viernes, 29 de noviembre de 2013

Tres ideas

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Veamos un trío de ideas. No son nada nuevo, pues he conocido diversas variantes de las mismas, las he leído tanto en libros como a algunas amistades, y no es infrecuente que a más de uno se nos hayan ocurrido nuestras propias variantes. Y son útiles. Las 3 ideas que expreso a continuación son 3 variantes de una misma idea general. Podemos jugar con ellas:

(1) ¿Qué me importará esto dentro de 100 millones de años?

Cuando sucede cualquier cosa "negativa" que nos irrite o asuste o que no nos traiga paz, podemos probar a preguntarnos (mentalmente, incluso sin palabras o casi) algo semejante a lo siguiente: ¿Qué me importará esto dentro de 500 años? (O usando una cifra que nos impacte, que nos haga sentir muy lejanos al suceso ilusorio que nos esté inquietando, por ejemplo pensando en qué importará eso dentro de 5000 años o dentro de 50 millones de años, etc).

Es una idea muy simple que es útil y viene fácilmente a la mente.

Si pasa un millón de años y entonces algo deja de importar, eso significa que es algo ilusorio (pues depende del tiempo) y que no tiene por qué inquietarnos ahora tampoco.

Se puede usar la misma idea en orden temporal inverso: ¿Qué importaba este acontecimiento hace 300 millones de años? etc

Como la idea es aplicable a todas las ilusiones, a veces ahondar en esa idea nos permite conectar con una sensación de gran paz, más allá del tiempo, en un oasis de paz, o el "centro tranquilo", ese "lugar" intemporal donde estamos tan alejados de lo ilusorio que no puede afectarnos, entonces nos sentimos seguros, protegidos, en paz, y ese reconectar con la paz es en sí mismo perdón. Es como conectar con nuestro sentir antes de comenzar el tiempo (la dualidad) o después de acabar el tiempo (al desaparecer todo el universo dual), y ahondando en esto se ve que ahora en el presente tampoco hay universo dual y que por lo tanto no hay motivos para sentirnos separados de la paz.


(2) Si soy innacido, ¿cómo podría afectarme esto?

Esta idea comienza con algo que nos recuerda a Nisargadatta (no he nacido, soy innacido). Si sabemos que no somos lo ilusorio, y por lo tanto que no somos el cuerpo ni nada nacido ni temporal, entonces nos libramos de los problemas. Llamemos "cuerpo" a todo lo limitado. Si nos damos cuenta de que todos los problemas vienen vinculados al cuerpo, y que no hay problemas sin un cuerpo que los padezca, y sabemos también que no somos un cuerpo, entonces nos daremos cuenta de que no tenemos problemas. Y que las apariencias de problemas son fantasías ilusorias que se desvanecen en cuanto sopla un poco el aire del discernimiento.

Por lo tanto, si me doy cuenta de que no soy un cuerpo... de que no he nacido, ni moriré... de que soy el puro ser eterno e innacido... entonces todos los problemas, todas las molestias, todas las dificultades y los conflictos dejarán de perturbar mi paz. Porque soy lo que soy, y no lo que había pensado que era. El ego tiene los problemas debido a que el ego consiste en la creencia de ser un cuerpo. Pero cuando nos acordamos de que no somos cuerpos, se desvanecen los problemas. Y cuanta más convicción tenemos en que no somos un ilusorio cuerpo, menos nos afectarán las apariencias.

Si no he nacido, ¿cómo demonios podría tener problemas? Eso sería imposible, ¿no? Al darnos cuenta de esto, desaparecen los problemas. Tal vez las apariencias problemáticas persistan durante un breve tiempo, pero no podrán afectarnos si recordamos lo que verdaderamente somos. El Ser no tiene problemas: sólo los egos los tienen. Pero los egos no existen, los cuerpos tampoco, y por lo tanto los problemas tampoco existen: nadie tiene problemas. Sólo cuando nos identificamos con el ego, creyendo ser cuerpos, hacemos que el ego, el cuerpo y los problemas parezcan existir. Los egos nacen y mueren, y entre el nacimiento y la muerte padecen innumerables problemas. Pero recordemos: no soy un ego, sino el puro Ser inmutable, innacido, eternamente feliz y sin problemas. Simplemente SOY.

(3) Si el tiempo no existe, ¿cómo podría haber problemas? 

Los problemas son apariencias irreales, que tienen un comienzo y un final, por lo tanto dependen del tiempo, son algo temporal. Pero si el tiempo mismo es de por sí ilusorio, y todos los problemas dependen del tiempo, ¿cómo podría haber problemas? En realidad no los hay.

El tiempo es ilusorio porque es cambiante. El Ser es inmutable, pero el tiempo cambia y en cada coordenada nos presenta una "cara" diferente. Lo que cambia es ilusorio. Y lo ilusorio no puede afectar a la Realidad.

Recordar que el tiempo es irreal, nos ayuda a darnos cuenta de que los problemas, que dependen del tiempo, son también irreales.

Lo mismo vale para cualquier suceso en el espacio, pues el espacio y el tiempo son dos disfraces diferentes para lo mismo: lo ilusorio.

El Ser está a salvo e inafectado, pues ninguna apariencia le puede preocupar. Lo que no existe no puede molestar a lo que sí existe. Y sólo el Ser existe, en toda Su eterna e ilimitada pureza.

Saludos
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6 comentarios:

  1. Ni las ideas ni el intelecto te van ayudar a evitar la vida con su crudeza. Tu no puedes comprar a la vida con autohipnosis ideologica, puedes jugar con eso mientras esa crudeza no se presente, todo el mundo tiene algun hobby.

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    1. Hola, gracias por comentar.

      Un clavo resulta útil para sacar otro clavo y después ambos clavos se desechan.

      Los conceptos son algo intelectual, pero hay conceptos útiles para deshacer conceptos muy distorsionados.

      Mientras haya alguna identificación con un ser individual habrá sufrimiento, y los conceptos tendrán algún grado de utilidad mientras tanto. Habrá "clavos" útiles a la hora de sacar otros "clavos" (por supuesto que también hay otros recursos, incluso mejores).

      Cuando no queda nada de identificación personal (identificación con un ser individual) ya no son útiles los conceptos. Entonces simplemente se ES, y nada puede molestar de ninguna manera al puro Ser.

      Saludos

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    2. Nada hombre tu a lo tuyo, no sere yo quien te lleve la contraria.

      Si tu eres feliz, ya esta todo ganado.

      Un saludo

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  2. Hola Raquel, gracias por participar. Como bien dices, las cosas son como son. Eso me recuerda lo de Ramana Maharshi: simplemente sé tal cual eres.

    Los blogs son fiestecillas de palabras en el teatro de lo ilusorio. Escribir es jugar, y todos estamos invitados a compartir a nuestra manera, aunque de todos modos lo que importa es lo ilimitado que somos, más allá de todo juego.

    Al fondo de todo, en lo profundo, nunca deja de saberse: ¡soy lo que soy! Y conocer Eso es conocerse a Uno Mismo y es conocer el Amor.

    Más allá de las palabras hay un único bellísimo pájaro cantando jejeje... ese pájaro es el Ser, es libre y feliz, y cómo sólo Ello existe, está siempre celebrándose a sí mismo, bendiciéndose a Sí mismo, compartiéndose Consigo mismo, riendo Consigo mismo, y, en una sola palabra: siendo.

    Saludos

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  3. Gracias Maestro Tony por compartir el conocimiento que tienes de la luz del Ser, y conocerte a ti mismo como Amor libre.

    El mundo necesita Maestros como tú que estén iluminados y puedan transmitir la verdad.

    Namaste

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