sábado, 30 de abril de 2011

Yo soy yo (y por lo tanto, todos los problemas son imaginarios)

*
El hombre de mundo, al oír las palabras «yo soy yo», lejos está de comprender el alcance de esa afirmación. El hombre de la calle fácilmente ríe ante semejantes palabras, rechazándolas como inútiles, por ser demasiado obvias, tanto que le resulta tentador mirar por encima del hombro a quien las pronuncia, sopesando si se trata de un tonto, un loco o simplemente un payaso.

Sin embargo, las palabras «yo soy yo» ofrecen una pista potentísima, la clave que "destruye" el universo de las limitaciones y que disuelve todos los problemas.

En verdad el hombre mundano acierta en algo: «yo soy yo» apunta, efectivamente, a algo muy obvio. Apunta hacia la verdad en toda su simpleza. Sin embargo, lo que el hombre de mundo considera como obvio está muy lejos de ser verdad, mientras que lo que considera como incomprensible, es la simple y obvia realidad.

La verdad es obvia y simple, aunque no puede encerrarse en palabras. Sin embargo las palabras pueden usarse como insinuaciones o pistas, para aquellos que tengan oídos para escuchar y corazón para sentir.

El hombre de la calle llama «yo» y «tú» a los objetos (los cuales son imaginarios): llama «yo» a un cuerpo "físico" al que considera ser él mismo, llamado por ejemplo «fulano»; llama «tú» a otros cuerpos-objetos, por ejemplo «mengano». Y objetivándose a sí mismo y al mundo, pasa por alto al «yo-puro», que es «ser» puro, sin cualidades limitadoras (por lo tanto sin forma, infinito, indescriptible).

La Consciencia pura, cuando juega a identificarse como un "hombre mundano limitado" (como un ser limitado, separado), finge no darse cuenta del «yo-puro» real; la Consciencia juega a no "ver" su «yo-soy-yo puro», juega a no "ver" su pura mismidad sin accesorios. Y el resultado de dicho juego es que parece surgir un mundo que rodea al «yo-cuerpo-limitado», pasando por alto (mientras la Consciencia siga jugando a identificarse con lo limitado) que tanto el «yo-cuerpo-mente-separado» como el «mundo que me rodea» son proyecciones mentales (pensamientos) e imaginarias.

Sin embargo, en este juego en el cual la Consciencia finge ser lo que no es, jamás la Verdad ha cambiado. La separación no es real (ni siquiera mientras se juega) sino imaginada, y lo único verdadero y constante es la pura mismidad sin accesorios, el puro-ser, el «yo-puro-ilimitado». El juego no ha cambiado la Realidad inmutable, pues la Verdad sigue siempre siendo Sí misma, «yo soy yo» brilla eternamente en su inmortal felicidad.

Solamente el «yo-objeto» (el cual es imaginario) puede creer tener problemas. El «yo-puro» jamás tiene problemas, no existe nada que no sea él (Él).

«Yo soy yo» es una insinuación de la verdad en 3 palabras, cada una de las cuales significa lo mismo, por lo que esta frase podría acortarse todavía más, a una sola palabra: «Yo».

Pensar «yo soy esto o aquello» (por ejemplo: «yo soy Toni, o yo soy albañil, o yo soy un cuerpo humano o una mente humana separada») es errar el tiro: es identificarse con algo imaginado.

Pensar «yo soy yo», llevando la atención ahí sin añadir nada más, es un enfoque más apropiado para recordar la verdad. Pero pensar en «yo» o en «yo soy yo» no es la clave que "abre la puerta", sino que la clave es serLo (ser ese «yo», vivir ese «yo soy yo»). Ser lo que uno es. Y ser «yo» es algo espontáneo, intuitivo, no tiene que ver con la «mente» sino con el «Corazón» (no pensarlo, sino serlo, vivirlo, sentirlo, saborearlo, bailarlo, gozarlo, disolverse en ello soltando los conceptos mentales).

Pensar en «yo soy yo» puede ser una ayuda provisional mientras uno se autointerpreta como un cuerpo y no atina a llevar la atención a su «ser» de otra manera. Pero quedarse ahí en esa actitud mental no es suficiente. El sabio Ramana Maharshi comentó que pensar tales cosas («Yo soy yo, soy Eso, soy Brahman, soy el Ser», etc) es semejante a un hombre que no parara de pensar: «soy un hombre, soy un hombre, soy un hombre...». Al que ya lo sabe y lo vive, repetir ese pensamiento no le sirve de nada. Y a quien no lo sabe ni lo vive, tal idea puede servirle como pista inspiradora, pero mecanizarla convirtiéndola en un ritual mental constante sería poco útil, porque la idea está dirigida más bien al corazón-intuitivo que a la mente. Y el corazón-intuitivo consiste en vivir intuitivamente Eso: serLo, sentirLo, vivirLo, ¡pero no meramente pensarlo! ¡Los pensamientos son imaginación!

