martes, 31 de enero de 2012

Tres maneras de sonreír

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La Verdad reluce cuando le sonreímos. Hay muchas maneras de sonreír a la Verdad, aunque todas vienen a ser lo mismo. Aquí vienen 3 ideas:

Tres maneras de sonreír al Ser

Entrega Es la actitud de dar (Amor es otro de sus nombres), de brillar como el sol, de darse completamente uno mismo y sus asuntos, de rendirse, de vaciarse, de renunciar a dirigir la vida y a pretender unos resultados determinados. Es la actitud reflejada en las palabras «Padre, Hágase Tu Voluntad». Es relajarse confiando en que el Ser se ocupa sabia y amorosamente de todo, y dejando todo en Sus Manos.

Momento Soltar el pasado/presente/futuro y dejarse ser en el Momento. Se trata de ahondarse en el Momento puro, en el Ser puro. El Momento puro no consiste en los diversos momentos duales que están coloreados por conceptos y circunstancias. No se trata de un momento con respecto a esto o aquello (lo cual son adornos espacio-temporales, adornos ilusorios), sino del puro momento vaciado de todo concepto. Es un Momento intemporal, siempre el mismo. La siguiente frase señala hacia Ello: «Este momento es tan bueno como cualquier otro momento de la eternidad». No se alude a momentos diferentes aunque las palabras se expresen así. Es el Momento puro, intemporal, inmutable, el asiento del Amor y de la Paz.

Paz Simplemente permanecer en quietud, en paz. Pero esta sonrisa tiene aplicaciones sin fin, pues incluso cuando parecen surgir actividades, decisiones, la sonrisa de la Paz puede ser una infalible guía. Porque si observamos con atención las fluctuaciones de la intensidad de la paz que sentimos en cada momento, sabremos discernir qué situaciones mantienen y aumentan la sensación de paz, y cuáles situaciones alejan la paz de nosotros, debilitando la intensidad con que la percibimos. La Paz es siempre la misma, pura e inmutable, pero al velarla puede haber la sensación de estas fluctuaciones en su intensidad. Estando atentos a estas fluctuaciones aprendemos a reconocer qué nos beneficia y qué no. La Paz pura es el Cielo, y las fluctuaciones en la intensidad de la paz, aun siendo fluctuaciones aparentes, constituyen el camino hacia el Cielo. Es un camino ilusorio, pues el Cielo ya es nuestro Hogar desde siempre, pero es un camino ilusorio que funciona para desvanecer la ilusión de que la Paz ilimitada sea algo aparte de nuestro propio Ser. La Paz es nuestro Ser, y está disponible en cada Momento. Pongamos nuestra atención en Ella y sonriamos así al Ser.

Estas sonrisas son combinables entre sí (de hecho son lo mismo). Brillan en el Silencio puro (el Silencio puro no tiene nada que ver con la aparente ausencia o presencia de sonidos; es Quietud pura, la cual tampoco tiene nada que ver con la aparente ausencia o presencia de acciones/movimientos), el cual es Entrega, es Momento, es Paz, es Humildad, es Plenitud de Ser, es vacío de todos los adornos ilusorios. Cualquiera de estas sonrisas, mantenida con constancia, conduce a la obviedad del Ser.

:-)
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lunes, 30 de enero de 2012

Séshadri Suami (sabiduría corroborada por Ramana Maharshi)

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Un devoto de Sri Bhagaván Ramana Maharshi, llamado Natesa Mudaliar (posteriormente Sadhu Natanánanda) fue en busca de Séshadri Suami, quien vivía solitariamente en una colina, no se relacionaba con nadie y echaba a casi todos los que iban a verle. Copio la breve narración tal como aparece en el libro «El Poder de la Presencia», de David Godman, volumen 1, página 121:

A la mañana siguiente, Mudaliar, acompañado de J. V. Subrámania Áier, un colega de su mismo gremio, salió en busca del esquivo Séshadri Suami.

Después de buscarlo por todas partes, consiguieron dar con él y cual no sería la sorpresa y alivio de Mudaliar cuando aquel hombre le dijo: «¡Pobre hijo mío! ¿Por qué estás tan triste y tan angustiado? ¿Qué es gñana? (traducible como: ¿qué es el conocimiento absoluto?) Cuando la mente rechaza todos los objetos, uno tras otro, por ser efímeros e irreales, lo que sobrevive a dicha eliminación es gñana. Eso es Dios. Todo es Eso y nada más que Eso. Es de tontos ir de un lado para otro pensando que se puede alcanzar el gñana si se vive en una colina o en una cueva. No tengas miedo». Así fue como le dio su upadesa (enseñanza) con exactamente las mismas palabras que podría haber pronunciado Bhagaván (Bhagaván es Ramana Maharshi).

Las palabras de Séshadri Suami fueron alabadas por Ramana Maharshi, como indica la nota al pie de página:

Cuando le relataron esa enseñanza a Bhagaván, le pareció tan maravillosa que dijo: «¡Ah! ¡Con qué claridad ha transmitido Séshadri el Brahma vidia [conocimiento de Brahman]! ¿Y dicen que ese hombre está loco? ¡Desde luego, qué raro es el mundo!».

El consejo de Séshadri Suami es frecuente en las enseñanzas no-duales. Alusiones a la importancia de eliminar los obstáculos y que así la Verdad brille con toda obviedad, se indican también en diversas frases de Un Curso de Milagros, por ejemplo:

La Expiación te muestra la verdadera condición del Hijo de Dios. No te enseña lo que eres, o lo que tu Padre es. El Espíritu Santo, que lo recuerda por ti, te enseña sencillamente a eliminar los obstáculos que se interponen entre ti y lo que sabes. (Texto, Cap. 14, IV, 9, 3-5)

Y también:

La búsqueda de la verdad no es más que un honesto examen de todo lo que la obstaculiza. (Texto, Cap. 14, VII, 2, 1)

E incluso al principio del curso:

Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural. Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos. (Texto, Introducción, 1, 6-8)

La verdad ya es. Sólo tenemos que aceptarla. Y aceptarla implica dejar de ponerle obstáculos y así experimentar lo obvio: conocer la verdad es ser la verdad, y no imaginar nada más, pues sólo la Verdad Es.

Hay un post de hace poco, relacionado con este mismo tema:

No hay nada que hacer, excepto eliminar los obstáculos que hemos imaginado: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/no-hay-nada-que-hacer-excepto-eliminar.html
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domingo, 29 de enero de 2012

«Se revelará por sí mismo» (Ramana Maharshi)

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Copio un fragmento del libro «Lo eterno en el tiempo», de A. R. Natarajan:

La primera mujer occidental que vino a Sri Ramanasramam fue M. A. Pigot, una inglesa que había leído La india secreta y que había venido a la India para ver al Maharshi.

Con frecuencia se desesperaba porque siempre había mucha gente y Ramana nunca estaba solo. Su sala estaba abierta a todos y a todas horas. Pero una mañana temprano, cuando vino a la sala, encontró que Ramana estaba solo, sin sus asistentes, «emanando una maravillosa quietud y paz». Con su permiso, le hizo algunas preguntas y obtuvo sus aclaraciones.

M. A. Pigot: ¿Cuáles son los obstáculos para la realización del verdadero Sí?

Ramana Maharshi: Sobre todo la memoria, los hábitos del pensamiento, las tendencias acumuladas.

M. A. Pigot: ¿Cómo puede desprenderse uno de esos obstáculos?

Ramana Maharshi: Busca el Sí por medio de la meditación, de esta manera: examina cada pensamiento hasta su origen, que es sólo la mente. Nunca permitas que el pensamiento continúe. Si lo haces, no tendrá fin. Llévalo a su punto de origen —la mente— una y otra vez, y tanto él como la mente morirán por falta de acción. La mente existe únicamente en virtud del pensamiento. Cuando paras el pensamiento no hay mente. A cada duda y depresión que surja, pregúntate, «¿Qué es eso que duda?, ¿qué está deprimido?». Vuelve a ello continuamente hasta que no quede nada más que la fuente de todo. Y entonces, vive siempre en el presente y sólo en el presente. No hay pasado ni futuro excepto en la mente.

M. A. Pigot: ¿Qué meditación podrá ayudarme?

Ramana Maharshi: Tienes que aprender a concebir el sujeto y el objeto como uno. Al meditar en un objeto, ya sea concreto o abstracto, destruyes el sentido de la unidad y creas dualidad. Medita en lo que eres en Realidad. Trata de comprender que tú no eres el cuerpo, no eres las emociones, no eres el intelecto. Cuando todo esto esté en calma, encontrarás...

M. A. Pigot: ¿El qué?

Ramana Maharshi: Lo descubrirás; yo no puedo decir cuál será la experiencia de cada individuo. Se revelará por sí mismo. Tenlo por seguro.

(...)

En el momento de la despedida, sus palabras fueron muy conmovedoras. Habló de las dificultades de la vida cotidiana y de los problemas mundanos. El mensaje de despedida de Ramana fue: «Haz en todo momento lo que es correcto y, después, déjalo atrás».


Ramana no intentó describirle a M. A. Pigot lo indescriptible. Pero le aseguró que se revelará por sí mismo. El Amor (el Ser, la Verdad) se revela a sí mismo cuando dejamos de taparnos los ojos y dejamos de desear lo irreal, soltándolo y demostrando así estar abiertos a la Realidad. Ramana no trató de explicarle lo indescriptible pero sí le explicó con breves palabras cómo podemos dejar de taparnos los ojos a la Verdad. Dejar de taparnos los ojos es suficiente. Es lo único que necesitamos hacer para que la Gracia se manifieste. Porque la Gracia ya está aquí. Sólo tenemos que aceptarla, lo cual es querer la Verdad y nada más que la Verdad.

Unas pocas citas más sobre este tema pueden encontrarse en este otro post: No hay nada que hacer ni entender, excepto eliminar los obstáculos imaginarios: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/no-hay-nada-que-hacer-excepto-eliminar.html

¡Saludos!
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sábado, 28 de enero de 2012

No hay nada que hacer, excepto eliminar los obstáculos que hemos imaginado

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El título de este post expresa una idea básica del advaita en general (incluido UCDM, que también ha sido llamado el "Vedanta cristiano"). No hay nada que hacer, pues la Verdad ya es. La Unidad es la Realidad, siempre. Como explicaba Shankara, la Realidad desaparece (parece desaparecer) por ignorancia, al superponer sobre ella las proyecciones que no son más que fantasías irreales. Ramana Maharshi decía que bastaba con simplemente volver la mente hacia adentro, en lugar de dirigirla hacia afuera. Volver la mente hacia adentro puede ser llamado con muchos nombres (indagación, discernimiento, desapego, el proceso de perdón entendido como en UCDM, la contemplacion, etc, incluso la simple escucha de la verdad es un tímido comienzo de esto mismo), pero finalmente todo es un mismo proceso que no puede ser impedido por nada ni nadie, excepto por nuestra propia dejadez. Este proceso no puede impedírnoslo nada porque no hay nada aparte de la Verdad, la cual es Amor sonriéndonos con los brazos abiertos. Lo irreal no puede impedir nada. No se trata de hacer nada, sino de una simple actitud: darnos cuenta de que todo lo perceptible por los sentidos y lo concebible mediante la mente humana son imágenes irreales, y al reconocer su falsedad y falta de valor surge desapego que es la actitud de descartar todas esas falsedades. No las necesitamos. Soltamos los juguetes para despertar a la Realidad.

Las palabras no alcanzan para describir lo indescriptible. Sin embargo, las palabras pueden resultar útiles para animar a deshacer los imaginarios obstáculos que nosotros mismos hemos fantaseado. Y eso es todo. No hay nada que hacer, ni nada que entender, excepto eliminar los obstáculos que ponemos a la Verdad, y así dejar que Ella misma se revele (es la Gracia).

Unas citas complementarias con el tema:

Leyendo la sección IV del capítulo 14 del Texto de Un Curso de Milagros, se comparten algunos destellos:

No tienes que comprender lo que es la creación para hacer lo que tienes que hacer antes de que ese conocimiento cobre sentido para ti. Dios no rompe las barreras, pues no las creó. Cuando las abandonas, desaparecen. (UCDM; Texto, Cap 14, IV, 4, 1-3) Nota 1: la palabra "creación" es reservada en UCDM para lo indescriptible, para lo verdadero, el puro Ser, el Amor; en el vocabulario de UCDM esa palabra "creación" no se refiere al mundo fenoménico (para el mundo fenoménico reserva palabras como "fabricación", "invención", "imaginación", etc). Nota 2: En UCDM la palabra "conocimiento" se usa siempre en el sentido de la Verdad-no-dual, o sea, equivalente a lo que en oriente se llama "consciencia-en-sí" o "conocimiento del Sí mismo".

No puedes comprender cuánto te ama tu Padre, pues en tu experiencia mundana no hay paralelo que te pueda ayudar a comprenderlo. En la tierra no hay nada comparable, ni nada que jamás hayas sentido aparte de Él se parece en lo más mínimo a Su Amor. (UCDM; Texto, Cap. 14, IV, 8, 4-5)

La Expiación te muestra la verdadera condición del Hijo de Dios. No te enseña lo que eres, o lo que tu Padre es. El Espíritu Santo, que lo recuerda por ti, te enseña sencillamente a eliminar los obstáculos que se interponen entre ti y lo que sabes. (UCDM; Texto, Cap. 14, IV, 9, 3-5) Nota: En el vocabulario de UCDM, la "Expiación" puede ser entendida como el "Proceso del Despertar" o términos similares que se nos puedan ocurrir: "discernimiento y desprendimiento de lo falso", "liberación de la irrealidad (del miedo, culpa, etc)", etc. La Expiación es el reconocimiento de la inocencia, de la pureza, de la plenitud.

Seguimos con una cita de Nisargadatta Maharaj:

La meditación es el ejercicio diario y deliberado de discernir entre lo verdadero y lo falso y renunciar a lo falso. Para empezar hay muchos tipos de meditación, pero finalmente todos se funden en uno. (Nisargadatta Maharaj en Yo Soy Eso, capítulo 16)

Le hicieron la siguiente pregunta a Ramana Maharshi:

Sadhu Natanananda (Natesa Mudaliar): Si todo acontece según el karma, ¿cómo se han de vencer los obstáculos de la meditación?

Ramana Maharshi: El karma atañe sólo a la mente dirigida hacia afuera, no a la mente dirigida hacia el interior.

(Pregunta y respuesta tomada del libro Lo eterno en el tiempo, de A. R. Natarajan, página 107)

Por lo tanto, nada puede impedir este proceso, pues no tratamos de reformar el ilusorio mundo (el cual está repleto de obstáculos ilusorios) sino que abandonamos todas las imágenes, todo lo exterior, y la mente no tiene otra alternativa posible que el interior: descartadas las ficciones, sólo hay reposo en la permanente Realidad.

Nótese que aunque no hay dentro ni fuera (sólo existe el Ser pleno), llamaremos externo a todo lo falso, pues son "imágenes" irreales, y esto incluye no sólo a los objetos perceptibles por los sentidos, sino también la autopercepción corporal (el cuerpo también es "externo") así como los pensamientos, emociones, etc. Hay que ir descartando todo lo conocido para que lo desconocido, lo cual habíamos negado, resulte obvio.

El mero hecho de discernir lo falso como falso, y descartarlo desapegadamente, es ya en sí mismo parte del proceso de volver la mente hacia adentro.

El nivel de madurez mental se alcanza cuando nada externo resulta de valor alguno y el corazón está dispuesto a abandonarlo todo (desapego). Entonces lo real tiene una oportunidad y la aprovecha. Los retrasos, si los hay, están causados por la resistencia de la mente a ver (discernimiento) o descartar (desapego).

(Nisargadatta Maharaj en Yo Soy Eso, capítulo 98)

El camino es simple porque no hace falta dar ni un solo paso. El único "paso" es un cambio de actitud, y lo que acompañe a esta actitud estará bien de cualquier modo, pues en el escenario de teatro estamos bendecidos por la inspiración que despierta en nosotros conforme descartamos lo falso y nos abrimos a la verdad interna, nos abrimos a lo eterno.

Simple. No hay problemas. Y si aparece alguno, se discierne que es falso, se descarta, y la mente se tranquiliza ("vuelve adentro, se pacifica"). Y todo va como la seda conforme las brumas ilusorias se desvanecen y amanece la evidencia de lo intemporal, del Amor ilimitado que siempre Es.

