lunes, 31 de mayo de 2010

Una reflexión acerca de las diversas enseñanzas "espirituales"

*
La Vida sabe lo que hace. El mundo de la dualidad es un sueño, impermanente, imaginación, espejismo. Es un sueño que conlleva pesadillas, malestar. Y de ahí va emergiendo el impulso de despertar del sueño. La Vida guía a todos hacia el despertar. La Vida es amable, no impone. Permite que los soñadores alarguen el sueño tanto como deseen (a fin de cuentas el tiempo no es real). La Vida no nos despierta a la fuerza, no echa a nadie un cubo de agua helada para despertar repentinamente. Eso sería un tanto brusco, la Vida en cambio es mimosa, respetuosa. En lugar de despertarnos por la fuerza, simplemente nos sonríe mientras dormimos y nos susurra palabras de Verdad y de consuelo: "eres amado/a, no estás en peligro, es sólo un sueño, relájate, tienes a tu alcance el despertar...".

La Vida no está preocupada por nadie porque sabe que no pasa nada, que los sueños, sueños son. Nada malo sucede. Soñar no hace daño real a nadie.

La Vida, simplemente, nos ofrece constantemente la oportunidad de despertar, la cual podemos aprovechar tan pronto como lo deseemos sinceramente. Ese impulso por despertar proviene de hecho de la propia Vida, es nuestro recuerdo/anhelo del Hogar. Somos uno con la Vida, la cual es nuestro Ser y nuestro Hogar; nuestra Herencia permanente.

La Vida sabe lo que hace, y en el sueño aparente ofrece a cada durmiente las herramientas que necesita para despertar. Son herramientas (enseñanzas, mensajes) diversas, pues cada durmiente se encuentra en circunstancias diferentes y necesita su propio mensaje. Por eso surgen las diversas religiones, los movimientos espirituales, la diversidad de maestros, las circunstancias de la vida (de todo tipo, incluidas las que aparentemente son calificadas como "cuestiones materiales"), las intuiciones (la verdadera intuición es la Voz del Uno en nosotros).

Cada cual recibe lo que necesita. Y exactamente en el momento que lo necesita. Los mensajes y circunstancias fluyen con una perfecta armonía.

Entonces tenemos los mensajes del advaita vedanta, del zen, de los místicos, de las religiones, de las llamadas "canalizaciones", de la ciencia, la filosofía, etc etc etc

Todo eso es válido; simplemente unas personas resuenan más con unos mensajes que con otros. La Vida nos guía mediante tales resonancias intuitivas.

Hay quienes se sienten atraídos por mensajes muy directos hacia el despertar (por ejemplo las enseñanzas del advaita vedanta) y quienes en cambio se sienten atraídos por caminos aparentemente opuestos o intrascendentes (por ejemplo los deportes o la exploración de sustancias "excitantes"). Pero cada persona sigue su camino único, su modo propio hacia el despertar.

Nadie está por arriba de nadie. Todos somos Uno, somos el SER. Pensar que "nuestro" camino sea más "espiritual" que lo que hacen otros, es dejarnos llevar por un mal concepto que nos va a retener pues nos impide conocer la simplicidad de la Vida, en la cual todo fluye correctamente sin "superiores" ni "inferiores".

Identificarnos con el ego puede hacernos sentir arrogantes al interpretar que nuestro camino es mejor y que otras personas están menos avanzadas que nosotros. Pensar así es sólo eso: pensamientos confundidos. Meros conceptos. A veces la Vida nos muestra ejemplos que sacuden este tipo de creencia. Por ejemplo a veces sucede que una persona que no había estado interesada por lo espiritual, recibe la Gracia del despertar completo. A Ramana Maharshi le sucedió algo así (un despertar total sin buscarlo ni prácticas previas). Incluso un soldado podría despertar en pleno campo de batalla. ¿Significaría eso que la guerra es un mejor camino para el despertar que los otros? ¿O más bien, que ningún camino es mejor que otro? Simplemente cada cual recibe de la Vida las circunstancias que exactamente se ajustan a sus necesidades.

Enseñanzas como el advaita vedanta o el zen son inspiradoras para quienes resuenan con esta manera tan directa de despertar. Sin embargo otras personas pueden estar en el punto de requerir algo totalmente diferente en apariencia. Incluso sentir resonancia hacia la guerra es parte del despertar para quienes se sienten llevados a ese camino. Es más, a lo largo de los siglos surgieron bendiciones de circunstancias aparentemente "malas" como es la guerra. El campo de batalla fue muchas veces el lugar donde brotó la amistad más profunda. Todo es sagrado, aunque no lo parezca si cerramos los ojos a ello.

En el fondo todos los caminos son uno, pues todos ellos conducen a una misma meta: el despertar.

Hay algo que me llamó la atención hace muy pocos años y que sirve de ejemplo sobre esta unicidad de los caminos. Se trata de las similitudes que encontré entre algunas canalizaciones y las enseñanzas de tipo zen o advaita.

Primero explicaré un poco lo que son las canalizaciones, para quien no lo sepa. Algunas personas (llamadas "canalizadores") reciben mensajes interiormente (como ejemplo, digamos que es algo similar a una especie de "telepatía"). Estos mensajes los interpretan a menudo como provenientes de "maestros ascendidos", "seres extraterrestres", "el ser superior", etc. En la práctica, a menudo las canalizaciones incurren en una evidente dualidad (se enredan en el mundo fenoménico, considerando como real lo que no son sino espejismos, e incluso a veces produciendo temor en quienes están predispuestos a temer por ser personas también adictas a lo dual) y en el autoengaño.

Pero como decía más arriba, cada cual recibe lo que necesita. Hay quienes sienten deseos de explorar ese tipo de "películas" y eso forma parte también del camino al despertar. Incluso ver pelis de miedo en la tele tiene algún tipo de utilidad, por ligera que sea. Nadie es superior a nadie; como dije, a veces alguien que está aparentemente distraído por ese tipo de situaciones recibe la Gracia del despertar.

Sin embargo, a mí me llamó la atención hace tiempo el hecho de que algunas canalizaciones no se enfocaban hacia la dualidad, sino que tenían un "sabor advaita". Esto no significa que esas canalizaciones fueran advaita puro (aunque las hay, por ejemplo Un Curso de Milagros), pero sí me pareció que podían suponer un acercamiento suave y gradual hacia la Verdad. Una forma de ir compartiendo el conocimiento con grupos mayores de personas, preparándolos para sintonizar con enseñanzas más directas como el advaita. Ejemplo de esto podrían ser las canalizaciones de un canalizador llamado Geoffrey Hoppe, o incluso las canalizaciones de KRYON del canalizador Lee Carroll. Generalmente estas canalizaciones no llegan aún (de momento) al punto de decir que lo percibido por los ojos es irreal, un espejismo (algunas sí, en Un Curso de Milagros sí se dice todo), pero sí dejan el terreno preparado, a punto de caramelo, para poder dar ese "saltito" de consciencia: darnos cuenta o abrirnos a esa posibilidad.

Diversas canalizaciones han cumplido diferentes funciones a lo largo del tiempo. Como decía Ramana Maharshi, "un clavo saca otro clavo" (o una espina sirve para extraernos la otra espina que se nos clavó, y una vez extraída podemos desechar ambas). Muchas canalizaciones parecen funcionar de esa manera, como espinas que sacan espinas más dolorosas. O sea, conceptos que ayudan a deshacer otros conceptos aparentemente más "perjudiciales" (en el mundo de las apariencias, pues en realidad nadie sufre perjuicio alguno, pues el aparente "mal" no es sino sueño).

Podemos ver en las canalizaciones conceptos valiosos como considerar el espacio/tiempo como irreales, o si no irreales, al menos ir abriéndose a la posibilidad de que es algo mucho más abarcador de lo que parecía. Hay canalizaciones que guían a dejar de obsesionarnos con el pasado o el futuro y vivir relajadamente en el Momento. Otras sugieren suavemente el irnos desidentificando de eso que creíamos que éramos. Pasito a pasito, van conduciendo hacia los mensajes de la Unidad (o no-dualidad). Algunas canalizaciones, sobre todo al principio, se enfocaban simplemente en lo básico, en ayudar a despojarnos de los miedos (justo lo contrario que las canalizaciones dualísticas, las cuales de todos modos también tienen su propósito), anclar la sensación de Dios-Vida como Amor, etc. Esto ayuda a reconocer la Paz en nosotros. Toda inspiración es bienvenida, venga de un amigo, de una charla, de una canalización, o de donde sea. La Vida sabe lo que hace.

Otro ejemplo típico de este tipo de canalizaciones es llevar la atención al SER, mediante diversos "trucos", como todo el tema del "Yo Soy" o del "Yo Soy lo que Yo Soy", tan mencionado por los maestros ascendidos y también por las enseñanzas del advaita.

Hace años que sentía esta intuición acerca de las resonancias entre las diversas enseñanzas (sobre todo entre algunas canalizaciones y el zen/advaita), pero el "guiño" definitivo lo vi hace poco, este mismo año, cuando al echar un vistazo a un libro donde el autor explica que se le aparecieron dos maestros ascendidos. Me encantó la sorpresa de que esos maestros ascendidos se presentaran a sí mismos como símbolos, y no como algo realmente literal. El libro es "La Desaparición del Universo", de Gary Renard (pulsando en el título se llega al post que le dediqué a eso, donde copio el breve fragmento donde dicen eso, y también aparecen links donde descargar el libro si a alguien le resuena). Me hizo gracia. ¡Ascendidos reconociendo que son símbolos! Y por si fuera poco, ese libro conducía a otro, "Un Curso de Milagros", el cual es también del mismo enfoque: muy advaita vedanta.

En el advaita no se suele hablar mucho de dioses (ni de maestros ascendidos), por tratarse de parte del mundo fenoménico y que no necesita centrar nuestra atención, pero por ejemplo Ramana Maharshi comentó alguna vez de seres que vio en algunos de sus paseos en torno al monte Arunachala. Símbolos son. Partes de la dualidad. Tan reales o irreales como nuestro cuerpo: "espejismos". Ciertamente, eso sí, unos símbolos (o cuentos, o espejismos, o apariencias, o conceptos) resultan más inspiradores que otros en relación a metas concretas. Y en relación al despertar, también unos símbolos suelen ayudar más a despertar que otros.