El antiguo consejo de «conócete a ti mismo» sigue siendo válido. Conocerse a uno mismo es ser uno mismo, es vivirse. Ser uno mismo es ser feliz, pues en el puro ser no hay problemas. Todos los problemas son imaginarios. Los problemas necesitan de alguien limitado que sufra esos problemas. Pero ese alguien limitado, ese «yo soy fulano, un cuerpo», en realidad no existe: es imaginación, pensamiento. Los pensamientos son temporales, sólo parecen durar mientras el Ser-Unidad los piensa. Todo lo asociado con lo dual, es imaginado. Incluso el tiempo y el espacio son imaginados por el Ser, y sólo parecerán durar mientras el Ser persista en pensarlos (o sea, mientras el Ser continúe jugando a eso, imaginando eso). No hay problemas en el puro-Ser, pues aquel que sabe Lo Que Él Mismo Es, sabe lo que sabe y vive tal como es (en la Felicidad que Es y sabiéndose inmortal, pleno, feliz e ilimitado).

No hay oposición porque no existe otra cosa aparte del puro Ser, que soy «Yo-puro-ilimitado». Si no hay oposición, no hay problemas. Sólo hay quien soy. Sólo hay «Yo», pura felicidad, plenitud inmortal.

Las palabras «yo soy yo» son tan solo una insinuación, como todo lo que aparece en palabras. Dicha insinuación destila una poderosísima inspiración, la cual está conectada a la verdad. Es sensato sondear —intuitivamente— con el Corazón la inspiración que sonríe tras las palabras «yo soy yo». Todos los problemas "caen" (se disuelven) cuando uno se recuerda a Sí mismo.

La verdad es simple. De todos modos, jugar a imaginar no es un problema. El Ser puede jugar a lo que juegue. E imaginar lo que guste imaginar. Al final de todo, imagine lo que imagine, sólo la Verdad —que es eternamente intemporal e inmutable— sigue en pie, mientras que los juegos imaginados solamente perduran mientras el Ser juegue con ellos, imaginándolos mientras quiera jugarlos.

El Ser («Yo») no se ve afectado por sus propios juegos-imaginaciones. Ejemplos clásicos es el de que alguien que es mojado en un sueño, no ha sido mojado realmente. Otro ejemplo es que la pantalla de cine no se moja aunque en la película haya inundaciones, ni se quema aunque en la película haya fuego o grandes incendios, ni se rompe ni se mueve aunque en la película haya terremotos, etc. El Ser es inmutable, siempre es lo que es, y nunca se ve afectado por sus jugueteos imaginarios.

Las imaginaciones no son independientes del Ser: no son reales por sí mismas. Las imaginaciones dependen de que el Ser las imagine. Los juegos imaginarios dependen del Ser (dependen de que «Tú», el Ser, los imagines). Pero el Ser no depende de sus imaginarios juegos; aunque puede jugarlos mientras quiera bailar con ellos (sin verse jamás afectado, pues el Ser, inmortal, nunca cambia).

Desde hace siglos (así como más «recientemente», si jugamos a conceder un poco de crédito a la imaginaria idea del «tiempo») algunas ideas inspiradoras se han susurrado de diversas maneras. De un modo u otro se ha dicho:

Lo inmortal no puede convertirse en mortal. Nada real puede ser amenazado. Lo no-nacido no puede morir.

Lo mortal no es. Nada irreal existe. Lo nacido es irreal, son conceptos imaginarios.

Aquiétate ("detén" la mente) y sé feliz.
En esto radica la paz de Dios. Mira dentro de Ti y vive tranquilo.


El Reino del Cielo está dentro de Ti.
Buscad la verdad en vuestro interior. Conócete a Ti mismo.


En cuanto a lo de "dentro", o "interior", es un interesante matiz recordar que puesto que el Ser (que es lo que somos) es uno e ilimitado, entonces ese "dentro" de mirar "dentro", o ese "interior", es muy amplio y más que amplio: es ilimitado (o sea, que conviene no caer en el autoengaño de buscar la verdad en el interior de un cuerpo limitado o mente separada, sino en lo ilimitado, sabiendo que "dentro" significa «yo-puro», «consciencia», «ser»).