Sonreímos en paz ☼
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Respecto a la conducta de Bhagaván

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El otro día, en este post: El comportamiento de los jñanis: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/el-comportamiento-de-los-jnanis.html Ahí en ese post se menciona la anécdota de Chinnasuami, un tanto descontextualizada porque podría venir bien saberse que se trata del hermano de Bhagaván Sri Ramana Maharshi, con el cual consecuentemente debía haber confianza, aparte de los comentarios de Akhilandamma que copio más abajo:

Digo todo esto simplemente para hacer hincapié en el hecho de que hay muchas cosas de la vida de Bhagaván que superan nuestra capacidad de comprensión. (...) Bhagaván hablaba y se comportaba según el estado de cada persona, la situación en la que esta se encontrara o lo que esta necesitara. Como nosotros no somos conscientes de todos esos factores, tampoco somos los más indicados para juzgarlos.

(...)

Su actitud con el ashram era extremadamente variable. Por lo general, apoyaba a Chinnasuami —el gerente del ashram— (y, además, hermano de Ramana) en todas las discusiones que tenía con los devotos: si estos le planteaban alguna queja con respecto a la dirección del áshram, él los criticaba por ello aunque el agravio pareciera legítimo. Sin embargo, Bhagaván reñía muchas veces a Chinnasuami por distintos fallos en la administración del áshram. Me contaron que, una vez, en los primeros años de existencia del áshram, hasta llegó a pegarle con un palo y, al parecer, le dio tan fuerte que el palo acabó rompiéndose. Por su parte, Chinnasuami evitaba, por todos los medios, estar en presencia de Bhagaván: sus esfuerzos por mantenerse lejos de su vista eran tan frecuentes y evidentes que daba la impresión de que era un fugitivo de la justicia. No obstante, aunque todo esto era de dominio público, Bhagaván siempre lo defendió delante de los demás y disuadía a los devotos de presentar quejas sobre él.



Mini-actualización: El protagonista del párrafo anterior, Chinnasuami, era hermano de Bhagavan Ramana Maharshi. La actitud de Ramana fue comprendida por una de sus grandísimas devotas, Akhilandamma, quien explicó así acerca de Bhagavan:


«Con una simple mirada llena de gracia, Bhagavan provocaba un proceso de maduración espiritual en todos aquellos que acudían a conocerlo; sin embargo, con su madre fue excepcionalmente estricto con el fin de acelerar ese proceso de maduración. En muchas ocasiones, reprendía a su madre y a su hermano echándoles una mirada severa, mostrándose enfadado o ignorándolos. Su propósito era ayudarlos a alcanzar un estado espiritual más elevado. Esto sucedía muy a menudo». (Fin de la mini-actualización)

(...)

Con frecuencia, la gente se postraba ante Bhagavan cuando lo veían pero, algunas veces, él ni siquiera giraba la cabeza para mirar a esa persona. En otras ocasiones, en cambio, llegaba alguien y, de repente, Bhagavan le irradiaba bondad con una mirada procedente de alguna lejana y eterna vacuidad en la que acababa de sumirse. Cuando venían esas personas agraciadas, él se interesaba por su bienestar con mucho detalle y amabilidad. Con el paso de los años me di cuenta de que era especialmente amable con las personas que venían de países lejanos, los ancianos y los niños.

Una vez, un devoto le preguntó a Bhagavan por qué ignoraba a mucha de la gente que lo visitaba: «Mucha gente se postra ante ti todos los días pero, a la mayoría, ni siquiera te esfuerzas en mirarlos». «¿Qué sabrás tú de eso? —le espetó Bhagavan con tono de enfado—. Antes de que ellos me saluden a mí, yo ya los he saludado desde dentro».


Post completo: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/el-comportamiento-de-los-jnanis.html

¡Saludos!
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viernes, 27 de enero de 2012

Nick Arandes en CALA con Ismael Cala — CNN en español

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El programa de CNN con Ismael Cala entrevistando a Nick Arandes (estudiante de Un Curso de Milagros) en español, está disponible en youtube. Son los siguientes links:

Todo el programa:

Bloque 1 - Parte 1: http://www.youtube.com/watch?v=WWhKf6a1qjY (8 minutos)

Bloque 1 - Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=HTEYv52AZZM (9 minutos)

Bloque 2: http://www.youtube.com/watch?v=01VkabRlo_U (12 minutos)

Bloque 3: http://www.youtube.com/watch?v=scch4cXoIZs (9 minutos)

Bloque 4: http://www.youtube.com/watch?v=9OgaLZ3FxgU (5 minutos)

Bloque 5: http://www.youtube.com/watch?v=98yM4TsNN14 (3 minutos)

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Otro vídeo, de 6 minutos, esta vez de Kenneth Wapnick explicando algunas nociones sobre Un Curso de Milagros, puede verse aquí: http://youtu.be/6S-mLpY2yfg

Quien aún tenga ganas de ver algún vídeo más, en esta etiqueta están todos los posts de este blog sobre Nick Arandes: http://jugandoalegremente.blogspot.com/search/label/Nick%20Arandes

Saludos
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jueves, 26 de enero de 2012

La Gracia de Ramana Maharshi

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Sri Muruganar, protagonista de la siguiente anécdota junto a Ramana Maharshi (Bhagavan), fue uno de los devotos más fervorosos, y un gran poeta inspirado, y por la gracia de Ramana acabó siendo plenamente consciente de la Verdad (se «despertó», «realizó» o «iluminó», como se quiera decir), lo cual expresó en algunos de sus versos de agradecimiento; pero la anécdota siguiente es una breve mención de una de las formas como fluyó la gracia de Bhagavan. Valga de ejemplo de que cuando uno está abierto y listo para recibir al Amor del Silencio, entonces el Amor «fluye»:

Muruganar tenía un fuerte deseo de tener a Bhagavan totalmente para él, al menos por un rato. Muruganar nunca mencionó este anhelo a nadie. ¿Pero puede alguien ocultar algo a Bhagavan? El deseo secreto de Sri Muruganar fue cumplido de una manera totalmente inesperada. En aquellos días Bhagavan y sus devotos solían recoger hojas caídas de los árboles en el bosque para hacer platos de hojas. Una vez, mientras un grupo estaba listo para ir al bosque, Bhagavan le lanzó a Sri Muruganar una mirada muy significativa. Interpretando esta mirada como un signo para seguirle, Sri Muruganar se apresuró tras Bhagavan. Cuando los otros entraron en el bosque, Bhagavan y Sri Muruganar habían desaparecido en la espesura.

Bhagaván llevó a Muruganar dentro del bosque. Bhagavan se sentó en un lugar sobre un leño y pidió a Muruganar que se sentara junto a él. Muruganar se sentó, pero no se intercambiaron ninguna palabra. Bhagavan miró directamente a sus ojos y Sri Muruganar sintió el poder de la gracia de Bhagavan fluyendo por él como una corriente eléctrica. Perdió todas las percepciones de tiempo y espacio y experimentó un gozo más allá de toda descripción. Inmerso en este estado de felicidad, Muruganar era inconsciente del paso del tiempo; fue sólo cuando recobró sus sentidos cuando se dio cuenta de que debían haber permanecido juntos en este estado de felicidad durante horas.


Sri Muruganar mismo ha mencionado este incidente en uno de sus versos:

Él me llevó al bosque con el pretexto de coger hojas para hacer platos de hojas. Ahí, con gran deleite, destruyó la inquietud de mi mente otorgándome su mirada. En medio de la noche, sometió mi consciencia individual dividida, concediéndome la experiencia de la realidad indivisa.

La anécdota la he extraído de la obra «Padamalai: Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi», páginas 417 y 418 de la versión impresa. La versión que tengo es la publicada en la colección Ignitus por la editorial Sanz y Torres. Puesto que en Padamalai se están citando esos dos fragmentos de otras obras, en las notas se concreta que el fragmento en color azul es citado de la obra «Cherished Memories», página 154 (autor: T. R. Kanakammal). El verso citado en color rojo, es citado del «Keerti Tiruvahaval», Ramana Sannidhi Mural, citado a su vez en la obra «The Power of the Presence», de David Godman, parte segunda, p. 113.

¡Saludos graciosos! ☼
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miércoles, 25 de enero de 2012

Yoga Vasishtha (post de descarga, libro completo)

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Quien no sepa qué es el Yoga Vasishtha (esta última palabra también se ha escrito a veces como Vasishta, Vasistha, etc, quizás incluso Vasista, ¡para qué queremos las haches jejeje), puede pasearse por la reseña que dediqué a este libro, en este post: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2011/02/yoga-vasishtha-libro.html (incluye una introducción y links para leer algún fragmento).

Este otro post es para quienes no hayan podido conseguirlo en la versión de papel. Es un gran libro digno de saborearse. Gracias a un comentario en el post-reseña mencionado arriba, he sabido que el Yoga Vasishtha ha sido escaneado y subido gratis a internet, para descargarlo en archivos PDF.

Gracias, Rodrigo, por habernos pasado la información en ese comentario. Y gracias a quienes lo hayan escaneado y subido a internet para que quien le venga bien lo pueda descargar.

Por supuesto y ante todo, gracias también a Ernesto Ballesteros Arranz, quien se encargó de la compilación, la traducción, la introducción, notas, etc. Gracias también a quienes le apoyaron y colaboraron con él, así como a la editorial etnos por haber publicado una obra tan valiosa. Quien quiera agradecer a Ernesto y a la editorial el trabajo de haberlo puesto a disposición de todos, que es laboriosísimo y en el caso de Ernesto deben haber sido horas y horas (repartidas a lo largo de innumerables días, semanas, meses, probablemente años) de dedicación a seleccionar, traducir, etc, puede agradecerlo comprándolo en las librerías donde está a la venta, por ejemplo aquí: [nota: la web de la librería "zentrozen" dejó de existir, así que he borrado el link, que ya no funciona] (que es la librería donde conseguí comprarlo yo). O al menos agradecerlo de corazón, que si es un agradecimiento sincero les llegará porque todos somos Uno. La tarea debe haber requerido gran paciencia, pues son 690 páginas de dificultosa traducción (al venir originalmente en idioma oriental).

El link donde se incluye la descarga es el siguiente:

http://centrosaihispano.blogspot.com/2011/06/yoga-vasishtha.html (incluye dos opciones, una en 3 partes en PDF que no he conseguido descargar, y otro link donde descargarlo en 9 partes en PDF, que es la que sí he podido comprobar).

Subido también ahora aquí:

Yoga Vasishtha en PDF, 9 partes:

Parte 1: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga1a.pdf (1.33 MB)

Parte 2: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga2.pdf (1.33 MB)

Parte 3: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga3.pdf (1.36 MB)

Parte 4: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga4.pdf (1.63 MB)

Parte 5: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga5.pdf (1.68 MB)

Parte 6: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga6.pdf (1.47 MB)

Parte 7: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga7.pdf (1.67 MB)

Parte 8: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga8.pdf (701 KB)

Parte 9: http://nytz.files.wordpress.com/2012/01/yoga9.pdf (658 KB)

He comprobado esta versión en 9 partes y parece que es la misma, página por página, que tengo yo en libro de papel. Mi versión es la reedición del año 2008, mientras que la versión en PDF es la primera edición de 1995, pero el contenido creo que es exactamente el mismo, pues el número de páginas coincide con toda precisión, así que simplemente como estaba agotada la tirada del 1995, se hizo la reedición sin aparentemente cambiarse nada.

Actualización: Como podemos leer en el primer comentario a este post, gracias a Orbem ya tenemos el Yoga Vasishtha reunido en una sola pieza. Podéis descargarlo de cualquiera de estos dos links:

Descargar:

Opción 1: EL archivo unido por Orbem: Yoga Vasishtha, un solo archivo en PDF, 4,29 MB, libro completo, sus 690 páginas (el PDF son 686 porque para qué incluir las páginas en blanco jejeje): http://es.scribd.com/advaitat/d/80947556-Yoga-Vashista

Opción 2: De nuevo ese mismo archivo unido por Orbem: Yoga Vasishtha, un solo archivo en PDF, 4,29 MB, libro completo, sus 690 páginas (el PDF son 686 porque para qué incluir las páginas en blanco jejeje): http://nytz.files.wordpress.com/2012/02/80947556-yoga-vashista.pdf

Y como links adicionales por si alguien lo prefiere o si fallaran los otros links, aquí va también la versión dividida en 3 partes:

Parte 1: Descargable aquí http://es.scribd.com/doc/57131028/YOGA-VASISTHA-0-400-PAGS y aquí: http://nytz.files.wordpress.com/2012/02/01-57131028-yoga-vasistha-0-400-pags.pdf

Parte 2: Descargable aquí http://es.scribd.com/doc/57131387/YOGA-VASISTHA-401-590-PAGS y aquí: http://nytz.files.wordpress.com/2012/02/02-57131387-yoga-vasistha-401-590-pags.pdf

Parte 3: http://es.scribd.com/doc/57132747/YOGA-VASISTHA-591-690-PAGS y aquí: http://nytz.files.wordpress.com/2012/02/03-57132747-yoga-vasistha-591-690-pags.pdf

¡Saludos!
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martes, 24 de enero de 2012

Matar al dragón, resucitar en el Océano del Chocolate celeste

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El aparentemente temible dragón «yo soy un cuerpo; vivo en el espacio y en el tiempo» cree ser el rey dentro de su mundo/espejismo. Sus llamaradas de fuego son los problemas (apariencias sin sentido).

Hay que matar al dragón porque, mientras parezca vivir, no seremos capaces de disfrutar de la paz profunda y permanente que es nuestro puro Ser.

No necesitas matar al dragón porque el dragón ya ha sido matado por ti: es inexistente, nunca ha sido ni será real. Lo único que necesitas para recordar la paz que eres, es dejar de prestarle atención al dragón de las ilusiones. Sin tu atención el dragón se desvanece por sí mismo, como la apariencia ilusoria que es. Al dejar de imaginarlo y de creer en él, desaparece.

Simplemente retírale la atención al dragón; pon tu atención en cualquier otra parte. Sólo hay una alternativa donde extender nuestra atención, y esta alternativa es la Verdad. El dragón es falso, ríete de él y pon tu atención en lo que permanece más allá de todos los falsos espejismos: en la Verdad, la Eternidad, el Amor, la Felicidad ilimitada, la Paz infinita, el Ser puro sin limitaciones ni separaciones.

No temas al dragón, sino ríete de él por su inexistencia y absurdidad, y tras esta risa tranquila dedícate a lo verdadero, dedícate a compartir tu amor y felicidad. Dedícate a amar, a compartir la plenitud. Dedícate a simplemente ser espontáneamente.

No eres un cuerpo. Eres una sonrisa viviente; una sonrisa invisible, sin forma, ilimitada, plena, bellísima, unida a todo.

Mientras alimentes la creencia de que eres un cuerpo (sea sutil, astral, mental, emocional, etc, da igual el tipo de cuerpo: un cuerpo significa un algo limitado) y de que estás dentro de un mundo externo a ti, y dentro de una línea de tiempo, mientras alimentes esa creencia, estarás durmiendo, disfrutando (o asustándote) de la nada, de tu simple imaginación irreal. Pero conforme te abres a la Verdad, y te atreves a rechazar las absurdas creencias que producen tus alucinaciones, despertarás y recordarás tu infinitud, tu Ser puro, siendo lo cual eres pleno y estás a salvo de toda fatalidad, pues no existe la fatalidad. La única "fatalidad" son las absurdas imaginaciones, y ponerte a salvo de ellas es muy fácil porque simplemente tienes que dejar de creer en ellas, dejar de darles tu crédito y atención.

Verdaderamente nunca estás dormido; si acaso jugando. Cuando lo desees, simplemente deja el juego de las alucinaciones y disfruta de los infinitos juegos divinos, que son dulces y además reales.

Cuando desaparece el dragón «yo soy un cuerpo; vivo en el espacio y en el tiempo» porque has dejado de creer en él, aparecerá el Dragón permanente, eterno, que en este mismo momento te sonríe aunque no lo percibas. El Dragón eterno es la Sabiduría, no tiene forma, es el Ser, la Plenitud que incluye todo, incluye los infinitos Aspectos de Lo Real. Es un Dragón cuyas llamaradas son dulces pues son chorros de Amor, Chocolate Viviente chorreante de Felicidad compartida por todos los Aspectos del Único Ser.

Krishna es uno de los nombres de Dios; sus imágenes son simbolizaciones del Ser. Dicen que «Krishna» significa en sánscrito «Negro», «Oscuro», «Azul Oscuro» (estas tres palabras son casi sinónimos), «Adorable». Sugiero añadir otra manera de aludir a Ello, con estas palabras: «Chocolate», o «Chocolate Viviente», «Chocolate divino», «Chocolate eterno», etc. Incluso el chocolate fenoménico puede ser negro, oscuro, como los significados de la palabra Krishna.