Ciertamente, todos los caminos conducen al SER. Hay algunas anécdotas relacionadas con el SER incluso en las religiones convencionales. Copio algo que comenté alguna vez:

No es casual que en la Biblia se diga "Dioses sois" ni que Jesucristo afirmara "Yo Soy el Camino". Naturalmente no se refería a que el humano 'Jesús' fuese el único camino o ejemplo, sino a que el SER o VIDA en todas partes es quien nos guía y lleva por buen camino. Tampoco es casual que enseñanzas ancestrales de los Maestros Ascendidos hayan destacado la Resonancia del 'Yo Soy' como magnífica herramienta para clarificar la Consciencia. Ni que el nombre 'Jesús' en francés se pronuncie tan parecido a 'Je suis' (que significa 'yo soy'), o que el también bíblico nombre de 'Moisés' contenga la clave 'moi ses', al revés 'ses moi', que en francés se parece a "c'est moi", la otra forma de decir 'soy yo'.

También en la Biblia, cuando Dios revela su Nombre dice que se llama: "Yo Soy Lo Que Yo Soy". ((Algunas tradiciones lo traducen en tiempo futuro: "Yo Seré Lo que Yo Seré", pero la alusión al SER resulta igualmente incuestionable))


Esta reflexión, si ha de servir de algo, quizás sea para abrirnos a encontrar destellos de la Verdad en todas partes, en diversas enseñanzas que quizás de otro modo rechazaríamos por prejuicios. Y a recordar humildemente que la Verdad ES, en todas partes. Y que no hay nadie que esté más o menos "avanzado" que nosotros. Todos somos UNO. Y la Vida ES. Cualquier idea que contradiga esto no es más que un espejismo.

¡Saludos!
*

domingo, 30 de mayo de 2010

Dedicado a mi abuela paterna

*
Lindo pajarillo del amor de Dios

volando compartiendo amor.

Un 29 de mayo algo sucedió

pero no sucedió.


Sigues volando, pajarillo,

más allá de las densas nubes

compartiendo en el volar

el amor y el cariño

de todos a quienes amas y te aman.


Te amo ahora y por siempre, abuelita.

*

sábado, 29 de mayo de 2010

La eterna evidencia

*
"La eterna evidencia", escrito por Juan Carlos Savater, es un texto de 34 páginas donde se explica con claridad y sencillez la base de la filosofía del advaita. Se trata de "Una presentación de la enseñanza advaita para personas ajenas al mercado espiritual".

Fue escrito para una persona aquejada -según el mundo de las apariencias- de una grave enfermedad. Posteriormente el autor decidió compartirlo para aquellos que resuenen con el mensaje.

Podéis descargarlo del blog del autor: http://www.unasolaesencia.com/ (este documento en PDF aparece en la parte derecha, no arriba del todo pero sí muy arriba, casi arriba del todo).

Juan Carlos Savater es además el traductor del siguiente libro que ha salido publicado recientemente: "UNA SOLA ESENCIA", de SAILOR BOB ADAMSON, podéis leer detalles de este libro en el blog del traductor, en la parte derecha del blog (me enteré de este libro gracias a este post de Yoga y Estudios Tradicionales: http://yogayestudiostradicionales.blogspot.com/2010/05/el-pensamiento-debe-ser-comprendido.html).

En cuanto a "La eterna evidencia", lo he subido a algunos otros sitios donde se pueda también descargar:

1) Despertar Divino: http://despertardivino.cl/up/index.php?act=view&id=272

2) Cuasi Huasi: http://cusihuasi.ning.com/group/loslibrosdecusihuasi/forum/topics/la-eterna-evidencia-una (creo que en ésta hay que registrarse para poder ver el contenido y descargarlo).

¡Saludos!
*

viernes, 28 de mayo de 2010

Brevísimo (de Emerson)

*
Este momento es tan bueno como cualquier otro momento de la eternidad.
Ralph Waldo Emerson
*

miércoles, 26 de mayo de 2010

Tres citas

*
Comparto tres citas que he encontrado en un mismo libro: "Desde la oscuridad, hacia la luz", de Gerald G. Jampolsky.

La primera dice que es un adagio indio:

Una mente apresurada es una mente enferma.
Una mente lenta es una mente sana.
Una mente serena es una mente divina.


La segunda cita es algo que escribió el propio autor del libro mencionado, Gerald Jampolsky:

PACIENCIA

El impaciente siempre
tiene prisa.

Está atrapado en el futuro
está atado al miedo
y al tiempo.

El impaciente persigue sus propios
objetivos que no le llevan a ninguna parte.

El paciente nunca
tiene prisa.

Vive totalmente en el presente
inmerso en un amor sin tiempo.

El paciente no necesita metas
excepto la de estar en Casa
en el Corazón de Dios.

El paciente es paciente
porque sabe
que ya está allí.

La tercera y última cita es un poema de una niña de 12 años que escribió sus pensamientos sobre la paz en un libro que Gerald Jampolsky ayudó a publicar en 1982, titulado "Los niños como maestros de la paz". Es un poema hermosamente simple, que dice muchísimo en pocas palabras:

La paz es cuando
sabes que Dios
te lleva de la mano
en cada paso del camino.


¡Saludos!
*

martes, 25 de mayo de 2010

Unas citas de Richard Bach

*
Comparto algunas de las citas de Richard Bach, de su libro "El manual del mesías":

A la nube no le inquieta
precipitarse en el mar
ya que no puede
(a) caerse
ni
(b) ahogarse.

Ahora bien, tiene la libertad
de creer que es posible
y podría tener miedo
si lo deseara.

*** *** ***

Sólo porque alguien de otra
dimensión te visite,
no presupongas
que es más sabio que tú,
ni que puede hacer cualquier cosa
mejor que tú.

Incorpóreo o mortal,
lo que realmente importa de las
personas
es lo que saben.

*** *** ***

¿Qué haríais si Dios os hablara
directamente a la cara
y os dijera:
«Os ordeno que seáis felices
en el mundo,
mientras viváis»?

*** *** ***

El cambio más pequeño que
realices hoy te conducirá
a un mañana completamente
diferente.

*** *** ***

¿Sólo tu imaginación?
¡Claro que es tu imaginación!
El mundo es tu imaginación.
¿Ya lo has olvidado?

*** *** ***

¿Cuántas vidas hay en el planeta?
¿Cuántas vidas hay en el universo?
UNA.

*** *** ***

La realidad no tiene nada que
ver con las apariencias,
ni con tu estrecha manera de ver.
La realidad es la expresión
del amor, del amor puro y perfecto,
liberado del espacio y del tiempo.

*** *** ***

Lo que muchos consideran
razonable es la supresión
de su conocimiento más profundo.

¿Por qué hay que ser razonable?


¡Saludos!
*

domingo, 23 de mayo de 2010

Gracias a la Vida por la eternidad

*
Gracias, Vida
Por este Momento eterno que nunca se acaba;
Por la bella inmortalidad del Ser;
Por el Amor inagotable que nos dedicas por siempre;
Gracias por tu Luz amable
Que disuelve todas las sombras
Cuando aceptamos la luminosa Verdad en nuestro Corazón.

Gracias por la Unidad
Que todos los seres formamos unidos
Envueltos en un resplandeciente Compartir.

Compartimos la Felicidad, la Paz, Amor, Alegría, Plenitud, Ser, Vida.

Todo es Uno.

SER ETERNO RESPLANDECIENTE COMPARTIDO

*

sábado, 22 de mayo de 2010

Oración de San Francisco de Asís

*
Señor, haz de mí un instrumento de Tu paz,
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
Que donde haya ofensa, ponga yo perdón;
Que donde haya duda, ponga yo fe;
Que donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
Que donde haya tinieblas, ponga yo luz;
Que donde haya tristeza, ponga yo alegría;

Oh, Divino Maestro, que no me empeñe tanto
En ser consolado, como en consolar;
En ser comprendido, como en comprender;
En ser amado, como en amar;
Pues dando, recibimos;
Olvidando, se encuentra;
Perdonando, somos perdonados y
Muriendo, nacemos
A la vida eterna.

San Francisco de Asís

*

viernes, 21 de mayo de 2010

Sueños fugaces

*
No existe la muerte. La muerte es un sueño fugaz.

No existen las enfermedades. Cualquier enfermedad es un sueño fugaz.

No existen los accidentes. Todo accidente es un sueño fugaz.

No existe la guerra. Sueño fugaz.

No existe el dolor. Sueño fugaz.

No existe la pérdida. Sueño fugaz.

No existe la escasez. Sueño fugaz.

No existe enemigo alguno. Sueño fugaz.

No existe el cuerpo limitado. Sueño fugaz.

No existe la mente egoísta separada. Sueño fugaz.

No existe el envejecimiento. Sueño fugaz.

No existe la debilidad. Sueño fugaz.

No existe la discordia. Sueño fugaz.

No existe el mal. Sueño fugaz.

No existe la traición. Sueño fugaz.

No existe el amor no correspondido. Sueño fugaz.

Nada irreal existe. Lo irreal son 'sueños fugaces' que no producen ningún efecto sobre el SER.

Sólo existe el SER, que es UNIDAD y por lo tanto es AMOR, pues en una única UNIDAD existente no hay cabida para lo enemigo.

El SER simplemente ES. LO ÚNICO PERMANENTE. PERFECTO Y PLENO. AHORA Y SIEMPRE.
*

miércoles, 19 de mayo de 2010

"Mis recuerdos de Ramana Maharshi"

*
Copio un par de fragmentos del libro "Mis recuerdos de Ramana Maharshi", de Sadhu Arunáchala (también conocido como el comandante A. W. Chadwick). Como siempre, relata vivencias relacionadas con Bhagaván Sri Ramana Maharshi.

El primer fragmento es un breve párrafo:

Como ya he mencionado, para el advaita la reencarnación no existe puesto que si el ego es algo completamente transitorio, ¿qué queda para reencarnarse? Si Bhagaván negaba que alguien hubiera nacido realmente, ¿cómo podía volver a nacer un ego? «Busca en tu interior y descubre si realmente has nacido» era la instrucción que nos daba. Y, no obstante, para aquellos que creían en la realidad del ego, aceptaba el concepto de reencarnación.

