy simple: el amor es la ausencia de miedo. También podría decirse que el miedo es la ausencia de amor. El amor y el miedo no pueden coexistir al mismo tiempo, aunque muchos de nosotros tratamos de vivir como si ello fuera posible. Tratamos de equilibrar un poco de miedo con un poco de amor, y esperamos poder diferenciarlos. Sin embargo, cuando soltamos el miedo por un instante, automáticamente el amor está ahí. No es algo que debamos entender o buscar; el amor simplemente es.

Es muy parecido al sol que está oculto en un día de niebla. Aunque no podemos verlo sabemos que está allí. No bien se levanta la niebla podemos verlo. Tal es el caso también para nosotros: cuando podemos detener los pensamientos que nos infunden miedo podemos aceptar el amor y la luz que están siempre allí.

NR: En cierta forma eso presupone confiar en que está siempre allí, pero parece que a menudo somos llevados a un lugar, casi un precipicio, y se nos pide que demos un paso adelante, confiando en que todavía esté allí. Es realmente difícil adquirir la confianza suficiente para hacerlo.

WT: Con frecuencia, en mi propia vida llamo a eso “la práctica celestial de correr riesgos”: estamos allí afuera caminando por la planchada y sin saber qué va a suceder después. Pero ¿de qué otra forma podemos aumentar nuestra conciencia del potencial dado por Dios si no nos lanzamos a lo desconocido?

Creo que todos tenemos que estar por lo menos parcialmente dispuestos a averiguar si hay una forma diferente y mejor de vivir. De otra manera simplemente seguiremos repitiendo en nuestras vidas los mismos modelos de pensamiento.

NR: El Curso también diferencia el ego del Ser en términos distintos de los convencionales. ¿Cuál fue su reacción como psicólogo?

WT: el término “ego” como se usa en el Curso se refiere a nuestra ser superficial o falso que se identifica con el cuerpo como forma de expresión externa. Esta identificación ego-cuerpo es el ser que hemos hecho y que contrasta con el Ser espiritual que Dios comparte con nosotros. El ego no es otra cosa que nuestra creencia en un ser separado de Dios. La proyección de este pensamiento de separación da lugar al mundo de la forma. El ego cree que este mundo fenoménico existe independientemente aunque no tiene ninguna existencia fuera de la mente dividida que lo proyectó.

NR: Uno de los conceptos más controvertidos que presenta el Curso es que este mundo es ilusorio, no real, y que Dios en realidad no está involucrado en él; que Dios sólo se involucra y se interesa por nosotros, no por nuestras cosas, y que somos nosotros quienes les damos valor, no Dios. Este es un concepto muy difícil de comprender y de aceptar, no es así?

WT: Sin duda. Es un desafío y un problema para todos nosotros. Pero como sabe, muchos físicos del siglo veinte se han referido en forma exhaustiva a las consecuencias que tiene la mecánica cuántica para el misticismo y el pensamiento místico.
Recientemente Ken Wilbur ha editado un libro titulado Quantum Questions (“Cuestiones Cuánticas”) que trata el tema de la realidad física y las experiencias místicas en los escritos de Einsten, Heisenburg, Eddington, Schroedinger y varios otros físicos ganadores del Premio Nobel. Wilber señala que todos estos notables científicos produjeron una visión trascendental o mística del mundo. Si bien la física moderna no prueba que el misticismo es verdadero, sí elimina todo obstáculo teórico importante que pudiera impedir la posibilidad de una realidad espiritual. En efecto, el sólido universo material se ha disuelto en una serie de abstractas ecuaciones matemáticas. Lo que esto demuestra es que muchos físicos conciben el mundo material de la misma forma que el Curso: el mundo es ilusorio dado que la materia física no es ya entendible en términos de la conciencia sensorial. De algún modo estamos percibiendo algo que no está allí, y es sólo nuestra percepción la que le otorga realidad. La cuestión es entonces ¿Cuál es la naturaleza del poder sustentador que yace detrás de toda forma?