Dicho eso, disuelve al dragón «yo soy un cuerpo; vivo en el espacio y en el tiempo» riéndote de él y poniendo tu atención en el intemporal Krishna, el Chocolate divino, la ilimitada Sonrisa de Felicidad y Bondad, el Niño divino e inocente que realmente Eres como puro Ser. Siéntete a salvo bajo la Gracia de la dulce Mirada divina del Chocolate sonriente. Juega con Él en lugar de con el dragón limitado. Juega con Krishna y deja que te coma, que te absorba completamente dentro del ilimitado Océano del Chocolate divino. Sé su alimento, ofrécele todo lo que crees que eres, sé absorbido por Él y pronto será Él también tu alimento, pues eres Uno con Él en la Plenitud infinitamente gozosa del Chocolate divino. Disfruta la divina Comunión con el bellísimo Krishna infinito, el Océano del más dulce Chocolate eterno, tu propio Sí mismo compartido con cada Aspecto del Único Ser que nos reúne a todos en un mismo delicioso Amor.

Y ahora... ¿Hubo alguna vez un dragón? ¡Quién se acuerda! ☼
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domingo, 22 de enero de 2012

Anécdota de Ramana Maharshi, en relación a un «siddhi»

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Aunque los jñanis no conceden importancia a los «poderes», «dones» o «siddhis», excepto cuando se refieren a la Comprensión como el Gran Siddhi, no por ello se deja de hacer uso de lo que pueda resultar beneficioso para el despertar de quienes les rodean.

En torno a Ramana sucedían frecuentemente "milagros", lo cual es típico en la proximidad de un despierto. Pero los despiertos nunca se atribuyen el mérito de esos acontecimientos.

En algunos libros leí (citas dispersas entre sí, las cuales recuerdo pero no con exactitud) ejemplos de situaciones espectaculares, pero puesto que al propio Ramana no le parecía valioso dar importancia a este tema (siddhis y sucesos "milagrosos") no quiero yo tampoco hacer demasiado hincapié en ello. Incluso cuando sucede algo "espectacular, sorprendente" (como cuando Neem Karoli Baba resucitó a una mujer a la que años atrás, cuando niña, le había concedido un deseo y había pedido eso; o los diversos sucesos insólitos relacionados con Ramana Maharshi), sucede solo para beneficio (inspiración) de quienes viven tales experiencias. Voy a citar un ejemplo, nada espectacular pero es uno en el que se puede comprender el motivo inspirador que había implícito en este suceso:

Cito del libro «Padamalai», de Sri Muruganar (la versión que tengo es la publicada en la colección Ignitus por la editorial Sanz y Torres).

Primero una breve explicación que sirve de contexto (tomada de la página 33):

Muchas gentes tenían experiencias maravillosas en la presencia de Bhagavan. Otros encontraban que si apelaban a Bhagavan en ayuda de sus problemas, seguirían soluciones satisfactorias, algunas de ellas aparentemente milagrosas. Bhagavan nunca reclamaba responsabilidad por ninguno de estos fenómenos.

Y a continuación copio la propia narración de Annamalai Swami (quien recibió la "sorpresa inspiradora" de este acontecimiento). Es un comentario a uno de los versos de Padamalai; tal verso dice así (página 49):

Permaneciendo en el Corazón, Padam (Ramana Maharshi) sonríe a la ignorancia de aquellos que piensan que están engañándole porque son listos.

Y se comenta esto debajo del verso:

Bhagavan generalmente sabía si los devotos estaban haciendo cosas que desaprobaba, o que les había pedido específicamente que no hicieran. En la mayoría de los casos ignoraba estas transgresiones, pero de vez en cuando hacía algo que indicaba a los devotos que no siempre podrían salir bien de estas indiscreciones. El narrador de la siguiente historia es el Swami Annamalai:

Cuando había sido asistente por unas dos semanas, el Recaudador de Vellore vino a recibir el darshan de Bhagavan. Era llamado Ranganathan y trajo un gran plato de dulces como una ofrenda a Bhagavan. Bhagavan me pidió que distribuyese los dulces a todos en el ashram, incluyendo a aquellos que no estaban entonces presentes en la sala. Mientras estaba distribuyendo los dulces a la gente, fuera de la sala, fui a un lugar donde nadie podía verme y secretamente me serví como el doble de la cantidad que estaba sirviendo a los demás. Cuando la distribución fue completada, volví a la sala y puse el plato bajo el sofá de Bhagavan.

Bhagavan me miró y dijo: «¿Tomaste dos veces lo que tomaron todos los demás?».

Me quedé helado porque estaba seguro de que nadie me había visto hacerlo.

«Lo tomé cuando nadie me veía. ¿Cómo lo sabe Bhagavan?».

Bhagavan no dio respuesta. El incidente me hizo darme cuenta de que es imposible ocultar nada a Bhagavan. Desde aquella vez asumí automáticamente que Bhagavan siempre sabía lo que estaba haciendo. Este nuevo conocimiento me hizo estar más alerta y atento a mi trabajo debido a que no quería cometer ningún error similar de nuevo.

(Relato copiado de las páginas 49 y 50 del libro arriba citado)

Cuando es necesario, sucede lo inspirador. Y en este caso no sólo fue inspirador en cuanto a lo que he puesto en letra oscurecida, sino que además este discípulo despertó completamente unos años después. Obviamente no despertó solamente por esto, sino debido a todo el proceso completo de indagación-gracia, pero cada paso es valioso y algunos pasos aceleran el despertar.

¿Fue esta situación el uso de un "siddhi" con motivo de inspirar a un devoto? Puede verse como se prefiera, pero el asunto es que cuando se necesita que algo suceda, eso acaba sucediendo. Y cuando resulta inspirador que algo sea sabido, acaba sabiéndose. Esto no sólo sucede con Ramana Maharshi, sucede en todo lugar y en todo tiempo. Pues todo es unidad e idoneidad amorosa. Sin embargo a veces da la sensación que en torno a los jñanis estas idoneidades suceden con gran frecuencia y de manera completamente idónea, espontánea y natural. Es lo que tiene el estar abiertos a la Verdad (que es Amor), en lugar de cerrarnos al autolimitarnos con la creencia en la separación.

Voy a incluir también un breve comentario sobre la ausencia de dolor, pero la ausencia de dolor no es realmente un siddhi, sino una consecuencia natural de reconocer la Verdad, ya que al no haber identificación con el cuerpo, no puede haber dolor. La siguiente cita, narrada por Sadhu Arunáchala, explica esto:

Lo primero que le pregunté a Bhagaván fue por qué Jesucristo gritó cuando estaba en la cruz puesto que, si era un jñani perfecto, no tendría que haberse inmutado ante el sufrimiento. Bhagaván me explicó que, aunque un jñani haya alcanzado la Liberación y para él ya no exista el sufrimiento, en algunos casos puede parecer que siente dolor; pero se trata de una reacción del cuerpo, porque el cuerpo sigue reaccionando: sigue comiendo y funcionando de forma natural. A quien le parece que está sufriendo es a quien lo ve desde fuera. Pero eso no afecta al jñani pues ya no existe en él la identificación del Ser con el cuerpo; vive en un estado trascendente, por encima de todo ese tipo de cosas.

Copiado de: «Mis recuerdos de Ramana Maharshi», de Sadhu Arunáchala, editorial Trompa de Elefante, página 32.

Y en la siguiente página, la 33, añade:

Cuando uno se identifica con el cuerpo, lo siente; pero, en el caso del jñani —que siempre es consciente de que el cuerpo es algo aparte de él—, el dolor es sólo una experiencia ajena a su realidad. El dolor está ahí pero, de alguna forma, no lo siente como suyo. (Sadhu Arunáchala)

Esto me recuerda un par de comentarios de Ramana Maharshi al respecto, aunque cito de memoria porque no tengo a mano las citas: en una ocasión alguien le preguntaba sobre si sentía dolor, y respondió algo así como que lo sentía pero muy remotamente, como un sueño. En otra ocasión alguien le preguntaba si le dolía (estas preguntas supongo que eran en la época final de su vida, cuando a su cuerpo le sobrevino la afección aquella que llevó a la disolución de su cuerpo) y él dijo algo así como que dolía como un montón de escorpiones. La pregunta no seguía más, pero yo hubiera re-preguntado: ¿Y los escorpiones, duelen? Porque conociendo la juventud de Ramana Maharshi, cuando ensimismado en aquellos primeros tiempos era picado por cientos de escorpiones y bichos, sin inmutarse ni lo más mínimo, habría que ver su respuesta jejeje

Concluyendo: que en la consciencia de la Plenitud no puede haber dolor (por ser el dolor ilusorio) ni tienen importancia los siddhis tal como se los suele entender, pero si es necesario algo "insólito" para inspirar a alguien a despertar, ese suceso insólito sucederá, sin que nadie tenga por qué atribuirse el mérito, pues se trata siempre de la Gracia en acción, destellando incluso entre las sombras del velo.

¡Saludos! ☼

Posts relacionados:

Unas citas sobre los siddhis: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2011/05/unas-citas-sobre-los-siddhis.html

El comportamiento de los jñanis: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/el-comportamiento-de-los-jnanis.html
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sábado, 21 de enero de 2012

El comportamiento de los jñanis

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No hay reglas fijas, pues desde la Comprensión surge una espontaneidad que concuerda con lo que se requiere en cada situación. Para ilustrar este tema, copio las siguientes citas:

De «Padamalai»:

Las acciones de un jñani no necesitan conformarse a ningún plan ni esquema formulado por otras gentes. (Verso 19 de la sección «El jñani», página 167 en la versión publicada en la colección Ignitus, de la editorial Sanz y Torres)

Debajo del verso se explica:

Aunque los jñanis a menudo parecen actuar en respuesta a los deseos o súplicas de sus devotos, su comportamiento ocasionalmente puede parecer irracional. (...)

Más abajo, como ejemplo, se cita parte de un relato de Chalam, quien «describe algunos de los incidentes extraños e inexplicables que él contempló en presencia de Bhagavan» (Bhagavan Sri Ramana Maharshi):

Voy a ampliar la cita recurriendo al libro original citado: «El Poder de la Presencia» (subtitulado: "Reveladores encuentros con Ramana Maharshi"), volumen 1:

Para el jñani no existe un estándar de vida y tampoco existe un rasero por el que juzgarlo. Los jñanis suelen diferenciarse entre sí tanto por su forma de vida como por los tipos de sádhana que prescriben a sus devotos. Algunos de estos seres iluminados viven en la sociedad, establecen ashrams y forman a discípulos mientras que otros deambulan por la India sin asentarse en ningún sitio. Algunos cantan, discuten o imparten enseñanzas mientras que otros permanecen en silencio a perpetuidad. Algunos viven donde nadie los pueda ver mientras que otros tienen problemas con la gente corriente y son víctimas de su ira. Hasta entre los que imparten las mismas enseñanzas y se comportan de forma idéntica, algunos son venerados hasta el final de sus vidas mientras que otros solo reciben ignominia e insultos.

(...)

Digo todo esto simplemente para hacer hincapié en el hecho de que hay muchas cosas de la vida de Bhagavan que superan nuestra capacidad de comprensión. (...) Bhagavan hablaba y se comportaba según el estado de cada persona, la situación en la que esta se encontrara o lo que esta necesitara. Como nosotros no somos conscientes de todos esos factores, tampoco somos los más indicados para juzgarlos.

(...)

Su actitud con el ashram era extremadamente variable. Por lo general, apoyaba a Chinnasuami —el gerente del ashram— en todas las discusiones que tenía con los devotos: si estos le planteaban alguna queja con respecto a la dirección del ashram, él los criticaba por ello aunque el agravio pareciera legítimo. Sin embargo, Bhagavan reñía muchas veces a Chinnasuami por distintos fallos en la administración del ashram. Me contaron que, una vez, en los primeros años de existencia del ashram, hasta llegó a pegarle con un palo y, al parecer, le dio tan fuerte que el palo acabó rompiéndose. Por su parte, Chinnasuami evitaba, por todos los medios, estar en presencia de Bhagavan: sus esfuerzos por mantenerse lejos de su vista eran tan frecuentes y evidentes que daba la impresión de que era un fugitivo de la justicia. No obstante, aunque todo esto era de dominio público, Bhagavan siempre lo defendió delante de los demás y disuadía a los devotos de presentar quejas sobre él.


Mini-actualización: El protagonista del párrafo anterior, Chinnasuami, era hermano de Bhagavan Ramana Maharshi. La actitud de Ramana fue comprendida por una de sus grandísimas devotas, Akhilandamma, quien explicó así acerca de Bhagavan:


«Con una simple mirada llena de gracia, Bhagavan provocaba un proceso de maduración espiritual en todos aquellos que acudían a conocerlo; sin embargo, con su madre fue excepcionalmente estricto con el fin de acelerar ese proceso de maduración. En muchas ocasiones, reprendía a su madre y a su hermano echándoles una mirada severa, mostrándose enfadado o ignorándolos. Su propósito era ayudarlos a alcanzar un estado espiritual más elevado. Esto sucedía muy a menudo». (Fin de la mini-actualización)

(...)

Con frecuencia, la gente se postraba ante Bhagavan cuando lo veían pero, algunas veces, él ni siquiera giraba la cabeza para mirar a esa persona. En otras ocasiones, en cambio, llegaba alguien y, de repente, Bhagavan le irradiaba bondad con una mirada procedente de alguna lejana y eterna vacuidad en la que acababa de sumirse. Cuando venían esas personas agraciadas, él se interesaba por su bienestar con mucho detalle y amabilidad. Con el paso de los años me di cuenta de que era especialmente amable con las personas que venían de países lejanos, los ancianos y los niños.

Una vez, un devoto le preguntó a Bhagavan por qué ignoraba a mucha de la gente que lo visitaba: «Mucha gente se postra ante ti todos los días pero, a la mayoría, ni siquiera te esfuerzas en mirarlos». «¿Qué sabrás tú de eso? —le espetó Bhagavan con tono de enfado—. Antes de que ellos me saluden a mí, yo ya los he saludado desde dentro».

No era raro que Bhagavan se mostrara tan molesto cuando algún devoto se lamentaba de algo: una pequeña queja podía provocar una airada reprimenda. En una ocasión, por ejemplo, un visitante apareció por la mañana temprano y le comentó: «Un perro se ha pasado toda la noche ladrando y hacía tanto ruido que no me ha dejado ni meditar». Bhagavan le respondió: «No había ningún perro que ladrara: era tu mente la que ladraba».

La gente que venía a verlo era de muy distinta índole: millonarios, altos cargos, mendigos, ascetas, peregrinos devotos, mujeres hermosas y de muchos más tipos. Aunque todos querían que Bhagavan se fijara en ellos, ninguno descubrió jamás la manera de conseguirlo. Algunos venían, le hacían muchas preguntas y no lograban sacarle ni una sola palabra pero, mientras lo intentaban, Bhagavan llamaba inesperadamente a otra persona para interesarse por su situación y hablar de muchas cosas con ella. A veces, se mostraba muy irritado con alguien sin razón aparente y lo trataba con aspereza; otras, regañaba a alguien delante de todo el mundo o se mofaba de esa persona hasta que todos los presentes acababan riéndose de ella.

Una vez, un devoto, al volver a su casa después de haber visitado el ashram, soñó que Bhagavan le pedía que volviera. Aunque al devoto no le venía nada bien regresar, se apresuró a volver al ashram y, cuando entró en la sala, Bhagavan no sólo no se dignó a mirarlo sino que, además, estuvo varios días sin sonreírle ni preguntarle qué tal estaba. En cambio, durante esos días, estuvo muy afable con otros muchos devotos, los trató con mucho cariño, interesándose por su situación, mientras que ignoraba al devoto que acababa de regresar.

Era frecuente que Bhagavan prestara atención a personas que, a mi parecer, no hacían más que vanagloriarse. Una vez, me fijé en un hombre que, aparentemente, se consideraba muy importante y que estaba sentado delante de Bhagavan con un libro, un lápiz y un papel. Después de hacerle una pregunta a Bhagavan, miró a toda la gente que tenía a su alrededor como evidente prueba de su gran orgullo. Sorprendentemente, Bhagavan le habló largo y tendido sobre una cuestión insignificante. Sin embargo, al mismo tiempo que sucedían estas cosas, otras personas que habían venido de lugares lejanos con el tiempo justo tenían que esperar días enteros para que les aclarara sus dudas.

Para un observador que no tuviera información sobre aquel lugar, lo que sucedía, se hacía y se decía en aquella sala resultaba con frecuencia de lo más extraño o irracional. Ello se debía a que ese observador no sabía que el poder de Bhagavan lo orquestaba todo de tal manera que allí siempre sucedía todo lo que se necesitaba que sucediera. Un hecho inexplicable podía constituir un mensaje para un devoto que estaba en la sala, devoto que apreciaría la importancia de ese hecho y, como consecuencia, vería aumentada su devoción o su fe. En cambio, todas las demás personas que estábamos allí, como ignorábamos todas esas circunstancias, nos quedábamos sencillamente perplejas. También podía ocurrir que Bhagavan se diera cuenta de que a un devoto que estaba sentado delante de él se le hinchaba el ego y, entonces le reñía de alguna forma. Aunque todos los que estábamos allí podíamos interpretar aquello como un ataque sin razón, desde el punto de vista de Bhagavan eso era lo que ese devoto necesitaba en ese momento.