(Sadhu Arunáchala)

(He leído en alguna otra parte el mismo comentario acerca de que Ramana Maharshi tenía la amabilidad de no asustar a quienes necesitan del concepto de reencarnación para su propia tranquilidad interior; por eso a veces le seguía la corriente a personas que necesitaban apoyarse en ese bastón de la reencarnación, mientras que cuando alguien se mostraba preparado para escuchar la verdad desnuda, entonces la ofrecía sin reservas, directo al meollo de la cuestión: el Ser)

El siguiente fragmento es un poquito más amplio pues incluye unos pocos párrafos:

Bhagaván decía que las experiencias que tenemos en el estado de vigilia y en los sueños son exactamente iguales, siempre me costaba entender esta afirmación y, por ello, le hacía muchas preguntas al respecto. Él me explicaba que todas mis preguntas sobre los sueños se producían únicamente en el estado de vigilia pero nunca en los sueños. ¿Qué validez podían tener, entonces?Todo es una mera proyección de la mente pero, como da la sensación de que sólo los sueños son transitorios en relación con el estado de vigilia, imaginamos que son algo distinto. Pero esto es sólo aparente, no es real. El individuo -que se cree despierto- tiene los sueños pero, en realidad, tanto los sueños comoel estado de vigilia son irreales desde el punto de vista del Absoluto. No cuestionamos nuestro estado cuando estamos soñando, únicamente cuando estamos despiertos. ¿Es esto justo?

Aún así, sabiendo que Bhagaván afirma que todo no es más que una apariencia y una creación de la mente, sus enseñanzas sobre los sueños me resultaban difíciles de comprender, ya que yo tenía la sensación de que la vigilia era un estado continuo, que se extendía de un día a otro. Cada día me despertaba en el mismo mundo, mientras que mis sueños siempre eran distintos. Sin embargo, Bhagaván no aceptaba esta distinción y repetía que esa crítica sólo surgía del estado de vigilia pero nunca del estado de los sueños. Entonces, tuve un sueño.

Estaba discutiendo con alguien sobre el tema de los sueños y le dije: «Digas lo que digas, el obispo Berkeley tenía razón: las cosas sólo están en la mente y ésa es la única realidad. Las cosas, simplemente, no existen, por lo que tanto los sueños como las experiencias del estado de vigilia deben ser exactamente lo mismo. No son más que conceptos mentales». «Eso dices ahora -me contestó- pero no hablarías así en un sueño». Entonces me desperté. Fue un sueño muy vívido.

Algunas personas no consiguen desentrañar la relación entre esta anécdota y lo que mencionábamos antes pero el sueño fue tan real que nunca me planteé que fuera algo distinto del estado de vigilia: ambos estados «eran» exactamente lo mismo.

Bhagaván siempre hacía hincapié en que todo está en la mente y que ésta es sólo un fenómeno pasajero. «¿Quién está detrás de la mente? -preguntaba en repetidas ocasiones-. Descúbrelo y verás cómo la mente desaparece automáticamente». Para conseguirlo, uno tiene que buscar repetidamente el origen del «yo» preguntándose «¿quién soy?». Se trata de un proceso frecuentemente malinterpretado a pesar de que las enseñanzas de Bhagaván resultan claras. En esta búsqueda, no es necesario que uno intente encontrar cierto «Yo-Absoluto» trascendental, sino el ego en sí mismo y el punto desde el que surge: encuéntralo y verás cómo automáticamente se esfuma el ego; es entonces cuando uno toma conciencia de que lo único que existe es el Ser. Es como remontar un río, atravesando montañas, hasta su manantial: se alcanza un punto en que se observa que el río como tal ya no existe. La fuente, la mente, el ego son exactamente lo mismo y no pueden existir como elementos independientes. La mente es incapaz de conocer el Ser, ya que, ¿cómo podría conocer lo que está más allá de ella? Por este motivo, hasta a un gñani (jnani en la terminología asimilada del inglés: el que vive permanentemente sumido en la conciencia del Ser) le resulta imposible explicar su estado con palabras, puesto que éstas sólo son un producto de la mente. Conocerlo es serlo. No hay vuelta de hoja.


Este tema de equiparar el estado de vigilia con el de sueños, se complementa con una parte de este post que posteé recientemente: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2010/05/guru-ramana.html

Copio la mayor parte de ese apartado:

15 de abril de 1937

4. Un hombre que viene con frecuencia al áshram está cavilando sobre el problema de maia y su relación con los estados de vigilia y ensoñación.

VISITANTE: ¿Existe alguna diferencia genuina entre la experiencia de yagrat
(Yagrat: Estado de conciencia de vigilia) y la de los sueños?

BHAGAVÁN: Ninguna, a excepción de que a la persona que está en yagrat ese estado le parece más imperecedero que el otro, menos cuando está soñando. A veces, la persona que está en yagrat cuenta que ha tenido un sueño que duraba varios cientos de años, por lo que lo califica de transitorio, mientras que lo cierto es que no existe ni la más mínima diferencia entre la naturaleza de esos dos estados.

C.: Sí que hay una diferencia: cada vez que regresamos a yagrat, regresamos al mismo lugar, a la misma gente, a las mismas actividades e intereses, lo cual no sucede cuando entramos en el estado de suapna
(el estado onírico del sueño).

BHAGAVÁN: Eso es porque, en los sueños, las cosas se mueven muy deprisa, vistas desde el yagrat en el que estás ahora pero, cada vez que entras en el mundo de los sueños, ¿te consideras un extraño allí?, ¿o te sientes completamente en casa con la gente y los lugares, igual que te pasa aquí? ¿No sueñas, a veces, que eres un ministro o que te encuentras con tu padre que murió en yagrat hace años, o que ves a Dios sentado en un trono, etc., sin que te dé la sensación de que sea algo incongruente? En ese momento, el sueño te resulta tan real como te resulta yagrat ahora. ¿En dónde está la diferencia? Si dices que el sueño es ilusorio, ¿por qué no dices lo mismo de yagrat?


Tras estos párrafos copiados, aún aclara un poco más. Quien quiera leerlo completo (o leer los otros fragmentos de ese mismo post) ha de clickar en el link mencionado antes.

Más posts de este blog relacionados con Ramana Maharshi: http://jugandoalegremente.blogspot.com/search/label/Ramana%20Maharshi

¡Saludos!
*

martes, 18 de mayo de 2010

Ramana Maharshi y el silencio

*
Bhagaván Sri Ramana Maharshi tenía en gran estima el compartir mediante el silencio. El siguiente párrafo viene del libro "Mis recuerdos de Ramana Maharshi", de Sadhu Arunáchala:

Mucha gente identificaba a Bhagaván con Dakshinamurti -el guru silencioso- ya que, aunque no fuera tan taciturno como mucha gente pensaba, mantenía unos profundos silencios cuando hablaba a sus discípulos directamente al corazón. La gente lo visitaba con un montón de dudas, se sentaban en su presencia y se marchaban sin haberle formulado ni una sola pregunta, pero con todas sus dudas resueltas. Él mismo decía: «El silencio es el mejor upadesa (instrucción espiritual que se recibe del guru), pero sólo resulta adecuado para los alumnos avanzados. Los demás son incapaces de sacarle todo el provecho y, por ello, hay que utilizar palabras para explicarles la Verdad. Pero la Verdad está más allá de las palabras y no admite explicación alguna. Es posible que las charlas mantengan a la gente entretenida durante algunas horas pero no provocan ningún efecto sobre ella, mientras que el resultado del silencio es permanente y beneficia a todos. Da igual que no se comprenda. Las charlas no son tan elocuentes como el silencio. El silencio es una elocuencia que no cesa. Dakshinamurti , el maestro primordial símbolo del ideal, impartía sus enseñanzas en silencio».

Más posts de este blog relacionados con Ramana Maharshi: http://jugandoalegremente.blogspot.com/search/label/Ramana%20Maharshi

¡Saludos!
*

domingo, 16 de mayo de 2010

La Familia y la Abundancia

*
Hola. Eres importante. Mucho más de lo que puedas imaginar. Formas parte de Algo Grande. Formas parte de la Gran Familia. Una inmensa Familia, una Familia riquísima y plena, de hecho es la Única Familia del Universo: no existe nada más que la Familia que todos somos.

Nuestra Familia es la Vida, es pura Belleza, pura Riqueza Creativa, pura Felicidad eterna.

La Verdad de nuestra Familia te protege. El Amor de nuestra Familia te nutre y te cuida. Los infinitos Recursos de nuestra Familia están todos plenamente disponibles para Ti. Lo reconozcas o no, estás a salvo. Siempre lo has estado.

Nadas en la Abundancia. Ésta es la Verdad. Nadas en la Abundancia, constantemente. Eres el Hijo de Dios. Hijo perfecto de la Gran Familia. Nada te falta. Todo lo que sea valioso para Ti, está a tu alcance constantemente. La Vida te colma de bendiciones; aunque no siempre te das cuenta.

No siempre te das cuenta. Eres Hijo de la Riqueza. Tu Herencia Divina es la Plenitud, la Abundancia, la Felicidad sin límites. Todo esto lo tienes ahora, lo eres ahora, es tu Ser. Y jamás te faltará nada, pues no puedes perder lo que la Vida pone a tu disposición, no puedes perder tu Ser porque eres eterno, Hijo de Dios, Hijo de la Plenitud, Hijo de la eternidad, Hijo de la Libertad.

Eres Completo porque eres parte de la Divinidad. Eres Inocente porque tu Ser es pura Armonía, estás Unido al UNO y a la Inocencia Divina, que es lo único que existe en realidad. Nunca hiciste nada malo, excepto en tu imaginación. Libérate de tus limitadas creencias y acepta nuevamente el Regalo que la Vida te ofrece siempre y para siempre. Cuando dejes de imaginar las limitaciones y reconozcas la Verdad, las sombras (imaginadas) se disiparán. Esto puedes hacerlo ahora, si quieres. O cuando quieras, mas siempre será "ahora". El tiempo no tiene importancia, ni el espacio, ni los "cuentos" que creíste eran reales. No eran reales. Por suerte, el Amor sí es lo Real. Y es lo que Tú Eres, como todos en esta Gran Única Familia.

No siempre te das cuenta. Pero la Verdad y la Paz te envuelven en cada instante. Todo forma parte del mismo instante, el Momento Divino que es la Paz de Dios.

