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El otro día, en este post: El comportamiento de los jñanis: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/el-comportamiento-de-los-jnanis.html Ahí en ese post se menciona la anécdota de Chinnasuami, un tanto descontextualizada porque podría venir bien saberse que se trata del hermano de Bhagaván Sri Ramana Maharshi, con el cual consecuentemente debía haber confianza, aparte de los comentarios de Akhilandamma que copio más abajo:Digo todo esto simplemente para hacer hincapié en el hecho de que hay muchas cosas de la vida de Bhagaván que superan nuestra capacidad de comprensión. (...) Bhagaván hablaba y se comportaba según el estado de cada persona, la situación en la que esta se encontrara o lo que esta necesitara. Como nosotros no somos conscientes de todos esos factores, tampoco somos los más indicados para juzgarlos.
(...)
Su actitud con el ashram era extremadamente variable. Por lo general, apoyaba a Chinnasuami —el gerente del ashram— (y, además, hermano de Ramana) en todas las discusiones que tenía con los devotos: si estos le planteaban alguna queja con respecto a la dirección del áshram, él los criticaba por ello aunque el agravio pareciera legítimo. Sin embargo, Bhagaván reñía muchas veces a Chinnasuami por distintos fallos en la administración del áshram. Me contaron que, una vez, en los primeros años de existencia del áshram, hasta llegó a pegarle con un palo y, al parecer, le dio tan fuerte que el palo acabó rompiéndose. Por su parte, Chinnasuami evitaba, por todos los medios, estar en presencia de Bhagaván: sus esfuerzos por mantenerse lejos de su vista eran tan frecuentes y evidentes que daba la impresión de que era un fugitivo de la justicia. No obstante, aunque todo esto era de dominio público, Bhagaván siempre lo defendió delante de los demás y disuadía a los devotos de presentar quejas sobre él.
Mini-actualización: El protagonista del párrafo anterior, Chinnasuami, era hermano de Bhagavan Ramana Maharshi. La actitud de Ramana fue comprendida por una de sus grandísimas devotas, Akhilandamma, quien explicó así acerca de Bhagavan:
«Con una simple mirada llena de gracia, Bhagavan provocaba un proceso de maduración espiritual en todos aquellos que acudían a conocerlo; sin embargo, con su madre fue excepcionalmente estricto con el fin de acelerar ese proceso de maduración. En muchas ocasiones, reprendía a su madre y a su hermano echándoles una mirada severa, mostrándose enfadado o ignorándolos. Su propósito era ayudarlos a alcanzar un estado espiritual más elevado. Esto sucedía muy a menudo». (Fin de la mini-actualización)
(...)
Con frecuencia, la gente se postraba ante Bhagavan cuando lo veían pero, algunas veces, él ni siquiera giraba la cabeza para mirar a esa persona. En otras ocasiones, en cambio, llegaba alguien y, de repente, Bhagavan le irradiaba bondad con una mirada procedente de alguna lejana y eterna vacuidad en la que acababa de sumirse. Cuando venían esas personas agraciadas, él se interesaba por su bienestar con mucho detalle y amabilidad. Con el paso de los años me di cuenta de que era especialmente amable con las personas que venían de países lejanos, los ancianos y los niños.
Una vez, un devoto le preguntó a Bhagavan por qué ignoraba a mucha de la gente que lo visitaba: «Mucha gente se postra ante ti todos los días pero, a la mayoría, ni siquiera te esfuerzas en mirarlos». «¿Qué sabrás tú de eso? —le espetó Bhagavan con tono de enfado—. Antes de que ellos me saluden a mí, yo ya los he saludado desde dentro».
Post completo: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/el-comportamiento-de-los-jnanis.html
¡Saludos!
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Gracias a ti, Raquel.
ResponderEliminarA las mismas conclusiones que tú he llegado, pues efectivamente, no tiene sentido analizar ni juzgar mentalmente la vida de los sabios (o de cualquiera).
Por un lado, porque nos llegan relatos (palabras), y quién sabe qué hubo realmente tras lo que indican los relatos.
Por otro lado, incluso cuando somos "testigos directos" de una conducta aparentemente "errada" de algún hermano, lo que tenemos realmente es una oportunidad para descubrir la falacia de la información suministrada por los sentidos y por la mente limitada.
Porque lo único verdadero, lo vamos a encontrar únicamente adentro, en nuestro Corazón, en el Amor.
Y por lo tanto solamente cuando vamos de la mano del Amor, es cuando podremos contemplar con claridad, compasión y comprensión el porqué de las diversas imágenes de la obra de teatro en la que aparentamos vivir. Finalmente resulta evidente que detrás de todo, sólo hay Amor y nada más que Amor. Y cuando reconocemos solamente el Amor, lo demás se disipa en forma de sonrisa ilimitada, como las sombras se disipan ante la Luz.
¡Todo es una oportunidad de amar!
Aunque ya quisiera yo que un Ramana me diese palos de la manera que él supiese que es oportuna jejeje ;-)
¡Saludos! :-)