Personalmente, fui testigo de un incidente que desencadenó una reacción en Bhagavan que solo comprendieron dos personas. Un amigo mío llamado Dharmapuri, que no creía en los suamis, vino a conocer a Bhagavan y, como había decidido de antemano que no se postraría ante él, se pasó el poco tiempo que duró su visita dando vueltas por el ashram en vez de estar sentado en la sala con Bhagavan. Al anochecer, como era verano, sacaron el sillón de Bhagavan al patio donde está el pozo: Bhagavan salió de la sala, se sentó en él y los devotos nos sentamos en el suelo cerca de él. Dharmapuri, que estaba paseando cerca de allí en ese momento, al ver que Bhagavan estaba allí sentado, sintió un deseo irresistible de postrarse ante él: su determinación de no hacerlo se esfumó en el momento en que se tiró a lo largo de los pies de Bhagavan que, al percatarse de lo que hacía, empezó a reírse a carcajadas. Ningún devoto, excepto yo, sabía por qué se reía de repente, y todo el mundo miraba para todos lados intentando descubrir la causa de su risa.

En algunas ocasiones, Bhagavan nos sorprendía al contarnos, con toda seriedad, que había algunos jñanis y siddhas que adoptaban forma de animales para ir a visitarlo al ashram. Annamalai Suami me contó el caso de uno de esos extraños animales que se apareció a los devotos. Una noche de luna, había varios devotos que estaban haciendo la circunvalación a Arunáchala, cantando los Vedas. De repente, vieron que había un leopardo en medio del camino mirándolos fijamente. Obviamente, los peregrinos se quedaron helados de miedo, incapaces de seguir cantando, de seguir caminando o de echar a correr. El leopardo se quedó mirándolos tranquilamente durante mucho tiempo hasta que, finalmente, cruzó el camino y desapareció en la selva. Los devotos, convencidos de que se habían librado de un ataque por los pelos, completaron el circuito alrededor del monte y regresaron al ashram. Por su parte, Bhagavan escuchó con atención el relato de su encuentro con el leopardo y les sorprendió con la siguiente observación: «No había por qué tener miedo. Ese leopardo era un jñani que había bajado de la montaña para escucharos cantar los Vedas y debió de marcharse muy decepcionado porque, del miedo que os entró, dejasteis de cantar. ¿Por qué os dan miedo esas cosas?».


La cita anterior está tomada de «El Poder de la Presencia», volumen 1, páginas 235 hasta la 242 (capítulo titulado «Chalam y Souris»).

Respecto al mismo tema del comportamiento de los jnanis, vienen al caso los dos siguientes versos que aparecen en Padamalai tras el verso ya citado arriba. Dicen:

Aunque un jñani pueda comportarse a veces como un hombre loco en el mundo, está recordando siempre su naturaleza real, la consciencia.

Sólo el conocimiento de la realidad es idéntico en todos los jñanis. Todas las demás cosas serán de muchas naturalezas diferentes.

(Versos 20 y 21 de la sección «El jñani», páginas 169 y 170 en la versión publicada en la colección Ignitus, de la editorial Sanz y Torres)

Debajo de este último verso se cita otro fragmento del libro «El Poder de la Presencia», donde se le pregunta a Ramana Maharshi sobre este tema y da una breve respuesta:

Pregunta: A pesar de ser un jñani, Janaka fue un rey que se ocupó de su reino. En cambio, Yajñavalkya, su gurú, que también era un jñani, renunció al mundo y se fue a vivir al bosque. ¿Por qué?

Maharshi: Todo sucede de acuerdo con el destino de cada jñani. Krishna disfrutaba de los placeres, mientras que Sukadev era un asceta. Janaka y Rama fueron reyes mientras que Vasishta fue partidario de las actividades. Todos fueron jñanis: interiormente, todos experimentaban lo mismo pero, externamente, la vida de cada cual se desarrolló según su respectivo destino.


La breve cita anterior está tomada de «El Poder de la Presencia», volumen 1, página 301 (capítulo titulado «Suami Mádhavatirth») y también de «Padamalai» (sección «El jñani», página 170 en la versión publicada en la colección Ignitus, de la editorial Sanz y Torres).

Así pues, el jñani no es distinguible mediante la observación de su conducta, pues la verdad no puede medirse observando las apariencias. Unas palabras de Ramesh Balsekar ilustran este punto, aunque se refería al tema del placer:

La diferencia entre el sabio y la persona común en cuanto al disfrute de los placeres sensuales es que, mientras la persona común está constantemente en busca de dichos placeres, el sabio no anhela esos placeres, sino que los disfruta con entusiasmo cuando ellos se presentan en el transcurso de la vida. El sabio no busca el placer ni lo rechaza cuando se presenta. En otras palabras, no discrimina deliberadamente entre lo aceptable y lo inaceptable: él está abierto a ambos en el transcurso normal de su vida diaria. Cuando hay que hacer una elección, el organismo cuerpo-mente (del sabio) continúa eligiendo de acuerdo con las circunstancias, de acuerdo con sus tendencias y características naturales, sin pensar en bueno y malo…

De este modo, el sabio Ashtavakra dice: La ausencia de apego (no la abstención del placer) hacia los objetos sensoriales es la liberación; la pasión por los objetos sensoriales es la esclavitud. Comprende este hecho y luego haz lo que quieras.

Cita copiada del blog de Mariela, donde se aborda un poco más ampliamente: http://mariela-concienciapura.blogspot.com/2010/12/no-importa.html

En cuanto a la anterior larga cita sobre determinados incidentes con Ramana Maharshi, no siempre es cómodo visitar a un jñani, pues el jñani fluye según lo que sea necesario (beneficioso) para el despertar de todo aquel que se le aproxime; a veces el ego necesita que se le den algunos "azotes" (un especialista en "azotes" fue, según cuentan, U. G.), pero cuando el jñani regala algo, es siempre amor, independientemente de lo que parezca al durmiente. En cualquier caso, si surge incomodidad, tal incomodidad es sólo para el ego, si bien al identificarse uno con el ego puede darse por aludido.

La única manera de conocer al jñani no es observar ni imitar su comportamiento, sino conocerse a uno mismo y así unirse a él. Pues en la paz interior todos somos Uno y no hay apariencias que engañen, ni nadie a quien engañar.

¡Saludos!
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viernes, 20 de enero de 2012

Fragmentos de YO SOY ESO (III)

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Con esta tercera entrega, finaliza la recopilación de citas del libro YO SOY ESO, de Nisargadatta Maharaj.

Las citas continúan la numeración de los dos posts anteriores, por eso comenzamos con la 114. Quien quiera sondear los otros dos posts (el primero contiene algunos links donde conseguir el libro) tiene aquí los links:

Fragmentos de YO SOY ESO: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/fragmentos-de-yo-soy-eso.html

Fragmentos de YO SOY ESO (II): http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/fragmentos-de-yo-soy-eso-ii.html

Seguimos con las citas:

-114

Pregunta: ¿Experimenta usted los tres estados de vigilia, soñar y dormir, al igual que nosotros lo hacemos, o de una manera distinta?

Maharaj: Para mí los tres estados son dormir. Mi vigilia está más allá de ellos. Cuando los miro a ustedes, todos parecen dormidos, soñando sus propios mundos. Yo soy consciente, puesto que no imagino nada. No es samadhi, que no es sino otra forma del dormir. Es sólo un estado que no resulta afectado por la mente, libre del pasado y el futuro. En el caso de ustedes está distorsionado por el deseo y el miedo, por los recuerdos y las esperanzas; en el mío es como es: normal. Ser una persona es estar dormido.


Página 599 (Cap. 88)

-115

Pregunta: ¿Y el miedo?

Maharaj: El deseo es del pasado, el miedo es del futuro. El recuerdo del sufrimiento pasado y el miedo a su repetición, nos hace preocuparnos por el futuro.

Pregunta: También está el miedo a lo desconocido.

Maharaj: Quien nunca ha sufrido no tiene miedo.

Pregunta: ¿Estamos condenados al miedo?

Maharaj: Sólo hasta que podamos mirar al miedo y aceptarlo como la sombra de la existencia personal. Como personas estamos condenados a tener miedo. Abandone todas las ecuaciones personales y se liberará del miedo. No es difícil. La ausencia de deseo llega por sí misma cuando el deseo es reconocido como falso. No necesita luchar contra el deseo. A fin de cuentas, es una urgencia de felicidad, lo cual es natural mientras haya aflicción. Sólo tiene que ver que, en lo que usted desea, no hay felicidad alguna.

Pregunta: Buscamos el placer.

Maharaj: Todo placer está envuelto en dolor. Pronto descubrirá que no puede tener uno sin el otro.


Páginas 600 y 601 (Cap. 88)

-116

Maharaj: La liberación no es el resultado de algunos medios hábilmente aplicados, ni tampoco de las circunstancias. Está más allá del proceso causal. Nada puede impulsarla y nada puede impedirla.

Pregunta: Entonces, ¿por qué no somos libres aquí y ahora?

Maharaj: Somos libres «aquí y ahora». Pero la mente imagina el cautiverio.

Pregunta: ¿Qué pondrá fin a esa imaginación?

Maharaj: ¿Por qué querría acabar con ella? Una vez que conoce la mente y sus poderes milagrosos, y elimina lo que la había envenenado —la idea de ser una persona separada y aislada—, usted la deja en paz para que haga su trabajo con las cosas para las que está bien dotada. Mantener la mente en su propio lugar y en su propio trabajo, es liberarla.

Pregunta: ¿Cuál es el trabajo de la mente?

Maharaj: La mente es la esposa del corazón y el mundo es su hogar, el cual hay que mantener limpio y feliz.

Pregunta: Si nada se interpone en el camino de la liberación, no comprendo por qué no ocurre aquí y ahora.

Maharaj: Nada se interpone en el camino de su liberación y puede ocurrir aquí y ahora, el problema es que usted está más interesado en otras cosas. Y no puede luchar contra sus intereses. Debe seguirlos, ver a través de ellos y descubrir que son meros errores de juicio y de apreciación.


Páginas 602 y 603 (Cap. 88)

-117

Maharaj: No intente conocer la verdad, puesto que el conocimiento con la mente no es conocimiento verdadero. Pero puede usted conocer lo que no es verdadero, y eso es suficiente para liberarle de lo falso. La idea de que conoce lo verdadero es peligrosa, puesto que lo mantiene prisionero en la mente. Cuando usted no conoce es cuando está libre para investigar. Y sin investigación no puede haber salvación, porque la no-investigación es la causa principal de la esclavitud.

Pregunta: Usted dice que la ilusión del mundo comienza con el sentido «yo soy», pero cuando pregunto sobre el origen del «yo soy», me responde que no tiene origen, puesto que al investigarlo se disuelve. Algo que es suficientemente sólido como para construir el mundo, no puede ser una mera ilusión. El «yo soy» es el único factor inmutable del que soy consciente, ¿cómo puede ser falso?

Maharaj: Lo falso no es el «yo soy», sino lo que usted cree ser. Puedo ver, sin la menor sombra de duda, que usted no es lo que cree ser. Con lógica o sin ella, no puede negar lo evidente. Usted no es nada de lo que pueda ser consciente. Dedíquese a desmontar la estructura que ha construido en su mente. Lo que la mente ha hecho, la mente debe deshacerlo.

(...)

Pregunta: Veo que la gente realizada suele describir su estado con términos tomados de su religión. Sucede que usted es hindú, de modo que habla de Brahma, Vishnu y Shiva y utiliza las descripciones y la imaginería hindúes. Tenga la bondad de decirnos, ¿qué experiencia se oculta tras sus palabras? ¿A qué realidad se refieren?

Maharaj: Es mi modo de hablar, el lenguaje que me enseñaron a usar.

Pregunta: Pero, ¿qué hay tras ese lenguaje?

Maharaj: ¿Cómo puedo expresarlo con palabras como no sea negándolas? Por eso utilizo expresiones como intemporal, sin espacio, sin causa, etc. También son palabras, pero al estar vacías de significado, sirven a mi propósito.

Pregunta: Si carecen de significado, ¿por qué utilizarlas?

Maharaj: Porque usted quiere palabras donde las palabras no se pueden aplicar.

Pregunta: Entiendo. ¡Otra vez, me ha robado mi pregunta!


Páginas 604 y 605 (Cap. 88)

-118

Pregunta: ¿Qué le decidió a convertirse en maestro?

Maharaj: Me convertí en maestro cuando empezaron a llamarme maestro. ¿Quién soy yo para enseñar y a quién? Lo que yo soy lo es usted, y lo que usted es, lo soy yo. El «yo soy» es común a todos nosotros; más allá del «yo soy» está la inmensidad de la luz y el amor. No lo vemos porque miramos a otra parte, yo sólo puedo señalar al cielo; ver la estrella es cosa suya. Algunos tardan más tiempo en ver la estrella, otros menos, depende de la claridad de la visión y de la seriedad de la búsqueda. Estas dos cosas deben tenerlas ellos, yo sólo puedo animarlos.

Pregunta: ¿Qué se espera que haga yo si me convierto en discípula?

Maharaj: Cada maestro tiene su propio método, por lo general sigue el patrón de las enseñanzas de su Gurú y el modo en que él mismo se realizó, así como su propia terminología. Dentro de ese patrón, se hacen ajustes según la personalidad del discípulo. Al discípulo se le da plena libertad de pensamiento e investigación, y es animado a cuestionar hasta que quede satisfecho. El discípulo debe estar absolutamente seguro de la competencia de su Gurú, de otro modo su fe no será absoluta ni su acción completa. Lo absoluto que hay en usted es lo que la lleva a lo absoluto que está más allá de usted; la verdad absoluta, el amor y el desinterés, son factores decisivos en la autorrealización. Todos ellos pueden lograrse mediante la seriedad.

Pregunta: Tengo entendido que para convertirse en discípulo uno debe abandonar a su familia y sus posesiones.

Maharaj: Varía según el Gurú. Algunos esperan que sus discípulos maduros se conviertan en ascetas y se recluyan, otros recomiendan la vida y los deberes familiares. La mayoría de ellos consideran que la vida en familia es más difícil que la renunciación, la consideran adecuada para una personalidad más madura y mejor equilibrada. En las primeras etapas la disciplina de la vida monástica puede ser aconsejable. Por eso, en la cultura hindú se espera que los estudiantes hasta los 25 años vivan como monjes, en pobreza, castidad y obediencia, a fin de que tengan la oportunidad de construir un carácter capaz de enfrentarse a las penalidades y las tentaciones de la vida matrimonial.

Pregunta: ¿Quiénes son las personas que se encuentran en esta habitación? ¿Son discípulos suyos?

Maharaj: Pregúnteles a ellos. No es en el nivel verbal donde uno se convierte en discípulo, sino en las profundidades silenciosas del propio ser. Uno no se convierte en discípulo por elección, es más cuestión del destino que de voluntad propia. No importa mucho quién sea el maestro, todos los maestros quieren el bien de usted. Lo que importa es el discípulo, su sinceridad y su seriedad. El discípulo serio siempre encontrará al maestro adecuado.

Pregunta: Puedo ver la belleza y sentir la bienaventuranza de una vida dedicada a buscar la verdad bajo las instrucciones de un maestro competente y amoroso. Desgraciadamente, nosotras debemos regresar a Inglaterra.

Maharaj: La distancia no importa. Si sus deseos son fuertes y verdaderos, moldearán su vida hasta cumplirse. Siembre su semilla y deje el resto a las estaciones.

Pregunta: ¿Cuáles son las señales del progreso en la vida espiritual?

Maharaj: Estar libre de toda ansiedad; un sentido de alivio y alegría; una profunda paz interior y una abundante energía externa.

Pregunta: ¿Cómo lo consiguió usted?

Maharaj: Lo encontré todo en la santa presencia de mi Gurú, yo no hice nada por mí mismo. Él me dijo que me mantuviera tranquilo, y yo lo hice, tanto como pude.

Pregunta: ¿Es la presencia de usted tan poderosa como la de él?

Maharaj: ¿Cómo voy a saberlo? Para mí, él es la única presencia. Si está usted conmigo, está usted con él.


Páginas 609 y 610 (Cap. 89)

-119

Pregunta: ¿Es el placer siempre malo?