Aunque "dentro" y "fuera" son conceptos (irreales, imaginarios), puedes encontrar la Verdad «Dentro de Ti».

Las palabras ayudan y no ayudan. Pero la inspiración intuitiva, con palabras y sin ellas, lo es todo.

Yo Soy Lo Que Yo Soy

Yo Soy Yo


YO

*

DIOS

*
Relativamente hablando, cada ser sintiente es una encarnación de Dios.

Absolutamente, cada ser sintiente sólo puede ser Dios.


Wei Wu Wei

*

viernes, 29 de abril de 2011

Nada más que felicidad

*
Solamente brilla la felicidad. Cualquier "cosa" contraria, es imaginación.

Felicidad latiendo, siempre, en el eterno ahora. Nada más hay.

La felicidad brillando ilimitadamente, en el Momento sin momento, en el Momento sin tiempo ni pensamiento limitador.

La felicidad es. Es el Momento.

No hay sombra en el Sol.

Lo que es, es así, como es. Y es lo único. Cualquier otra "cosa" en sentido contrario son imaginaciones que pasan, o más bien parecen pasar, sin pena ni gloria que valgan.

Llorar por un sueño imaginado, carece de importancia.

Sabe y alégrate. Sola, única, plena, la felicidad es lo único que hay, brillando en este Momento eterno.

Esto es así, desde siempre y para siempre, en el Momento eterno, pleno, feliz, el cual es, radiante, lo único que hay.

Sabe lo que eres y alégrate en Ti mismo de Ti mismo, inmortalmente feliz.

*

jueves, 28 de abril de 2011

Darse cuenta

*
Solo date cuenta. Ahora. ¿Quién? ¿Qué?
*

miércoles, 27 de abril de 2011

Ni «práctica» ni «no-práctica»: lo ilusorio es el «practicador»

*
No basta con abstenerse de la práctica, también hace falta abstenerse de la no-práctica. Ambas formas de práctica son incompatibles con la liberación puesto que la liberación significa la liberación de toda noción relativa al practicante.

Wei Wu Wei
*

lunes, 25 de abril de 2011

Avadhut Gita, de Dattatreya

*
Para quien le interese sondearlo, es un texto poético, bello, de onda advaita, de hace siglos pero cuyo lenguaje es ameno (sin terminología oriental, sino un texto simple y poético e inspirador).

Puede leerse y descargarse de aquí: http://www.upasika.com/docs/india/Dattatreya%20-%20Avadhuta%20Gita.pdf

Actualización (1 de abril de 2015): El link anterior creo que ya no funciona (al menos a mí no me sale nada). Como link alternativo aquí va el siguiente:  Avadhut Gita, de Dattatreya: https://nytz.files.wordpress.com/2015/04/dattatreya-avadhuta-gita.pdf (en PDF).

Y ya de paso, otro texto clásico es el Ashtavakra Gita, que podéis descargar aquí: https://nytz.files.wordpress.com/2015/04/ashtavakra.doc (es un archivo .DOC)

¡Saludos!
*

domingo, 24 de abril de 2011

ARIA (by Wei Wu Wei)

*
ARIA

I
Moderato

Sólo hay yo, incondicionado y vacío de cualquier atributo e identidad.

Pero el mero pensamiento del «yo» nos sumerge instantáneamente en la esclavitud.

La esclavitud carece de duración con independencia de la presencia del concepto del «yo» o, lo que es lo mismo, que su duración aparente coincide con dicho concepto.

No hay «yo», nunca lo ha habido y nunca lo habrá, porque la existencia de esa entidad es imposible.

No hay «otro», nunca lo ha habido y nunca lo habrá, porque la existencia de esa entidad también es imposible.

No hay necesidad alguna de leer libros, de cantar sutras, de recitar escrituras, ni de llevar a cabo mascarada alguna. No hay nada en absoluto sobre lo que debatir o argumentar, ni nada que explicar.

No existe nada que pueda ser enseñado o aprendido.

Todo ser vivo (sintiente) conoce eso, siendo totalmente libre para cobrar conciencia de ello y experimentarlo.

Aunque el resto es esclavitud, ése no es un pensamiento ilusorio que inhibe conceptualmente a la visión pura (no dual).


II
Forte

Cada acto voluntario de lectura, canto, escucha, discusión, argumentación, explicación, etcétera, refuerza inevitablemente los conceptos que alimentan a nuestra supuesta «esclavitud».

