martes, 17 de enero de 2012

Fragmentos de YO SOY ESO (II)

Sri Nisargadatta Maharaj (1897-1981)
Photograph © Jitendra Arya

La foto la he tomado de la Wikipedia, donde aparecen los datos sobre el autor, etc. Al parecer fue tomada por Jitendra Arya en el año 1973. Link exacto de donde la he tomado: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Nisargadatta_Maharaj.jpg

Este post es la continuación del anterior: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/fragmentos-de-yo-soy-eso.html

Seguimos con las citas del libro YO SOY ESO:

-68

Pregunta: ¿Tiene que ser la fórmula «yo soy»? ¿No funcionaría otra frase? Si me concentro en la frase «hay una mesa», ¿no servirá igualmente?

Maharaj: Como ejercicio de concentración, sí, pero no le llevará a usted más allá de la idea de una mesa. Usted no está interesado en mesas, lo que usted quiere es conocerse a sí mismo. Para lograrlo mantenga firmemente en el foco de la consciencia la única pista que tiene: su certeza de ser. Esté con ella, juegue con ella, examínela, profundice en ella, hasta que el cascarón de la ignorancia se rompa y usted emerja al reino de la realidad.

Pregunta: ¿Hay alguna conexión causal entre mi enfoque del «yo soy» y la rotura del cascarón?

Maharaj: La necesidad de encontrarse a sí mismo es una señal de que está usted preparado. El impulso siempre llega desde dentro. A menos que haya llegado su hora, no tendrá ni el deseo ni la fuerza necesarios para dedicarse de lleno a la autoinvestigación.

(...)

Pregunta: ¿Es mi primer Gurú también el último, o debo pasar de Gurú en Gurú?

Maharaj: El universo entero es su Gurú. Usted aprende de todo, si está alerta y es inteligente. Si su mente fuera clara y su corazón limpio, aprendería de todo el que pasara por su lado. Por ser usted indolente o inquieto, su Ser interior se manifiesta como el Gurú externo y lo hace confiar en él y obedecerlo.

Pregunta: ¿Es inevitable un Gurú?

Maharaj: Es como preguntar «¿Es inevitable una madre?». Para elevarse de una dimensión de consciencia a otra usted necesita ayuda. La ayuda puede no ser siempre en la forma de una persona humana, puede ser una presencia sutil o una chispa de intuición, pero dicha ayuda debe llegar. El Ser interior está observando y esperando que el hijo regrese al padre. En el momento adecuado él lo arregla todo de manera afectuosa y eficaz. Cuando se necesita un mensajero o un guía, envía al Gurú para que haga lo necesario.

Pregunta: Hay una cosa que no puedo captar. Usted habla del ser interior como sabio, bueno, bello y perfecto, y de la persona como un mero reflejo sin ser propio. Por otro lado, usted se toma tantas molestias en ayudar a la persona a realizarse a sí misma. Si la persona es tan insignificante, ¿por qué interesarse tanto por su bienestar? ¿A quién le preocupa una sombra?

Maharaj: Usted ha introducido la dualidad donde no la hay. Está el cuerpo y está el Ser. Entre ellos está la mente sobre la que se refleja el Ser como el «yo soy». A causa de las imperfecciones de la mente, a causa de su rudeza y agitación, a su falta de discernimiento y perspicacia, se toma a sí misma por el cuerpo y no por el Ser. Lo único que se necesita es purificar la mente de modo que pueda realizar su identidad con el Ser. Cuando la mente se funde en el Ser, el cuerpo no presenta problemas. Permanece como lo que es, un instrumento de cognición y acción, la herramienta y la expresión del fuego creativo interior. El valor último del cuerpo consiste en que sirve para descubrir el cuerpo cósmico, que es el universo en su totalidad. Cuando uno se realiza a sí mismo en la manifestación, sigue descubriendo que es mucho más de lo que había imaginado.

Pregunta: ¿No hay final en el autodescubrimiento?

Maharaj: Igual que no hay principio, no hay fin. Pero lo que descubrí por la gracia de mi Gurú es que yo no soy nada que pueda ser señalado. No soy un «esto» ni un «aquello». Y esto se mantiene de forma absoluta.

Pregunta: Entonces, ¿dónde queda el autodescubrimiento sin fin, el trascenderse uno mismo cada vez más hacia nuevas dimensiones?

Maharaj: Todo esto pertenece al dominio de la manifestación; el que lo superior sólo pueda alcanzarse liberándose de lo inferior forma parte de la estructura del universo.

Pregunta: ¿Qué es lo inferior y qué lo superior?

Maharaj: Mírelo en términos de consciencia. La consciencia más amplia y profunda es superior. Todo lo que vive trabaja para proteger, perpetuar y expandir la consciencia. Éste es el único propósito y el significado del mundo. Es la propia esencia del yoga, la elevación continuada del nivel de consciencia, el descubrimiento de nuevas dimensiones con sus propiedades, cualidades y poderes. En este sentido el universo entero se convierte en una escuela de yoga (yogakshetra).

Pregunta: ¿Es la perfección el destino de todos los seres humanos?

Maharaj: En último término, lo es de todos los seres vivos. La posibilidad se convierte en certeza cuando aparece en la mente la noción de la iluminación. Una vez que un ser vivo ha oído y ha comprendido que la libertad está a su alcance, nunca lo olvidará porque es el primer mensaje desde dentro. Echará raíces y crecerá y a su debido tiempo tomará la bendita forma del Gurú.

Pregunta: ¿De modo que lo único que nos preocupa es la redención de la mente?

Maharaj: ¿Qué otra cosa, si no? La mente se pierde, la mente vuelve a casa. Incluso el término «perderse» no es correcto. La mente debe conocerse a sí misma en todos los estados. Nada es un error, a menos que se repita.


Páginas 371 a 375 (Cap. 58)

-69

Pregunta: Usted dice que todo cuanto ve es usted mismo. También admite que usted ve el mundo como lo vemos nosotros. Aquí está el periódico de hoy con todos los horrores que están sucediendo. Puesto que el mundo es usted mismo, ¿cómo puede explicar este desastre?

Maharaj: ¿En qué mundo está pensando?

Pregunta: En nuestro mundo común, en el que vivimos.

Maharaj: ¿Está usted seguro de que vivimos en el mismo mundo? No me refiero a la naturaleza, el mar y la tierra, las plantas y los animales. Ellos no son el problema, ni tampoco el espacio sin fin, el tiempo infinito, el poder inagotable. No se deje engañar porque me vea comer y fumar, leer y hablar. Mi mente no está aquí, mi vida no está aquí. El mundo de usted, hecho de deseos y de la satisfacción de esos deseos, de miedos y de sus consiguientes escapes, definitivamente no es mi mundo. Ni siquiera lo percibo, excepto a través de lo que usted me cuenta de él. Es su mundo privado de ensueño, y mi única reacción ante eso es pedirle que deje de soñar.

Pregunta: Sin duda, las guerras y las revoluciones no son sueños. Las madres enfermas y los niños muriéndose de hambre no son sueños. La riqueza, mal ganada y mal usada, no es un sueño.

Maharaj: ¿Qué son, si no?

Pregunta: Un sueño no se puede compartir.

Maharaj: Ni tampoco el estado de vigilia. Los tres estados (vigilia, soñar y dormir) son subjetivos, personales e íntimos. Todos ocurren y todos están contenidos en la pequeña burbuja que hay en la consciencia, llamada «yo». El mundo real está más allá del yo.

Pregunta: Yo o no yo, los hechos son reales.

Maharaj: ¡Claro que son reales! Vivo entre ellos. Pero usted vive con fantasías, no con hechos. Los hechos nunca chocan entre sí, mientras que su vida y su mundo están llenos de contradicciones. La contradicción es la señal de lo falso; lo real nunca se contradice a sí mismo.

Por ejemplo, se queja de que la gente es terriblemente pobre. Sin embargo no comparte con ellos lo que tiene. Se preocupa de la guerra en el país de al lado, pero apenas si piensa en ello cuando ocurre en un país lejano. Las variaciones de su ego son las que deciden sus valores; el «yo pienso», «yo quiero», «yo debo» se convierten en absolutos.

Pregunta: Pero el mal es real.

Maharaj: No más real de lo que es usted. El mal radica en el enfoque incorrecto de los problemas creados por la incomprensión y el abuso. Es un círculo vicioso.

Pregunta: Es lo bastante real como para vencernos y crear miserias y atrocidades.

Maharaj: La demencia es universal. La cordura es poco frecuente. Sin embargo, hay esperanza, puesto que en el momento en que percibimos nuestra demencia, estamos en el camino hacia la cordura. Esta es la función del Gurú: hacernos ver la locura de nuestro vivir cotidiano. La vida nos hace conscientes, el maestro nos da conciencia.

Pregunta: Señor, usted no es el primero ni el último. Desde tiempos inmemoriales determinadas personas han estado irrumpiendo en la realidad. Sin embargo, ¡qué poco han influido en nuestras vidas! Los Ramas y los Krishnas, los Buddhas y los Cristos han ido y venido y nosotros estamos como estamos, revolcándonos en sudor y lágrimas. ¿Qué han hecho los grandes seres, de cuyas vidas fuimos testigos? ¿Qué ha hecho usted, señor, para aliviar la carga del mundo?

Maharaj: Sólo usted puede deshacer el mal que usted mismo ha creado, y en cuya raíz está su egoísmo insensible. Ponga primero su casa en orden y entonces verá que su tarea ya está cumplida.

Pregunta: Los hombres de sabiduría y amor que nos precedieron hallaron la verdad, a veces a un coste tremendo. ¿Cuál fue el resultado? Una estrella fugaz, por brillante que sea, no hace la noche menos oscura.

Maharaj: Para juzgarlos a ellos y sus tareas debe usted convertirse en uno de ellos. Una rana en el fondo de un pozo no sabe nada de los pájaros que vuelan en el cielo.

Pregunta: ¿Quiere usted decir que no hay barrera entre el bien y el mal?

Maharaj: No hay barrera porque no hay bien ni mal. En cada situación concreta sólo existe lo necesario y lo innecesario. Lo necesario es correcto, lo innecesario incorrecto.

(...)

Pregunta: ¿Por qué no prevalece la bondad?

Maharaj: En mi mundo real, prevalece. En mi mundo, incluso lo que usted llama el mal es el siervo del bien y por lo tanto, necesario. Es como las erupciones en la piel y las fiebres, que limpian el cuerpo de impurezas. La enfermedad es dolorosa, incluso peligrosa, pero si se trata adecuadamente, sana.

Pregunta: O mata.

Maharaj: En algunos casos la muerte es la mejor cura. La vida puede ser peor que la muerte, que con raras excepciones, no es una experiencia desagradable, sean cuales sean las apariencias. Por lo tanto, compadezca a los vivos, no a los muertos. Este problema de las cosas buenas y malas en sí mismas, no existe en mi mundo. Lo necesario es bueno y lo innecesario es malo. En su mundo lo placentero es bueno y lo doloroso es malo.