El énfasis en el cambio de percepción que hace el Curso se aplica a todo en nuestras vidas, no simplemente al universo externo, y muy especialmente a nuestras relaciones – a la forma en la que nos vemos a nosotros mismos y a los demás. A medida que cambiamos nuestra percepción, o más bien a medida que cambiamos nuestras actitudes del miedo al amor, de la culpa a la total aceptación, lo que vemos como un universo limitado también cambia.

Todo lo que es perecedero se ve como una ilusión, y todo lo que es eterno es verdadero conocimiento y proviene de Dios. El objetivo del Curso, entonces, es permitirnos cambiar nuestra percepción hasta el punto en el que Dios nos pueda llevar al mundo del conocimiento. Su propósito inmediato es ayudarnos a quitar los obstáculos que nos impidan estar concientes de la presencia de Dios en nuestra vida diaria, que es de lo único que trata el milagro. Cuando comenzamos a reconocer y aceptar la presencia del amor de Dios en nuestras vidas, muchas de las preguntas que nos planteamos simplemente desaparecen. No parecen ya ser relevantes porque son preguntas que hace el ego a partir de la percepción de un universo limitado.

NR: Otro concepto difícil de aceptar en el Curso es que cuando reconocemos las ilusiones por lo que son podemos reírnos de ellas. Bueno, ciertamente para la mayoría de la gente las crisis emocionales como la muerte, el dolor, el hambre y demás son muy reales y nada cómicas. ¿Cómo se acepta esto?

WT: El Curso sugiere que nos olvidamos de reírnos no bien comenzamos a creer que las ilusiones eran reales. Quizá una manera de encontrar el camino de regreso a nuestra verdadera naturaleza es empezar a reírnos de la insensatez de muchas de nuestras creencias. Norman Cousins ya ha demostrado la importancia de la risa en el proceso de sanación.

Por ejemplo, si queremos ayudar a alguien, ya sea en la psicoterapia o en la vida diaria, no creo que debamos identificarnos con el problema. Lo que tenemos que hacer es identificarnos con la Respuesta. Dado que el problema constituye siempre alguna forma de miedo, culpa o separación, nuestra responsabilidad es identificarnos con la única respuesta que funciona. Al ofrecer el Amor de Dios en una forma que sea apropiada, estamos ofreciendo la única respuesta que es posible dentro de este mundo. Por supuesto esto no implica una falta de compasión, todo lo contrario, Si me identifico con el problema que tienen usted u otra persona simplemente significa que también yo voy a sufrir. Y cuando me uno a usted en el sufrimiento nadie gana – por el contrario ambos perdemos porque reforzamos el problema.

El curso dice que todos nuestros problemas surgen de la creencia de que estamos separados de Dios, y la única salida de esta situación es extender el milagro del amor, que es nuestra herencia natural.

NR: Algunas de las personas que empezaron a estudiar el Curso en un principio están decepcionadas por el hecho de que no se refiere en forma específica a algunos temas personales de suma importancia, como por ejemplo el sexo. ¿Por qué no lo hace?

WT: Como usted sabe, el Curso se concentra en el entrenamiento de la mente. El énfasis se pone en el desarrollo espiritual más que en reforzar nuestra identificación con el ego- cuerpo. Pero no hay nada en el Curso que prohíba el sexo. Lo que sí dice es que el cuerpo es un vehículo neutral para comunicar amor. Lo que creo que trata de subrayar el Curso es que la unión física nunca puede resolver el problema de nuestro sentido de separación de Dios. Sólo puede ser un sustituto para nuestra tentativa unión con Dios. Por eso es que, como objetivo de una relación, la gratificación física nunca es duradera y no une individuos en forma permanente. Y eso también puede decirse de muchos otros impulsos físicos y emocionales que tenemos que surgen del ego – cosas que hacemos para tratar de unirnos de forma permanente a otros, y que siempre terminan fracasando.