Maharaj: El buen estado y el uso correcto del cuerpo y de la mente es algo muy agradable. Lo que está mal es buscar el placer. No trate de llegar a ser feliz, más bien cuestione la propia búsqueda de la felicidad. Usted quiere ser feliz debido a que no es feliz; averigüe por qué es desgraciada. Al no ser feliz, busca la felicidad en el placer; el placer trae dolor y por lo tanto usted lo denomina mundano; entonces ansía algún otro tipo de placer, sin dolor, al cual denomina divino. En realidad, el placer es una tregua del dolor. La felicidad es tanto mundana como no-mundana y está en todo lo que sucede y más allá de cuanto sucede. No haga distinción, no separe lo inseparable y no se aliene a sí misma de la vida.


Páginas 618 y 619 (Cap. 90)

-120

Pregunta: A un amigo mío, un joven de unos veinticinco años, le han diagnosticado una enfermedad cardiaca incurable. Me ha escrito diciendo que en lugar de una muerte lenta prefiere el suicidio. Yo le he respondido que una enfermedad incurable para la medicina occidental, quizás pueda curarse por otros medios. Hay poderes yóguicos que pueden producir cambios casi instantáneos en el cuerpo humano. Los efectos del ayuno repetido también rozan lo milagroso. Le he dicho que no tenga prisa en morir; que pruebe otras opciones. Hay un yogui que vive cerca de Bombay, que posee algunos poderes milagrosos. Se ha especializado en el control de las fuerzas vitales que gobiernan el cuerpo. Conocí a algunos de sus discípulos y a través de ellos le he enviado al yogui una carta y la foto de mi amigo. A ver qué sucede.

Maharaj: Sí, con frecuencia ocurren milagros. Pero debe haber deseo de vivir. Sin ello, el milagro no sucederá.

Pregunta: ¿Puede ser infundido el deseo?

Maharaj: Los deseos superficiales, sí. Pero se consumirán. Básicamente, nadie puede obligar a otro a vivir. Además, ha habido culturas en las que el suicidio ha tenido su reconocimiento y su lugar respetado.

Pregunta: ¿No es obligatorio vivir hasta el final de la duración natural de nuestra vida?

Maharaj: De una forma natural, espontánea y fácil, sí. Pero la enfermedad y el sufrimiento no son naturales. Hay una noble virtud en soportar inamoviblemente cualquier cosa que nos llegue, pero también hay dignidad en rechazar la tortura y la humillación sin sentido.

Pregunta: Me dieron un libro escrito por un siddha. En él describe sus extrañas e incluso asombrosas experiencias. Según él, el camino del discípulo siddha termina con el encuentro del Gurú y la entrega a éste del cuerpo, la mente y el corazón. A partir de ahí el Gurú toma las riendas y se hace responsable incluso del mínimo acontecimiento de la vida del discípulo, hasta que los dos se convierten en uno. Podríamos llamarlo realización a través de la identificación. El discípulo es poseído por un poder, que no puede controlar ni resistir, y ante él se siente tan desamparado como una hoja en medio de la tormenta. Lo único que lo mantiene a salvo de la locura y la muerte es su fe en el amor y el poder de su Gurú.

Maharaj: Cada maestro enseña según su propia experiencia. La experiencia es modelada por la creencia, y la creencia es modelada por la experiencia. Incluso el Gurú es modelado por el discípulo a su propia imagen. Es el discípulo quien hace grande al Gurú. Cuando se ve al Gurú como el agente de un poder liberador, que trabaja desde dentro y desde fuera, la completa entrega de sí se vuelve natural y fácil. Al igual que un hombre tullido por el dolor se pone totalmente en manos del cirujano, el discípulo se entrega sin reservas a su Gurú. Es muy natural buscar ayuda cuando la necesidad se siente con agudeza. Por muy poderoso que sea el Gurú, no impondrá su voluntad al discípulo. Un discípulo que desconfía o duda, está condenado a permanecer incompleto, sin culpa alguna por parte del Gurú.

Pregunta: ¿Qué ocurre entonces?

Maharaj: Cuando todo lo demás falla, la vida misma nos enseña. Pero las lecciones de la vida tardan mucho en llegar. Con la confianza y la obediencia se ahorra uno mucho tiempo y muchos problemas. Pero esto sólo ocurre cuando la indiferencia y la quietud ceden su lugar a la claridad y la paz. Un hombre que se tiene a sí mismo en baja estima, no será capaz de confiar en sí mismo ni en nadie más. Por lo tanto, al principio el maestro hace todo lo posible por reafirmar al discípulo con respecto a su elevado origen, su noble naturaleza y su glorioso destino. Le relata tanto las experiencias de algunos santos como las suyas propias, imbuyéndole confianza en sí mismo y en sus infinitas posibilidades. Cuando se unen la seguridad en uno mismo y la confianza en el maestro, pueden ocurrir cambios rápidos y de largo alcance en el carácter y en la vida del discípulo.

Pregunta: Tal vez yo no quiera cambiar. Mi vida es bastante buena tal como es.

Maharaj: Usted dice eso porque no ha visto lo dolorosa que es su vida. Es como un niño que está durmiendo con el chupete en la boca. Puede que se sienta feliz durante un momento por estar totalmente centrado en sí mismo, pero basta echar un vistazo a los rostros humanos para percibir la universalidad del sufrimiento. Incluso la felicidad de usted es muy vulnerable y breve, a merced de una bancarrota o de una úlcera de estómago. Es sólo un momento de respiro, un resquicio entre dos penas. La auténtica felicidad no es vulnerable, porque no depende de las circunstancias.

Pregunta: ¿Habla usted por experiencia propia? ¿Es usted también desgraciado?

Maharaj: Yo no tengo problemas personales. Pero el mundo está lleno de seres vivos cuyas vidas se debaten entre la ansiedad y el miedo. Son como los cabritos y los corderos que llevan al matadero, brincando y retozando felices y despreocupados; sin embargo, después de una hora estarán muertos y despellejados. Usted dice que es feliz. ¿Es realmente feliz o sólo está tratando de convencerse a sí mismo? Mírese con valentía y se dará cuenta inmediatamente de que su felicidad depende de las circunstancias, de ahí que sea momentánea, no real. La auténtica felicidad fluye desde dentro.

Pregunta: ¿De qué me sirve a mí su felicidad? No me hace feliz.

Maharaj: Puede usted tenerla toda y más, con sólo pedirla. Pero no la pide.

Pregunta: ¿Por qué dice eso? Yo sí pido ser feliz.

Maharaj: Usted está muy satisfecho con los placeres. No hay lugar para la felicidad. Vacíe su taza y límpiela. De otra forma no podrá llenarse. Los otros pueden darle placer, pero nunca felicidad.

Pregunta: Una cadena de hechos placenteros no está nada mal.

Maharaj: Pronto acaba en dolor, si no termina en desastre. ¿Qué es el yoga al fin y al cabo, sino buscar felicidad duradera dentro de uno mismo?

Pregunta: Usted puede hablar sólo de Oriente. En Occidente las condiciones son diferentes y lo que usted dice no se puede aplicar.

Maharaj: Para la aflicción y el miedo no hay Oriente ni Occidente. El problema es universal: el sufrimiento y el cese del sufrimiento. La causa del sufrimiento es la dependencia y el remedio es la independencia. El yoga es la ciencia y el arte de la autoliberación a través de la autocomprensión.

(...)

Pregunta: A mí todo este buscar y rumiar me parece de lo más innatural.

Maharaj: La naturalidad de usted es la de un tullido de nacimiento. Puede que no sea consciente de ella, pero eso no la convierte en natural. Usted no sabe qué significa ser natural o normal, y tampoco sabe que no lo sabe. En el momento presente usted está a la deriva y por lo tanto en peligro, al ser arrastrado por la corriente puede sucederle cualquier cosa en cualquier momento. Sería mejor despertarse y ver su situación. Que usted es, ya lo sabe. Qué es usted, no lo sabe. Averigüe qué es usted.

Pregunta: ¿Por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?

Maharaj: El egoísmo es la causa del sufrimiento. No hay otra causa.

Pregunta: Tenía entendido que el sufrimiento es inherente a las limitaciones.

Maharaj: Las diferencias y las distinciones no son las causas de la aflicción. La unidad en la diversidad es natural y buena. Sólo con la separación y la búsqueda del interés propio, aparece en el mundo el verdadero sufrimiento.


Páginas 623 a 627 (Cap. 91)

-121

Pregunta: Desde el inicio de mi vida me persigue la sensación de estar incompleto. De la escuela a la universidad, del trabajo al matrimonio, de éste a la abundancia, yo imaginaba que lo siguiente me traería la paz, pero nunca ha habido paz. Esa sensación de estar incompleto crece a medida que pasan los años.

Maharaj: Mientras que exista el cuerpo y el sentido de identidad con el cuerpo, la frustración será inevitable. Sólo cuando usted se conozca a sí mismo como algo enteramente ajeno y distinto del cuerpo, encontrará un alivio de la mezcla de ansiedad y miedo que es inseparable de la idea «yo-soy-el-cuerpo». El simple hecho de apaciguar los miedos y satisfacer los deseos no eliminará esa sensación de vacío de la que trata de escapar; sólo el autoconocimiento puede ayudarle. Al decir autoconocimiento quiero decir conocimiento completo de lo que usted no es. Tal conocimiento es alcanzable y definitivo, pero para el descubrimiento de lo que usted es, no puede haber final. Cuanto más descubre, más queda por descubrir.

Pregunta: Para eso deberíamos tener padres y escuelas diferentes, vivir en una sociedad diferente.

Maharaj: Usted no puede cambiar sus circunstancias, pero sus actitudes sí puede cambiarlas. No debe estar apegado a las cosas que no son esenciales. Sólo lo necesario es bueno. Sólo hay paz en lo esencial.

Pregunta: Es la verdad lo que busco, no la paz.

Maharaj: No podrá ver la verdad a menos que esté en paz. Una mente en calma es esencial para percibir correctamente, lo que a su vez es necesario para la autorrealización.


Páginas 635 y 636 (Cap. 93)

-122

Pregunta: Únicamente nos amamos a nosotros mismos.

Maharaj: ¡Si fuera así, sería espléndido! Ámese a sí mismo sabiamente y llegará a la cima de la perfección. Todo el mundo ama su cuerpo, pero pocos aman a su ser real.

Pregunta: ¿Necesita mi amor mi ser real?

Maharaj: Su ser real es el amor mismo y los muchos amores de usted son reflejos suyos, según la situación del momento.

Pregunta: Somos egoístas, sólo conocemos el amor propio.

Maharaj: Para empezar no está nada mal. Quiera su propio bien por todos los medios posibles. Piénselo, sienta profundamente lo que realmente es bueno para usted y esfuércese seriamente por conseguirlo. Muy pronto hallará que lo real es su único bien.

(...)

Maharaj: Las circunstancias gobiernan al ignorante. Nada obliga al conocedor de la realidad. La única ley que obedece es la del amor.


Páginas 638 y 639 (Cap. 93)

-123

Pregunta: Usted sigue diciendo que yo nunca nací y que nunca moriré. Si es así, ¿Por qué veo el mundo como un mundo que ha nacido y que sin duda morirá?

Maharaj: Usted lo cree porque nunca ha cuestionado la creencia de que usted es el cuerpo, que por supuesto ha nacido y morirá. Mientras está vivo, el cuerpo atrae la atención y fascina de manera tan completa, que uno raramente percibe su verdadera naturaleza. Es como ver la superficie del océano y olvidar por completo la inmensidad que hay debajo. El mundo es sólo la superficie de la mente, y la mente es infinita. Lo que llamamos pensamientos no son sino ondulaciones en la mente. Cuando la mente está quieta, refleja la realidad. Cuando está completamente inmóvil, se disuelve, y sólo queda la realidad. Esta realidad es mucho más concreta, más real y más tangible que la mente y la materia. Comparado con ella, incluso el diamante es tan blando como la mantequilla. Esta abrumadora realidad hace que el mundo sea como un sueño, nebuloso e irrelevante.

Pregunta: ¿Cómo puede considerar irrelevante a un mundo con tanto sufrimiento? ¡Qué dureza!

Maharaj: Usted es el duro, no yo. Si su mundo está tan lleno de sufrimiento, haga algo al respecto, no añada más con la codicia o la indolencia. Yo no estoy limitado por su mundo de ensueño. En mi mundo no se siembran las semillas del sufrimiento, del deseo y el miedo, y el sufrimiento no crece. Mi mundo está libre de opuestos, de discrepancias mutuamente destructivas; en mi mundo prevalece la armonía; su paz es como una roca; esa paz y ese silencio son mi cuerpo.

Pregunta: Lo que usted dice me recuerda el Dharmakaya de Buddha.

Maharaj: Puede ser. Pero no necesitamos ir a buscar terminologías. Simplemente vea a la persona que usted imagina ser como una parte del mundo que percibe dentro de su mente y mire la mente desde fuera, puesto que usted no es la mente. Al fin y al cabo, su único problema es la ansiosa autoidentificación con cualquier cosa que percibe. Abandone ese hábito, recuerde que usted no es lo que percibe, utilice su poder de distanciamiento alerta. Véase a sí mismo en todo cuanto vive y su comportamiento expresará esa visión. Cuando se dé cuenta de que no hay nada en este mundo que pueda llamar suyo, mirará el mundo desde fuera como mira una obra que se desarrolla en un escenario o una película en una pantalla, admirándola y disfrutándola, pero en realidad impasible. Mientras usted se imagine que es algo tangible y sólido, que es una cosa entre otras cosas, que existe en el tiempo y en el espacio, que es vulnerable y breve, estará naturalmente ansioso por sobrevivir y por crecer. Pero cuando se conozca a sí mismo como más allá del tiempo y del espacio, (en contacto con ellos sólo en el punto del aquí y ahora, pero siendo todo-penetrante, todo-abarcante, inaccesible, inalcanzable e invulnerable), entonces ya no tendrá miedo. Conózcase a sí mismo tal como es. Contra el miedo, no hay otro remedio.

Tiene usted que aprender a pensar y a sentir de este modo, o de lo contrario permanecerá indefinidamente en el nivel personal del deseo y el miedo, de la ganancia y la pérdida, del crecimiento y el deterioro. Un problema personal no puede resolverse en su propio nivel. El propio deseo de vivir es el mensajero de la muerte, al igual que el anhelo de ser feliz está llamando a la aflicción. El mundo es un océano de dolor y miedo, de ansiedad y desesperación. Los placeres son como los peces, pocos y escurridizos, llegan raramente y desaparecen muy rápido. El hombre de poca inteligencia cree, contra toda evidencia, que él es una excepción y que el mundo le debe felicidad. Pero el mundo no puede dar lo que no tiene; irreal hasta la médula, de nada sirve en lo que respecta a lograr la auténtica felicidad. No puede ser de otro modo. Buscamos lo real porque nos sentimos infelices con lo irreal. La felicidad es nuestra naturaleza real y nunca descansaremos hasta encontrarla. Pero raramente sabemos dónde buscarla. Una vez que comprenda que el mundo no es sino una visión errónea de la realidad, y que no es lo que parece ser, usted quedará libre de sus obsesiones. Sólo lo compatible con su ser real puede hacerle feliz, y el mundo, tal como usted lo percibe, es totalmente lo contrario.

Manténgase muy tranquilo y observe lo que llegue a la superficie de la mente. Rechace lo conocido, dé la bienvenida a lo hasta ahora desconocido y a su debido tiempo rechácelo también. De este modo llega usted a un estado en el que no hay conocimiento, sólo hay ser, y el propio ser es conocimiento. Conocer por el ser es conocimiento directo. Está basado en la identidad del que ve y lo visto. El conocimiento indirecto está basado en la sensación y la memoria, en la proximidad entre el que percibe y lo que percibe, limitado al contraste entre los dos. Lo mismo sucede con la felicidad. Generalmente usted debe estar triste para conocer la alegría, y alegre para conocer la tristeza. La verdadera felicidad es incausada y no puede desaparecer por falta de estímulo. No es lo opuesto de la aflicción, e incluye toda aflicción y todo sufrimiento.

Pregunta: ¿Cómo puede uno permanecer feliz entre tanto sufrimiento?

Maharaj: No puede evitarlo, la felicidad interior es abrumadoramente real. Al igual que el sol en el cielo, sus expresiones pueden estar nubladas, pero ella nunca está ausente.

Pregunta: Cuando tenemos problemas, por fuerza somos desgraciados.

Maharaj: El único problema es el miedo. Sepa que usted es independiente y se liberará del miedo y de sus sombras.

Pregunta: ¿Qué diferencia hay entre el placer y la felicidad?

Maharaj: El placer depende de las cosas, la felicidad no.


