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Me han gustado estos comentarios de Robert Adams:
Se trata de lo que es comprensible, de lo que sucede cuando conectáis con la Realidad. Es más hermoso de lo que jamás podáis comprender o imaginar. Así que dejad de buscar, dejad de buscar por todos lados, dejad de ser lo que sois, lo que pensáis que sois. Dejad de hacer todo lo que hacéis, mentalmente. Sé que os preocupa qué será de vosotros si dejáis de pensar. Pero nunca os quedaréis abandonados. Recibiréis todo lo que necesitéis. Vuelvo a repetir: ¿qué es lo peor que os puede pasar? Que os muráis. Pero es que la muerte no existe y eso lo sabéis todos. Podéis perder toda vuestra fortuna, pero es que, cuando vinisteis a este mundo, no teníais ninguna fortuna y, al marcharos, no os llevaréis ninguna. No os preocupéis en lo más mínimo por esas cosas. Desde el punto de vista del karma, os suceden las cosas que os corresponde experimentar, pero eso es cosa del cuerpo, no de vosotros. ¿Es que no os dais cuenta, a estas alturas, de que sois completamente libres?
(...)
El mundo es una broma cósmica. (...) El mundo es un mundo de dualidades. (...) Nunca conseguiremos comprender este mundo porque es demasiado complejo. Así que salíos de él —no suicidándoos, sino trascendiendo la mente y el cuerpo, y despertando a vuestro auténtico Ser. Así es como se sale del mundo. Dejad de autocompadeceros. Dejad de prestarles tanta atención a los pensamientos, al mundo, al cuerpo. Que pase lo que tenga que pasar. Entregaos por completo al Ser. Vuestro Ser es conciencia de Dios. Empezad a identificaros con el 'Yo soy' en lugar de con las circunstancias. Olvidaos de las circunstancias.
Robert Adams, en El silencio del Corazón
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Parte de ese mensaje que nos da Robert Adams es la idea de desentendernos del mundo y dejar que todo fluya, sin miedo porque reconocemos que en realidad nuestra naturaleza es inmutable y además las ilusiones son inofensivas, como juguetes que no hacen nada real. No tienen efecto sobre nuestra naturaleza real, y en la medida en que nos damos cuenta de esto, perdemos el miedo y podemos desentendernos de las ilusiones. Un Curso de Milagros expresa esta idea con frecuencia, por ejemplo en la lección 194 del Libro de ejercicios:
Pongo el futuro en Manos de Dios. (L-194)
No hay un solo instante en que se pueda sentir depresión, experimentar dolor o percibir pérdida alguna. No hay un solo instante en que se pueda instaurar el pesar en un trono y adorársele. No hay un solo instante en que uno pueda ni siquiera morir. Y así, cada instante que se le entrega a Dios, con el siguiente ya entregado a Él de antemano, es un tiempo en que te liberas de la tristeza, del dolor y hasta de la misma muerte. (L-194.3)
Tu futuro está en Manos de Dios, así como tu pasado y tu presente. Para Él son lo mismo, y, por lo tanto, deberían ser lo mismo para ti también. Sin embargo, en este mundo la progresión temporal todavía parece ser algo real. No se te pide, por lo tanto, que entiendas que el tiempo no tiene realmente una secuencia lineal. Sólo se te pide que te desentiendas del futuro y lo pongas en Manos de Dios. (L-194.4:1-5)
Añadamos como complemento algunos comentarios de la lección 135:
El cuerpo no necesita ninguna defensa. (L-135.7:1)
El "ser" que necesita protección no es real. (L-135.8:1)
La mente que ha sanado no planifica. Simplemente lleva a cabo los planes que recibe al escuchar a una Sabiduría que no es la suya. Espera hasta que se le indica lo que tiene que hacer, y luego procede a hacerlo. No depende de sí misma para nada, aunque confía en su capacidad para llevar a cabo los planes que se le asignan. Descansa serena en la certeza de que ningún obstáculo puede impedir su avance hacia el logro de cualquier objetivo que sirva al gran plan que se diseñó para el bien de todos. (L-135.11)
...rara vez se reconoce que hacer planes es en sí una defensa. La mente que se dedica a hacer planes para sí misma está tratando de controlar acontecimientos futuros. No cree que se le vaya a proveer de todo cuanto pueda necesitar, a menos que ella misma lo haga. El tiempo se convierte en algo en lo que lo que se enfatiza es el futuro, el cual se debe controlar mediante el aprendizaje y la experiencia derivada de sucesos pasados y de las creencias que se abrigan. Dicha mente pasa por alto el presente, basándose en la idea de que el pasado le ha enseñado lo suficiente como para permitirle dirigir su futura trayectoria. (L-135.14:4; 15:1-4)
La mente que hace planes... no se da cuenta de que aquí y ahora se encuentra todo cuanto necesita... No hay ansiedad con respecto al porvenir, pues la confianza presente está a cargo de éste. (L-135.16:1,4,5)
¿Qué no ibas a poder aceptar si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por venir, es amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien? (L-135.18:1)
No haremos planes acerca de cómo se va a lograr, sino que nos daremos cuenta de que nuestra indefensión es lo único que se requiere para que la verdad alboree en nuestras mentes con absoluta certeza. (L-135.21:3)
Eso es todo. Si tienes que hacer planes, ya se te dirá cuáles son. (L-135.23:1-2)
Pues no puedes ni concebir toda la felicidad que te llega sin que tú tengas que planear nada. (L-135.26:2)
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La solución a todos los problemas es la Verdad, y Tú ya eres Eso.
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