No siempre te das cuenta, pero la enfermedad no existe. La muerte es un sueño. Los nacimientos son espejismos. Nunca naciste, nunca morirás, pues eres eterno y existes desde siempre, mucho antes del "comienzo" de este mundo imaginario que todavía ves.

No siempre te das cuenta, pero eres libre. Y dispones de toda la ayuda, inspiración y recursos para poder reconocer y expresar tu Libertad.

No siempre te das cuenta, pero todo lo que te envuelve es Amor. Y el "mal" no puede tocarte, pues lo que no existe no puede afectarte. El mal no existe sino en tu imaginación. Eres libre porque puedes dejar de imaginar lo que te disgusta, cuando recuerdes que no es real y que ya no quieres eso, sino recordar la Verdad.

Todo lo que te envuelve es Amor. Cuando recuerdas la Verdad, entonces se aclara todo. La Luz de la Verdad disipa las sombras imaginadas. Mientras tanto es bueno saber que todo lo que ves, incluso aquello que te molesta o preocupa, es en realidad un símbolo. No son problemas reales sino símbolos. Y estos símbolos, tanto los que te parecen "buenos" como los que te parecen "malos", son faros que iluminan tu vuelta a Casa. Una Casa de la que realmente nunca saliste: estás en el Hogar de la Gran Familia.

Perdona aquello que ves y no te gusta. Perdónate a ti mismo por haberlo imaginado, por haber creído en estos espejismos irreales. Entrega las apariencias a la Vida, agradecidamente por saber que son simples apariencias, y permítete así despejar el camino para que la Luz de la Verdad se manifieste. La Verdad ya ES. Estás dormido a ella, y al dormir te parece ver espejismos, sueños, apariencias. Pero si sueltas todo eso, si perdonas estas imaginaciones ilusorias, despejas el camino y así despiertas: recuerdas de nuevo la Verdad, recuerdas quién eres: el magnífico Ser que eres, Hijo de Dios, Hijo del UNO, Hijo de la Gran Familia, el eterno Rico, el eterno Feliz, la eterna Plenitud.

Todo lo que te rodea es una bendición. Perdónalo, suéltalo si algo es aparentemente molesto, y fluye así hacia el despertar. Cuando despiertas, compruebas agradecidamente que todo lo que soñaste no tuvo la más mínima importancia. No hubo peligros reales, ni daños reales. Nada malo sucedió. El mal es imposible, pues la Unidad que somos es una Familia de Amor, de Unión, de Armonía y de pleno Compartir. No hay separación entre nosotros, no hay fronteras en nuestra Familia, ni limitación de ninguna clase.

Despierta y sé Feliz. O duerme un rato más, si quieres. En cualquier caso, tu despertar está garantizado. Pues eres lo que eres. Eres el SER.

Yo Soy la Bondad, brillando en todo para todo, para siempre compartida y brillante

Yo Soy lo que Soy
*

Diálogos desenfadados (con Ramana Maharshi)

*

Copio partes del capítulo "Diálogos desenfadados", del libro "Guru Ramana", de S. S. Cohen (reseña del libro, junto a la de otros tres libros sobre Ramana Maharshi, aquí: http://www.yogaenzaragoza.com/?id=144).

Algunas anécdotas o conversaciones curiosas con Bhagaván Sri Ramana Maharshi:

DIÁLOGOS DESENFADADOS

EL QUE SÓLO CREÍA EN UN DIOS IMPERSONAL

El Dr. H., que formaba parte de un pequeño grupo de americanos que vinieron en febrero de 1936 a pasar unas semanas en el áshram, le preguntó a Sri Maharshi si existía un Dios personal.

BHAGAVÁN: Sí, Íshvara.

Dr. H: (Sorprendido.) ¿Ah, sí? ¿Con ojos, nariz, orejas y todo?

BHAGAVÁN: Sí. Si tú tienes todo eso, ¿por qué no lo va a poder tener Dios?

C.: Cuando leo en la Cábala y en los Puranas que Dios tiene todas esas partes del cuerpo, me da la risa.

BHAGAVÁN: ¿Y no te da la risa al mirarte en el espejo y vértelas tú?

***

EL HOMBRE DE NEGOCIOS

Poco después, el Dr. H. regresó por su cuenta para pasar unos días en el áshram. Le habían hablado de lo sagrado que era el monte Arunáchala, de la cantidad de siddhas (santos con poderes psíquicos) sin cuerpo físico que habitan en él en el cuerpo astral y que, según dicen, a veces se les aparecen en forma física a algunas personas privilegiadas. La última noche, tal y como le confesaría más tarde a un amigo, se empecinó en pasarla en el monte esperando, en el fondo, encontrarse con uno de ellos. Pero como no estaba familiarizado con las dificultades del terreno durante la noche, seguía deambulando por el monte mucho después del amanecer.

Sri Bhagaván, que en aquellos días se ocupaba especialmente de los recién llegados, sobre todo si eran occidentales, lo echó en falta y, al ser informado de que lo habían visto subir al monte por la noche, envió inmediatamente en su busca a un grupo de devotos con lámparas de gas. Finalmente, encontraron al amigo americano y lo acompañaron hasta el áshram, a pie del monte.

Cuando entró en la sala, estaba agotado y con la ropa completamente mojada por la llovizna que había caído durante su caminata. En la sala sólo había una silla de caña, justo enfrente del sofá de Bhagaván, y ahí se sentó y empezó a relatar su aventura por el monte. Al acabar, miró a Bhagaván y le dijo con inocencia:

AMERICANO: ¡Ay, Maharshi! ¡Qué agradecido te estaré si me das la iluminación!

BHAGAVÁN: ¡Uy, uy!

AMERICANO: ¡En serio! Me harías tan feliz. Me voy mañana y siempre estaría pensando en ti.

BHAGAVÁN: (Se le escapó una risa cariñosa.) No te vas a marchar nunca.

AMERICANO: (Muy asustado porque se figuró que el Maharshi iba a servirse de siddhis para evitar que se marchara.) ¿Cómo? ¡Claro que me voy a marchar! Tengo cosas muy urgentes que hacer en Estados Unidos. Tengo preparado el pasaporte y reservado el pasaje. Lo tengo todo preparado para mi viaje de regreso. ¿Qué quieres decir con que no me voy a marchar?

BHAGAVÁN: (Se le escapa una risa.) No te vas a marchar porque nunca has venido. Lo único que se ha movido han sido el coche, el barco, el tren y todo eso, pero tú lo único que has hecho ha sido estar sentado hasta que apareciste aquí.

AMERICANO: (Dando un suspiro de alivio.) ¡Ah, bueno, a eso te refieres!

***

EL FILÓSOFO

Abril de 1943

Un adolescente, sonrojado y con voz débil y temerosa, preguntó: «Suami, ¿conseguiré ver a Dios en esta vida?...».

BHAGAVÁN: (Con una sonrisa llena de cariño.) Primero dime quién es ese «yo» de tu pregunta. ¿Quién es, qué es y dónde está Dios, y qué es lo que quieres decir con «vida»?

El joven bajó la mirada y se calló. Entonces, desde el fondo de la sala, se acercó corriendo un hombre mayor, sacó un lápiz, escribió una pregunta en un trozo de papel y se la entregó al Maharshi. Al leerla, a Bhagaván se le dibujó una enorme sonrisa. Era una pregunta sobre el tiempo y el espacio.

BHAGAVÁN: ¿Puedo saber quién hace esta pregunta? ¿El espacio, tú mismo o el tiempo?

VISITANTE: Yo, por supuesto.

BHAGAVÁN: ¿Sabes quién es ese «yo»?

VISITANTE: (Después de pensárselo un poco.) Deje para los filósofos esa pregunta sobre el «yo» y responda a mi pregunta.

VOZ: ¿Cómo? ¿Es que el tiempo o el espacio le importan más a usted que usted mismo?

BHAGAVÁN: (Al ver que el visitante se había quedado perplejo.) Todas esas cuestiones son superfluas. Lo que siempre debes tener en mente es que no hay cuestión alguna que se pueda resolver sin el conocimiento del Ser. Cuando uno toma conciencia del Ser, todo está claro y quedan resueltos todos los problemas.

***

EL ESCÉPTICO

2 de abril de 1937

Esta tarde ha venido a pasar unas pocas horas un periodista polaco muy atareado que quería que se le mostrara la Verdad de la forma más clara posible en ese corto espacio de tiempo.

POLACO: He leído en sus libros que cada cual debe descubrir la naturaleza de su propio «yo» para poder conocer la Verdad, que usted llama Ser. Desde el punto de vista de la biología, yo ya tengo mi propia respuesta para esa cuestión de la propia identidad, pero lo que quiero saber es quién es usted, que habla del Ser y, al parecer, lo ha experimentado. Si otra persona confirma su afirmación y, seguidamente, un millón de personas más, entonces existe la posibilidad de que el Ser exista.

BHAGAVÁN: ¿Es que usted no tiene un yo? ¿Se encuentra usted, entonces, en el terreno de las probabilidades, incluso en lo referente a su propio yo?

POLACO: Así es, uno no puede estar seguro de nada. Ni siquiera se puede probar la existencia de Dios con certeza absoluta.

BHAGAVÁN: Déjese de Dios por ahora. ¿Qué pasa con usted mismo?

POLACO: Quiero una confirmación del Ser.

BHAGAVÁN: ¿Quiere que los demás lo confirmen a usted mismo? ¿Cómo sabe usted que existen los demás?

POLACO: Por mis sentidos.

BHAGAVÁN: Ese «mis» implica el «yo», el cual es el dueño de los sentidos. Usted da por sentado que existe pero, al mismo tiempo, le pide a los demás que se lo demuestren. Asimismo, admite la realidad de sus sentidos, los cuales ven a los demás, pero niega toda realidad. ¿Ve usted cómo se contradice? Lo que sucede es que los demás no existen: no existe una persona que sea «usted». Cualquier persona, aunque se le llame «tú» o «usted», se considera «yo». Hasta la confirmación que usted anda pidiendo a los demás surge únicamente del «yo». El «vosotros» y el «ellos» sólo existen para el «yo», sin el cual no tienen ningún sentido.

POLACO: Si usted tiene razón, ¿qué pasa entonces con el progreso y la ciencia?