Pregunta: ¿Qué es lo necesario?

Maharaj: Crecer es necesario. Crecer todavía más es necesario. Dejar atrás lo bueno para lograr lo mejor es necesario.

Pregunta: ¿Con qué fin?

Maharaj: El fin está en el principio. Usted acaba donde empieza: en lo Absoluto.

(...)

Maharaj: Sacrifique voluntariamente lo imperfecto a lo perfecto y ya no habrá más discusión sobre lo bueno y lo malo.

Pregunta: Sin embargo, tenemos miedo de lo mejor y nos aferramos a lo peor.

Maharaj: Esa es nuestra estupidez, que raya en la demencia.


Páginas 383 a 387 (Cap. 60)

-70

Pregunta: He tenido la suerte de tener compañía santa (satsang) toda mi vida. ¿Es ello suficiente para lograr la autorrealización?

Maharaj: Depende de lo que saque usted de ello.

Pregunta: Me dijeron que la acción liberadora del satsang es automática. Al igual que un río lo lleva a uno al estuario, la influencia sutil y silenciosa de la gente buena me llevará a la realidad.

Maharaj: Lo llevará al río, pero será usted quien deba cruzarlo. La libertad no puede ganarse ni mantenerse sin la voluntad de ser libre. Uno debe esforzarse por liberarse, lo menos que puede hacer es descubrir y eliminar los obstáculos diligentemente. Si quiere usted paz debe esforzarse por ella. No tendrá paz simplemente quedándose quieto.

Pregunta: Un niño sencillamente crece. No hace planes para crecer, ni tiene un patrón de crecimiento, ni crece a trozos, una mano aquí, una pierna allí; crece de forma integral e inconscientemente.

Maharaj: Porque está libre de la imaginación. Usted también puede crecer así, pero no debe dedicarse a proyectos y planes nacidos de la memoria y de la anticipación. Una de las peculiaridades del gnani es que no le preocupa el futuro. Su preocupación por el futuro se debe al miedo al dolor y al deseo de placer; para el gnani todo es bienaventuranza; es feliz con cualquier cosa que llegue.

Respuesta: Sin duda hay muchas cosas que harían desgraciado incluso a un gnani.

Maharaj: Un gnani puede hallar dificultades, pero no le harán sufrir. Llevar a un niño desde el nacimiento a la madurez puede parecer una tarea muy pesada, pero para una madre el recuerdo de las dificultades es un gozo. Nada está mal, con respecto al mundo. Lo que está mal es el modo en que usted lo mira. Es su propia imaginación la que lo engaña. Sin imaginación no hay mundo. Su convicción de que usted es consciente de un mundo es el mundo. El mundo que percibe está hecho de consciencia; lo que llama materia es la propia consciencia. Usted es el espacio (akash) en el que ese mundo se mueve, el tiempo en el que dura, el amor que le da vida. Corte de raíz la imaginación y el apego ¿y qué queda?

Pregunta: Queda el mundo. Quedo yo.

Maharaj: Sí, pero qué distinto es cuando usted puede verlo tal cual es, no a través de la pantalla del deseo y el miedo.

(...)

Maharaj: En mi mundo el amor es la única ley. Yo no pido amor, lo doy. Esa es mi naturaleza.

(...)

Pregunta: Tengo una larga vida detrás de mí y con frecuencia me pregunto si sus muchos acontecimientos ocurrieron por accidente (azar) o había un plan. ¿Había un patrón establecido antes de que yo naciera y según el cual he tenido que vivir mi vida? Si es así, ¿quién hizo ese plan y quién lo impuso? ¿Pudo haber errores y desviaciones? Algunos dicen que el destino es inmutable y que cada segundo de la vida está predeterminado; otros dicen que todo es accidente.

Maharaj: Puede tomarlo como guste. Puede distinguir un patrón en su vida o ver simplemente una cadena de accidentes. La finalidad de las explicaciones es complacer a la mente. No tienen que ser verdaderas. La realidad es indefinible e indescriptible.

(...)

Maharaj: Mi mundo es absolutamente libre; en él todo está determinado por sí mismo, por ello digo que todo sucede por sí mismo. También hay orden en mi mundo, pero no viene impuesto desde fuera. Se produce espontáneamente y de forma inmediata, pues es intemporal. La perfección no está en el futuro: es el ahora.


Páginas 389 a 392 (Cap.61)

-71

Pregunta: Hace falta inteligencia y energía para construir un cuerpo y mantenerlo vivo. ¿De dónde vienen éstas?

Maharaj: Sólo imaginación. La inteligencia y el poder son utilizados en su imaginación, la cual lo ha absorbido tan completamente que usted no se da cuenta de lo lejos de la realidad que ha llegado. No hay duda de que la imaginación es altamente creativa. En ella se construyen universos dentro de universos. Sin embargo, todos están en el espacio y el tiempo, en el pasado y en el futuro, los cuales sencillamente no existen.

(...)

Pregunta: Señor, ¿tiene usted algunos deseos o necesidades? ¿Puedo hacer algo por usted?

Maharaj: ¿Qué puede darme que yo no tenga? Las cosas materiales son necesarias para estar satisfecho. Pero yo estoy satisfecho conmigo mismo. ¿Qué más necesito?

Pregunta: Sin duda, cuando tiene hambre necesita comida y cuando está enfermo, medicinas.

Maharaj: El hambre trae la comida y la enfermedad las medicinas. Todo es tarea de la naturaleza.

Pregunta: Si traigo algo que yo creo que usted necesita, ¿lo aceptará?

Maharaj: El amor que le hizo ofrecerlo me hará aceptarlo.

Pregunta: ¿Y si alguien le ofreciera construirle un hermoso ashram?

Maharaj: Deje que lo haga, deje que gaste una fortuna, que dé empleo a cientos de personas y que alimente a miles.

Pregunta: ¿No es un deseo?

Maharaj: En absoluto. Sólo le pido que lo haga correctamente, sin avaricia, con el corazón. Él estará colmando su deseo, no el mío. Deje que lo haga bien y sea famoso entre los hombres y los dioses.

Pregunta: ¿Pero lo quiere usted?

Maharaj: No lo quiero.

Pregunta: ¿Lo aceptaría?

Maharaj: No lo necesito.

Pregunta: ¿Estaría usted en el ashram?

Maharaj: Si me obligan.

Pregunta: ¿Qué puede obligarle?

Maharaj: El amor de quienes buscan la luz.

(...)

Pregunta: ¿Está usted siempre en estado de samadhi?

Maharaj: Por supuesto que no. Después de todo, el samadhi es un estado mental. Yo estoy más allá de toda experiencia, incluso del samadhi. Soy el gran devorador y destructor: cualquier cosa que toco se disuelve en el vacío (akash).

Pregunta: Necesito los samadhis para autorrealizarme.

Maharaj: Usted tiene toda la autorrealización que necesita, pero no confía. Sea valiente, confíe en sí mismo, vaya, hable, actúe; déle la oportunidad de probarse a sí misma. En algunos casos la realización llega imperceptiblemente y de alguna forma necesitan convencerse. Han cambiado, pero no se dan cuenta. Estos casos no muy espectaculares son con frecuencia los más fiables.


Páginas 393 a 395 (Cap. 61)

-72

Maharaj: El presente «yo soy» es tan falso como el «yo era» y el «yo seré». Es simplemente una idea en la mente, una impresión dejada por el recuerdo, y la identidad separada que crea es falsa. Este hábito de referirnos a un falso centro debe ser abandonado: la idea: «yo veo», «yo siento», «yo pienso», «yo hago», debe desaparecer del campo de la consciencia; lo que queda cuando lo falso ha desaparecido, es lo real.

Páginas 397 y 398 (Cap. 62)

-73

Maharaj: Este cuerpo aparece en la mente de usted, en mi mente no hay nada.

Pregunta: ¿Quiere usted decir que no es consciente de tener cuerpo?

Maharaj: Por el contrario, soy consciente de no tener un cuerpo.

Pregunta: ¡Le estoy viendo fumar!

Maharaj: Exactamente. Me ve fumar. Averigüe por sí mismo cómo llegó a verme fumar y fácilmente se dará cuenta de que su estado mental «yo-soy el cuerpo» es el responsable de la idea «le-estoy-viendo-fumar».

(...)

Maharaj: La idea: «yo-no-soy-el-cuerpo», es un mero antídoto de la idea «yo-soy-el-cuerpo», la cual es falsa. ¿Qué es ese «yo soy»? Salvo que se conozca a sí mismo, ¿cómo puede conocer otra cosa?

(...)

Pregunta: Todo es sólo un sueño.

Maharaj: Todo son meras palabras, ¿de qué le sirven? Usted está atrapado en la red de las definiciones y las formulaciones verbales. Vaya más allá de sus conceptos y de sus ideas. La verdad se halla en el silencio de deseos y pensamientos.

(...)

Pregunta: En el fondo de mi mente hay un zumbido continuo. Pensamientos cortos y débiles pululan y zumban y esa nube sin forma me acompaña siempre. ¿Le sucede lo mismo a usted? ¿Qué hay en el fondo de su mente?

Maharaj: ¡Donde no hay mente, no hay fondo! ¡Soy todo frontal, sin fondo! El vacío habla, el vacío permanece.

Pregunta: ¿No quedan recuerdos?

Maharaj: No quedan recuerdos de placer o dolor pasado. Cada momento es recién nacido.

Pregunta: Sin memoria no puede ser consciente.

Maharaj: Por supuesto que soy consciente, y tengo plena consciencia de ello. ¡No soy un pedazo de madera! Compare usted la consciencia y su contenido, con una nube. Usted está dentro de la nube, mientras que yo la miro. Usted está perdido en ella, apenas puede ver la punta de sus dedos, mientras que yo veo la nube y muchas otras nubes y también el cielo azul, el sol, la luna y las estrellas. La realidad es una para nosotros dos, pero mientras para usted es una prisión, para mí es un hogar.

(...)

Pregunta: ¿Cómo es que aquí mi mente se ocupa de temas tan elevados y le resulta agradable y fácil tratarlos? Cuando vuelvo a casa me encuentro olvidando todo lo que aprendí aquí, preocupado e impaciente, incapaz de recordar mi verdadera naturaleza ni siquiera durante un momento. ¿Cuál puede ser la causa?

Maharaj: Usted vuelve a su infantilismo. No es totalmente adulto, hay niveles que han quedado sin desarrollar porque no han sido atendidos debidamente. Preste total atención a todo aquello que sea inmaduro en usted, primitivo, irrazonable, desagradable e infantil y usted madurará. Lo esencial es la madurez de corazón y de mente. Cuando se elimina el obstáculo principal, que es la falta de atención y la inconsciencia, esa madurez llega sin ningún esfuerzo. En la conciencia, uno crece.