Páginas 641 a 643 (Cap. 94)

-124

Pregunta: ¿Cuál es la relación entre la realidad y sus expresiones?

Maharaj: Ninguna. En la realidad todo es real e idéntico. Como decimos nosotros, saguna (lo manifestado) y nirguna (lo inmanifestado; sin atributos) son una en Parabrahman (la Realidad Suprema). Sólo existe lo Supremo. En movimiento, es saguna. Inmóvil, es nirguna. Pero sólo es la mente la que se mueve o no se mueve. Lo real está más allá, usted está más allá. Cuando comprende que usted no es nada que pueda ser percibido o concebido, queda libre de sus imaginaciones. Ver todo como imaginación nacida del deseo, es algo imprescindible para alcanzar la autorrealización. Lo real se nos escapa por falta de atención, y creamos lo irreal por exceso de imaginación. Debe usted poner su corazón en estas cosas y rumiarlas repetidamente. Es como cocinar la comida. Debe mantenerla en el fuego durante algún tiempo antes de que esté lista.

Pregunta: ¿No estoy supeditado al destino, a mi karma? ¿Qué puedo hacer contra ello? Lo que soy y lo que hago está predeterminado. Incluso mi supuesto «libre albedrío» está predeterminado, sólo que no soy consciente de ello e imagino que soy libre.

Maharaj: Otra vez, todo depende de cómo lo mire. La ignorancia es como una fiebre pues le hace ver cosas que no existen. El karma es el tratamiento que la Divinidad le ha prescrito. Déle la bienvenida y siga las instrucciones al pie de la letra y se curará. El paciente dejará el hospital tras recuperarse. Insistir en la libertad inmediata de elección y acción, simplemente retrasará la recuperación. Acepte su destino y cúmplalo, es el camino más corto para liberarse del destino, aunque no del amor y sus impulsos. Actuar desde el deseo y el miedo es cautiverio, actuar desde el amor es libertad.


Página 646 (Cap. 94)

-125

Pregunta: Según sus propias palabras, usted, por la gracia de su Gurú, cambió radicalmente hace unos cuarenta años. Sin embargo, el mundo sigue siendo como era antes.

Maharaj: Mi mundo ha cambiado totalmente. El suyo sigue siendo el mismo, puesto que usted no ha cambiado.

Pregunta: ¿Cómo es que el cambio de usted no me ha afectado?

Maharaj: Porque no había comunión entre nosotros. No se considere a sí mismo separado de mí y compartiremos ya el estado común.

(...)

Pregunta: Lo que busco no es la gloria, sino la realidad.

Maharaj: Para eso necesita una vida bien ordenada y tranquila, paz mental y una gran seriedad. En todo momento, lo que le llega sin pedirlo, viene de Dios y sin duda le ayudará si lo utiliza al máximo. Sólo aquello por lo que se esfuerza, nacido de la imaginación y del deseo, le causa problemas.

Pregunta: ¿Es el destino lo mismo que la gracia?

Maharaj: Absolutamente. Acepte la vida como venga y hallará que ésta es una bendición.

(...)

Maharaj: Observe el contenido de su mente. Usted es lo que piensa. ¿No está la mayor parte del tiempo ocupado con su personita y sus necesidades diarias? El valor de la meditación frecuente es apartarlo de la monotonía de la rutina diaria y recordarle que usted no es lo que cree ser. Pero incluso recordarlo no es suficiente, la acción debe seguir a la convicción. No sea como el hombre rico que ha hecho un detallado testamento, pero se niega a morir.


Páginas 648 y 649 (Cap. 95)

-126

Maharaj: Manténgase tranquilo, permanezca en calma, y la sabiduría y el poder llegarán por sí solos. No necesita ansiarlo. Espere en el silencio del corazón y la mente. Es muy fácil estar tranquilo, pero es raro quererlo. Ustedes quieren convertirse en superhombres de la noche a la mañana. Permanezcan sin ambición, sin el mínimo deseo, expuestos, vulnerables, desprotegidos, inseguros y solos, completamente abiertos a la vida y dándole la bienvenida tal como venga, sin la convicción egoísta de que todo debe proporcionarles placer o beneficio, ya sea material o supuestamente espiritual.

Pregunta: Capto lo que usted dice, sólo que no veo cómo se hace.

Maharaj: Si supiera cómo se hace, no lo haría. Abandone todo intento, sólo sea; no se esfuerce, no luche, abandone todo apoyo, aférrese al ciego sentido de ser, barra todo lo demás. Eso basta.

Pregunta: ¿Cómo se hace ese barrido? Cuanto más barro, más cosas salen a la superficie.

Maharaj: Niégueles su atención, deje que las cosas vengan y se vayan. Los deseos y los pensamientos también son cosas. No les haga caso. Desde tiempo inmemorial el polvo de los hechos ha estado cubriendo al limpio espejo de su mente de tal manera que usted sólo podía ver recuerdos. Quite el polvo antes de que tenga tiempo de posarse, eso expondrá las viejas capas hasta que finalmente quede al descubierto la verdadera naturaleza de su mente. Todo es muy sencillo y comparativamente fácil; sea serio y paciente, eso es todo. El desapasionamiento, el desapego, la ausencia de deseo y de miedo, de todo interés propio, la mera consciencia-en-sí libre de recuerdos y expectativas: ese es el estado mental en el que puede tener lugar el descubrimiento. Al fin y al cabo, la liberación no es sino la libertad de descubrir.


Página 652 (Cap. 95)

En la cita anterior, el proceso de "barrido del polvo", de "limpiar el espejo de la mente", que en la terminología hindú se dice que se lleva a cabo mediante el discernimiento y el desapego, es un proceso similar al que Un curso de milagros describe en sus propios términos como un proceso de perdón (un perdón que se ha de explicar puesto que nada tiene que ver con el perdón clásico mundanal, sino que incluye el reconocimiento de que el mundo es irreal, y el entregar todo lo problemático —discernido como irreal— a la Luz ). Los interesados en sondear este enfoque pueden echar un vistazo al post que escribí con el título de «Síntesis del Perdón», el cual es un simple acercamiento al tema que puede animar a alguien a sondear los textos donde este proceso se aclara detalladamente, como son La Desaparición del Universo (de Gary Renard) y Un Curso de Milagros.

-127

Pregunta: ¿Hay algún peligro en seguir el sendero del yoga a toda costa?

Maharaj: ¿Es peligrosa una cerilla cuando toda la casa está ardiendo? La búsqueda de la realidad es la más peligrosa de todas las empresas, puesto que destruirá el mundo en el que usted vive. Pero si su motivo es el amor a la verdad y la vida, no debe tener miedo.

Pregunta: Tengo miedo de mi propia mente. ¡Es tan inestable!

Maharaj: En el espejo de su mente aparecen imágenes y se borran, pero el espejo permanece. Aprenda a distinguir lo inamovible en lo movible, lo inmutable en lo cambiante, hasta que vea que todas las diferencias son sólo aparentes y que la unidad es un hecho. Esta identidad básica, puede llamarla Dios o Brahman o la matriz (Prakriti), la palabra importa poco, lo que importa es la comprensión de que todo es uno. Una vez que usted pueda decir con una confianza nacida de la experiencia directa: «yo soy el mundo, el mundo soy yo», por un lado se liberará del deseo y del miedo y por el otro se volverá totalmente responsable del mundo. Los pesares sin sentido de la humanidad se convierten en el único interés de usted.

Pregunta: ¿De modo que incluso un gnani tiene sus problemas?

Maharaj: Sí, pero ya no son de su propia creación. Su sufrimiento ya no está envenenado por el sentimiento de culpabilidad. No hay nada malo en sufrir por los pecados de los demás. Su cristianismo está basado en esto.

Pregunta: ¿No es autocreado todo el sufrimiento?

Maharaj: Sí, mientras haya un ser separado para crearlo. Al final usted sabe que no hay pecado, ni culpa, ni aflicción, ni retribución, sólo la vida en sus interminables transformaciones. Cuando el «yo» personal se disuelve, desaparece el sufrimiento personal. Lo que queda es la gran tristeza de la compasión, el horror del dolor innecesario.


Página 654 (Cap. 96)

-128

Maharaj: El discernimiento y el desapasionamiento (desapego) practicados ahora darán sus frutos en el momento oportuno. (...)

Pregunta: ¿Sirven de algo la austeridad y la penitencia?

Maharaj: ¡Enfrentarse a todas las vicisitudes de la vida ya es bastante penitencia! No tiene que inventarse problemas. Enfrentarse alegremente a todo cuanto la vida le traiga, es toda la austeridad que necesita.

Pregunta: ¿Qué me dice del sacrificio?

Maharaj: Comparta con voluntad y alegría todo cuanto tiene con quienquiera que lo necesite; no invente crueldades autoinfligidas.

Pregunta: ¿Qué es la entrega de sí?

Maharaj: Aceptar lo que llega.

(...)

Pregunta: ¿Será de algún beneficio la completa soledad?

Maharaj: Depende de su temperamento. Puede usted trabajar con otros y para otros, estando despierto y con una actitud amistosa, y crecer más plenamente que en soledad, la cual puede volverlo perezoso o dejarlo a merced de la interminable charla de su mente. No imagine que puede cambiar mediante el esfuerzo. La violencia, incluso vuelta contra usted mismo, como en la austeridad y la penitencia, no le dará fruto alguno.


Páginas 656 y 657 (Cap. 96)

-129

Pregunta: ¿Quién ha de realizar el abandono?

Maharaj: Dios lo hará. Simplemente contemple la necesidad de ese abandono. No resista, no se aferre a la persona que cree ser. Al imaginarse que es usted una persona, toma al gnani también por una persona, aunque diferente de algún modo, mejor informada y más poderosa. Usted puede decir que él es eternamente consciente y feliz, pero eso está lejos de expresar toda la verdad. No confíe en las definiciones ni en las descripciones, son burdamente engañosas.

Pregunta: Si no me dicen lo que debo hacer y cómo hacerlo, me siento perdido.

Maharaj: ¡Siéntase perdido! Mientras se sienta competente y seguro, la realidad estará más allá de su alcance. A no ser que acepte la aventura interior como un modo de vida, el descubrimiento no llegará a usted.

Pregunta: ¿Descubrimiento de qué?

Maharaj: Del centro de su ser, el cual está libre de toda dirección, de todos los medios y fines.

Pregunta: ¿Ser todo, conocerlo todo, tenerlo todo?

Maharaj: No ser nada, no conocer nada, no tener nada. Esta es la única vida que vale la pena vivir, la única felicidad que vale la pena tener.

Pregunta: Puedo admitir que la meta está más allá de mi comprensión. Pero al menos enséñeme el camino.

Maharaj: Debe usted encontrar su propio camino. Salvo que usted lo encuentre, no será su propio camino y no lo llevará a ninguna parte. Viva su verdad tal como la ha encontrado con toda seriedad, actúe en base a lo poco que haya comprendido. La seriedad es la que lo llevará más allá, no el talento, ya sea suyo o de otros.

Pregunta: Tengo miedo de los errores. He intentado tantas cosas.

Maharaj: Usted dio demasiado poco de sí mismo, fue simplemente un curioso, sin seriedad.

Pregunta: No sé hacerlo mejor.

Maharaj: Por lo menos ya lo sabe. Sabiendo que son superficiales, no dé valor a sus experiencias, olvídelas tan pronto como acaben. Viva una vida limpia, sin egoísmo, eso es todo.

Pregunta: ¿Es tan importante la moralidad?

Maharaj: El no engañar, el no herir, ¿no es importante? Por encima de todo usted necesita paz interior, lo cual exige armonía entre lo interno y lo externo. Haga aquello en lo que crea y crea en aquello que hace. Todo lo demás es una pérdida de tiempo y de energía.


Páginas 657 a 659 (Cap. 96)

-130

Maharaj: El círculo de satsang, «la compañía de los santos», se expande en número a medida que pasa el tiempo.

Página 662 (Cap. 97)

-131

Maharaj: Todo espacio y todo tiempo están en la mente. ¿Dónde localizaría usted un mundo supramental? La mente posee muchos niveles y cada uno proyecta su propia versión; sin embargo, todos están en la mente y todos son creados por ella.

Pregunta: ¿Cuál es su actitud ante el pecado? ¿Cómo considera usted al pecador, alguien que transgrede la ley, interna o externa? ¿Quiere que él cambie o sólo le compadece? ¿O es usted indiferente a él a causa de sus pecados?

Maharaj: No sé nada de ningún pecado, ni de ningún pecador. Las distinciones y las evaluaciones de usted no me afectan. Todo el mundo se comporta según su naturaleza. No se puede hacer nada al respecto, ni hay que lamentarse por ello.

Pregunta: Pero otros sufren.

Maharaj: La vida vive de la vida. En la naturaleza el proceso es por impulso, en la sociedad debería ser voluntario. Sin sacrificio no puede haber vida. El pecador se niega a sacrificarse e invita a la muerte. Esto es como es, y no hay razón para condenar ni para tener piedad.

Pregunta: Sin duda, al menos siente usted compasión cuando ve a un hombre hundido en el pecado.

Maharaj: Sí, siento que yo soy ese hombre y que sus pecados son mis pecados.

Pregunta: Correcto, ¿y luego qué?

Maharaj: Al hacerme uno con él, él se hace uno conmigo. No es un proceso consciente, ocurre por sí mismo. Ninguno de nosotros puede evitarlo. Lo que debe cambiar, cambiará de todos modos. Con conocerse a uno mismo tal como es, aquí y ahora, es suficiente. La investigación intensa y metódica de la propia mente es el Yoga.

Pregunta: ¿Y las cadenas del destino forjadas por el pecado?

Maharaj: Cuando se disuelve la ignorancia, que es la madre del pecado, cesa el impulso de pecar de nuevo.

Pregunta: Pero quedan retribuciones pendientes.

Maharaj: Cuando la ignorancia llega a su fin, todo acaba. Entonces las cosas se ven tal como son, y son buenas.

Pregunta: Si un pecador, un infractor de la ley, viene ante usted y le pide su gracia, ¿cuál será la respuesta?

Maharaj: Obtendrá lo que pida.

Pregunta: ¿A pesar de ser un hombre malo?

Maharaj: No conozco a gente mala, sólo me conozco a mí mismo. Yo no veo ni santos ni pecadores, sólo seres vivos. Yo no concedo la gracia. No hay nada que yo pueda dar o negar que usted no tenga ya en igual medida. Simplemente sea consciente de sus riquezas y utilícelas al máximo. Mientras usted imagine que necesita mi gracia, estará en mi puerta mendigándola. ¡Si yo mendigara gracia de usted tendría el mismo poco sentido! No estamos separados, lo real es común.

Pregunta: Una madre llega ante usted con una historia de infortunio. Su único hijo se ha dado a las drogas y al sexo y va de mal en peor. Ella le pide su gracia. ¿Cuál sería la respuesta de usted?

Maharaj: Probablemente me oiría a mí mismo diciéndole que todo irá bien.

Pregunta: ¿Eso es todo?

Maharaj: Eso es todo. ¿Qué más espera usted?

Pregunta; ¿Pero cambiará el hijo de la mujer?

Maharaj: Tal vez cambie, tal vez no.

Pregunta: La gente que viene a verle y que le conoce desde hace muchos años, afirma que cuando usted dice «se arreglará», invariablemente sucede como usted dice.

Maharaj: También puede usted decir que fue el corazón de la madre quien salvó al hijo. Todas las cosas obedecen a innumerables causas.


Páginas 664 y 665 (Cap. 97)

-132

Pregunta: Sin deseos y sin miedos ¿qué motivos puede haber para la acción?

Maharaj: Ninguno, a menos que considere el amor a la vida, a la rectitud y a la belleza como suficiente motivo. No tema liberarse del deseo y del miedo. Ello le permitirá vivir una vida muy diferente de todo lo que conoce, mucho más intensa e interesante, pues, de hecho, al perderlo todo, lo gana todo.

(...)

Maharaj: Las palabras no importan, ni tampoco importa la forma en que está usted ahora. Los nombres y las formas cambian sin cesar. Sepa que usted es el testigo inmutable de la mente cambiante. Con eso es suficiente.


Páginas 666, 667 y 669 (Cap. 97)

-133

Maharaj: Usted es lo que es, intemporalmente, ¿pero de qué le sirve a menos que usted lo sepa y actúe según ello? Su cuenco de mendigar tal vez sea de oro puro, pero mientras usted no lo sepa, será un indigente. Debe usted conocer su valía interna, confiar en ella y expresarla en el sacrificio diario del deseo y del miedo.

(...)

Maharaj: Mientras esté interesado en su modo actual de vida, no lo abandonará. El descubrimiento no puede llegar mientras usted se aferre a lo conocido. Sólo cuando usted comprenda la inmensa aflicción de su vida y se rebele contra ella, podrá encontrar una salida.