NR: Otro tema específico que el Curso no trata y que preocupa a todos los que lo estudian es el asesinato - el hecho de tratarlo como una ilusión o por medio del perdón.

WT: Quizá la dificultad proviene de percibir al otro sólo como un cuerpo. Creo que esa es la ecuación esencial ego-cuerpo, que es la fuente más importante de nuestra infelicidad, su verdadero núcleo.

Sin ninguna duda, el asesinato es un tema que provoca una respuesta muy emocional en todos nosotros. Pero la transformación interior que nos ocupa aquí está relacionada con nuestro propio cambio de percepción, con nuestra capacidad de reconocer que el miedo es el problema que todos tenemos. Ya sea que tome la forma de asesinato, ataque o pérdida, lo que queremos aprender es como enseñar amor de tal manera que el miedo no sea más parte de nuestra conciencia. A medida que cambiamos nuestra propia conciencia y nuestro propio conocimiento estamos ayudando a que todos los demás también lo hagan, y creo que es por medio de este proceso que contribuimos a crear una sociedad y un mundo más sensatos.

NR: Otro asunto importante en nuestra vida es la muerte, el morir. ¿Por qué es que el Curso no trata este tema para contribuir a nuestra paz mental?

WT: Creo que lo hace. El Curso afirma muy claramente que “Ya no habrá muerte. El Hijo de Dios es libre”
En un sentido, dado que fuimos creados eternos, literalmente nunca nacimos, por lo que nunca podemos morir. Es decir, en el marco de la eternidad siempre hemos existido como una extensión del Amor de Dios. Creo que la noción de almas recién acuñadas viniendo a este mundo material por unos pocos años y luego partiendo hacia el más allá no es la lección que el Curso enseñaría. El Curso afirma repetidas veces que permanecemos como Dios nos creó, permanecemos como aspectos eternos del espíritu y nunca hemos sido limitados por la forma. Cuando el cuerpo ya no está vivo y animado, simplemente significa que ya no nos es útil. Nuestro cuerpo no tiene nada que ver con el hecho de que estemos vivos o muertos porque nuestro cuerpo no es nuestra verdadera identidad.

NR: ¿Qué hay de los animales, entonces? Ya que el Curso tampoco los menciona, dónde encajan, al igual que los insectos o las plantas y los árboles?

WT: A menudo el Curso usa la frase “toda cosa viviente”. Una vez más, todo lo que tiene vida tiene vida eterna. Ya que toda vida proviene de Dios y es una e inseparable, sin duda la fuerza vital que anima a los animales y a las plantas es la misma que la fuerza vital que nos anima a los seres humanos. Y siempre me asombra lo que pueden enseñarnos los animales; cuán rápidamente nos perdona un perro al que le pisamos una pata. No nos guarda rencor sino que nos demuestra amor en el instante en que abrimos la puerta. Cualquier queja que podría albergar no perdura en la mente de un perro. Por eso creo que las mascotas son maravillosos maestros de perdón para todos nosotros. Son extensiones del Amor de Dios porque traen alegría y dimensiones adicionales de amor a nuestras vidas.

NR: ¿Qué sucede con el hecho de matar cierto tipo de animales y comerlos? ¿Como conciliar esto con la idea de abrazar la vida y tratar de no estar separado de ella?

WT: Mucha gente elije ser vegetariana por muy buenas razones. Cualquier cosa que aumente nuestro sentido de culpa no contribuye a nuestro propio beneficio. Creo, por lo tanto, que los estudiantes del Curso determinarán lo que es correcto para ellos prestando oídos a su guía interna.

Jesús nos enseñó a no preocuparnos tanto por lo que ponemos en nuestra boca sino por lo que permitimos que salga de ella. Así que no es lo que comemos, sino nuestros pensamientos y la forma en la que nos relacionamos con otros lo que da testimonio de nuestro progreso espiritual. Lo que es importante es la oportunidad que tenemos en cada momento de elegir entre expresar miedo y expresar amor en nuestras vidas.