Páginas 400 a 402 (Cap. 62)

-74

Maharaj: Cuando se dé cuenta de que todo viene de su interior, que el mundo en el que vive no ha sido proyectado en usted sino por usted, su miedo terminará. Sin esta realización usted se identifica con las cosas externas, como el cuerpo, la mente, la sociedad, la nación, la humanidad, incluso Dios o lo Absoluto; pero todos ellos son sólo huidas del miedo. Sólo cuando usted acepta totalmente su responsabilidad hacia el pequeño mundo en el que vive y observa el proceso de su creación, su conservación y su destrucción, se libera usted de su imaginario cautiverio.

Pregunta: ¿Por qué debería imaginarme a mí mismo tan malvado?

Maharaj: Lo hace sólo por costumbre. Cambie sus formas de sentir y pensar, haga inventario de ellas y examínelas con cuidado. La atención libera. Usted da por supuestas demasiadas cosas. Empiece a cuestionar. Las cosas más evidentes son las más dudosas. Hágase preguntas tales como «¿nací yo realmente?». «¿Soy yo realmente esto y lo otro?». «¿Cómo sé que existo?». «¿Quiénes son mis padres?». «¿Me han creado ellos o los he creado yo?». «¿Debo creer todo lo que me han dicho sobre mí?». «¿Quién soy yo?». Ha puesto usted demasiada energía en construir una prisión para sí mismo. Utilice ahora la misma cantidad de energía para demolerla. De hecho, la demolición es fácil, puesto que lo falso se disuelve cuando es descubierto. Todo prende de la idea «yo soy». Examínela con todo detalle. Ella está en la raíz de todo problema. Es una especie de piel que lo separa a usted de la realidad. Lo real está tanto dentro como fuera de la piel, pero la propia piel no es lo real. Esa idea «yo soy» no nació con usted. Podría haber vivido muy bien sin ella. Llegó más tarde a causa de que usted se identificó con el cuerpo. Ello creó una ilusión de separación donde no había tal. Lo convirtió a usted en un extraño en su propio mundo, y convirtió al mundo en extraño y enemigo. Sin el sentido del «yo soy» la vida sigue. Hay momentos en los que estamos sin el sentido del «yo soy», en paz y felices. Con la vuelta del «yo soy» el problema comienza.

(...)

Pregunta: Tengo ambiciones espirituales específicas, ¿no debo luchar para colmarlas?

Maharaj: Ninguna ambición es espiritual. Todas las ambiciones existen para el «yo soy». Si realmente quiere progresar, debe abandonar toda idea de logro personal. Las ambiciones de los así llamados yoguis son absurdas. El deseo del hombre por la mujer es la inocencia misma comparada a la lujuria de una bienaventuranza personal eterna. La mente es un engaño. Cuanto más piadosa parece, peor es su traición.

Pregunta: Con frecuencia la gente viene a usted con sus problemas mundanos y piden ayuda. ¿Cómo sabe usted qué debe decirles?

Maharaj: Les digo simplemente lo que me viene a la mente en ese momento. No tengo un procedimiento fijo para tratar con la gente.

(...)

Maharaj: Lo principal es ser totalmente consciente de que ni usted ni quien está frente a usted son meros cuerpos; si la conciencia de usted es clara y plena, el error será menos probable.


Páginas 404 a 406 (Cap. 63)

-75

Maharaj: Me conozco a mí mismo como soy en realidad. No soy ni el cuerpo, ni la mente, ni las facultades mentales. Estoy más allá de todos ellos.

Pregunta: ¿Es usted simplemente nada?

Maharaj: Vamos, sea razonable. Por supuesto que soy, y de lo más tangible. Sólo que no soy lo que usted pueda pensar que soy. Esto se lo dice todo.

Pregunta: No me dice nada.

Maharaj: Porque no puede ser dicho. Debe adquirir su propia experiencia. Usted está acostumbrado a tratar con cosas, físicas y mentales. Yo no soy una cosa, ni usted tampoco. No somos ni materia ni energía, ni cuerpo ni mente. Una vez que vislumbre su propio ser no me encontrará difícil de comprender.

Creemos en demasiadas cosas de oídas. Creemos en tierras y gentes lejanas, en cielos e infiernos, en dioses y diosas, todo porque nos lo han dicho. Igualmente nos dijeron cosas sobre nosotros mismos, nuestros padres, el nombre, la posición, los deberes y así sucesivamente. Pero nunca nos preocupamos de verificarlo. El camino hacia la verdad se abre a través de la destrucción de lo falso. Y para destruir lo falso, debe usted cuestionar sus creencias más arraigadas. De todas ellas, la peor es la creencia de que usted es el cuerpo. Con el cuerpo llega el mundo, con el mundo llega Dios, quien se supone que ha creado el mundo y así comienzan los miedos, las religiones, las plegarias, los sacrificios y todo tipo de sistemas; todo para proteger al niño/hombre aterrorizado por monstruos que él mismo ha creado. Dése cuenta de que usted es lo que no puede nacer ni morir, y al cesar el miedo terminará también todo el sufrimiento.

Lo inventado por la mente es destruido por ella. Pero lo real no es inventado y no puede ser destruido. Aférrese a eso sobre lo cual la mente no tiene poder. Eso sobre lo que le estoy hablando no está ni en el pasado ni en el futuro. Ni tampoco en la vida diaria tal como fluye en el ahora. Es intemporal y su intemporalidad total está más allá de la mente. Mi Gurú y sus palabras: «Tú eres yo mismo» están intemporalmente conmigo. Al principio tuve que fijar mi mente en ello, pero ahora se ha vuelto natural y fácil. El punto cuando la mente acepta las palabras del Gurú como verdaderas y las vive espontáneamente en cada detalle de la vida diaria, es el umbral de la realización. En cierto modo es la salvación por la fe, pero la fe debe ser intensa y duradera.

Sin embargo, no debe usted pensar que la fe por sí misma basta. La fe expresada en la acción es un medio seguro para la realización. Es el más efectivo entre todos los medios. Hay maestros que niegan la fe y sólo confían en la razón. En realidad no niegan la fe, sino las creencias ciegas. La fe no es ciega. Es la voluntad de intentar algo.


Páginas 408 y 409 (Cap. 64)

-76

Pregunta: ¿Qué experiencia se acerca más a lo Supremo?

Maharaj: Una inmensa paz y un amor ilimitado. Comprenda que todo cuanto hay de verdadero, noble y hermoso en el universo, todo viene de usted, que usted mismo es el origen de ello. Los dioses y las diosas que supervisan el mundo pueden ser los seres más bellos y gloriosos; pero al mismo tiempo son como criados lujosamente vestidos, que proclaman el poder de la riqueza de su amo.

Pregunta: ¿Cómo alcanza uno el Estado Supremo?

Maharaj: Renunciando a todos los deseos menores. Mientras esté satisfecho con lo inferior no puede alcanzar lo superior. Todo cuanto le complazca, le retiene a usted. Hasta que se dé cuenta de lo insatisfactorio, transitorio y limitado que es todo, y ponga todas sus energías en un gran anhelo, ni siquiera habrá dado el primer paso. Por otro lado, la integridad del deseo por lo Supremo es por sí misma una llamada a lo Supremo. Nada físico o mental puede darle libertad. Usted se libera cuando comprende que su cautiverio lo ha creado usted mismo y entonces deja de forjar las cadenas que lo atan.

(...)

Maharaj: Basta con que no imagine ser el cuerpo. La idea «yo-soy-el-cuerpo» es la mayor calamidad, le ciega por completo a su naturaleza real. No piense ni siquiera un momento que usted es el cuerpo. No se dé nombre ni forma. La realidad se encuentra en la oscuridad y el silencio.


Páginas 411 y 412 (Cap. 64)

-77

Maharaj: No habrá choques de intereses entre usted y los demás. Toda explotación cesará. Toda acción suya será beneficiosa, cada movimiento suyo será una bendición.

Pregunta
: Es todo muy tentador, ¿pero cómo debo proceder para realizar mi ser universal?

Maharaj: Tiene dos maneras: puede entregar su corazón y su mente al descubrimiento de sí, o puede aceptar mis palabras como verdaderas y actuar en consecuencia. Es decir, o bien se vuelve totalmente interesado en sí mismo o totalmente desinteresado. Lo que importa es la palabra «totalmente». Para alcanzar lo Supremo debe usted ser extremado.

Pregunta: ¿Cómo puedo aspirar a semejantes alturas, siendo yo tan pequeño y limitado?

Maharaj: Realícese a sí mismo como el océano de la consciencia en el que todo sucede. No es difícil. Un poco de atención, una observación detallada de uno mismo y pronto verá que ningún acontecimiento está fuera de su consciencia.


Páginas 418 y 419 (Cap. 65)

-78

Maharaj: La Verdad sólo puede ser expresada mediante la negación de lo falso, en la acción. Para ello debe usted ver lo falso como falso (viveka) (discernimiento) y rechazarlo (vairagya) (desapego). Renunciar a lo falso libera y energiza. Nos abre el camino hacia la perfección.

Pregunta: ¿Cuándo sé que he descubierto la verdad?

Maharaj: Cuando ya no surge la idea «esto es verdad», «eso es verdad». La Verdad no se afirma a sí misma, consiste en ver lo falso como falso y rechazarlo. Es inútil buscar la verdad cuando la mente está ciega a lo falso. Antes de que asome en ella la verdad, debe ser totalmente purgada de lo falso.

Pregunta: ¿Pero qué es falso?

Maharaj: Lo que no tiene ser es falso.

Pregunta: ¿Qué significa no tener ser? Lo falso está ahí, duro como un clavo.

Maharaj: Lo que se contradice a sí mismo, no tiene ser. O sólo tiene ser momentáneo, lo cual viene a ser lo mismo. Dado que lo que tiene un principio y un final no tiene intermedio, está hueco. Sólo tiene el nombre y la forma que la mente le ha dado, pero no tiene sustancia ni esencia.

Pregunta: Si todo lo que acaba no tiene ser, el universo tampoco tiene ser.

Maharaj: ¿Quién ha dicho lo contrario? Por supuesto que el universo no tiene ser.

Pregunta: ¿Qué tiene ser?

Maharaj: Aquello que para su existencia no depende de nada, que no surge cuando surge el universo ni se acaba cuando se acaba el universo; que no necesita de ninguna prueba, pero transmite realidad a todo cuanto toca. En la naturaleza de lo falso está la cualidad de parecer momentáneamente real. Se podría decir que lo verdadero se convierte en el padre de lo falso. Pero lo falso está limitado en el tiempo y en el espacio y está producido por las circunstancias.


Páginas 423 y 424 (Cap. 66)

-79

Maharaj: Lo real es inconcebible y no puede ser unido a ningún propósito. Hay que quererlo por sí mismo.