Ningún acto voluntario puede «liberarnos» de la «esclavitud», puesto que no existe entidad alguna que pueda alcanzar la liberación o permanecer esclavizada.

Todo lo que podemos hacer es cobrar conciencia de lo que ya sabemos y vivir con plena atención aquello que ya estamos viviendo.

El resto es apariencia o mero sueño fenoménico.


III
Fortissimo

El infierno o diez mil infiernos —con todas sus fantasías basadas en las nociones del «yo» y el «otro» y en sus juicios recíprocos— es un combate de sombras entre el «tú» y el «yo» (si hablamos del «yo» como un objeto) que tiene lugar en la falsa mente.

Sólo yo puedo hablar, pero no digo lo que digo como si fuese un objeto.

Sólo yo puedo mirar, pero no veo lo que miro como si fuese un objeto.

Sólo yo puedo hacer algo, pero no hago lo que parece que es hecho por «mí».

No soy una entidad ni una no-entidad, sino la ausencia de no-entidad, la fuente de todas las acciones, pero no el ejecutor de ningún acto. Soy la fuente de todos los pensamientos, pero no soy el pensador de ninguno de ellos.

Una vez más: Yo soy, pero no hay yo ni tampoco hay «tú», «él», «ella», «eso» y, por supuesto, «nosotros» o «ellos».

Todo ser sintiente es un no-ser porque todo lo que son los seres también lo soy yo, puesto que tampoco soy.

Todo lo aquí expresado podría decirlo cualquier ser sintiente porque todo ser sintiente soy yo.

No hay nada más que añadir, nada en absoluto. Y eso ya es demasiado.


Wei Wu Wei

(Copiado de su libro "Secreto abierto")
*

sábado, 23 de abril de 2011

La Totalidad es incognoscible (en términos de conocimiento objetivo, pues Lo Único no puede ser objeto de nada)

*
La manifestación aparente de los fenómenos tiene lugar por completo en la mente, esto es, en un universo conceptual que, por sí solo, también es una objetivización carente de realidad, al igual que cualquier otra manifestación psíquica como, por ejemplo, los sueños y las alucinaciones.

(...)

(...) La totalidad no es una «cosa» que pueda ser conocida ya que el conocimiento es resultado de la división, y un objeto nunca puede conocer al sujeto que es la totalidad de lo que es.

Podemos comprender que somos eso porque eso es todo lo que podemos ser, pero nunca podemos llegar a conocer «lo que es» —pues «eso» no es «cosa» alguna que pueda ser conocida —de otro modo que no sea conceptualmente, al igual que ocurre con todos y cada uno de los sucedáneos duales y ficticios objetivizados como «tú».

Wei Wu Wei

*

miércoles, 20 de abril de 2011

Breve cita de 'La Gran Perla' (así era llamado Hui Hai)

*
Cuando vemos que todos los conceptos relativos son inexistentes, no queda nada más que comprender.

La Gran Perla (Hui Hai)
*

martes, 19 de abril de 2011

Risas iluminadas

*
La iluminación no es seriedad, antes al contrario, desvela una profunda y permanente alegría no-dual (incondicionada, inmutable), la cual no necesariamente tiene por qué manifestarse en forma de risas, aunque a veces sí, como sucede en el siguiente vídeo que surge como ejemplo, de una charla de Omraam Mikhael Aivanhov:



Link del vídeo anterior, directamente en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=Dj3TURaKTOM (habla en francés y sin subtítulos, pero me vale para el tema, ya que lo que resalta es la elocuencia de sus gestos, unidos a las risas de los participantes; dura 8 minutos y 59 segundos, bastante divertidos incluso sin saber francés).

Ya de paso (total... esto se incluye por el mismo precio jejeje) menciono un par de vídeos más de Omraam. El siguiente vídeo incluye fotos y grabaciones de Omraam en movimiento, y lo incluyo quizás porque me ha gustado la música:

http://www.youtube.com/watch?v=ZuHUsEJ0OP4 (dura 4 minutos y 54 segundos).

Y el último vídeo, como curiosidad, Omraam cantando un AUM con la melodía que había compuesto su maestro Peter Deunov: http://www.youtube.com/watch?v=In5phDi7SmQ (dura 1 minuto y 22 segundos).
*

domingo, 17 de abril de 2011

El ahora es un concepto

*
Pregunta: ¿Cómo puedo vivir en el ahora?

Katie: Lo estás haciendo. Sólo que no te das cuenta.