NR: A partir de esta premisa, entonces, uno podría concluir que los cuerpos no son vida.

WT: El cuerpo es un vehículo para la comunicación y el aprendizaje – la fuente de vida es siempre espiritual.

El Curso nos enseña que siempre que tenemos dudas acerca de cualquiera de nuestras decisiones o elecciones de vida podemos pedir ayuda a nuestra guía interior o, como el Curso la llama, el Espíritu Santo.

NR: Con respecto a la propia guía interior, el Curso nos advierte respecto del riesgo de buscarla en el ego, no es así? ¿Cómo distinguimos entre el ego y el Espíritu Santo? ¿Cómo sabemos quién es el que habla?

WT: Bueno, el Curso dice que el ego siempre habla primero y que se equivoca. Para poder oír a nuestra guía interior debemos aquietar nuestra mente, estar dispuestos a renunciar a cualquier preferencia respecto de la respuesta y escuchar a esa pequeña y tranquila voz en nuestro interior. El hecho de que nuestra guía interior nunca hable de forma estridente sino con una voz amorosa y tranquila es algo que podemos considerar como una señal de su autenticidad, y pienso que, con la práctica, todos nosotros hemos aprendido a diferenciarlas.

NR: ¿Cómo maneja usted este problema en lo personal?

WT: Si no me siento en paz, se que estoy escuchando la estática superficial que produce mi ego. Entonces vuelvo a elegir, y trato de obviar la interferencia para poder oír la suave voz de mi guía interior.

El Curso identifica la Voz con el Espíritu Santo. También dice que Jesús esta igualmente disponible para ayudarnos en cualquier momento. En este sentido, podemos considerar a Jesús nuestro hermano mayor. Su mensaje no es diferente del mensaje del Espíritu Santo, ya que todos los maestros de Dios transmiten el mismo mensaje.

NR: ¿No cree usted que referirse a Jesús y al Espíritu Santo de esta forma no convencional, así como hacer referencia a otras ideas “nuevas” con respecto al Cristianismo puede ser contradictorio para los cristianos tradicionales?

WT: Bueno, creo que si uno se remonta a las enseñanzas de Jesús como eran en su origen la respuesta es no.
Por ejemplo, el Curso aclara y amplifica las enseñanzas de Jesús respecto de la importancia fundamental del amor y el perdón. Creo que quizá la religión institucionalizada ha perdido muchas veces de vista la esencia de ese mensaje al hacer hincapié en la culpa.

NR: ¿Entonces usted no cree que el Curso cuestione el cristianismo o alguna de las religiones actuales?

WT: Creo que el Curso está decididamente de acuerdo con la filosofía perenne que subyace a todas las grandes religiones. Hay, sin embargo, algunas diferencias fundamentales, como el énfasis que el Curso pone en renunciar a la creencia de que la culpa y el pecado son reales. La religión, según la experimenté cuando era joven, parecía hacer hincapié en estos aspectos negativos.

El Curso, no obstante, continuamente nos dice que estamos libres de culpa, que seguimos siendo como Dios nos creo, que podemos errar, pero que los errores requieren corrección y no castigo. Conceptos como la culpa, el pecado y el castigo son totalmente ajenos a la orientación del Curso. El Curso afirma inequívocamente que el amor es nuestra única realidad y que “el Amor no mata para salvar”.

Cualquier religión que haga hincapié en el miedo, la culpa y la separación de Dios obviamente contradice la idea de total unidad y amor del Curso. Sin embargo, el Curso no habla de la religión institucionalizada, y no le aconseja a nadie que renuncie a ser miembro de una iglesia. De hecho, creo que el material del Curso podría ayudar mucho a las personas que quieren desarrollar una vida espiritual más rica dentro de sus propias tradiciones; es ecuménico.