Pregunta: ¿Cómo puedo querer lo inconcebible?

Maharaj: ¿Qué otra cosa existe digna de ser querida? Por supuesto, lo real no puede ser deseado como se desea una cosa. Pero usted puede ver lo irreal como irreal y descartarlo. Descartar lo falso es lo que abre el camino a lo verdadero.

Pregunta: Comprendo, ¿pero a qué se parece en la vida diaria real?

Maharaj: El interés propio y el egocentrismo son los distintivos de lo falso. La vida diaria de usted oscila entre el deseo y el miedo. Obsérvela con atención y verá cómo la mente asume innumerables nombres y formas, como un río espumeante entre las peñas. Rastree el motivo egoísta que hay tras cada acción y mírelo atentamente hasta que se disuelva.

Pregunta: Para vivir uno debe cuidar de sí mismo, ganar dinero para uno mismo.

Maharaj: No necesita ganarlo para sí mismo, pero puede que deba hacerlo para una esposa y un hijo. Puede que tenga que seguir trabajando para los demás. Incluso sólo mantenerse vivo puede ser un sacrificio. Pero no hay ninguna necesidad de ser egoísta. Deseche todo motivo egoísta en cuanto lo vea y no necesitará buscar la verdad; la verdad lo encontrará a usted.

(...)

Maharaj: Nada puede hacerle más feliz de lo que usted ya es. Toda búsqueda de felicidad es una desgracia y conduce a más desgracia. La única felicidad digna de ese nombre es la felicidad natural del ser consciente.


Páginas 424 a 426 (Cap. 66)

-80

Maharaj: Yo soy lo que soy, ni con forma ni sin forma, ni consciente ni inconsciente. Estoy fuera de todas esas categorías.

(...)

Pregunta: ¿Quiere usted decir que es sencillamente nada?

Maharaj: ¡Oh, no! Soy completo y perfecto. Soy la esencia del ser, el conocimiento del conocer, la plenitud de la felicidad. ¡No puede reducirme al vacío!

(...)

Maharaj: Créame, no necesita otra cosa, salvo ser lo que usted es. (...) Lo que necesita es la eliminación, la purificación de todo cuanto es extraño a su naturaleza. Todo lo demás es vanidad.

(...)

Maharaj: No se trata de progreso, ya que eso a lo que usted llega ya está ahí en usted, esperándole.


Páginas 431 a 433 (Cap. 67)

-81

Maharaj: El ser no necesita pruebas; prueba todo lo demás. Si sólo profundizaran en el hecho de ser y descubrieran la vastedad y la gloria de las que el «yo soy» es la puerta, y cruzaran esa puerta y fueran más allá de ella, su vida estaría llena de felicidad y luz. Créame, el esfuerzo necesario no es nada comparado con los descubrimientos a los que se llega.

Página 435 (Cap. 67)

-82

Pregunta: ¿Qué es correcto y qué es incorrecto?

Maharaj: En términos relativos, lo que causa sufrimiento es incorrecto, y lo que lo alivia es correcto. En términos absolutos, lo que le lleva a usted de vuelta a la realidad es correcto, y lo que empaña la realidad es incorrecto.


Páginas 438-439 (Cap. 68)

-83

Pregunta: La adecuada provisión de medios de vida es buena para todos. Tal vez usted sea el mismo Dios, pero para hablarnos a nosotros necesita un cuerpo bien alimentado.

Maharaj: Usted es quien necesita mi cuerpo para que le hable, no yo. Yo no soy mi cuerpo ni lo necesito. Yo sólo soy el testigo. No tengo forma propia. Ustedes están tan acostumbrados a verse a sí mismos como cuerpos que tienen consciencia, que sencillamente no pueden imaginar a la consciencia teniendo cuerpos. Cuando comprendan que la existencia corporal es sólo un estado de la mente, un movimiento en la consciencia, cuando se den cuenta de que el océano de la consciencia es infinito y eterno, y cuando en contacto con la consciencia, ustedes sean sólo los testigos, entonces serán capaces de ir más allá de la consciencia para siempre.

Pregunta: Se nos dice que hay muchos niveles de existencia. ¿Existe y funciona usted en todos los niveles? Mientras está usted en la tierra, ¿está también en el cielo (swarga)?

Maharaj: ¡No estoy en ninguna parte donde se me pueda encontrar! No soy una cosa a la que se da un lugar entre otras cosas. Todo está en mí, pero yo no estoy en todo. Usted me está hablando de la superestructura, mientras que a mí me interesan los cimientos. Las superestructuras se levantan y caen, pero los cimientos permanecen. No estoy interesado en lo transitorio, y usted no habla de otra cosa.

Pregunta: Perdóneme una pregunta extraña. Si alguien con una afilada espada le cortara de pronto la cabeza, ¿qué diferencia habría para usted?

Maharaj: Absolutamente ninguna. El cuerpo perderá su cabeza, ciertas líneas de comunicación serán cortadas, eso es todo. Dos personas se hablan por teléfono y de pronto el cable es cortado. A la gente no le pasa nada, tan sólo deben buscar algún otro medio de comunicación. El Bhagavad Gita dice: «La espada no lo corta». Literalmente es así. Está en la naturaleza de la consciencia el sobrevivir a sus vehículos. Es como el fuego. Hace arder el combustible, pero no se quema a sí mismo. Así como el fuego puede durar más que una montaña de combustible, la consciencia sobrevive a innumerables cuerpos.

(...)

Pregunta: Entonces ¿cómo puedo alcanzarle?

Maharaj: Tenga conciencia de ser consciente y busque la fuente de la consciencia. Eso es todo. Es muy poco lo que puede comunicarse con palabras. Hacer lo que le digo le traerá la luz, no mis palabras. Los medios no importan mucho; lo que cuenta es el deseo, la urgencia, la seriedad.


Páginas 439-440 (Cap. 68)

-84

Pregunta: ¿No es lo irreal la expresión de lo real?

Maharaj: ¿Cómo podría serlo? Es como decir que la verdad se expresa a sí misma en sueños. Para lo real lo irreal no existe. Parece real sólo porque usted cree en ello. Póngalo en duda y ello cesa. Cuando usted está enamorado de alguien, le da realidad, imagina que su amor es todopoderoso y eterno. Cuando termina, usted dice: «Creí que era real, pero no lo era». La transitoriedad es la mejor prueba de irrealidad. Lo que está limitado en tiempo y espacio y es sólo aplicable a una persona, no es real. Lo real es para todos y para siempre.

Por encima de todo lo demás usted se aprecia a sí mismo. No aceptaría nada a cambio de su existencia. El deseo de ser es el más fuerte de todos los deseos y sólo desaparecerá con la realización de su verdadera naturaleza.

Pregunta: Pero incluso en lo irreal hay un toque de realidad.

Maharaj: Sí, la realidad que usted le infunde al considerarlo real. Tras haberse convencido a sí mismo, usted es cautivo de su convicción.


Página 447 (Cap. 69)

-85

Pregunta: He estado en el Sri Ramanashram y también he visitado Rishikesh. ¿Puedo preguntarle cuál es su opinión sobre Ramana Maharshi?

Maharaj: Ambos estamos en el mismo antiguo estado. ¿Pero qué sabe usted de Maharshi? Usted se considera a sí mismo como un nombre y un cuerpo, de modo que todo cuanto percibe son nombres y cuerpos.

Pregunta: Si se encontrara con Maharshi, ¿qué sucedería?

Maharaj: Probablemente nos sentiríamos muy felices. Tal vez incluso cambiáramos unas cuantas palabras.

Pregunta: ¿Lo reconocería él a usted como un hombre liberado?

Maharaj: Por supuesto. Igual que un hombre reconoce a un hombre, un gnani reconoce a un gnani. Usted no puede apreciar lo que no ha experimentado. Usted es lo que cree que es, pero no puede creer que es lo que no ha experimentado.

Pregunta: Para hacerme ingeniero, debo aprender ingeniería. Para convertirme en Dios, ¿qué debo aprender?

Maharaj: Debe desaprenderlo todo. Dios es el fin de todo deseo y conocimiento.


Páginas 449 y 450 (Cap. 70)

-86

Pregunta: Conozco lo manifestado porque participo en ello. Admito que mi participación es muy pequeña; sin embargo, es tan real como la totalidad. Y lo que es más importante, yo le doy significado. Sin mí, el mundo es oscuro y silencioso.

Maharaj: ¡Una luciérnaga iluminando el mundo! Usted no da sentido al mundo, usted se lo encuentra. Profundice en sí mismo y encuentre la fuente de la que fluye todo significado. Sin duda, no es la mente superficial la que puede dar significado.

Pregunta: ¿Qué me hace limitado y superficial?

Maharaj: Lo total está disponible y abierto, pero usted no lo toma. Usted está apegado a la pequeña persona que cree ser. Sus deseos son estrechos, sus ambiciones mezquinas. Después de todo, sin un centro de percepción, ¿dónde estaría lo manifestado? Si no es percibido, lo manifestado es como lo inmanifestado. Y usted es el punto perceptor, la fuente no-dimensional de todas las dimensiones. Conózcase a sí mismo como lo total.

Pregunta: ¿Cómo puede un punto contener un universo?

Maharaj: En un punto hay bastante espacio para infinidad de universos. Capacidad no falta. El único problema es la autolimitación. Pero usted no puede escapar de sí mismo. Por lejos que vaya, volverá a sí mismo y a la necesidad de comprender este punto que es como nada y al mismo tiempo es el origen de todo.

Pregunta: Vine a la India buscando un maestro de yoga, y sigo buscándolo.

Maharaj: ¿Qué tipo de Yoga quiere usted practicar, el yoga del recibir o el yoga del dar?

Pregunta: ¿Al final no vienen a ser lo mismo?

Maharaj: ¿Cómo puede serlo? El uno esclaviza, el otro libera. El motivo es de suprema importancia. La libertad llega a través de la renuncia. Toda posesión esclaviza.


Páginas 451 y 452 (Cap. 70)

-87

Pregunta: ¿Por qué tanta insistencia en renunciar a todos los deseos y los miedos? ¿No son algo natural?

Maharaj: No lo son. Son productos de la mente. Debe usted abandonarlo todo para saber que no necesita nada, ni siquiera su cuerpo. Sus necesidades son irreales y sus esfuerzos carecen de sentido. Usted se imagina que sus posesiones lo protegen, cuando en realidad lo vuelven vulnerable. Realícese a sí mismo como algo separado de todo lo que pueda ser señalado como «esto» o «aquello». Usted es inalcanzable mediante la experiencia sensorial o la construcción verbal. Apártese de ellas. Niéguese a personalizarse.

Pregunta: Después de haberle escuchado, ¿qué debo hacer?