En realidad, sólo «somos» en este momento. Tú y todos podemos aprender a vivir en el momento como «el momento», a amar lo que se halle ante ti, a amarlo como si fueras tú. Si continúas realizando El Trabajo [de indagación*], irás viendo cada vez con mayor claridad que tú eres, sin un futuro y sin un pasado. El milagro del amor llega a ti en la presencia del momento no-interpretado. Si te encuentras mentalmente en alguna otra parte, te estarás perdiendo la verdadera vida.

Pero incluso el Ahora es un concepto. En cuanto el pensamiento se forma, desaparece, sin otra prueba de que haya existido más que el concepto que te ha llevado a creer en su existencia. Y ahora, también éste ha desaparecido.

La realidad es siempre la historia de un pasado. Antes de que puedas aferrarte a ella, desaparece.

Cada uno de nosotros posee ya la calmada mente que buscamos.

Byron Katie


* Nota: el trabajo de Byron Katie es un proceso de investigación de historias y creencias utilizando cuatro preguntas.

(La nota anterior la recojo del mismo libro de donde he obtenido esta cita de Byron Katie. El libro se titula "El nirvana; aquí y ahora" y su autor es Josh Baran).
*

sábado, 16 de abril de 2011

Huang Po. Wei Wu Wei: «Ningún yo alcanza nunca la iluminación»

*
No hay diferencia entre los budas y los seres sintientes, entre Samsara y Nirvana, entre la ilusión y el Despertar. El Buda reside allí donde han sido abandonadas todas las formas.

Huang Po

No existe diferencia alguna entre
las personas ignorantes y las iluminadas.


Huang Po

Ningún yo alcanza nunca la iluminación.

Wei Wu Wei

¿Cómo podría «alguien» alcanzar la iluminación? Un fenómeno puede imaginar que está iluminado o cualquier otra cosa, de igual modo que hace un personaje onírico en el sueño donde está siendo soñado. Pero, cuando el soñador despierta, los personajes oníricos simplemente se desvanecen.

Wei Wu Wei
*

jueves, 14 de abril de 2011

La apariencia de «mente dividida» es soñar

*
Para soñar, tenemos que dividir la mente.
Para vivir y morir, tenemos que dividir la mente.
Cuando renunciamos a la mente dividida, ¡somos la totalidad!
¿Puede «uno» estar solo en ausencia de «otro»?
A menos que «uno» sea «todo» no puede ser «uno»;
a menos que «todo» sea «uno», no puede ser «todo».


Wei Wu Wei
*

miércoles, 13 de abril de 2011

La subjetividad ni se crea ni se destruye, sólo se desvela

*
Texto copiado de un mail que recibí de una amiga:

La subjetividad ni se crea ni se destruye, sólo se desvela


Manuel de la Herrán Gascón

La muerte repentina, inesperada de un ser querido habitualmente nos deja en estado de shock. La vida monótona se muestra irreal, y sentimos algo transcendente hirviendo en nuestro interior. Resulta incomprensible poder existir y de pronto, dejar de hacerlo. Tenemos la fuerte sensación de que esa persona ha desaparecido, y al mismo tiempo, de que eso no es posible.

De hecho, ¿cómo puede desaparecer la subjetividad? Aquello que hace que "yo" sea "yo", aquello que me permite tener (o ser) un punto de vista, ¿cómo puede irse sin más? Y también: ¿cómo ha llegado hasta aquí?

Existen dos posibilidades que trataré de comunicar mediante metáforas. Una es que la subjetividad se crea y se destruye. La otra es que la subjetividad permanece tras la muerte. La primera parece intuitiva. La segunda, deseable. Como veremos, ambas son plausibles.

La subjetividad se crea y se destruye

En el primer caso, el más intuitivo, entendemos la subjetividad como una propiedad emergente que surge bajo ciertas condiciones y que desaparece en su ausencia. Como el fuego, que somos capaces de provocar mediante una chispa, combustible y oxígeno, y que apagamos agotando el oxígeno o el combustible.

Desde que lo entendemos mejor, el fuego ha perdido su carácter mágico ¿podremos avanzar de igual forma en el conocimiento del aspecto subjetivo de la existencia?

El caso es que no tenemos ni idea de cuáles son las condiciones que provocan la aparición de la subjetividad en los seres vivos. El cerebro mamífero es ciertamente complejo, pero también es complejo un computador, o la red de todos los computadores del mundo conectados entre sí mediante Internet, y no hay nada que nos haga pensar que esa red de ordenadores posea una subjetividad, un punto de vista, experimente sensaciones, placer o dolor. En cambio estamos completamente convencidos de que todos los mamíferos lo hacen, hasta el más pequeño ratoncillo.