Sé que existen pastores, George McLaird de la iglesia Presbiteriana de Sausalito, California es uno de ellos, que enseñan el Curso en forma regular en sus iglesias. Y mucha gente en todo el país asociada a la Iglesia de la Unidad también se involucra activamente con las enseñanzas del Curso. Es el caso del Rev. Terry Cole-Whittaker, que tiene un ministerio televisivo degran difusión.

NE: Usted dice que el Curso es ecuménico, pero sin embargo es decididamente cristiano en su esencia, dado que usa el modelo cristiano del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

WT: Es verdad. El Curso usa terminología cristiana pero a la vez expresa verdades espirituales universales, lo que explica quizá que gente de todos los credos puedan encontrarlo valioso. Creo que el Curso lo expresa muy bien cuando dice: “Una teología universal es imposible, mientras que una experiencia universal no sólo es posible sino necesaria”.

Poco tiempo después de empezar a transcribir el material, comencé a leer mucha de la literatura mística del mundo. Uno de los primeros autores que me hizo una profunda impresión fue Vivekananda, en su exposición sobre la filosofía Vedanta de la India. Fue discípulo de Ramakrishna, quién en las postrimerías del siglo XIX y a principios de este siglo fundó un numero de ashrams Ramakrishna y centros de enseñanza en este país. Asombrosamente, la filosofía Advanta vedaita tal como la explica Vivekananda parece tener muchos puntos en común con las enseñanzas del Curso, aunque el contexto y el lenguaje sean diferentes. En ese momento recuerdo haber pensado que el Curso podía concebirse como una forma de Vedanta cristiano.
Los estudiantes de budismo me dicen que las semejanzas entre el Curso y las enseñanzas budistas son notables. Es también un hecho interesante que muchas de las personas asociadas al Curso son de origen judío, y éste les ha parecido extraordinariamente significativo y de gran ayuda a pesar de la terminología cristiana.

Así pues, me ha impresionado lo ecuménico que puede ser el Curso, y el hecho de que su propósito no sea aumentar nuestra sensación de separación sino unir a la gente. Y lo veo suceder en todas partes con cientos de grupos de estudio que están compuestos de gente de todas las profesiones y religiones que se reúnen regularmente a estudiar y hablar del Curso. Para mí esto demuestra una confluencia espiritual y la voluntad de renunciar a una idea de separación de los demás y de Dios. De eso es de lo que realmente se trata el Curso.

Las experiencias que podemos obtener de seguir las enseñanzas del Curso son mucho más importantes que la posibilidad de caer en trampas semánticas sobre el uso específico de un término. Por lo tanto estoy a favor del uso más amplio y ecuménico de las ideas del Curso en diversos contextos, sé que es lo que la gente está haciendo, y lo aplaudo.

NR: ¿Qué hay del uso exclusivo de términos masculinos en el Curso, tales como Padre e Hijo, o Él? ¿Qué piensan al respecto las estudiantes mujeres?

WT: Sé que a algunas mujeres les ha inquietado el empleo de términos masculinos y han pensado en sustituirlos por términos femeninos. Muchas de las que han pensado en la posibilidad de cambiar han llegado a la conclusión de que Madre, Hija o Ella sólo crearían una nueva polaridad. Otras han descubierto que usar el término “Espíritu” – una palabra totalmente neutral y andrógina – les resuelve el problema.

NR: ¿Cómo han reaccionado a todo este tema sus viejos amigos y colegas? ¿Se han mostrado receptivos, comprensivos, desentendidos, preocupados?

WT: No he estado en contacto con muchos de ellos, aunque los pocos a los que he visto se muestran bien dispuestos con respecto a todo el material. No tengo idea de cuál sería la reacción generalizada entre mis antiguos colegas, ni he tratado de averiguarla.