Maharaj: Tan sólo escuchar no le ayudará mucho. Debe mantenerlo en la mente y meditar sobre ello tratando de comprender el estado mental que me hace decir lo que digo. Yo hablo desde la verdad; extienda la mano y tómela. Usted no es lo que cree ser, se lo aseguro. La imagen que usted tiene de sí mismo está hecha de recuerdos, y es puramente accidental.

Pregunta: Lo que soy es el resultado de mi karma.

Maharaj: Usted no es lo que parece ser. Karma es sólo una palabra que usted ha aprendido a repetir. Usted nunca ha sido ni será una persona. Niéguese a considerarse una persona. Pero mientras ni siquiera dude de que es el Sr. Fulano de Tal, hay poca esperanza. Si usted se niega a abrir los ojos, ¿qué se le puede mostrar?

Pregunta: Imagino que el karma es un poder misterioso que me empuja a moverme hacia la perfección.

Maharaj: Eso es lo que le han dicho. Usted ya es perfecto, aquí y ahora. Lo perfectible no es usted. Usted se imagina que es lo que no es. Detenga eso. Lo importante es la cesación, no lo que usted va a detener.

Pregunta: ¿No me ha obligado el karma a convertirme en lo que soy?

Maharaj: Nada obliga. Usted es como usted cree ser. Deje de creer.

Pregunta: Usted está ahí sentado y hablándome. Lo que le impulsa a ello es su karma.

Maharaj: Nada me impulsa. Hago lo que hay que hacer. Sin embargo, usted hace demasiadas cosas innecesarias. Su negativa a investigar es lo que crea karma. La indiferencia hacia su propio sufrimiento es lo que lo perpetúa.

Pregunta: Sí, es verdad. ¿Qué puede acabar con esta indiferencia?

Maharaj: La urgencia debe llegar desde dentro, como una oleada de desapego y compasión.

Pregunta: ¿Puedo ir al encuentro de esa urgencia?

Maharaj: Por supuesto. Observe su propia situación, observe la situación del mundo.

Pregunta: Nos han hablado del karma, de la reencarnación, de la evolución y del yoga, de maestros y discípulos. ¿Qué debemos hacer con todo este conocimiento?

Maharaj: Déjelo todo tras de sí. Olvídelo. Avance liberado de ideas y de creencias. Abandone todas las estructuras verbales, todas las verdades relativas, todos los objetivos tangibles. Lo absoluto sólo puede alcanzarse mediante una devoción absoluta. No lo haga a medias.

Pregunta: Debo comenzar con alguna verdad absoluta. ¿Hay alguna?

Maharaj: Sí, existe el sentimiento «yo soy». Empiece con eso.

Pregunta: ¿Nada más es verdad?

Maharaj: Todo lo demás no es ni verdadero ni falso. Parece real cuando aparece, desaparece cuando es negado. Una cosa transitoria es un misterio.

Pregunta: Yo creía que el misterio era lo real.

Maharaj: ¿Cómo es posible? Lo real es simple, abierto, claro y bondadoso, bello y gozoso. Está completamente libre de contradicciones. Es siempre nuevo, fresco y creativo. El ser y el no-ser, la vida, la muerte y todas las distinciones se funden en él.

(...)

Maharaj: La función legítima de la mente es decirle a usted lo que no es. Pero si quiere usted conocimiento positivo, debe ir más allá de la mente.

Pregunta: En todo el universo ¿hay alguna cosa de valor?

Maharaj: Sí, el poder del amor.


Páginas 453 a 455 (Cap. 70)

-88

Maharaj: El veneno es el sentido «yo soy una persona en el tiempo y el espacio». En cierta forma, el propio tiempo es el veneno. En el tiempo todas las cosas acaban y nacen otras nuevas, para ser a su vez devoradas. No se identifique con el tiempo y vea cómo devora al mundo. Diga: «Bueno, la naturaleza del tiempo es acabar con todo. Dejémoslo ser. No es de mi incumbencia. ¡Yo no soy combustible!».

Pregunta: ¿Puede existir el testigo sin cosas que atestiguar?

Maharaj: Siempre hay algo que atestiguar. Si no es una cosa, es su ausencia. El atestiguar es natural y no es ningún problema. El problema es el excesivo interés, que lleva a la autoidentificación. Usted considera real cualquier cosa en la que esté metido.

Pregunta: ¿Es el «yo soy» real o irreal? ¿Es el «yo soy» el testigo? ¿Es el testigo real o irreal?

Maharaj: Lo que es puro, sin mezcla y desapegado, es real. Lo que está manchado y revuelto, lo que es dependiente y transitorio, es irreal. No se deje engañar por las palabras: una palabra puede transmitir varios significados e incluso significados contradictorios. El «yo soy» que persigue lo placentero y huye de lo desagradable, es falso, el «yo soy» que ve el placer y el dolor como inseparables ve correctamente. El testigo que está enredado en lo que percibe, es la persona; el testigo que permanece a distancia, inamovible e inafectado, es el puesto de observación de lo real, es el punto en el que la conciencia, inherente en lo inmanifiesto, entra en contacto con lo manifiesto. No puede haber universo sin testigo, no puede haber testigo sin el universo.

(...)

Pregunta: El mundo está lleno de cosas y gentes deseables. ¿Cómo puedo imaginarlo no-existente?

Maharaj: Deje lo deseable a los que desean. Cambie la corriente de su deseo del recibir al dar. La pasión de dar, de compartir, de modo natural borrará de su mente la idea de un mundo externo, y también la idea del dar. Sólo queda el puro esplendor del amor, más allá del dar y el recibir.

Pregunta: En el amor debe haber dualidad, el amante y el amado.

Maharaj: En el amor ni siquiera existe el uno, ¿cómo puede haber dos? El amor es el rechazo a separar, a hacer distinciones. Antes de pensar en la unidad, primero debe crear la dualidad. Cuando ama verdaderamente, usted no dice: «te amo», cuando se nombra algo, hay dualidad.


Páginas 468 a 470 (Cap. 72)

-89

Pregunta: Apenas si usa los términos «correcto» e «incorrecto». ¿Por qué?

Maharaj: Ser uno mismo es correcto, no serlo es incorrecto. Todo lo demás es condicional.

(...)

Pregunta: ¿Son la conciencia y el amor una y la misma cosa?

Maharaj: Por supuesto. La conciencia es dinámica, el amor es ser. La conciencia es el amor en acción.

(...)

Maharaj: Sólo recuerde que nada perceptible es real. La actividad no es acción. La acción es oculta, desconocida, incognoscible. Sólo se puede conocer su fruto.

(...)

Pregunta: Aquí estoy sentado frente a usted. ¿Qué parte de ello es imaginación?

Maharaj: Todo. Incluso el espacio y el tiempo son imaginados.

Pregunta: ¿Significa eso que yo no existo?

Maharaj: Yo tampoco existo. Toda existencia es imaginaria.

Pregunta: ¿El ser es también imaginario?

Maharaj: El puro ser, que lo llena todo y que está más allá de todo, no es existencia, la cual es limitada. Toda limitación es imaginaria, sólo lo ilimitado es real.

Pregunta: Cuando me mira a mí, ¿qué ve usted?

Maharaj: Lo veo imaginando que usted es.

Pregunta: Hay muchos como yo. Sin embargo, cada uno es diferente.

Maharaj: La totalidad de todas las proyecciones es lo que se llama mahamaya, la Gran Ilusión.

Pregunta: Pero cuando se mira a sí mismo, ¿qué ve usted?

Maharaj: Depende de cómo mire. Cuando miro a través de la mente, veo a innumerables personas. Cuando miro más allá de la mente, veo al testigo. Más allá del testigo está la intensidad infinita del vacío y el silencio.

Pregunta: ¿Cómo hay que tratar con la gente?

Maharaj: ¿Por qué hacer planes y para qué? Esas preguntas muestran ansiedad. La relación es una cosa viva. Esté en paz con su ser interior y estará en paz con todo el mundo. Dése cuenta de que usted no es el dueño de lo que sucede, no puede controlar el futuro salvo en asuntos puramente técnicos. La relación humana no puede ser planeada, pues es demasiado rica y variada. Sencillamente sea comprensivo y compasivo, libre de toda finalidad egoísta.

Pregunta: Claro que no soy el dueño de lo que sucede, más bien soy su esclavo.

Maharaj: No sea ni el dueño ni el esclavo. Manténgase distanciado.

Pregunta: ¿Implica eso evitar la acción?

Maharaj: No puede evitar la acción. La acción sucede, como todo lo demás.

Pregunta: Sin duda mis acciones las puedo controlar.

Maharaj: Inténtelo. Pronto verá que usted hace lo que debe hacer.

Pregunta: Puedo actuar según mi voluntad.

Maharaj: Usted conoce su voluntad sólo después de haber actuado.

(...)

Pregunta: En lo manifestado, ¿cuál es el sello de lo inmanifestado?

Maharaj: No hay ninguno. En el momento en que usted comienza a buscar el sello de lo inmanifestado, lo manifestado se disuelve. Si trata de comprender lo inmanifestado con la mente, inmediatamente va más allá de la mente, al igual que cuando remueve el fuego con un palo de madera, quema el palo. Emplee la mente para investigar lo manifestado. Sea como el pollo que picotea el cascarón. Especular sobre la vida fuera de él le hubiera servido de muy poco, pero al picotear el cascarón lo rompe desde dentro y se libera. Del mismo modo, rompa la mente desde dentro investigando y exponiendo sus contradicciones y sus absurdos.

Pregunta: El anhelo de romper el cascarón, ¿de dónde viene?

Maharaj: De lo inmanifestado.


Páginas 472 a 475 (Cap. 72)

-90

No es la persona la que hace sadhana. La persona está inquieta y oponiendo resistencia hasta el final. El testigo es quien trabaja sobre la persona, sobre la totalidad de sus ilusiones, pasadas, presentes y futuras.

Página 479 (Cap. 73)

-91

Pregunta: Cuando le pregunto cómo sabe que usted es un gnani, usted responde: «no hallo ningún deseo en mí». ¿No es esto una prueba?

Maharaj: Si estuviera lleno de deseos, seguiría siendo lo que soy.

Pregunta: Yo, lleno de deseos, y usted, lleno de deseos; ¿qué diferencia habría entre nosotros?

Maharaj: Usted se identifica con sus deseos y se convierte en esclavo de ellos. Para mí los deseos son una cosa entre muchas otras cosas, meras nubes en el cielo mental, y no me siento obligado a actuar basándome en ellos.

(...)

Pregunta: Cuando su cuerpo muere, usted permanece.

Maharaj: Nada muere. El cuerpo sólo es imaginado. No existe tal cosa.

(...)

Maharaj: La inmortalidad es liberarse del sentimiento: «yo soy». Sin embargo, no es la extinción. Por el contrario, es un estado infinitamente más real, más consciente y más feliz de lo que usted pueda llegar a pensar. Sólo que ya no hay consciencia de sí mismo.