BHAGAVÁN: El progreso y la ciencia sólo tienen significado para la mente dotada de percepción. ¿Para quién va a existir el progreso cuando la mente está ausente como, por ejemplo, cuando uno está profundamente dormido y sin soñar o está desmayado? El objetivo de todo progreso y de toda ciencia, según admite usted, es la Verdad, la cual es Inteligencia Pura, el sustrato de la Conciencia de la que brota la mente pensante en la que ésta acaba, finalmente, diluyéndose cuando se alcanza eso que usted llama «Perfección» y a lo que la ciencia aspira. Eso es lo que nosotros llamamos «hacerse consciente del Ser», es decir, tomar conciencia del origen de la mente.


Más posts de este blog relacionados con Ramana Maharshi: http://jugandoalegremente.blogspot.com/search/label/Ramana%20Maharshi

¡Saludos!
*

sábado, 15 de mayo de 2010

Un destello de Richard Bach

*
Recuerda
que la muerte de los cuerpos
es un sueño,
al igual que la vida en ellos.


Richard Bach; autor de Juan Salvador Gaviota e Ilusiones, entre otros libros.

Quien quiera leerlos:

Ilusiones y Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach: (Links de descarga: 1) Ilusiones. 2) Juan Salvador Gaviota). También aquí: 1) Ilusiones. 2) Juan Salvador Gaviota.

Otros libros: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2010/03/biblioteca.html
*

viernes, 14 de mayo de 2010

GURU RAMANA

*

Copio un capítulo (titulado "Maia" ["Maya" es la forma más frecuente de escribirlo, debido a la influencia del inglés]) del libro "Guru Ramana", de S. S. Cohen. La imagen de este post es la portada del libro. Podéis leer una reseña de este libro y de otros 3 magníficos libros sobre Ramana Maharshi en este artículo: http://www.yogaenzaragoza.com/?id=144

En fin, como siempre me parecen muy inspiradores los comentarios de Bhagaván Sri Ramana Maharshi.

MAIA

De todos los aspectos de la filosofía advaita, el de Maia es el más difícil de comprender y más aún de explicar. Algunos lo interpretan como ignorancia; otros, como ensueño; otros, como lo ilusorio; pero lo único que nos puede dar una explicación satisfactoria es la experiencia propia. Sin embargo, hasta ese momento, las explicaciones que se dan van creando una considerable confusión porque, cuanto más se intenta explicar, más críptico se vuelve este asunto.

En uno de los áshrams que visité en 1939, conocí a una canadiense que había venido a la India «en busca de la Verdad», y que había ido a conocer a muchos yoguis y visitado muchos áshrams, el último de los cuales era el Ramakrishna Math, en Madrás. Como es natural, estuvimos hablando de yoga, de la meditación, etc.; pero, cuando mencioné el término maia, dio un grito ahogado, se llevó la mano al cuello, bajó el tono de voz y me susurró: «Ni lo menciones. Esa gente de la Ramakrishna Mission han estado a punto de acabar conmigo, pero Dios vino a rescatarme y me pude escapar».

YO: ¿Qué quieres decir? ¿Es que querían matarte? ¡Pero si son sanniasis (monjes renunciantes)!

ELLA: No matar mi cuerpo, no, sino mi alma. Me dijeron que no existe nada: ni mundo, ni seres humanos, ni árboles. Nada de nada. Que todo es ilusorio, que todo es mi propia imaginación y que no puedo destruir ese espejismo hasta que me entregue completamente. ¿Qué será de mí sin mi alma ni mi mente?

No me quedó más remedio que cambiar de tema. Sin embargo, las explicaciones de Sri Bhagaván sí que son soberbias, como podemos observar en los siguientes diálogos.

***

15 de abril de 1937

1. El Sr. C. quería conocer el misterio de este gigantesco mundo ilusorio.

C.: Decimos que el mundo es ilusorio pero todo lo que hay en él obedece a unas leyes bien rígidas, lo cual demuestra que está bien planificado y regulado.

BHAGAVÁN: Sí, el que proyectó ese espejismo le dio una apariencia de orden y de estar perfectamente planificado.

C.: Menos las advaitas, todas las escuelas espirituales resaltan el aspecto creativo de la Realidad, al que llaman Dios, y hablan de profetas, santos, escrituras sagradas, etc. ¿Son todas un espejismo?

BHAGAVÁN: Todas existen de la misma manera que existes tú, el que hace la pregunta. Tu estás en el mundo relativo y ellas también porque, de lo contrario, no te habrías enterado de que existían. En los sueños también se percibe un mundo bien regulado, con santos, escrituras sagradas, etc.; pero todo eso desaparece en cuanto uno se despierta. Pues, asimismo, el despertar de este mundo onírico a la Conciencia Suprema hace que todo esto desaparezca.

C.: Pero ¿cómo puede surgir de la Verdad lo ilusorio, lo falso?

BHAGAVÁN: Maia no es algo falso, aunque tenga aspecto de serlo, sino que es el aspecto activo de la realidad. Es quien crea las formas en la Conciencia y «forma» implica variedad, lo cual produce el espejismo. Pero claro, toda esta variedad está única y exclusivamente en la conciencia. Sólo está en la mente. Un yiva (el alma individual) al ver a otro yiva, se olvida de que es idéntico al otro y lo ve como algo distinto de sí mismo. Pero, en cuanto dirige la atención hacia la conciencia, que es su propia naturaleza, y no hacia la forma, se esfuma el espejismo de la diversidad o de la separación, de la misma forma que se acaba un sueño cuando uno se despierta.

C.: Resulta difícil concebir a Dios, el que no tiene forma, dando nacimiento a formas.

BHAGAVÁN: ¿Por qué es difícil? ¿Es que tu mente no se queda sin forma cuando no percibe ni piensa nada como, por ejemplo, en el sueño profundo, en el samadhi o cuando te desmayas? ¿Y es que no crea espacio y relaciones cuando piensa e impele al cuerpo a actuar? Pues, del mismo modo que la mente es la que concibe algo y el cuerpo es el que lo ejecuta de forma homogénea y automática -tan automática, de hecho, que la mayoría de la gente ni es consciente de ese proceso-, la Inteligencia Divina concibe y planifica, y Su energía es la que actúa de forma automática y espontánea. El pensamiento y la acción constituyen una unidad integral y única. Esta Energía Creativa que está implícita en la Inteligencia Pura recibe varios nombres, uno de los cuales es maia o shakti, la Creadora de formas o imágenes.

***

14 de junio de 1948

2. El Sr. Subbaramaiá, antiguo catedrático de Inglés, viene de visita con frecuencia y siempre habla con el Maestro de antiguos libros vedantinos. Aunque la conversación de hoy versa sobre kéivaliam (Unidad), el concepto de maia surge a mitad del diálogo y a todos les llama la atención, ante lo cual Sri Bhagaván explica:

«Cada plano tiene su propio espejismo que se puede destruir con la ayuda de otro espejismo de ese mismo plano. Por ejemplo, después de llenarse bien el estómago, un hombre se queda dormido y sueña que tiene hambre a pesar de toda la comida del estado de yagrat (estado de vigilia) que tiene en el estómago. Si se sueña con una herida, hay que curarla en el sueño. En una ocasión, un gran rey soñó que estaba enfermo pero que era demasiado pobre para llamar a un médico, por lo que tuvo que suplicarles dinero a sus amigos para poder recibir tratamiento. Aunque, en el estado de vigilia, tenía una fortuna de fábula, en el estado de los sueños eso no le servía de nada. De forma similar, el espejismo de agñana (ignorancia) sólo se puede destruir con el espejismo de guru-upadesa (la enseñanza del maestro). Mukti (liberación) existe permanentemente mientras que la esclavitud siempre es algo inexistente. Sin embargo, la experiencia de todo el mundo es justo lo contrario».

***

16 de febrero de 1937

3. Un visitante comenta que es una crueldad que el lila
(Lila: Juego. Por extensión, el «juego cósmico» del Absoluto haciéndose pasar por ser limitado e ignorante) de Dios haga que resulte tan difícil alcanzar el conocimiento del Ser.

BHAGAVÁN: (Riéndose.) Conocer el Ser es ser el Ser y «ser» quiere decir existir. Nadie niega que exista, de la misma forma que nadie niega que tenga ojos a pesar de que sea incapaz de vérselos a sí mismo. El problema radica en tu deseo de objetivar el Ser, igual que haces de los ojos un objeto cuando les colocas delante un espejo. Estás tan acostumbrado a la objetivación que has olvidado todo conocimiento de ti mismo por la sencilla razón de que el Ser no se puede objetivar. ¿Quién quedaría para conocer al Ser? ¿El cuerpo inerte? Te pasas el tiempo hablando y pensando en tu «yo», «yo», «yo»; pero, cuando te preguntan algo al respecto, niegas saber algo de él. Tú eres el Ser pero andas preguntando cómo conocerlo. Entonces, ¿dónde está el lila de Dios y dónde la crueldad? Como la gente niega su propio Ser, los shastras
(Escrituras sagradas) hablan de conceptos como maia, lila, etcétera.

***

15 de abril de 1937

4. Un hombre que viene con frecuencia al áshram está cavilando sobre el problema de maia y su relación con los estados de vigilia y ensoñación.

VISITANTE: ¿Existe alguna diferencia genuina entre la experiencia de yagrat
(Yagrat: Estado de conciencia de vigilia) y la de los sueños?

BHAGAVÁN: Ninguna, a excepción de que a la persona que está en yagrat ese estado le parece más imperecedero que el otro, menos cuando está soñando. A veces, la persona que está en yagrat cuenta que ha tenido un sueño que duraba varios cientos de años, por lo que lo califica de transitorio, mientras que lo cierto es que no existe ni la más mínima diferencia entre la naturaleza de esos dos estados.

C.: Sí que hay una diferencia: cada vez que regresamos a yagrat, regresamos al mismo lugar, a la misma gente, a las mismas actividades e intereses, lo cual no sucede cuando entramos en el estado de suapna
(el estado onírico del sueño).

