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¿Cómo podrían pensar los zapatos "yo voy adonde quiero"?
No sería gracioso que un zapato le dijera a su "pareja": "siempre vamos a los mismos sitios, ¡tenemos la misma opinión sobre qué lugares conviene visitar!"?
¿No sería absurdo que un coche dijera: "voy a la gasolinera, ¡que tengo sed!", sin considerar al humano que juega con el volante, el acelerador y el freno?
Y si el coche fuera teledirigido, ¿mejoraría eso en alguna medida la credibilidad de su supuesta voluntad?
¿No sería absurdo que la fruta madura gritara al caer del árbol: "¡Apartaos, que me tirooooooo!"?
¿O que un humano pensase que su voluntad es independiente de la Totalidad?
Y de todos modos ¡qué puñetas importa!
Nadie pudo escribir esto.
¿O no, o sí, o qué más da?
¡Ja! :-)
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exacto...
ResponderEliminarimaginemos zapatos reencarnando en esta y aquella esquina... ¡desconunal!!!
que más da...