Páginas 481 y 482 (Cap. 73)

-92

Pregunta: Su suposición de que estamos en un estado de ensueño, hace que su suposición sea intocable. Cualquier objeción que planteemos, usted simplemente niega su validez. ¡Así no se puede discutir con usted!

Maharaj: El deseo de discutir es también un mero deseo. El deseo de conocer, de lograr el poder, incluso el deseo de existir, son tan sólo deseos. Todos desean ser, sobrevivir, continuar, porque ninguno está seguro de sí mismo. Pero todos son inmortales. Usted se hace mortal al tomarse a sí mismo por el cuerpo.

Pregunta: Dado que usted ha encontrado su libertad, ¿no me daría un poco de ella?

Maharaj: ¿Por qué un poco? Tómela toda. Tómela, está ahí para que la tomen. ¡Pero usted tiene miedo a la libertad!

Pregunta: A Swami Ramdas le hicieron una petición similar. Algunos devotos se congregaron un día y comenzaron a pedir la liberación. Ramdas escuchó sonriente, luego de pronto se puso serio y dijo: «Podéis tenerla, aquí y ahora, una libertad absoluta y permanente. El que la quiera, que dé un paso al frente». Nadie se movió. Repitió la oferta tres veces. Ninguno aceptó. Entonces dijo: «retiro la oferta».

Maharaj: El apego destruye el valor. El dador siempre está dispuesto a dar, pero no hay nadie que reciba. La libertad significa abandonar. La gente simplemente no quiere abandonarlo todo. No saben que lo finito es el precio de lo infinito, al igual que la muerte es el precio de la inmortalidad. La madurez espiritual es la disposición a abandonarlo todo. El abandono es el primer paso. Pero el auténtico abandono es darse cuenta de que no hay nada que abandonar, puesto que nada es de uno. Es como en el sueño profundo; usted no abandona su cama cuando se queda dormido: simplemente se olvida de ella.


Página 484 (Cap. 73)

-93

Maharaj: La no-identificación, cuando es natural y espontánea, es la liberación. No necesita saber lo que usted es. Saber lo que no es es suficiente. Lo que usted es nunca lo sabrá, puesto que cada descubrimiento revela nuevas dimensiones a conquistar. Lo desconocido no tiene límites.

Pregunta: ¿Significa eso una ignorancia eterna?

Maharaj: Significa que la ignorancia nunca existió. La verdad está en el descubrir, no en lo descubierto. Y para el descubrir no hay ni principio ni fin. Cuestione los límites, vaya más allá, póngase tareas aparentemente imposibles: ese es el camino.


Páginas 493 y 494 (Cap. 74)

-94

Pregunta: No he comprendido bien el papel del ser interno en las tareas espirituales. ¿Quién hace el esfuerzo? ¿El ser interno o el externo?

Maharaj: Ha inventado usted palabras como esfuerzo, interno, externo, ser, etc. y trata de imponerlas en la realidad. Sucede que las cosas son como son, pero queremos meterlas dentro de un molde establecido por la estructura de nuestro lenguaje. Es tan fuerte este hábito, que tendemos a negar realidad a lo que no puede ser verbalizado. Nos negamos a ver que las palabras son meros símbolos que a través de la convicción y el hábito, están relacionados con experiencias repetidas.

Pregunta: ¿Qué valor tienen los libros espirituales?

Maharaj: Ayudan a disipar la ignorancia. Son útiles al principio, pero al final se convierten en un obstáculo. Uno debe saber cuándo descartarlos.

(...)

Pregunta: Me siento como el hombre que está ante una puerta. Sé que la puerta está abierta, pero está guardada por los perros del deseo y el miedo. ¿Qué debo hacer?

Maharaj: Obedezca al maestro y desafíe a los perros. Compórtese como si no estuvieran allí. De nuevo, la obediencia es la regla de oro. La libertad se gana mediante la obediencia. Para escapar de la prisión uno debe obedecer incuestionablemente las instrucciones enviadas por aquellos que trabajan para la liberación de uno.

Pregunta: Las palabras del Gurú, si son meramente oídas, tienen poco poder. Uno debe tener fe para obedecerlas. ¿Qué es lo que crea esa fe?

Maharaj: Cuando llega el momento, llega la fe. Todo llega a su tiempo. El Gurú siempre está listo para compartir, pero no hay quien recibe.

Pregunta: Sri Ramana Maharshi solía decir: Gurús hay muchos, ¿pero dónde están los discípulos?

Maharaj: Bueno, a su debido tiempo todo sucede. Todo se realizará, ni una sola alma (jiva) se perderá.

Pregunta: Tengo mucho miedo de confundir la comprensión intelectual con la realización. Puedo hablar de la verdad sin conocerla y puede que la conozca sin decir ni una palabra. Tengo entendido que estas conversaciones van a ser publicadas. ¿Qué efecto ejercerán sobre los lectores?

Maharaj: En el lector atento y serio, las conversaciones madurarán y producirán flores y frutos. Las palabras basadas en la verdad, si son examinadas con seriedad, tienen su propio poder.


Páginas 499 a 501 (Cap. 75)

-95

Maharaj: Todo sufrimiento es causado por el aislamiento egoísta, por la estrechez de miras y por la codicia. Cuando la causa del sufrimiento es descubierta y eliminada, el sufrimiento cesa.

(...)

Maharaj: Una vez que está usted integrado internamente, el conocimiento externo le llega espontáneamente. En cada momento de su vida sabe lo que necesita saber. En el océano de la mente universal, está contenido todo el conocimiento; es suyo con sólo pedirlo. La mayoría de ello puede que nunca necesite conocerlo, pero de todas formas es suyo. Y lo mismo que ocurre con el conocimiento, ocurre con el poder. Cualquier cosa que sienta que hay que hacer, sucederá. Sin duda, Dios se ocupa de su tarea de dirigir el úniverso, pero se alegra de tener alguna ayuda. Cuando el ayudante es desinteresado e inteligente, todos los poderes del universo están a su disposición.

Pregunta: ¿Incluso los ciegos poderes de la naturaleza?

Maharaj: No hay poderes ciegos. La consciencia es poder. Sea consciente de lo que es necesario hacer y ello será hecho. Sólo manténgase alerta, y tranquilo. Una vez que usted llega a su destino y conoce su verdadera naturaleza, su existencia se convierte en una bendición para todos. Puede que usted no lo sepa ni lo sepa el mundo, no obstante, la ayuda irradia. Hay gente en el mundo que hace más bien que todos los estadistas y todos los filántropos juntos. Irradian luz y paz sin intención y sin conocimiento. Cuando otros les hablan de los milagros que han hecho, ellos también se quedan sorprendidos. Sin embargo, al no considerar nada como propio, ni se sienten orgullosos ni ansían reputación. Simplemente son incapaces de desear algo para sí mismos, ni siquiera la alegría de ayudar a los demás. Sabiendo que Dios es bueno, están en paz.


Páginas 509 y 511 (Cap. 76)

-96

Maharaj: La realidad es inmutable y a la vez está en constante movimiento. Es como un caudaloso río —fluye y sin embargo, está ahí—, eternamente.

(...)

Maharaj: La realidad es intemporal, inmutable, incorpórea, conciencia-en-sí y bienaventuranza.

(...)

Pregunta: ¿Permanece el estado de identidad?

Maharaj: El estado de identidad es inherente a la realidad y nunca se pierde. Pero la identidad no es ni la personalidad transitoria (vyakti), ni la individualidad cautiva del karma (vyakta). Es lo que queda cuando toda autoidentificación es abandonada como falsa: es decir, pura consciencia, el sentido de ser todo lo que es o que pueda ser. La consciencia es pura al principio y pura al final; entre ambos puntos resulta contaminada por la imaginación que está en la raíz de la creación. La consciencia sigue siendo la misma en cualquier tiempo; conocerla como es, es la realización y la paz intemporal.

Pregunta: ¿Es el sentido «yo soy» real o irreal?

Maharaj: Las dos cosas. Es irreal cuando decimos: «Yo soy esto, yo soy aquello». Es real cuando queremos decir: «Yo no soy esto, ni aquello».


Páginas 522 a 524 (Cap. 78)

-97

Pregunta: ¿Se necesita tiempo para realizar el Ser, o el tiempo no puede ayudar a realizarse? ¿Es la autorrealización una cuestión sólo de tiempo o depende de otros factores, además del tiempo?

Maharaj: Toda espera es inútil. Depender del tiempo para resolver nuestros problemas es autoengañarse. El futuro, dejado a sí mismo, simplemente repite el pasado. El cambio sólo puede ocurrir ahora, nunca en el futuro.

Pregunta: ¿Qué es lo que produce el cambio?

Maharaj: Ver con una claridad cristalina la necesidad del cambio. Eso es todo.


Página 535 (Cap. 80)

-98

Pregunta: Señor, ¿de qué me sirve que me diga que la realidad no puede encontrarse en la consciencia? ¿En qué otra parte voy a buscarla? ¿Cómo puedo captarla?

Maharaj: Es muy sencillo. Si yo le pregunto cuál es el sabor de su boca, lo único que puede responder es: no es ni dulce ni amargo, ni ácido ni agrio; es lo que queda cuando no están todos estos sabores. Del mismo modo, cuando todas las distinciones y reacciones dejan de ser, lo que queda es la realidad, simple y sólida.

(...)

Maharaj: Es el cuerpo el que está en peligro, no usted.

Pregunta: Entiendo que la básica ansiedad biológica, el instinto de conservación, cobra muchas formas y distorsiona mis sentimientos y mis pensamientos. ¿Pero cómo llegó a ser esa ansiedad?

Maharaj: Es un estado mental causado por la idea «yo-soy-el-cuerpo». Puede ser eliminado por la idea contraria: «Yo-no-soy-el-cuerpo». Ambas ideas son falsas, pero la una elimina a la otra. Dése cuenta de que ninguna idea es suya, todas le llegan desde fuera. Debe pensarse desde fuera de sí mismo, convertirse a sí mismo en el objeto de su meditación. El esfuerzo para comprenderse a sí mismo es yoga. Sea un yogui, dedique su vida a ello, rumie, pregúntese, busque, hasta que llegue a la raíz del error y a la verdad que está más allá del error.


Páginas 545 y 547 (Cap. 81)

-99

Pregunta: A nosotros, los europeos, nos resulta difícil mantenernos tranquilos. Estamos demasiado inmersos en el mundo.

Maharaj: Oh, no, ustedes también son soñadores. Sólo diferimos en el contenido de nuestros sueños. Ustedes buscan la perfección en el futuro. Nosotros estamos decididos a encontrarla en el ahora. Sólo lo limitado es perfectible, lo ilimitado ya es perfecto. Usted es perfecto, aunque no lo sabe. Aprenda a conocerse a sí mismo y descubrirá maravillas.