BHAGAVÁN: Eso es porque, en los sueños, las cosas se mueven muy deprisa, vistas desde el yagrat en el que estás ahora pero, cada vez que entras en el mundo de los sueños, ¿te consideras un extraño allí?, ¿o te sientes completamente en casa con la gente y los lugares, igual que te pasa aquí? ¿No sueñas, a veces, que eres un ministro o que te encuentras con tu padre que murió en yagrat hace años, o que ves a Dios sentado en un trono, etc., sin que te dé la sensación de que sea algo incongruente? En ese momento, el sueño te resulta tan real como te resulta yagrat ahora. ¿En dónde está la diferencia? Si dices que el sueño es ilusorio, ¿por qué no dices lo mismo de yagrat?

VISITANTE: Aryuna
(Arjuna, usando la ortografía castellana que usa este libro, para facilitar el saber la pronunciación más parecida a la hindú -lo mismo sucede con algunas tildes) vio la forma divina de Sri Krishna. ¿Fue auténtica esa visión que tuvo?

BHAGAVÁN: Sri Krishna empieza su discurso del capítulo II de la Bhágavad Guita diciendo:
«No tengo forma alguna», etc.; sin embargo, más adelante en el capítulo XI, dice: «Trasciendo los tres mundos...», pero Aryuna vio en Él esos tres mundos. También Sri Krishna dijo: «Yo soy el tiempo». ¿Es que el tiempo tiene forma alguna? Si el universo es Su forma, ¿no debería ser entonces un universo uniforme e inmutable, puesto que Él es el Inmutable? La solución a estas contradicciones aparentes se encuentra en lo que le declara a Aryuna: «Ve en Mí todo lo que desees ver...», lo cual significa que Su forma varía de acuerdo con los deseos y conceptos del que ve. La gente habla de visiones divinas pero las describe de forma distinta, incluyéndose ellos mismos en las visiones. Hasta un hipnotizador puede hacer que una persona vea escenas y fenómenos extraños, los cuales calificáis de trucos y juegos de manos, mientras que a lo otro lo ensalzáis como algo divino. ¿Dónde está la diferencia? La realidad es que todas las visiones son algo irreal, tanto si provienen de los sentidos como si provienen de la mente en forma de conceptos puros. ÉSTA ES LA VERDAD.

***

4 de enero de 1937

5. Un discípulo observa que Sri Bhagaván suele decir que maia y la Realidad son lo mismo. ¿Cómo es eso posible?

BHAGAVÁN: A Shánkara le criticaron su punto de vista sobre maia porque no le comprendían. Según él, (1) Brahman
(Brahman: El Ser puro, sin manifestar, absoluto, imposible de describir, más allá de cualquier proceso mental o intelectual) es real; (2) el universo es irreal; y (3) Brahman es el universo. No se paró en el punto dos porque el tercero es la explicación de los otros dos. Significa que el universo es real si se percibe que es el Ser, pero es irreal si se percibe como algo separado del Ser. Maia y la Realidad son exactamente lo mismo.

Más posts de este blog relacionados con Ramana Maharshi: http://jugandoalegremente.blogspot.com/search/label/Ramana%20Maharshi

¡Saludos!
*

jueves, 13 de mayo de 2010

Ramana Maharshi, 22 de febrero de 1949

*

Copio un trocito del libro "Guru Ramana", de S. S. Cohen. La conversación copiada ocurrió el 22 de febrero de 1949 y siempre son interesantes los comentarios que hace Bhagaván Sri Ramana Maharshi.

22 de febrero de 1949

Un hombre muy educado, del norte de la India, se acercó, se postró ante Sri Bhagaván, se sentó delante del todo y le preguntó en perfecto inglés:

VISITANTE: ¿Cuál es la causa y el origen del Universo?

BHAGAVÁN: ¿Usted no tiene cosas personales que le preocupen?

VISITANTE: Claro que las tengo. Por eso es por lo que quiero saber más sobre la vida, la muerte, la conciencia...

BHAGAVÁN: Pues empiece por el principio: ¿quién tiene vida, conciencia...? Por ejemplo, ¿usted tiene vida?

VISITANTE: Claro que yo sé que estoy vivo, porque me veo el cuerpo.

BHAGAVÁN: ¿Y siempre se ve el cuerpo? ¿Qué le pasa al cuerpo y al universo cuando usted está dormido?

VISITANTE: No lo sé, eso es un misterio.

BHAGAVÁN: Puede que no sepa lo que les pasa, pero ¿es que deja usted de existir por esa razón?

VISITANTE: No lo sé.

BHAGAVÁN: Pues entonces, ¿cómo sabe usted que existe, incluso ahora mismo?

VISITANTE: Ahora percibo las cosas de forma consciente y veo que mi cuerpo se mueve y piensa.

BHAGAVÁN: Pero también ve a su cuerpo moverse, pensar y existir en todo tipo de lugares mientras que, de hecho, está profundamente dormido en Tiruvannámalai.

VISITANTE: Eso es un misterio. ¿Puedo decir que yo, lo permanente, siempre estoy presente y sólo es mi ego el que cambia?

BHAGAVÁN: O sea, que usted cree que es dos personas: el «yo» permanente y el ego. ¿Eso se puede hacer?

VISITANTE: Pues entonces, por favor, enséñeme cómo llegar a lo Real.

BHAGAVÁN: Lo real siempre está presente, igual que la pantalla en la que se proyectan todas las películas cinematográficas, que permanece invisible mientras se reflejan en ella las imágenes de la película. Pero deje de proyectarla y verá cómo aparece con toda claridad la pantalla, que nunca ha dejado de estar presente. Todos estos universos, seres humanos, objetos, pensamientos y acontecimientos no son más que meras imágenes que se mueven en la pantalla de la Conciencia Pura, que es lo único verdaderamente real. Mientras que las formas y los fenómenos desaparecen, la Conciencia siempre permanece.

Días más tarde, Sri Bhagaván respondió de forma distinta a una pregunta similar que le planteó el doctor Godel, un médico militar francés del Canal de Suez. El Maestro le dijo: «Debe discernir entre el "Yo", puro en sí mismo, y el pensamiento del "yo", el cual, al no ser más que un pensamiento, ve sujeto y objeto, duerme, se despierta, come y piensa, muere y vuelve a nacer. Pero el "Yo" puro es Existencia pura, Existencia eterna, libre de toda ignorancia y de esa cosa ilusoria que son los pensamientos. Si usted se queda siendo el "Yo", simplemente existiendo, sin pensamientos, le desaparece el pensamiento del "yo" y ese espejismo se desvanece para siempre. Cuando va al cine, sólo puede ver la película si hay una luz muy tenue o si todo está a oscuras pero, cuando se encienden todas las luces, ya no se ve ninguna imagen. Pues igual: con la marea de la luz del Atman (El Ser) supremo, desaparecen todos los objetos».

DR. GODEL: Eso es el estado trascendental.

BHAGAVÁN: No. ¿Trascender el qué, y quién es el que trasciende? Sólo existe usted.

Más posts de este blog relacionados con Ramana Maharshi: http://jugandoalegremente.blogspot.com/search/label/Ramana%20Maharshi

¡Saludos!
*

martes, 11 de mayo de 2010

Citas de Ramana Maharshi

*

Copio unas frases de Ramana Maharshi:

Un santo ayuda a toda la humanidad sin que esta lo sepa.

La mejor manera de servir al mundo es la liberación del ego. Si estás ansioso por ayudar al mundo y crees que no puedes hacerlo liberándote del ego, pon en manos de Dios todos los problemas del mundo, junto con los tuyos propios.

La reforma personal produce automáticamente la reforma social. Limítate a reformarte a ti mismo. El mundo se cuidará solo.

El poder que te creó a ti, también creó el mundo. Si puede cuidarte a ti, también puede cuidar el mundo. Si Dios creó el mundo, es asunto de Él hacerse cargo del mundo, no tuyo.

Si uno es denostado o injuriado, el remedio no consiste en devolver el insulto ni en resistirse. Simplemente hay que quedarse quieto. Esta quietud dará paz al injuriado, pero inquietará al ofensor, hasta que éste se vea impulsado a admitir su error ante la parte injuriada.

El celibato no es necesario para el sendero de la sabiduría. Casado o no, un hombre puede realizar al Yo, porque éste está aquí y ahora, y es único.

El trabajo cumplido con apego es un grillete, mientras que el trabajo cumplido con desapego no afecta a quien lo realiza. Esta persona está en soledad, incluso mientras trabaja.

Quien viaja en un tren y sigue con su carga sobre la cabeza está loco. Si la baja, descubrirá que esa carga también llega a destino. De un modo parecido, no adoptemos la pose de quienes ejecutan la acción: entreguémonos a la fuerza que nos guía.

No son las acciones las que forman la esclavitud. La esclavitud es solamente la idea falsa: "Yo soy el ejecutor de la acción". Despójate de esos pensamientos y deja que tu cuerpo y tus sentidos representen su papel, sin obstaculizarlos con interferencias.

El tiempo es sólo una idea. Sólo existe la realidad. El tiempo no importa en lo que atañe al sendero del conocimiento.

Lo que es natural es, por necesidad, permanente.

Lo que importa es solamente lo que es natural. Esto deberá ser eterno. Lo que nace debe morir; lo que se adquiere debe perderse. Tú eres eternamente existente. El Yo nunca puede perderse.

El silencio es elocuencia incesante.

Para un hombre realizado, para quien permanece en el Yo, no constituye diferencia la pérdida de una, de varias o de todas las vidas en este mundo, o en los tres mundos. Y aunque él las destruya a todas, ningún pecado podrá tocar a un alma pura como ésa.

La máxima dicha es no necesitar nada. Eso sólo se logra mediante la experiencia. Ni siquiera un emperador puede equipararse a un hombre que no necesita nada. Él está libre para hacer lo que le plazca, y no debe ser servido por otros.

Quien ha realizado el Yo ya no tiene cuerpo. Para los demás, sigue teniendo cuerpo, pero esto no es más que una apariencia externa. Todo es difícil de comprender, mientras uno se identifique con el cuerpo.

El pensamiento "yo soy este cuerpo de carne y huesos" es el origen de todos los demás pensamientos. Por eso, si miro hacia adentro y me pregunto: "¿Dónde está ese yo?", todos los pensamientos (también el pensamiento del "yo") desaparecerán, y el autoconocimiento brillará espontáneamente.

La autoindagación es la única manera infalible y directa de realizar el Ser absoluto que en verdad eres.

Una vez que se ha realizado el Yo, ya no se necesita saber nada, porque el Yo es la felicidad perfecta, es el todo.