La subjetividad ni se crea ni se destruye, sólo se desvela

Analicemos otra explicación de la subjetividad, no tan intuitiva, pero igualmente explicativa, o quizá más.

Imaginemos que tenemos un dibujo cubierto por una tela. El dibujo está ahi, pero no podemos verlo. Ahora hacemos un agujero en la tela, lo que nos permite ver únicamente una pequeña parte de la imagen total.

Bien, nuestra experiencia subjetiva (yo soy yo) podría ser como la visión proporcionada por este agujero en la tela. La imagen completa del cuadro existe, pero no nos damos cuenta hasta que hacemos un agujero. Nuestra vida comienza con este agujero, y curiosamente, lo que hace que tengamos este punto de vista no es la existencia de algo, sino la ausencia de algo (el agujero). Ahora bien, solo somos conscientes de la pequeña parte de la imagen total que el agujero nos permite ver.

Las expresiones místicas relativas a la Realidad, en todo tipo de corrientes, se explican mediante metáforas muy similares a ésta de la tela con el agujero. Nuestra vida comienza cuando se hace el agujero, y finaliza cuando desaparece el agujero. Pero aunque nos identificamos con el agujero, la identificación es falsa: El agujero es lo que nos permite ver parte de la imagen del cuadro, pero no somos el agujero, ni la pequeña parte que el agujero muestra, sino la imagen completa del cuadro, la cual es mucho mayor que la pequeña parte a la que podemos acceder.

Cada uno de nosotros, identificado (erróneamente) con su visión-agujero en la tela, sólo participa conscientemente de una parte de la subjetividad total, aquella que corresponde con su pequeña parte de la imagen total del cuadro. A unos les tocará una parte bonita del cuadro, a otros otra no tan bella. Pero la única subjetividad (imagen) real será la del cuadro completo.

Si desplazásemos la tela con su agujero por distintas zonas del cuadro, nuestro agujero (nuestro "yo") experimentaría distintas realidades. Sería como meterse dentro del cuerpo de otros y experimentar sus sensaciones y sus recuerdos. Precisamente, si nuestra subjetividad (pero no nuestra memoria) fuese trasladada a otro cuerpo, no experimentaríamos nada raro.

Si el tiempo se detuviera para continuar "después", o si todas las dimensiones del Universo se extendieran o contrajeran uniformemente, sería complicado darse cuenta de lo que está pasando. O también: si dispusiéramos de una anestesia que no eliminase el dolor, sino el recuerdo del dolor, el resultado sería el mismo. No tendríamos forma de comprobarlo.

Por su propia naturaleza, nuestra subjetividad, cualquier subjetividad, es independiente de las experiencias o recuerdos, y podría estar perfectamente "saltando" de unos cuerpos a otros sin notar nada especial. Ya que es indistinguible una subjetividad de otra, puede ser más adecuado identificarlas como una misma cosa.

El hablar de una subjetividad que salta de unos cuerpos a otros es una forma de explicar un caso más sencillo: que la subjetividad es la misma, es única. Es decir, que yo, tu, todos, somos un único ser, gigantesco, que experimenta y siente lo que sienten cada uno de todos los seres sintientes. Por tanto mi Yo-real (grande) siente lo que siente mi yo-pequeño, lo mismo que siente aquello que sientes tu, aquel, etc. Lo que ocurre es que el yo-pequeño no lo recuerda, porque observa la realidad (a sí mismo) a través del agujero de la tela.

En esta interpretación de la subjetividad única, es literal el hecho de que el bien que hacemos a otros, nos lo hacemos a nosotros mismos.

En resumen, la existencia de una única subjetividad de la que participan todos los seres vivos sensibles, me parece una hipótesis más coherente y más explicativa, aunque menos intuitiva, que la hipótesis de subjetividades independientes. Además coincide con las descripciones de las experiencias místicas.

Link: http://www.redcientifica.com/red/la_subjetividad_ni_se_crea_ni_se_destruye_solo_se_desvela.php

martes, 12 de abril de 2011

La verdad última

*
No hay creación ni destrucción,
ni destino ni libre albedrío,
ni sendero ni realización.

Ésa es la verdad última.


Sri Ramana Maharshi


Era verdad antes de que él lo dijese,
es verdad en este mismo momento
y seguirá siendo verdad por siempre,
puesto que el tiempo no existe.