Sin embargo, estoy seguro de que en esa época la mayoría habría considerado que Helen y yo estábamos locos si hubieran sabido lo que estábamos haciendo. Tenga en cuenta, no obstante, que todo comenzó en 1965 y ahora estamos en 1984, cuando creo que hay mucho más receptividad a las ideas espirituales que la que había hace diecinueve años. Así que quizá no es justo especular ahora sobre este tema.

NR: A su vez, usted y Helen no se lo mostraron a nadie en ese momento, lo mantuvieron oculto y también mantuvieron lo que hacían totalmente en secreto.

WT: Si, y sin duda no se lo hubiera mostrado a mis colegas. Hacerlo no hubiera sido sensato. Mi misión tal como yo la concebía era aprender yo mismo del material y no mezclar mis responsabilidades en el Centro Médico con nuestra trascripción del Curso.

Pero como dije, ahora vivimos otro momento, mucho más luminoso.

NR: ¿Qué piensa ahora acerca de todo esto, del hecho de que fue usted una parte integral y especial de Un Curso de Milagros, al que alguna gente prominente se ha referido como el documento más importante del siglo?

WT: Francamente, Helen y yo no teníamos intención de publicar el Curso cuando lo estábamos transcribiendo. Muy por el contrario. El material parecía estar destinado específicamente a nuestra educación espiritual. Lo considerábamos nuestro “secreto vergonzoso”, algo que estábamos entregados a hacer, pero en esos días no había ningún indicio de que debíamos compartirlo con otros.

Cuando finalmente aceptamos que se publicara en forma anónima pensé que muy pocas personas estarían interesadas en cambiar su percepción aplicando los métodos que el Curso proponía – me parecía que era muy difícil. Sin duda nunca esperé que viviría para ver que miles de personas vieran el Curso como un mapa para volver a su hogar.

Agradezco el hecho de que Helen y yo pudiéramos cumplir con nuestra parte para que el Curso estuviera disponible para todos, y estoy igualmente agradecido al gran número de estudiantes que hoy están haciendo sus propias contribuciones de muchas maneras. Con varias traducciones en curso, parece que estas ideas van a seguir llegando a un número cada vez mayor de lectores.

Es maravilloso saber que tanta gente a nivel mundial está usando el Curso para ayudar a su propio despertar espiritual. Creo que el Curso expresa lo que está sucediendo con poética claridad en el siguiente pasaje: “La mente que duerme no puede sino despertar, según ve su propia perfección reflejando al señor de la Vida tan perfectamente que se funde con lo que allí se ve reflejado. Y ahora ya no es un simple reflejo, sino que se convierte en aquello que refleja y en la luz que hace que el reflejo sea posible. La visión deja ahora de ser necesaria. Pues una mente despierta es aquella que conoce su Fuente, su ser y su Santidad.”

NR: ¿Cuáles son sus planes de ahora en más?

WT: En este momento estoy trabajando en un libro con Jerry Jampolsky, un psiquiatra, y Pat Hopkins, una escritora y editora, basado en ideas relacionadas con el Curso. El libro será publicado por Bantam en algún momento del año que viene. Acabo de completar un capítulo con Roger Walsh, otro psiquiatra, para The Comprehensive Textbook of Psychiatry, editado por Freedman y Kaplan, que puede que también se publique a principios de 1985. Mis objetivos inmediatos son seguir explorando distintas forma de aplicar las ideas del Curso a mi vida y difundirlas para ayudar a otros.
¡Demos gracias a Jesús! ¡Gracias a ti, Bill! ¡Gracias, Helen! Siempre les estaremos profundamente agradecidos por su aporte. Hagamos ahora un momento de Silencio en agradecimiento a la Ayuda omnipresente que se ofrece a todos por medio de Un Curso de Milagros y de muchos otros símbolos en todo el cosmos.

Un post relacionado, donde (en el complemento al final del post) se comentan algunas anécdotas de la vida de Bill Thetford, así como su posible iluminación al final de su vida, es el siguiente post: Perdonando a tu hermano: http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2012/05/perdonando-tu-hermano.html
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