La atención al Yo eterno, la realidad indivisa y pura, es el único medio por el cual el individuo confundido por el pensamiento de "yo soy el cuerpo" puede cruzar el océano de las eternas reencarnaciones.

No hay misterio más grande que éste: siendo nosotros la realidad, buscamos obtenerla. Creemos que hay algo que oculta nuestra realidad y que debemos destruirlo para llegar a ella. Eso es ridículo. Llegará el día en que te reirás de los esfuerzos que realizabas para llegar a la realidad. Pero aquello que será en ese momento, ya es aquí y ahora.

No medites, sé. No pienses que eres, sé. No pienses en el ser, tú eres.

Así como un buscador de perlas se ata una piedra a la cintura para sumergirse y tomar la perla del fondo del mar, cualquiera que bucee en las profundidades de su propio ser con desapego puede obtener la perla del Yo.

La única libertad que tiene el hombre es la de buscar y lograr la realización del Yo, que le permitirá dejar de identificarse con el cuerpo.

La mente dirigida hacia afuera se transforma en pensamientos y objetos. La mente dirigida hacia adentro se transforma en el Yo.

En el resplandor del Yo, la oscuridad de la ilusión se disipa para siempre.

Tu deber es ser, y no, ser esto o aquello. "Yo soy el que soy" resume toda la verdad. El método se sintetiza en las palabras "quédate quieto". ¿Qué significa la quietud? Significa la destrucción del ego. Porque cualquier forma o delimitación es la causa de problemas.

¿Es necesario que te muestren el camino en el interior de tu propia casa?

El cuerpo no es más que una mera proyección de la mente, y la mente no es más que un pobre reflejo del Corazón radiante.

El Corazón es la fuente, el origen, el medio y el fin de todo. El Corazón, el espacio supremo, nunca es la forma. Es la luz de la verdad.

Tú ocúpate de ti mismo. Deja que el mundo se encargue de sí mismo. Debes ver sólo el Yo. Si tú eres el cuerpo, entonces también existe el mundo corpóreo. Si tú eres espíritu, todo es sólo espíritu.

El hombre cree ser el que hace. Pero esto es un error. Es el poder supremo el que hace todo, y el ser humano es tan sólo una herramienta. Si acepta esa posición, está libre de problemas.

Piensa en las esculturas en la base de los templos, que parecen llevar todo el peso de la torre sobre sus espaldas. En verdad el templo está construido sobre la tierra, y su peso descansa en ella. El ser humano que se apropia de la sensación de hacer es como esas figuras que se apropian de la sensación de estar soportando el peso del templo.

Quien conoce el secreto del amor verdadero encuentra al mundo entero lleno de amor universal.

El amor es la forma real de Dios. Es la felicidad pura, es devoción, es realización, es todo.

Sólo si se conoce la verdad del amor, que es la naturaleza real del Yo, se podrá desatar el intrincado nudo de la vida. Sólo si se alcanzan las alturas del amor, se logrará la liberación. Ésa es la esencia de todas las religiones.

Venerar la realidad sin formas, mediante pensamientos no pensados, es la mejor manera de venerar. Pero si alguien es incapaz de venerar a Dios sin darle formas, la veneración de formas es aceptable. La veneración sin formas sólo es posible para personas que se han desprendido del ego.

El Yo descarta la ilusión de "yo" y, sin embargo, sigue siendo "yo". Ésa es la paradoja de la autorrealización. En lugar del "yo" original, la autoentrega perfecta deja un residuo de Dios en el cual el "yo" se pierde. Ésa es la forma más alta de devoción y entrega y la culminación del desapego.

Tú te desprendes de esta o aquella de "mis" posesiones. Si, en cambio, te desprendes de "yo" y "mi", te desprendes de todas ellas de un solo plumazo. Se pierde la semilla de la posesión propiamente dicha. Con ello el mal es anulado en su mismo germen.

Dios, que es inmanente, se compadece en su gracia del devoto y se le manifiesta en corcondancia con su grado de evolución.

"Yo" es el nombre de Dios. Es el primero y el más grande de todos los mantras. En relación con él, incluso "om" está en segundo lugar.

Todos los esfuerzos que se hagan en la búsqueda de la verdad, tarde o temprano conducirán al camino correcto.

Lo que está destinado a pasar, pasará. Si tú estás destinado a no trabajar, no conseguirás trabajo ni aun si intentas buscarlo. Si estás destinado a trabajar, no podrás evitarlo y te verás forzado a comprometerte con él. Déjalo, pues, a cargo del poder superior; no puedes renunciar o retener a tu antojo.

Mientras trabajas debes estar consciente de tu naturaleza real. Debes mantener la calma, practicar meditación para aquietar la mente y permitirle tomar conciencia de su relación verdadera con el Yo que la sustenta. Si trabajas de este modo, tu trabajo o servicio no será un impedimento en el camino hacia la verdad.

Si un individuo tiene un intenso deseo de una vida superior, entonces sus tendencias sexuales irán desapareciendo. Cuando se destruye la mente, los demás deseos también se destruyen.

Tú siempre eres puro. El Yo no se percata del pecado. Son tus sentidos y tu cuerpo los que te provocan tentaciones. No debes confundirlos con el Yo real. Pregúntate quién es el que ha sido objeto de tentaciones.

Si has cometido adulterio, no pienses en ello después, porque tu verdadero ser es puro. Tú no eres el pecador.

Ayunar no es un fin en sí mismo. El ayuno es temporario y, realizado en forma absoluta, debilita la mente. La verdadera ayuda es el ayuno mental. Deberá hacerse un desarrollo espiritual.

No hay diferentes felicidades. Hay sólo una felicidad, que incluye la felicidad gozada cuando se está despierto, la felicidad de todo tipo de criaturas, desde el animal más insignificante hasta el más alto brahman. Esa felicidad es la felicidad del Yo. La felicidad que se goza en estado de vigilia es una felicidad de segunda mano, derivada de la verdadera felicidad.

Cuando te identificas con el cuerpo, como en el estado de vigilia, ves objetos burdos. Cuando estás en el cuerpo sutil o en el plano mental, como en los sueños, ves objetos igualmente sutiles. En la ausencia de identificación en el sueño profundo, no ves nada. Los objetos que se ven guardan una relación con el estado de quien los ve. Lo mismo se aplica a las visiones de Dios.

Si se rastrea el miedo a la muerte hasta el objeto cuya pérdida le dio origen, se verá que ese objeto no es el cuerpo, sino la mente que funciona en él. Lo que el ser humano teme perder es la conciencia, no el cuerpo. Él ama la existencia, que es su propio Yo. ¿Por qué no apegarse a la conciencia pura ahora mismo, mientras estamos en el cuerpo, y quedar libres de todo miedo?

Los difuntos están felices. Son los deudos los que se afligen por la persona que murió. La propia existencia es evidente con o sin el cuerpo. ¿Por qué, entonces, uno debería desear que las cadenas corporales continúen? Que el hombre busque a su Yo subyacente, que muera y que sea inmortal y feliz.

Si uno puede librarse de un deseo satisfaciéndolo, no habrá problema en satisfacerlo. Pero generalmente los deseos no se erradican satisfaciéndolos. Tratar de desarraigarlos de esa manera es como intentar apagar un fuego echando líquidos inflamables en él. La manera de librarse de un deseo para siempre es preguntarse: "¿Quién es el que tiene el deseo? ¿Cuál es su origen?".

Así como el fuego es oscurecido por el humo, la brillante luz de la conciencia es oscurecida por el cúmulo de nombres y formas, el mundo. Cuando, por la compasiva gracia divina, la mente se aclare, se reconocerá que la naturaleza del mundo no son las formas ilusorias, sino sólo la realidad.

La conciencia siempre es conciencia de uno mismo. Si eres consciente de algo, esencialmente eres consciente de ti mismo.

Desde el punto de vista del Yo, no hay nacimiento ni muerte, no hay cielo ni infierno, y no hay reencarnación.

No hay pasado ni futuro. Sólo existe el presente. Ayer era presente para ti cuando lo experimentabas, y mañana será presente, cuando lo experimentes. Por ende, la experiencia sólo se produce en el presente, y más allá de la experiencia nada existe.

No existe el nacimiento real ni la muerte real. Es la mente la que crea y mantiene la ilusión de realidad en este proceso, hasta que es destruida por la autorrealización.

La plegaria no es verbal. Proviene del Corazón. Sumirse en el Corazón es plegaria, es la Gracia.

Conócete a ti mismo antes de comenzar a decidir acerca de la naturaleza de Dios y del mundo.

Dios es personal, es siempre la primera persona, el Yo, eternamente parado frente a ti. Tú les das prioridad a las cosas mundanas, por eso Él parece haberse retirado a un segundo plano. Si te desprendes de todo lo demás y sólo lo buscas a Él, quedará como lo único, como el Yo.

De todas las definiciones de Dios, ninguna es tan exacta como la expresión bíblica "Yo soy el que soy", de Éxodo, capítulo 3.

Y ninguna es tan directa como el nombre Jehová, que significa "yo soy".

Dios asume cualquier forma imaginada por el devoto a través de la repetición de pensamientos en una meditación prolongada. A pesar de que así asume infinitos nombres, sólo la conciencia sin forma alguna es Dios.

La entrega a Dios nunca será completa, mientras el devoto le pida esto o aquello al Señor.

Si permaneces libre de dolor, no habrá dolor en ninguna parte. El problema ahora se debe a que ves el mundo externamente y piensas que hay dolor en él. Pero ambos, el mundo y el dolor, están en tu interior. Si miras hacia adentro, no habrá más dolor.

Las citas las he extraído del libro "La Sabiduría de Ramana Maharshi".

De complemento, dejo aquí un vídeo donde aparece Ramana Maharshi:



Para quien prefiera verlo en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=gjBauqbEx4k

Y aquí hay algunos libros de/sobre Ramana Maharshi: http://www.oshogulaab.com/RAMANA/TEXTOS/LISTADOLIBRAMANA.htm

Por ejemplo:

 Sea lo que usted es, enseñanzas de Ramana Maharshi: http://nytz.files.wordpress.com/2012/05/sea-como-usted-es.pdf

Paravidya Upanishad: http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2011/05/libro-paravidya-upanishad.html

¡Saludos!
*

sábado, 8 de mayo de 2010

Annamalai Suami

*

Extraigo un fragmento de conversaciones con Annamalai, del libro "Últimas Conversaciones con Annamalai Suami", de David Godman.