Wei Wu Wei

*

domingo, 10 de abril de 2011

La voz de Dios (parábola hindú)

*
El maestro dijo: «Todo es Dios». Y el adepto, en cuanto lo oyó, entendió: «Dios es la única realidad». La Divinidad se halla en todas las cosas; intangible, sin sufrimiento. Todo en el mundo —sujeto u objeto— no es más que el velo de su maya*.

... Percibió una especie de enorme y luminosa nube... libre de la fuerza de la gravedad. Totalmente absorto en sí mismo, se mantuvo en medio de la calzada cuando, de repente, apareció un elefante dirigiéndose hacia él. El conductor, sentado en la nuca del animal, empezó a gritarle: «¡Apártate! ¡Deja paso!». El adepto oyó y vio al elefante con toda claridad, a pesar de su éxtasis, pero no se apartó de su camino. Se dijo a sí mismo: «¿Por qué me he de apartar? Soy Dios y el elefante es Dios. ¿Acaso Dios ha de tener miedo de sí mismo?». Y sin miedo alguno avanzó hacia el animal... en el último momento, el elefante lo agarró con su trompa, apartándole y depositándole —no muy amablemente— sobre el polvo al borde de la calzada.

El adepto, completamente aplastado y cubierto de polvo, se dirigió hacia donde estaba su maestro y le relató el suceso. El guru le dijo:

—Tienes razón: eres Dios y el elefante es Dios, pero ¿por qué no hiciste caso a la voz de Dios que te hablaba desde lo alto, bajo la forma del conductor del elefante?

Parábola hindú

*Maya: Ilusión.


Esta parábola la he recogido del libro "El nirvana; aquí y ahora", de Josh Baran. En este libro se indica que la parábola ha sido tomada de la obra Wisdom of India, de Heinrich Zimmer.
*

sábado, 9 de abril de 2011

Cinco breves comentarios

*
La «apariencia» es, precisamente, lo que sugiere la misma palabra, es decir, no algo que «es» sino algo que parece «ser».

Wei Wu Wei

Cuando la comprensión se evapora en las palabras,
sólo subsiste el eco.

Wei Wu Wei


No poseo ningún proceso mental que pueda ser de utilidad, ni tampoco Vía alguna que seguir.

Hui Hai

El Tao consiste en dejar de ejercitar la hipotética facultad de la voluntad.

Wei Wu Wei


¡La persona identificada se implica, mientras que la desidentificada observa!

Wei Wu Wei

*

jueves, 7 de abril de 2011

La vida fenoménica: meros conceptos

*
¡Fantasías y cháchara absurda! Descubramos lo que realmente somos y, entonces, el sentido y la duración hipotéticas de nuestra experiencia fenoménica nos importarán muy poco.

«¡Una vida larga y dichosa!». A toda costa, ¿y por qué no? ¿Pero acaso importa lo más mínimo? ¿Nos preocupamos, pongamos por caso, por la longevidad de los peces?


Nota: La «vida» sólo es la manifestación expresada en un contexto espacio-temporal completamente hipotético. No existe, de hecho, ninguna «cosa» que comience o concluya, que «nazca» o «muera» y, en consecuencia, todas nuestras experiencias no son más que fenómenos mentales.

Wei Wu Wei
*

martes, 5 de abril de 2011

Causalidad

*
La causalidad sólo existe en la mente y no en los eventos que parecen depender de ella.

Wei Wu Wei


¿Quién soy y dónde estoy cuando elimino el factor tiempo y abandono la secuencialidad? ¡Estoy aquí! ¡Soy yo!

Wei Wu Wei

*

lunes, 4 de abril de 2011

Felicidad

*
Más allá de la "felicidad" e "infelicidad" duales (opuesta una a la otra) brilla una Felicidad permanente que lo envuelve todo, más allá del espacio, del tiempo, de las formas y de todo concepto. Puedes permitirte ser espontáneo, puesto que tus "ganas" son las ganas de Dios. Tu voluntad es la misma que la de Dios: ser feliz y que todo ser sea feliz. Sé feliz. Desear la felicidad no es realmente un deseo (en cuanto a que no refleje un apego a "algo" que supuestamente "produzca" esa felicidad) sino simplemente se trata del Uno amándose a Sí Mismo. Desear la felicidad o el Ser, no es un deseo-apego, pues desear nuestro propio Ser no es desear lo que no se tiene, sino lo que siempre se es, y por lo tanto no se requiere de tiempo ni de ninguna condición para alcanzarLo. Somos lo que somos aquí y ahora, en este mismo Momento, siempre, eternamente.