Todo cuanto necesita ya está dentro de usted mismo, únicamente debe acercarse a sí mismo con reverencia y amor. La condena y la desconfianza hacia sí mismo son errores malignos. Su constante huida del dolor y la búsqueda del placer son un síntoma del amor que se profesa a sí mismo. Lo único que le pido es esto: perfeccione ese amor a sí mismo. No se niegue usted nada, dése a sí mismo el infinito y la eternidad y descubra que no los necesita, pues usted está más allá de ellos.

Página 549 (Cap. 81)

-100

Pregunta: ¿Todo conocedor del ser se convierte en Gurú o puede uno conocer la realidad sin ser capaz de llevar a otros a ella?

Maharaj: Si usted sabe lo que enseña, puede enseñar lo que sabe. En este caso la capacidad de ver y la capacidad de enseñar son uno. Pero la realidad absoluta está más allá de ambas. Los autodenominados Gurús hablan de madurez y esfuerzo, de méritos y de logros, de destino y de gracia, todo esto son simples formaciones mentales, proyecciones de una mente adicta. En lugar de ayudar, obstruyen.

Pregunta: ¿Cómo puedo saber a quién debo seguir y de quién debo desconfiar?

Maharaj: Desconfíe de todos hasta que esté convencido. El verdadero Gurú nunca lo humillará ni lo alienará de sí mismo. Constantemente lo llevará de vuelta al hecho de su inherente perfección y le dará ánimos para que busque dentro de sí. Él sabe que usted no necesita nada, ni siquiera a él, y nunca se cansa de recordárselo. Sin embargo, el Gurú autoproclamado está más interesado en sí mismo que en sus discípulos.


Páginas 560 y 561 (Cap. 83)

-101

Pregunta: ¿Es correcto cambiar de Gurú?

Maharaj: ¿Por qué no cambiar? Los Gurús son como las señales indicadoras del camino. Es natural seguir adelante de una a otra. Cada uno le indica la dirección y la distancia, mientras que el sadguru, el Gurú eterno, es el propio camino. Una vez que comprenda que el camino es la meta y que usted siempre está en el camino, no para llegar a una meta sino para gozar de su belleza y su sabiduría, la vida deja de ser una tarea y se vuelve natural y sencilla, se convierte en un éxtasis en sí misma.

Pregunta: ¿No hay entonces necesidad de culto, de orar ni de practicar yoga?

Maharaj: Un poco de barrido, lavado y baño diario no viene mal. La conciencia en sí le dice a cada paso lo que hay que hacer. Cuando todo está hecho, la mente permanece tranquila. Ahora usted está en el estado de vigilia: es una persona con su nombre y su forma, sus alegrías y sus penas. La persona no existía antes de que naciera, ni tampoco existirá después de que usted muera. En lugar de luchar contra la persona para convertirla en lo que no es, ¿por qué no va más allá de la vigilia y abandona totalmente la vida personal? Ello no significa la extinción de la persona; sólo significa verla desde la perspectiva correcta.

Pregunta: Una pregunta más. Usted dijo que antes de nacer yo era uno con el ser puro de la realidad, si es así, ¿quién decidió que yo debía nacer?

Maharaj: En realidad usted nunca nació ni nunca morirá. Pero ahora imagina que es un cuerpo o que tiene un cuerpo y pregunta qué ha producido ese estado. Dentro de los límites de la ilusión la respuesta es: El deseo nacido del recuerdo lo atrae a un cuerpo y le hace pensar que usted es uno con él. Pero esto sólo es cierto desde el punto de vista relativo. De hecho, no hay un cuerpo ni un mundo que lo contenga, sólo hay una situación mental, un estado como de ensueño, fácil de disipar si se cuestiona su realidad.

Pregunta: Después que usted muera, ¿volverá otra vez? Si vivo lo suficiente, ¿volveré a encontrarle a usted de nuevo?

Maharaj: Para usted el cuerpo es real, para mí no hay cuerpo. Yo, tal como usted me ve, existo sólo en su imaginación. Sin duda, me verá de nuevo si me necesita y cuando me necesite. Ello no me afecta, al igual que el Sol no es influido por los amaneceres y las puestas de sol. Y al no resultar afectado, ciertamente estará ahí cuando sea necesario. Usted es propenso al conocimiento, yo no. No tengo ese sentido de inseguridad que le proporciona ansia de conocer. Yo soy curioso, como un niño es curioso. Pero no hay ansiedad que me haga buscar refugio en el conocimiento. Por lo tanto, no estoy interesado en saber si renaceré o en saber cuánto durará el mundo. Todas esas preguntas nacen del miedo.


Páginas 565 y 566 (Cap. 83)

-102

Pregunta: Nos dijo usted que existen muchos autodenominados Gurús, pero que es muy raro encontrar uno verdadero. Hay muchos gnanis que imaginan estar realizados, pero todo cuanto tienen es conocimiento extraído de libros y una elevada opinión de sí mismos. Algunas veces impresionan, incluso fascinan, atraen discípulos y les hacen perder el tiempo con prácticas inútiles. (...) ¿Cómo puede uno protegerse de tales Gurús?

Maharaj: ¿Por qué preocuparse tanto por los demás? Sea quien sea el Gurú, si es puro de corazón y actúa de buena fe, no hará ningún daño a sus discípulos. Si no hay progreso, la culpa es del discípulo, de su pereza y de su falta de autocontrol. Por otro lado, si el discípulo es serio y se aplica inteligentemente y con celo a su sadhana, pronto encontrará un maestro más cualificado, que le hará avanzar más. Su pregunta surge de tres falsas presunciones: Que uno debe involucrarse con los demás; que uno puede evaluar a otro y que el progreso del discípulo es tarea y responsabilidad de su Gurú. En realidad, el papel del Gurú sólo es instruir y dar ánimos. El discípulo es completamente responsable de sí mismo.

Pregunta: Se dice que la entrega total al Gurú es suficiente, que el Gurú hará el resto.

Maharaj: Por supuesto, cuando hay entrega total, cuando hay una renuncia total a todo interés por nuestra seguridad física y espiritual y por nuestra posición, entonces amanece una nueva vida, llena de amor y belleza; entonces el Gurú ya no es importante, puesto que el discípulo ha roto el caparazón de la autodefensa. La completa entrega es en sí misma liberación.

Pregunta: ¿Y cuando el discípulo y su Gurú son ambos inadecuados? ¿Qué ocurre?

Maharaj: A largo plazo todo irá bien. Al fin y al cabo, el verdadero ser de ambos no resulta afectado por la comedia que ellos representan durante algún tiempo. Se volverán sensatos, madurarán y llegarán a un nivel de relación más elevado.

Pregunta: O puede que se separen.

Maharaj: Sí, puede que se separen. Después de todo, ninguna relación es para siempre. La dualidad es un estado temporal.

(...)

Pregunta: Debo seleccionar al Gurú adecuado.

Maharaj: Sea usted el hombre adecuado y sin duda alguna el Gurú lo encontrará a usted.

(...)

Pregunta: No lo capto por completo. Por un lado usted dice que es necesario un Gurú. Por el otro, que el Gurú sólo puede dar consejo, pero el esfuerzo es asunto mío. Por favor, dígalo claramente: ¿Puede uno realizar el ser sin un Gurú, o es esencial el encuentro con un verdadero Gurú?

Maharaj: Más esencial es el hallazgo de un verdadero discípulo. Créame, un verdadero discípulo es muy raro de encontrar, puesto que pronto va más allá de la necesidad de un Gurú, al hallar su propio ser. No malgaste su tiempo tratando de establecer si el consejo que recibe fluye sólo del conocimiento, o de una experiencia real. Sígalo fielmente. La vida le traerá otro Gurú, si es que es preciso. O lo privará de toda guía exterior dejándolo con sus propias luces. Es muy importante comprender que lo que importa es la enseñanza, no la persona del Gurú. Cuando recibe una carta que lo hace reír o llorar, no es el cartero quien produce ese efecto. El Gurú sólo le comunica la buena nueva sobre el Ser real y le muestra el camino de vuelta a él. En cierto modo el Gurú es el mensajero del Ser. Habrá muchos mensajeros, pero el mensaje es uno: Sea lo que usted es. También puede decirse así: Hasta que realice su propio ser, usted no puede saber quién es su verdadero Gurú. Cuando se realiza, ve que todos los Gurús que ha tenido han contribuido al despertar de usted. Su realización es la prueba de que su Gurú era real. Por lo tanto, acepte al Gurú como es, haga lo que él le diga con seriedad y celo, y confíe en que su propio corazón le avisará si algo va mal. Si surge la duda, no luche contra ella. Aférrese a lo que es cierto y deje lo dudoso en paz.

(...)

Pregunta: ¿Muere lo inmutable?

Maharaj: Lo que muere es lo cambiante. Lo inmutable ni vive ni muere; es el testigo intemporal de la vida y de la muerte. No puede decir que está muerto, puesto que es consciente. No puede decir que está vivo porque no cambia.

(...)

Pregunta: Consideremos los dos casos. O bien he encontrado a un Gurú, o no. ¿Qué se debe hacer en cada caso?

Maharaj: Usted nunca está sin Gurú, puesto que él está siempre presente en su corazón. Algunas veces él se exterioriza y llega a usted como un factor elevador y reformador de su vida, una madre, una esposa o un maestro. Lo único que debe hacerse es obedecerle y hacer lo que le dice. Lo que él quiere que usted haga es sencillo: aprenda a ser consciente de sí, a autocontrolarse, a entregarse a sí mismo. Puede parecer arduo, pero es fácil si usted es serio. Y totalmente imposible si no lo es. La seriedad es a la vez necesaria y suficiente. Todo cede ante la seriedad.

Pregunta: ¿Qué lo hace a uno serio?

Maharaj: La compasión es el cimiento de la seriedad. Compasión por sí mismo y por los demás, nacida tanto del sufrimiento propio como del de los demás.

Pregunta: ¿Debo sufrir para ser serio?

Maharaj: No necesita sufrir, si usted es sensible y responde a la aflicción de los demás, como hizo Buddha. Pero si es usted insensible y sin piedad, su propio sufrimiento lo llevará a plantearse las preguntas inevitables.


Páginas 567 a 573 (Cap. 84)

-103

Pregunta: ¿hay entidades en la realidad?

Maharaj: La identidad es realidad, la realidad es identidad. La realidad no es una masa informe, un caos sin palabras. Es algo poderoso, consciente y bienaventurado; comparado con ello, su vida es como una vela comparada con el sol.


Página 577 (Cap. 85)

-104

Maharaj: Es evidente que debe liberarse de la persona que cree ser, puesto que la idea que tiene de sí mismo es lo que le esclaviza.

Pregunta: ¿Cómo se elimina a la persona?