Annamalai Suami fue un discípulo directo de Ramana Maharshi, el gran sabio del sur de la India que vivió al pie de la montaña sagrada de Arunachala durante más de medio siglo.

Annamalai Suami: La mente no es más que una sombra. Todos los intentos de atraparla son en vano. No son más que sombras persiguiendo sombras. Una sombra no se puede controlar ni destruir persiguiéndola o agarrándola con la sombra de una mano. Son juegos de niños.

Una vez, Ram Tirtha contó la historia de un niño que iba corriendo por la calle intentando alcanzar la sombra de su cabeza, pero no lo conseguía porque, por muy deprisa que corriera, la sombra que proyectaba su cabeza siempre estaba delante.

Su madre, que se desternillaba de risa al verlo, le gritó: «¡Ponte la mano en la cabeza!». Al hacer lo que le dijo su madre, la sombra de su mano atrapó la de su cabeza y, por fin, el chico se quedó satisfecho.

Puede que este tipo de consejo le sirva a los niños para sentirse felices, pero no va a aportar resultados satisfactorios por lo que respecta a la sadhana y a la meditación. No pierdas el tiempo persiguiendo esas sombras que son los pensamientos ni esa sombra que es la mente con técnicas de control mental, porque esas técnicas también son sombras. Regresa al origen de esa que es la mente y quédate ahí. Cuando permanezcas ahí, te sentirás feliz y ya no sentirás ningún deseo de perseguir esas sombras de pensamientos.

Bhagavan
(Ramana Maharshi) contaba con frecuencia la historia del hombre que intentaba enterrar su propia sombra para librarse de ella. Después de cavar la fosa, se puso de pie cerca del borde de tal forma que la sombra cayera justo en el fondo del hoyo que acababa de excavar y, manteniendo esa alineación, empezó a echar tierra sobre su sombra para intentar enterrarla. Pero, lógicamente, por mucha tierra que echara en la fosa, la sombra siempre quedaba por encima.

La mente es una sombra insustancial que te perseguirá vayas donde vayas y es inútil intentar eliminarla o controlarla mientras exista la más mínima creencia de que la mente es algo real y que se puede controlar con alguna actividad física o mental.

Pero esta sombra que es la mente habrá que eliminarla de alguna manera.

Cuando uno se vuelve consciente del Ser, la mente deja de existir, lo cual no quiere decir que uno quede sumido en la conciencia del Ser si elimina la mente, sino que es algo que sucede cuando comprende y se da cuenta de que la mente no ha existido nunca. Se trata de reconocer lo que es auténtico y real, y de despojarse de esas ideas erróneas sobre la realidad y la importancia de esa efímera sombra que llamamos
«mente».

Por esa razón, Bhagaván
(Ramana Maharshi) y muchos otros maestros ponen siempre como ejemplo la analogía de la cuerda y la serpiente: en el suelo hay una cuerda pero, si tú la confundes con una serpiente, esa serpiente sólo existe en tu mente, en forma de idea, y esa idea puede hacer que te preocupes mucho y te entre miedo. También puede que desperdicies mucha energía mental planteándote qué puedes hacer para evitar esa serpiente o para matarla. Pero una cosa es cierta: la única serpiente es la que está en tu imaginación. Por eso, cuando por fin ves la cuerda, se desvanece de inmediato el sustrato sobre el que se superpone tu idea errónea de que hay una serpiente. Lo que ha desaparecido no es una serpiente auténtica. Lo único que ha desaparecido es una idea errónea.

El sustrato sobre el que se superpone la idea errónea de la mente es el Ser. Mientras se vea la mente, no se puede ver el Ser, el sustrato, porque lo oculta una idea errónea pero persistente. Y al revés: cuando se ve el Ser, no hay mente.

Pero ¿cómo puede uno deshacerse de ese falso concepto de que la mente es algo real?

De la misma forma que uno se quita cualquier idea equivocada de la cabeza: dejando de creértela. Si eso no se produce de forma espontánea cuando recibes esa verdad de un maestro, no dejes de repetirte: «No soy la mente. No soy la mente. La mente no existe. La mente no existe. Sólo existe la Conciencia». Si estás firmemente convencido de que ésa es la Verdad, un día esa firme convicción madurará hasta el punto de que la experimentarás de forma directa.

La Conciencia es lo único que existe. Si vas convenciéndote firmemente de que ésa es la Verdad, esa firme convicción acabará siendo tu experiencia directa. Tenlo siempre presente y ni te permitas considerar que cualquier otra cosa puede ser real. Si fracasas y le concedes a la mente aunque sólo sea un mínimo de realidad, se convertirá en tu propia falsa realidad. Una vez que se establece esta falsa identificación inicial de «soy la mente; la mente es real», lo que sigue después no son más que problemas y sufrimiento.

No le tengas miedo a la mente. Es un tigre de mentira, no es de verdad, y algo que no es real no puede hacerte ningún daño. Si te crees que ronda un tigre de verdad por los alrededores, entonces puede que te entre miedo y ansiedad. Puede que alguien esté imitando los ruidos que hace el tigre para gastarte una broma y meterte miedo pero, cuando te dice quién es, se te pasa todo el miedo porque, de repente, te das cuenta de que ese tigre no existía más que en tu imaginación.

Se puede tener una experiencia temporal del Ser, de la realidad subyacente, pero dicha experiencia acaba esfumándose. ¿Puedes darnos algún consejo para conseguir estabilizar ese estado?

Es posible que la vela se apague si hace demasiado viento. Si quieres que dé luz otra vez, tendrás que volverla a encender. Pero el Ser no es así. No es una llama que pueda apagar el viento de los pensamientos y de los deseos, sino que siempre está brillando, resplandeciendo; siempre reluce. Si no eres consciente del Ser quiere decir que lo has ocultado con una cortina o con un velo que te impide verlo, pero el Ser no se esconde detrás de ninguna cortina. Eres tú quien corre esa cortina al creerte toda una serie de ideas que no son ciertas. Si una cortina se abre, pero se vuelve a cerrar después, quiere decir que aún te crees toda una serie de conceptos equivocados pero, cuando los erradiques por completo, no volverán a aparecer. Mientras sigan ocultando al Ser, seguirás necesitando hacer sadhana sin parar.

Por tanto, volviendo a tu pregunta, al Ser no le hace falta estabilizarse porque, de por sí, ya está pleno, completo. La mente sí que se puede estabilizar o desestabilizar; pero el Ser no.

Cuando dices «hacer sadhana sin parar», ¿te refieres a la autoindagación? ((Para leer sobre la autoindagación entre otras sugerencias de Ramana Maharshi se pueden leer libros como el que aparece en el link del post relacionado, puesto más abajo; el libro principal de ese link es "Sea como usted es")).

Sí. Con la fuerza de la práctica, al hacer esta sadhana desaparece ese velo y ya no queda impedimento alguno. Puede que alcances la cima de Arunachala, ((Arunachala es una sagrada montaña de la India, donde vivió Ramana Maharshi y también el propio Annamalai Suami)) pero si no estás atento, si no prestas atención, puedes resbalar y acabar en Easania Math [institución hindú al pie de la colina].

Para tomar conciencia del Ser, hay que esforzarse al máximo porque es muy fácil hacer un alto a medio camino y volver a caer en la ignorancia. Puedes volver a caer en cualquier momento. Cuando se llega a la cima por primera vez, para quedarse ahí hay que hacer un tremendo esfuerzo, con toda la fuerza de voluntad; pero, con el tiempo, llegará un momento en que ya estarás plenamente establecido en el Ser y, desde ahí, ya no se puede caer. Habrás llegado a tu destino y no hará falta que te esfuerces más. No obstante, hasta que llegue ese momento, es necesario hacer sadhana sin cesar.


¿Es importante tener un guru durante esa etapa, durante ese período en el que se requiere un esfuerzo constante?

Sí. El guru te va guiando y te va diciendo que aún no basta con lo que has hecho. Si quieres llenar un cubo de agua, mientras no esté lleno del todo podrás echarle más; pero si ya está completamente lleno, lleno a rebosar, no tiene sentido que le intentes añadir más agua. Puede que creas que ya has hecho bastante y que tu cubo ya está lleno; pero el guru está más capacitado y ve que aún queda sitio, que aún hay que echar más agua. En estas cosas, no te fíes de tu propio criterio. Puede que te dé la sensación de que el estado que has alcanzado es la plenitud que es el final; pero si el guru te dice: «Tienes que hacer más sadhana», hazle caso y sigue esforzándote.

Muchas veces, Bhagavan decía: «El guru físico está fuera, diciéndote lo que tienes que hacer y empujándote hacia el Ser. Pero, al mismo tiempo, el Guru interno, el Ser interior, va tirando de ti hacia Sí mismo».

Cuando te estableces definitivamente en el Guru interno -el Ser-, desaparece esa distinción entre guru y discípulo y, en ese estado, ya no necesitas que te ayude ningún guru porque tú eres Eso, eres el Ser.

Hasta que el río desemboca en el mar, se ve obligado a fluir sin cesar; pero, al llegar al mar, se convierte en mar y el agua deja de correr. El origen del agua del río está en el mar y, al fluir por su cauce, lo único que hace es regresar a sus orígenes.

Al meditar o hacer sadhana, estás fluyendo hacia tu origen, hacia el lugar de donde provienes y, cuando alcanzas ese manantial, te das cuenta de que todo lo que existe -el mundo, el guru, la mente-, todo es lo mismo y no hay diferencias ni distinciones.

La ausencia de dualidad es gñana. La dualidad es samsara. Cuando consigues desprenderte de la dualidad, lo único que queda es Brahman y te das cuenta de que tú mismo eres ese Brahman. Pero para hacer ese descubrimiento es necesario meditar constantemente. No establezcas unos tiempos para meditar. No consideres que es algo que se hace cuando te sientas y cierras los ojos. Esta meditación tiene que ser algo ininterrumpido. Medita al comer, al caminar, hasta cuando estés hablando. Hay que meditar sin cesar.


Post relacionado (con links a libros de Ramana Maharshi incluidos) aquí: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2009/09/unidad-una-foto-y-unas-parabolas.html

¡Saludos!
*