Tú eres el Ser, y tu naturaleza permanente es la pura Felicidad infinita e inagotable. No la busques en el futuro (en este sentido: no la "desees"), simplemente vívela, ábrete al Momento, Ahora, Aquí, pues es tu naturaleza, siempre, más allá de cualquier tiempo, lugar o circunstancia, libre del espacio y del tiempo, libre del pasado y del futuro. La Felicidad nos sonríe Ahora: simplemente abrirnos a Ella, y Ella (nuestra propia naturaleza pura) nos colma permanentemente.

Eres el Amor. Eres la Bondad. Eres la Felicidad. Simplemente disfruta de Ti. La Felicidad se ama a Sí Misma. Seas o no consciente de ello esto está claro: desde la profundidad de tu Ser te amas infinitamente a Ti Mismo. Y eres pura Felicidad incondicional. Junto a todos tus Hermanos, que son Aspectos de Ti Mismo. Todos juntos, unidos, brillamos en una misma Belleza, un mismo Ser, disfrutando y compartiendo una misma Mente, colmada de una misma Felicidad. Soltemos, pues, las teorías (o prejuicios) acerca de lo que creemos que somos, y simplemente relajémonos en lo que realmente somos, en este Momento, Ahora, siempre en esta intemporal eternidad.

Eres el Ser más dichoso y amado de todo el Universo, Aquel que vive en Sí Mismo, Aquel que es Una Única Bondad junto a toda la Creación, junto a todos sus Hermanos, que somos, unidos, un mismo y feliz Ser eterno. Todo está bien, podemos relajarnos en cualquier momento, puesto que suceda lo que suceda es imposible dejar de ser lo que Uno es.

Más allá de cualquier teoría "egoica", Lo Que Soy ES Lo Que Soy.

*

domingo, 3 de abril de 2011

El testigo sin esfuerzo

*
Empecemos siendo simplemente conscientes del mundo que nos rodea. Contempla el cielo y relaja tu mente. Deja que el cielo y tu mente se fundan. Date cuenta de las nubes que flotan en el cielo. Date cuenta de que eso no requiere ningún esfuerzo por tu parte. Tu vivencia del presente —en la que esas nubes están flotando— es muy simple, muy sencilla, sin esfuerzo, espontánea. Sencillamente te das cuenta de que hay una atención no forzada registrando las nubes. Lo mismo es aplicable a esos árboles, a esos pájaros y a esas rocas. Los registras de manera fácil y sin esfuerzo alguno.

Fíjate en los pensamientos que surgen en tu mente. Puede que registres diversas imágenes, símbolos, conceptos, deseos, miedos y esperanzas, emergiendo espontáneamente en tu conciencia. Surgen, se quedan ahí un poco y se van. Esos pensamientos y sentimientos surgen bajo tu atención al momento, y esa atención es muy simple, sin esfuerzo, espontánea. Los registras de manera fácil y sin esfuerzo alguno.

Date cuenta: puedes ver las nubes alejándose porque no eres las nubes. Eres el que presencia esas nubes. Puedes percibir las sensaciones corporales porque no eres esas sensaciones. Eres el testigo de esas sensaciones. Puedes ver los pensamientos flotando porque no eres esos pensamientos. Eres el testigo de esos pensamientos. De manera espontánea y natural, todos esos objetos surgen, por sí mismos, sin esfuerzo en tu momento presente.

Ken Wilber

*

sábado, 2 de abril de 2011

¿Por qué sufrimos?

*
¿Sufrimos? ¿Por qué razón? Porque padecemos un caso de identidad equivocada.

Wei Wu Wei


Post relacionado: El pseudoproblema del 'sufrimiento' (por Wei Wu Wei): http://jugandoalegremente.blogspot.com/2011/03/el-pseudoproblema-del-sufrimiento.html
*

viernes, 1 de abril de 2011

Auto-iluminación (Humor)

*

La imagen me ha parecido graciosa jejeje... Fuente: http://www.3dtotal.com/getgalleryitem.php?cat=character&id=2541

La descubrí aquí: http://mezvan.tumblr.com/post/4210103886/selfillu

Otra imagen sugerente de esa web es ésta otra: http://mezvan.tumblr.com/post/4057204278/el-arte-de-manipular (la cual no incluyo directamente en este post porque tendría que cambiarle el título a este post para que cuadrara jejeje).

¡Saludos!
*