(...)

Maharaj: Maestros, hay muchos: discípulos valientes, muy pocos.

Pregunta: Estoy deseoso de aprender.

Maharaj: Aprender palabras no basta. Puede usted conocer la teoría, pero sin la experiencia real de sí mismo como el centro del ser, del amor y de la bienaventuranza impersonal, el mero conocimiento verbal es estéril.

Pregunta: Entonces, ¿qué debo hacer?

Maharaj: Intente ser, sólo ser. La palabra más importante es «intente». Concédase suficiente tiempo cada día para sentarse en calma e intentar, simplemente intentar, ir más allá de la personalidad con sus aficiones y sus obsesiones. No pregunte cómo, pues no puede ser explicado. Sencillamente siga intentándolo hasta lograrlo. Si persevera, no puede haber fracaso. Lo que importa sobre todas las cosas es la sinceridad, la seriedad; debe estar realmente harto de ser la persona que es y ha de ver la urgente necesidad de liberarse de esa innecesaria autoidentificación con un conglomerado de recuerdos y de hábitos. Esa firme resistencia contra lo innecesario es el secreto del éxito.

Después de todo, usted es lo que es en todos los momentos de su vida, pero nunca es consciente de ello, salvo, quizás, en el momento de despertarse del sueño. Lo único que necesita es ser consciente de ser, no como una afirmación verbal, sino como un hecho siempre-presente. La conciencia de que usted es, le abrirá los ojos a lo que usted es. Es todo muy sencillo. Antes que nada, establezca un contacto constante consigo mismo, esté consigo mismo todo el tiempo. Todas las bendiciones fluyen hacia la conciencia de sí. Comience como un centro de observación, de reconocimiento deliberado, y crezca hasta convertirse en un centro de amor en acción. «Yo soy» es una pequeña semilla que se convertirá en un poderoso árbol, de forma muy natural y sin ningún esfuerzo.

Pregunta: Veo tanto mal en mí mismo. ¿No debo antes cambiarlo?

Maharaj: El mal es la sombra de la inatención. A la luz de la conciencia de sí mismo, el mal se disipará y desaparecerá. (...) Recuerde, nada de lo que usted percibe le pertenece. Nada de valor puede llegarle del exterior; sólo el sentimiento y la comprensión de usted son relevantes y reveladores. Las palabras, oídas o leídas, sólo crearán imágenes en su mente, pero usted no es una imagen mental. Usted es el poder de la percepción y de la acción que está tras la imagen y más allá de la imagen.

(...)

Pregunta: ¿Por qué es selectivo el amor?

Maharaj: El amor no es selectivo, el deseo es selectivo. En el amor no hay extraños. Cuando ya no existe el centro del egoísmo, todo deseo de placer y todo miedo al dolor cesan; uno ya no está interesado en ser feliz; más allá de la felicidad está la intensidad pura, la energía inagotable, el éxtasis de dar desde una fuente perenne.


Páginas 672 a 675 (Cap. 98)

-134

Maharaj: El cristianismo es una manera de juntar palabras y el hinduismo es otra. Lo real está tras las palabras y más allá de las palabras, es incomunicable, se experimenta directamente y su efecto sobre la mente es explosivo. Se tiene fácilmente cuando no se desea nada más. Lo irreal es creado por la imaginación y perpetuado por el deseo.

Pregunta: ¿No puede haber un sufrimiento que sea necesario y bueno?

Maharaj: El dolor accidental o incidental es inevitable y transitorio; el dolor deliberado, infligido incluso con la mejor de las intenciones, es insensato y cruel.

Pregunta: ¿No castigaría usted el crimen?

Maharaj: Ese castigo no es más que un crimen legalizado. En una sociedad construida sobre la prevención en lugar de sobre las represalias, habría muy pocos delitos. Las pocas excepciones serían tratadas médicamente, como enfermedades del cuerpo o de la mente.

Pregunta: Parece que usted no le concede mucha importancia a la religión.

Maharaj: ¿Qué es la religión? Una nube en el cielo. Yo vivo en el cielo, no en las nubes, que no son otra cosa que un montón de palabras juntas. Elimine la verborrea, ¿y qué queda? Queda la verdad. Mi hogar está en lo inmutable, que aparece como un estado de constante reconciliación e integración de los opuestos. La gente viene aquí a aprender sobre la existencia de ese estado, sobre los obstáculos a su surgimiento y, una vez percibido, el arte de establecerlo en la consciencia, de modo que no haya choques entre el comprender y el vivir. El propio estado está más allá de la mente y no hay que aprenderlo. La mente sólo puede enfocar los obstáculos; ver un obstáculo como obstáculo (discernimiento) es efectivo, porque es la mente la que actúa sobre la mente. Empiece por el principio: preste atención al hecho de que usted es. En ningún momento puede usted decir «yo no fui», lo único que puede decir es: «no lo recuerdo». Ya sabe lo poco fiable que es la memoria. Acepte que, absorto en mezquinos asuntos personales ha olvidado lo que usted es: ahora, trate de recuperar el recuerdo perdido a través de la eliminación (desapego) de lo conocido. No se le puede decir lo que sucederá, ni tampoco es deseable, pues la anticipación creará ilusiones. En la búsqueda interior, lo inesperado es inevitable; el descubrimiento está invariablemente más allá de toda imaginación. Al igual que un niño no nacido no puede saber cómo es la vida tras el nacimiento puesto que no tiene en su mente nada con lo que formar una imagen válida, del mismo modo la mente es incapaz de pensar en lo real en términos de lo irreal, salvo mediante la negación: «esto no, aquello no» (neti-neti, discernimiento). El obstáculo es que se acepta lo irreal como real. Ver lo falso como falso (discernimiento) y abandonarlo (desapego) permite que la realidad llegue a ser (Gracia). Los estados de completa claridad, inmenso amor y valor total son meras palabras por el momento, perfiles descoloridos, indicios de lo que puede ser. Usted es como el ciego que está esperando ver gracias a una operación: ¡suponiendo que no huya de la operación! En el estado en que yo estoy las palabras no importan. Ni tampoco hay adicción a ellas. Sólo importan los hechos.

Pregunta: Sin palabras no puede haber religiones.

Maharaj: Las religiones son meros montones de palabrería. Su verdadero rostro lo muestran en la acción, en la acción silenciosa. Para saber qué es lo que un hombre cree, observe cómo actúa. Para la mayoría de la gente su religión es servir a sus cuerpos y a sus mentes. Puede que tengan ideas religiosas, pero no actúan de acuerdo con ellas. Juegan con ellas, a veces se sienten muy orgullosos de ellas, pero no actuarán de acuerdo con ellas.

Pregunta: Pero las palabras son necesarias para la comunicación.

Maharaj: Para el intercambio de información, sí. Pero la auténtica comunicación no es verbal. Para establecer y mantener una relación afectuosa, se requiere una consciencia-en-sí expresada en acción directa. Lo que importa no es lo que usted dice sino lo que hace. Las palabras son fabricadas por la mente y sólo son significativas en el nivel mental. La palabra «pan» ni la puede usted comer ni vivir de ella, simplemente transmite una idea. Adquiere significado sólo con el comer real. En el mismo sentido le estoy diciendo a usted que el Estado Normal no es verbal. Puedo decir que es amor sabio en acción, pero estas palabras transmiten poco a menos que usted las experimente en toda su plenitud y belleza.

Las palabras tienen una utilidad limitada, sin embargo nosotros no les ponemos límites y por ello nos llevan al borde del desastre. Nuestras nobles ideas están perfectamente equilibradas por nuestras innobles acciones. Hablamos de Dios, de la Verdad, del Amor, pero en lugar de experiencias directas tenemos definiciones. En lugar de ampliar y profundizar la acción, cuidamos las definiciones. ¡E imaginamos que conocemos aquello que podemos definir!

Pregunta: ¿Cómo puede uno transmitir la experiencia si no es con palabras?

Maharaj: La experiencia no puede ser transmitida mediante palabras. Viene con la acción. Un hombre cuya experiencia es intensa irradiará confianza y coraje. También otros actuarán y ganarán experiencia nacida de la acción. La enseñanza verbal tiene su utilidad, prepara a la mente para vaciarse a sí misma de sus acumulaciones. El nivel de madurez mental se alcanza cuando nada externo resulta de valor alguno y el corazón está dispuesto a abandonarlo todo (desapego). Entonces lo real tiene una oportunidad y la aprovecha. Los retrasos, si los hay, están causados por la resistencia de la mente a ver (discernimiento) o descartar (desapego).

Pregunta: ¿Estamos tan absolutamente solos?

Maharaj: Oh, no, no lo estamos. Aquellos que tienen pueden dar. Y los donantes son muchos. El propio mundo es un regalo supremo, mantenido por un amoroso sacrificio. Pero los receptores adecuados, sabios y humildes, son muy pocos. «Pedid y se os dará» es la ley eterna. Ha aprendido usted y ha pronunciado demasiadas palabras. Lo conoce usted todo, pero no se conoce a sí mismo. Puesto que el ser no es conocido mediante palabras: sólo la percepción directa lo revelará. Mire dentro de sí mismo, busque en su interior.

Pregunta: Es muy difícil abandonar las palabras. Nuestra vida mental es una corriente continua de palabras.

Maharaj: No es cuestión de facilidad o dificultad. No tiene alternativa. O lo intenta o no lo intenta. De usted depende.

Pregunta: Lo he intentado muchas veces y he fracasado.

Maharaj: Inténtelo de nuevo. Si sigue intentándolo, quizás algo suceda. Pero si no lo intenta, se queda usted bloqueado. Tal vez sepa todas las palabras adecuadas, sea capaz de citar las escrituras y sea brillante en sus discusiones, y pese a ello siga siendo un saco de huesos. Y sin embargo, puede usted ser discreto y humilde, una persona totalmente insignificante, y no obstante resplandecer de amorosa bondad y profunda sabiduría.


Páginas 676 a 678 (Cap. 98)

-135

Maharaj: Lo único que le impide el autoconocimiento es su propia mente.

Pregunta: ¿Cómo puedo librarme de la mente? ¿Es posible la vida sin mente en el nivel humano?

Maharaj: En realidad la mente no existe. Hay ideas y algunas de ellas son erróneas. Abandone las ideas erróneas porque son falsas y obstruyen la visión de sí mismo.


Página 681 (Cap. 99)

-136

Pregunta: Lo único que sé es que no me conozco a mí mismo.

Maharaj: ¿Cómo sabe que no se conoce a sí mismo? Su percepción directa le dice que antes que nada usted se conoce a sí mismo, puesto que nada existe sin que usted esté allí para experimentar su existencia. Usted imagina que no se conoce a sí mismo porque no puede describirse a sí mismo. Siempre puede decir: «Sé que soy», y rechazará como falsa la afirmación: «yo no soy». Pero lo que puede describirse no puede ser usted y lo que usted es no puede ser descrito. Sólo puede conocerse a sí mismo siendo usted mismo sin ningún intento de autodefinición o autodescripción. Una vez que haya comprendido que usted no es nada perceptible ni nada concebible, que todo cuanto aparece en el campo de la consciencia no puede ser usted (discernimiento), se dedicará a la erradicación (desapego) de toda autoidentificación como el único camino que puede llevarle a la profunda realización de sí mismo. Progresará como un verdadero cohete (Gracia). Conocer que usted no está ni en el cuerpo ni en la mente, aunque es consciente de ambos, ya es autoconocimiento.

Pregunta: Si no soy ni el cuerpo ni la mente, ¿cómo puedo ser consciente de ellos? ¿Cómo puedo percibir algo tan extraño a mí mismo?

Maharaj: «Nada soy yo» es el primer paso. «Todo soy yo» es el siguiente. Ambos se sustentan en la idea: «hay un mundo». Cuando esto también es abandonado, usted es lo que es: el ser no-dual. Ya lo es aquí y ahora, pero su visión está obstruida por las falsas ideas que tiene sobre sí mismo.

Pregunta: Bueno, admito que yo soy, yo era y yo seré, al menos desde el nacimiento a la muerte. No tengo dudas respecto a mi ser, aquí y ahora. Pero siento que eso no es bastante. A mi vida le falta la alegría que nace de la armonía entre lo interno y lo externo. Si sólo yo soy y el mundo es meramente una proyección, ¿por qué hay desarmonía?

Maharaj: ¡Usted crea la desarmonía y luego se queja! Cuando usted desea y teme, y se identifica con sus sentimientos, crea aflicción y cautiverio. Cuando usted crea, con amor y sabiduría, y permanece desapegado de sus creaciones, el resultado es armonía y paz. Pero cualquiera que sea la situación de su mente, ¿de qué modo se refleja en usted? Su identificación con la mente es lo que le hace feliz o desgraciado. Rebélese contra la esclavitud de la mente, vea que sus ataduras son autocreadas (discernimiento) y rompa las cadenas del apego (desapego). Mantenga en su mente la meta de la libertad hasta que vea que usted ya es libre, que la libertad no es algo que se encuentra en un futuro distante y que hay que ganar con dolorosos esfuerzos, ¡sino algo siempre propio, para hacer uso de ello! La liberación no es una adquisición sino una cuestión de coraje, el coraje de creer que usted ya es libre y actuar de acuerdo con ello.


Páginas 682 y 683 (Cap. 99)

-137

Maharaj: Ningún esfuerzo puede llevarlo allí, sólo la claridad de la comprensión (discernimiento). Descubra sus malentendidos (discernimiento) y abandónelos (desapego), eso es todo. No hay nada que buscar ni nada que encontrar, puesto que nada se ha perdido. Relájese y observe el «yo soy». Tras él está la realidad. Manténgase tranquilo, en silencio y la realidad surgirá, o, más bien, lo llevará a usted a ella (Gracia).

Pregunta: ¿No debo antes deshacerme de mi mente y de mi cuerpo?

Maharaj: No puede, puesto que la propia idea los ata a ellos. Sólo comprenda (discernir) y descarte (desapego).

(...)

Maharaj: Sufriremos mientras nuestras acciones y nuestros pensamientos estén impulsados por los deseos y los miedos. Vea su futilidad y el peligro y el caos que crean cesará. No trate de reformarse a sí mismo, simplemente vea la futilidad de todo cambio. Lo cambiante sigue cambiando mientras que lo inmutable está esperando. No espere que lo cambiante lo lleve a lo inmutable, eso nunca puede suceder. Sólo cuando la propia idea de cambiar es vista como algo falso (discernimiento) y se abandona (desapego), puede venir lo inmutable (Gracia).


Página 685 (Cap. 99)

En la cita anterior, es de notar la insistencia (que se repite en muchas de las charlas de Nisargadatta Maharaj) en el discernimiento y el desapego. Esto ha sido repetido desde siempre en los textos clásicos (por ejemplo en Shankara) y también concuerda con las explicaciones dadas en Un curso de milagros (UCDM), puesto que el proceso del Perdón, tal como se explica en UCDM, consta de 3 fases, de las cuales sólo dos son cosa nuestra. En términos de UCDM, quizás el proceso de Perdón podría resumirse así: 1) Darse cuenta de que todo aquello que nos inquiete es irreal (discermiento). 2) Entregarlo al Espíritu Santo (desapego), sin olvidar nunca que se trata de una ilusión. 3) Y el tercer paso no es cosa "nuestra" porque es una Gracia (al entregar lo que no queremos porque lo hemos reconocido sin valor por ser irreal, quedan canceladas sus repercusiones —independientemente de que el espejismo se disuelva inmediatamente o parezca continuar por algún tiempo). Por supuesto que es más largo de explicar; esto es una breve referencia para dar una ligera idea.

En mi opinión el proceso de la autoindagación es, en el fondo, el mismo proceso: inicialmente el énfasis suele estar en el discernimiento (por ejemplo, rechazando todo aquello que no sea la simple sensación de «yo soy», o sea, rechazando todo lo perceptible, concebible, etc: pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias, etc; en resumen: separar lo real de lo irreal). La fase de desapego es también imprescindible. A menudo el desapego brota del discermimiento. A mayor discernimiento, más fácil resulta el desapego. Luego el desapego contribuye a un mayor discernimiento, etc. El discernimiento perfecto conduce al perfecto desapego, el cual es la entrega completa. Esta entrega (de todo, incluida la individualidad) nos pone en manos de la Gracia: la Verdad/Amor nos "abraza" y el Ser es reconocido (conocimiento del Ser; "conocimiento" entendido como ser, no como un conocimiento basado en sujeto/objeto, sino entendido como un ser o saber directo, puro).

-138

Pregunta: Cuando practico la autoinvestigación o voy a mi interior con la idea de que me beneficiará de un modo u otro, sigo escapando de lo que soy.