Maharaj: Por decisión. Comprenda que la persona debe irse, debe desaparecer. Desee que desaparezca, y desaparecerá, si usted es serio al respecto. Alguien le dirá que usted es consciencia pura y no un cuerpo/mente. Acéptelo como posibilidad e investíguelo seriamente. Puede descubrir que es así, que usted no es una persona limitada en el tiempo y el espacio. ¡Piense en la diferencia que eso originaría!

(...)

Pregunta: ¿Por qué será que la pregunta «¿Quién soy yo?» me atrae tan poco? Prefiero pasar el tiempo en la dulce compañía de los santos.

Maharaj: Morar en su propio ser también es compañía santa. Si usted no tiene el problema del sufrimiento y de cómo librarse de él, no encontrará la energía ni la tenacidad necesarias para la autoinvestigación. Y no puede fabricar una crisis: ha de ser auténtica.

Pregunta: ¿Cómo se produce una crisis auténtica?

Maharaj: Ocurre a cada momento, pero usted no está lo suficientemente alerta. Una sombra en el rostro de su vecino, la inmensa y todoabarcante aflicción de la existencia es un factor constante en la vida, pero usted no quiere enterarse. Sufre y ve sufrir a los demás, pero no responde a ese sufrimiento.

Pregunta: Lo que dice es verdad, ¿pero qué puedo hacer? Esa es la situación. Mi desesperanza y mi torpeza forman parte de ella.

Maharaj: Es suficiente. Mírese a sí mismo atentamente, eso basta. La puerta que lo mantiene encerrado también es la puerta que lo deja salir. El «yo soy» es la puerta. Permanezca ante ella hasta que se abra. De hecho, está abierta, sólo que usted no está delante de ella. Está esperando frente a puertas no existentes, pintadas en la pared, y que nunca se abrirán.


Páginas 584 y 585 (Cap. 86)

-105

Maharaj: Lo único que un Gurú puede decirle es: «Mi querido señor, está usted muy equivocado con respecto a sí mismo. Usted no es la persona que cree ser». No confíe en nadie, ni siquiera en sí mismo. Busque, averigüe, elimine y rechace cada suposición hasta que alcance las aguas vivas y la roca de la verdad. Hasta que se libere de la droga, todas sus religiones y sus creencias, sus oraciones y sus yogas, no le servirán de nada, pues al estar basados en un error, lo refuerzan. Pero si se queda con la idea de que usted no es el cuerpo ni la mente, ni siquiera el testigo de ellos, sino algo que está totalmente más allá, la mente crecerá en claridad, sus deseos en pureza, sus acciones en caridad, y la destilación interna lo llevará a otro mundo, un mundo de verdad y de amor sin miedo. Oponga resistencia a sus viejos hábitos de sentir y pensar y continúe diciéndose a sí mismo: «No, no es así, no puede ser así; yo no soy así, no lo necesito, no lo quiero», y llegará un día en que toda la estructura del error y la desesperación se derrumbará y el terreno quedará libre para una nueva vida. Después de todo, debe recordar que todas las preocupaciones respecto a sí mismo suceden sólo durante las horas de vigilia y parcialmente durante los sueños; al dormir todo se deja de lado y se olvida. Ello indica lo poco importante que es su vida de vigilia, incluso para usted mismo, ya que simplemente con acostarse y cerrar los ojos es suficiente para acabar con ella. Cada vez que usted va a dormir, lo hace sin la mínima certeza de que va a despertarse y, sin embargo, acepta el riesgo.

Pregunta: ¿Cuando usted duerme es consciente o inconsciente?

Maharaj: Permanezco consciente, pero no consciente de ser una persona en particular.

Pregunta: ¿Puede darnos una muestra de la experiencia de la autorrealización?

Maharaj: ¡Tómela toda! Aquí está, sólo tiene que pedirla. Pero no la pide. Incluso cuando pide, usted no toma. Averigüe qué le impide tomarla.

Pregunta: Sé qué me lo impide: mi ego.

Maharaj: Entonces ocúpese de su ego y déjeme tranquilo. Mientras siga encerrado dentro de su mente, mi estado estará más allá de su alcance.

Pregunta: Me parece que no tengo más preguntas que hacer.

Maharaj: Si estuviera realmente en guerra con su ego, habría hecho muchas más preguntas. Tiene pocas preguntas porque no está realmente interesado. En la actualidad lo que le mueve es el principio del placer/dolor, lo cual es el ego. Si se lleva bien con el ego, no está luchando contra él. Ni siquiera es consciente de lo inducido que está por las consideraciones personales. Un hombre debe estar siempre en rebelion consigo mismo, porque el ego, como un espejo tramposo, mengua y distorsiona. Es el peor de todos los tiranos, y a usted lo domina absolutamente.


Páginas 585 a 587 (Cap. 86)

-106

Pregunta: Si no hay realidad en las palabras, ¿por qué hablamos?

Maharaj: Las palabras sirven para el limitado propósito de la comunicación interpersonal. Las palabras no transmiten hechos, los señalan. Cuando usted está más allá de la persona, no necesita que le digan nada para poder conocer.
 

Pregunta: ¿Qué puede llevarme más allá de lo personal? ¿Cómo ir más allá de la consciencia?

Maharaj: Las palabras y las preguntas vienen de la mente y lo retienen a usted allí. Para ir más allá de la mente, debe estar en silencio y tranquilo. La paz y el silencio, el silencio y la paz: este es el camino al más allá. Deje de hacer preguntas.

Pregunta: Tras dejar de hacer preguntas, ¿qué debo hacer?

Maharaj: ¿Qué puede hacer sino esperar y observar?

Pregunta: ¿Qué debo esperar?

Maharaj: A que el centro de su ser emerja en la consciencia. (...)


Páginas 594 y 595 (Cap. 87)

-107

Pregunta: ¿Quiere que yo luche solo?

Maharaj: Nunca está solo. Hay poderes y presencias que le sirven todo el tiempo de la manera más fiel. Puede que los perciba o puede que no, sin embargo son reales y activos. Cuando usted comprende que todo está en su mente y que usted está más allá de ella, que está verdaderamente solo, entonces usted es todo.


Página 603 (Cap. 88)

-108

Maharaj: Liberarse del ego es el fruto de la autoinvestigación.

Pregunta: Hubo un tiempo en que yo estaba muy descontento conmigo mismo. Ahora he encontrado a mi Gurú y estoy en paz, después de haberme entregado a él por completo.

Maharaj: Si observa su vida cotidiana, verá que no ha entregado nada. Solamente ha añadido la palabra «entrega» a su vocabulario y ha convertido a su Gurú en una percha para colgar en ella sus problemas. La auténtica entrega significa no hacer nada a menos que se lo indique el Gurú. Uno se hace a un lado, por así decirlo, y deja que el Gurú viva la vida de uno. Usted simplemente observa y se maravilla de lo fácilmente que él resuelve los problemas que para usted parecían irresolubles.


Página 587 (Cap. 86)

-109

Pregunta: ¿Qué gano aprendiendo a utilizar mi mente?

Maharaj: Gana la liberación del deseo y del miedo, los cuales se deben a la utilización incorrecta de la mente. El mero conocimiento mental no es suficiente. Lo conocido es accidental, lo desconocido es la sede de lo real. Vivir en lo conocido es cautiverio, vivir en lo desconocido es la liberación.


Página 589 (Cap. 86)

-110

Maharaj: Ninguna actividad externa puede alcanzar al ser interior; el culto y la oración permanecen en la superficie; para profundizar más es esencial la meditación, el esfuerzo de ir más allá de los estados del dormir, del soñar y de la vigilia. Al principio los intentos son irregulares, luego se vuelven más frecuentes, llegan a ser asiduos, continuos y más intensos, hasta que todos los obstáculos son vencidos.

Pregunta: ¿Obstáculos a qué?

Maharaj: Al olvido de sí.


Página 590 (Cap. 86)

Nota: Obviamente se refiere con "al olvido de sí" al sí-limitado, al yo-personal. Para referirse al "sí" del Ser (el Sí mismo) se hubiera contestado: "Al recuerdo de sí" (en este caso, el sí-ilimitado). Pero como para recordar nuestra auténtica naturaleza debemos antes olvidar lo que hemos superpuesto a ella, es sensato poner el énfasis como de costumbre en la "vía negativa". Nuestra sinceridad de querer recordar la Verdad se demuestra negando lo falso que habíamos aceptado. O sea: nuestro deseo de la Verdad lo demostramos negando la negación de la Verdad.

-111

Pregunta: Si dejo de confiar en las palabras, ¿cuál será mi situación?

Maharaj: Hay un tiempo para confiar y otro para desconfiar. Deje que las estaciones hagan su trabajo, ¿por qué preocuparse?

Pregunta: Me siento en alguna forma responsable de lo que sucede a mi alrededor.

Maharaj: Usted es responsable sólo de lo que puede cambiar. Y lo único que puede cambiar es su actitud. Esa es su responsabilidad.


Página 595 (Cap. 87)

-112

Pregunta: ¿De qué manera soy yo la causa del miedo?

Maharaj: Todo depende de usted. El mundo existe porque usted lo consiente. Deje de creer en su realidad y retírele la atención y el mundo se disolverá como un sueño. El tiempo puede deshacer montañas, mucho más usted que es la fuente intemporal del tiempo puesto que, sin recuerdo y expectación, no puede haber tiempo.


Página 596 (Cap. 87)

-113

Pregunta: (...) ¿Quién es el ser vivo consciente?

Maharaj: La pregunta contiene su propia respuesta: un ser vivo consciente es un ser vivo consciente. Las palabras son aproximadas, pero usted no capta su pleno valor. Profundice en el significado de las palabras: ser, vivo, consciente, y dejará de moverse en círculos, haciendo preguntas y perdiéndose las respuestas. Comprenda que no puede formular una pregunta válida sobre sí mismo, porque no sabe quién está preguntando. En la pregunta «¿Quién soy yo?», ese «yo» no es conocido, por lo que la pregunta podría expresarse así: «No sé lo que quiero decir cuando digo 'yo'». Debe averiguar qué es usted. Yo sólo puedo decirle lo que no es. Usted no pertenece al mundo, ni siquiera está en el mundo. El mundo no es, sólo usted es. Usted crea el mundo en su imaginación, como un sueño. Así como no puede separar el sueño de sí mismo, no puede tener un mundo exterior independiente de usted. Usted es independiente, no el mundo. No tenga miedo de un mundo que usted mismo ha creado. Deje de buscar felicidad y realidad dentro del sueño y se despertará. No necesita conocer todos los «por qué» y los «cómo», las preguntas no tienen fin. Abandone todos los deseos, mantenga la mente en silencio y descubrirá.


Página 597 (Cap. 87)

El resto de citas las publicaré en una tercera entrega, que quizás sea publicada en un par de días o tres, si Dios quiere... ☼

Actualización: Ya está posteada la tercera y última parte:

Fragmentos de YO SOY ESO (III): http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/fragmentos-de-yo-soy-eso-iii.html
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2 comentarios:

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