Maharaj: Cierto. La verdadera investigación siempre es dentro de algo, no fuera de algo. Cuando investigo cómo obtener o evitar algo, no estoy realmente investigando. Para conocer algo debo aceptarlo por completo.

Pregunta: Sí, ¡para conocer a Dios debo aceptar a Dios! ¡Qué espantoso!

Maharaj: Pero antes de que pueda usted aceptar a Dios, debe aceptarse a sí mismo, lo cual es mucho más espantoso. Los primeros pasos en la aceptación de uno mismo no son nada agradables, puesto que lo que uno ve no es una vista precisamente hermosa (esto me recuerda a varios pasajes de UCDM). Se necesita de todo el coraje para seguir adelante. Lo que ayuda es el silencio. Mírese a sí mismo en completo silencio, no se describa usted. Mire el ser que usted cree ser y recuerde: usted no es lo que ve. El proceso de la autoinvestigación es: «Yo no soy esto, ¿qué soy yo?». No hay otros medios para la liberacion, todos los medios retrasan. Rechace resueltamente lo que usted no es, hasta que el ser real surja en su gloriosa vaciedad.

(...)

Maharaj: Usted se libera de lo que ha comprendido. Las expresiones externas de la libertad pueden tardar un tiempo en aparecer, pero ya están ahí. No espere la perfección. Los detalles pueden chocar. Ningún problema se resuelve completamente, pero puede usted apartarse de él a un nivel en el cual ya no le influya.


Páginas 690 a 692 (Cap. 100)

-139

Pregunta: ¿Cómo procede el gnani cuando necesita que algo sea hecho? ¿Hace planes, decide los detalles y los ejecuta?

Maharaj: Un gnani comprende totalmente una situación determinada y sabe de inmediato lo que hay que hacer. Eso es todo. El resto sucede por sí mismo, y en gran medida inconscientemente. La identidad del gnani con todo lo que existe es tan completa, que al igual que él responde al universo, el universo le responde a él. Tiene total confianza en que una vez conocida la situación, los hechos ocurrirán para lograr la respuesta adecuada. El hombre común está personalmente implicado, tiene en cuenta sus riesgos y sus posibilidades, mientras que el gnani permanece distante, seguro de que todo sucederá como debe suceder; y no importa mucho lo que suceda, puesto que en última instancia la vuelta al equilibrio y la armonía es inevitable.


Página 693 (Cap. 101)

Hay una anécdota de Ramana Maharshi que ilustra bellamente la anterior explicación de Nisargadatta Maharaj sobre el gnani:

Una mañana, cuando prácticamente no había ningún alimento en el ashram, le vi [a Bhagavan; o sea: a Ramana Maharshi] tomar el poco alimento que teníamos y comenzar a cocinar una comida. Él tenía suficiente fe para comenzar la comida con la esperanza de que Dios enviara más alimento antes de que el cocinado estuviera terminado. Eran sobre las 5:30 de la mañana cuando Bhagavan comenzó a limpiar un puñado de arroz machacado. Lo lavó en un puchero, sacó todas las piedras, y comenzó a cocinarlo en un brasero de carbón vegetal. Encontré estas actividades bastante sorprendentes.

«Este arroz», pensé, «ni siquiera es suficiente para mí. ¿Cómo van a comer todas estas gentes?».

Cuando el arroz empezó a hervir, apareció un devoto con dos litros de leche. Cuando el arroz estuvo cocinado, Bhagavan puso una gran vasija en el fuego y comenzó a cocinar el arroz y la leche juntos. Pocos minutos después vino otro devoto con una ofrenda de pasas y azúcar candy. Bhagavan lavó la ofrenda y la puso en el puchero. Sobre las 6:30, cuando la cocción estaba casi acabada, llegó un grupo de devotos de Kumbakonam. Traían con ellos un gran bote que contenía iddlies, vadai, chutney, plátanos especiales de la colina y algunas tazas que habían sido hechas de hojas de banana. Estas tazas [tonnai] eran justo lo que necesitábamos para servir el payasam casero de Bhagavan... Sobre las 7 de la mañana, después de que Bhagavan hubiese tomado su baño, todos nos sentamos y comimos una suntuosa comida.


«Living by the Words of Bhagavan» (yo he tomado la cita de una referencia a ella en el libro «Padamalai»). En Padamalai, esa anécdota se pone como complemento bajo el siguiente breve verso:

Padam [la palabra Padam suele referirse al Sí mismo y también a Ramana Maharshi, como es en este caso] es un testimonio destacado por el hecho de que solo aquellos que han puesto su confianza en Dios no se ha conocido nunca que hayan sido abandonados.

El anterior verso toca brevemente, a modo de verso, el mismo tema que Nisargadatta ha explicado en su charla, en prosa, en la cita anterior.

Seguimos con las citas de Nisargadatta:

-140

Pregunta: ¿No es también interminable la eternidad?

Maharaj: El tiempo es interminable, aunque limitado: la eternidad está al abrir el propio momento del ahora. No la encontraremos porque la mente siempre está saltando entre el pasado y el futuro. No se detiene a enfocar el ahora. Pero eso puede hacerse con relativa facilidad si se despierta el interés. ((Un Curso de milagros trata el tema del tiempo con un enfoque similar, explicándolo a su manera; por ejemplo en el Texto, en el capítulo 13, la sección IV, titulada "La función del tiempo", desde el párrafo 4 hasta el 9, siguiendo después por la sección VI de ese mismo capítulo 13, titulada "Cómo encontrar el presente"))

Pregunta: ¿Qué es lo que despierta el interés?

Maharaj: La seriedad, que es el signo de la madurez.

Pregunta: ¿Y cómo llega la madurez?

Maharaj: Manteniendo la mente clara y limpia, viviendo la vida con total conciencia de cada momento tal como sucede, examinando (discernimiento) y disolviendo (desapego) los deseos y los miedos tan pronto como surgen.


Página 694 (Cap. 101)

-141

Pregunta: ¿Adónde me conducirá eso?

Maharaj: ¿Adónde puede llevarlo si no es a su propia perfección? Una vez que esté bien establecido en el ahora, no tiene otro lugar adonde ir. Lo que usted es intemporalmente, lo expresa eternamente.

Pregunta: ¿Es usted uno o muchos?

Maharaj: Soy uno, pero aparezco como muchos.

Pregunta: ¿Por qué aparece uno?

Maharaj: Es bueno ser y ser consciente.

Pregunta: La vida es triste.

Maharaj: La ignorancia causa aflicción. De la comprensión fluye la felicidad.

Pregunta: ¿Por qué debe ser dolorosa la ignorancia?

Maharaj: Porque está en la raíz de todo deseo y de todo miedo, los cuales son estados dolorosos y origen de interminables errores.

Pregunta: He visto a gente supuestamente realizada, riendo y llorando. ¿No muestra eso que no están libres del deseo y el miedo?

Maharaj: Puede que ellos rían o lloren según las circunstancias, pero interiormente están serenos y en calma, observando desapegadamente sus propias reacciones espontáneas. Las apariencias son engañosas y en el caso del gnani lo son todavía más.

Pregunta: No le comprendo.

Maharaj: La mente no puede comprender, puesto que está entrenada para captar y retener, mientras que el gnani ni aferra ni retiene.

Pregunta: ¿A qué me aferro yo que no lo haga usted?

Maharaj: Usted es una criatura de los recuerdos; al menos se imagina que lo es. Yo soy totalmente inimaginado. Yo soy lo que soy, no identificable con ningún estado físico ni mental.

Pregunta: Un accidente destruiría su ecuanimidad.

Maharaj: Lo extraño es que no lo haría. Ante mi propio asombro, yo permanezco como soy: pura consciencia-en-sí, alerta a todo cuanto sucede.

Pregunta: ¿Incluso en el momento de la muerte?

Maharaj: ¿Qué tiene que ver conmigo que el cuerpo muera?

Pregunta: ¿No lo necesita para conectar con el mundo?

Maharaj: Yo no necesito al mundo. Ni tampoco estoy en ningún mundo. El mundo en el que usted piensa sólo existe en su mente. Yo puedo ver ese mundo a través de los ojos y de la mente de usted, pero soy totalmente consciente de que es una proyección de recuerdos; lo real lo toca sólo en el punto de la consciencia-en-sí, lo cual puede ocurrir sólo en el ahora.

Pregunta: Parece ser que la única diferencia entre nosotros es que mientras yo sigo diciendo que no conozco mi ser real, usted mantiene que lo conoce muy bien; ¿hay alguna otra diferencia?

Maharaj: Entre nosotros no hay diferencia; ni yo puedo decir que me conozco a mí mismo. Sé que no soy descriptible ni definible; hay una enorme inmensidad más allá del alcance de la mente. Esa inmensidad es mi hogar; esa inmensidad soy yo mismo. Y esa inmensidad es también amor.

Pregunta: Usted ve amor en todas partes, mientras que yo veo odio y sufrimiento. La historia de la humanidad es la historia del asesinato, tanto individual como colectivo. Ningún otro ser vivo se deleita matando de ese modo.

Maharaj: Si se profundiza en los motivos, encontrará el amor, el amor hacia uno mismo y hacia lo suyo. La gente lucha por lo que imagina que ama.

Pregunta: Sin duda ese amor ha de ser bastante real cuando están dispuestos a morir por él.

Maharaj: El amor no tiene límites. Lo que está limitado a unos pocos no puede llamarse amor.

Pregunta: ¿Conoce usted ese amor ilimitado?

Maharaj: Sí, lo conozco.

Pregunta: ¿Qué se siente?

Maharaj: Todo es amado y todo es digno de amor. Nada se excluye.

Pregunta: ¿Ni siquiera lo feo y lo delictivo?

Maharaj: Todo está dentro de mi consciencia; todo me pertenece. Es una locura dividirse uno mismo en lo que le gusta y lo que no le gusta. Yo estoy más allá de ambos. No estoy alienado.

Pregunta: Estar libre de agrados y desagrados es un estado de indiferencia.

Maharaj: Puede parecer así al principio. Persevere en tal indiferencia y florecerá en un amor todo-penetrante y todo-abarcante.


Páginas 695 a 697 (Cap. 101)

-142

Pregunta: Si lo inmutable no puede ser conocido, ¿cuál es el significado y el propósito de su realización?

Maharaj: Realizar lo inmutable significa hacerse inmutable. Y el propósito es el bien de todo lo que vive.

Pregunta: La vida es movimiento. La inmovilidad es la muerte. ¿De qué le sirve la muerte a la vida?

Maharaj: Yo estoy hablando de inmutabilidad, no de inmovilidad. Usted se hace inmutable en la rectitud, se convierte en un poder que pone bien todas las cosas. Tal vez ello implique una intensa actividad exterior o tal vez no, pero la mente permanece profunda y tranquila.

Pregunta: Al observar mi mente la encuentro siempre cambiando, con una variedad infinita de estados de ánimo, mientras que usted parece perpetuamente en el mismo estado de alegre benevolencia.

Maharaj: Los estados de ánimo están en la mente y no tienen importancia. Vaya dentro de sí, vaya más allá. Deje de estar fascinado por el contenido de su consciencia. Cuando llegue a los niveles profundos de su verdadero ser, encontrará que el juego superficial de la mente lo afecta a usted muy poco.

Pregunta: ¿Pero seguirá existiendo ese juego?

Maharaj: Una mente tranquila no es una mente muerta.


Página 698 (Cap. 101)

-143

Pregunta: Si la consciencia-en-sí es todo-penetrante, entonces un hombre ciego, una vez que se ha realizado, ¿puede ver?

Maharaj: Está usted confundiendo la sensación con la consciencia-en-sí. El gnani se conoce a sí mismo tal como es. Es también consciente de que su cuerpo está lisiado y de que su mente está privada de una serie de percepciones sensoriales. Pero a él no le afecta la vista o su ausencia.

Pregunta: Mi pregunta es más específica, cuando un ciego se convierte en gnani, ¿recupera la vista o no?

Maharaj: A menos que sus ojos y su cerebro sufrieran una renovación, ¿cómo podría ver?

Pregunta: ¿Pero sufrirían una renovación?

Maharaj: Tal vez sí o tal vez no. Todo depende del destino y de la gracia. Pero un gnani posee una forma espontánea de percepción no-sensorial, que le hace conocer las cosas directamente, sin la intermediación de los sentidos. Él está más allá de lo perceptual, sin la intermediación de los sentidos. Está más allá de lo perceptible y de lo conceptual, más allá de las categorías del tiempo y el espacio, del nombre y de la forma. Él no es ni lo percibido ni quien percibe, sino el factor simple y universal que hace posible el hecho de percibir. La realidad está en la consciencia, pero no es la consciencia ni ninguno de sus contenidos.

Pregunta: ¿Qué es falso, el mundo o mi conocimiento del mundo?

Maharaj: ¿Existe un mundo fuera del conocimiento de usted? ¿Puede usted ir más allá de lo que conoce? Puede postular un mundo que esté más allá de la mente, pero seguirá siendo un concepto, sin pruebas e imposible de probar. La experiencia de usted es la prueba, y es válida para usted. ¿Quién más puede tener su experiencia cuando la otra persona sólo es real en la medida en que aparece en la experiencia de usted?

Pregunta: ¿Estoy tan irremediablemente solo?

Maharaj: Como persona, lo está. En su ser real usted es el todo.

Pregunta: ¿Es usted una parte del mundo que tengo en la consciencia o es usted independiente?

Maharaj: Lo que usted ve es suyo y lo que yo veo es mío. Los dos tienen poco en común.

Pregunta: Debe haber algún factor común que nos una.

Maharaj: Para encontrar el factor común debe usted abandonar todas las distinciones. Sólo lo universal es común.

Pregunta: Lo que me parece muy extraño es que mientras usted dice que soy un mero producto de mis recuerdos y muy limitado, yo creo un vasto y rico mundo en el cual todo está contenido, incluidos usted y su enseñanza. Cómo se crea y cómo está contenida esta vastedad en mi pequeñez es lo que me resulta difícil de comprender. Quizá me está dando usted toda la verdad, pero yo sólo capto una pequeña parte de ella.

Maharaj: Sí, es un hecho: lo pequeño proyecta el todo, pero no puede contener el todo. Por grande y completo que sea su mundo, se contradice a sí mismo y es transitorio y además, totalmente ilusorio.

Pregunta: Tal vez sea ilusorio, sin embargo es maravilloso. Cuando miro y escucho, toco, huelo y saboreo, pienso y siento, recuerdo e imagino, no puedo sino asombrarme de mi milagrosa creatividad. Miro a través del microscopio o del telescopio y veo maravillas, sigo la huella de un átomo y oigo el murmullo de las estrellas. Si soy el único creador de todo esto, ¡debo ser Dios! Pero si soy Dios, ¿por qué me veo tan pequeño e indefenso?

Maharaj: Usted es Dios, pero no lo sabe.

Pregunta: Si soy Dios, el mundo que he creado ha de ser verdadero.

Maharaj: Es verdadero en esencia, pero no en apariencia. Libérese de los deseos y de los miedos e inmediatamente su visión se aclarará y verá las cosas tal como son. O puede usted decir que la satoguna crea el mundo, la tamoguna lo oscurece y la rajoguna lo distorsiona.

Pregunta: Esto no me dice mucho, puesto que si pregunto qué son las gunas, la respuesta será: lo que crea, lo que oscurece y lo que distorsiona. Pero el hecho sigue ahí: algo increíble me ha sucedido y no comprendo qué es, cómo ni por qué.

Maharaj: Bueno, el asombro es el amanecer de la sabiduría. Asombrarse de manera firme y continua, es la sadhana.

Pregunta: Estoy en un mundo que no comprendo, por lo tanto le tengo miedo. Esta es la experiencia de todos.

Maharaj: Usted se ha separado del mundo, por lo tanto el mundo lo asusta y le causa dolor. Descubra su error y libérese del miedo.

Pregunta: Usted me pide que abandone el mundo, mientras que yo quiero ser feliz en el mundo.

Maharaj: Si pide lo imposible, ¿quién puede ayudarle? Lo limitado está condenado a ser alternativamente doloroso y placentero. Si busca usted la felicidad real e inmutable, debe dejar tras de sí el mundo, con sus dolores y sus placeres.

Pregunta: ¿Cómo se hace eso?

Maharaj: La renunciación física es sólo una muestra de seriedad, pero la seriedad sola no libera. Debe haber comprensión, lo cual llega con una percepción alerta, con una ávida indagación y una investigación profunda. Debe usted trabajar implacablemente por su salvación del pecado y de la aflicción.

Pregunta: ¿Qué es el pecado?

Maharaj: Todo cuanto le ata.


Páginas 699 a 701 (Cap. 101)

Con esa frase final, acaba el libro en sí.

¡Saludos!
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