miércoles, 4 de abril de 2012

El Absoluto es lo que Tú eres

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((Lo siguiente surgió en una respuesta por mail; ya de paso, se aprovecha como post para el blog, con algunos ligeros retoques))

El Absoluto es lo que Tú eres. Es el Ser puro. En el advaita clásico se usa para referirse a esto la palabra "Absoluto", o "Nirguna Brahman", o "Eso", "Ser", "No-ser", etc. En UCDM se usa para referirse al Absoluto las palabras "Cielo", "Dios", "Creación", etc. No importa qué terminología se emplee, pero se trata de tu Ser verdadero, el cual no puede ser descrito en palabras, es indescriptible, una "experiencia" (no una teología, como bien dice UCDM). Se lo puede experimentar (serlo, vivirlo), pero no teorizarlo porque ninguna descripción puede describir Lo indescriptible.

Puesto que se trata de una experiencia (y no de algo descriptible), UCDM apenas toca el tema, excepto por ejemplo para decir que eso está más allá de las palabras y que el Curso está ideado para el nivel práctico: deshacer el ego (deshacer lo que no ha sido hecho), lo cual producirá por sí solo esa experiencia la cual no se puede describir, pero sí se puede conocer/experimentar una vez queda deshecha la creencia del ego.

Es nuestro estado natural, el cual al ser inmutable no puede obtenerse como algo nuevo, sino que ya es, por eso en UCDM se dice:

El viaje a Dios es simplemente el redespertar del conocimiento de dónde estás siempre y de lo que eres eternamente. Es un viaje sin distancia (...) (T.8.VI.9.6-7)

Y también se dice:

La iluminación es simplemente un reconocimiento, no un cambio. (L.PI.188.1.4)

Dices:

Argumentabas que Dios no puede haber creado nada, sin embargo, en UCDM hay una afirmación que dice: "soy tal como Dios me creó".

Este tema ya lo habíamos tocado en un mail anterior, que dio lugar a un post en el blog: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/02/creacion-inmutable-el-ser-no-es-una.html Ahí, en rojo, cité algo que te escribí por mail, y es la respuesta que volvería a dar (el resto de ese post también ayuda a ir al grano, procurando ir al contenido tras las palabras sin apegarnos a ellas —a las formas, palabras). Por tus siguientes preguntas deduzco que puede haber una interferencia debida al uso entremezclado de los conceptos de "creación" y de "proyección". Copio enteros los dos párrafos con tus preguntas, para acordarme de todo junto:

Argumentabas que Dios no puede haber creado nada, sin embargo, en UCDM hay una afirmación que dice: "soy tal como Dios me creó". ¿No era Su Hijo el que había creado todo este sueño?, ¿no era Él el que soñaba mientras que Dios nada sabe de los sueños de Su Hijo?...

¿Entonces lo manifiesto es el sueño del Hijo y lo inmanifiesto es el Absoluto que contiene a su vez lo manifiesto?, ¿cómo se pueden conciliar ambas cosas, si una de ellas no es real? (lo manifiesto), ¿de dónde procede o cuál es la fuente de lo manifiesto y por qué manifestar o crear?, ¿de dónde procede esa voluntad?. Nada de esto existe...¿cómo entonces estamos viviendo en esta "paradoja divina"?

Para no caer en confusiones, primero tenemos que ponernos de acuerdo en el vocabulario a emplear. En UCDM se llama "creación" a lo Real (Cielo, Absoluto) y se llama "proyección" o palabras similares ("invención", "fabricación", "hacer", "producir", "soñar") para referirse a lo ilusorio, que no es nada ni existe ni está sucediendo. Si aceptamos esta terminología (la de UCDM) ya podemos olvidarnos del uso que hace el advaita tradicional de alguna de esas palabras, porque eso no crearía más que confusiones (por ejemplo, en el advaita tradicional muchas veces se llama "creación" al universo ilusorio). Eso produce efectos como que en el advaita tradicional se dice que el Absoluto no crea nada, mientras que en el lenguaje de UCDM Dios sí crea. Aunque digan lo mismo, tenemos que elegir una terminología o la otra, o de lo contrario nos pasará lo que pasa cuando unos llaman Pepe a una persona y Juan a otra, y otros llaman Juan a la primera y Pepe a la segunda. ¡Vaya lío sería!

Opto por la terminología "UCDM", pues tus preguntas vienen en tal terminología. Entonces es legítimo decir que Dios sí crea, y asimismo se puede decir del Hijo de Dios (de tal palo, tal astilla: refrán aplicable tanto a los hijos de Dios como a los "hijos" del ego). El Hijo es un co-creador con Dios (porque son el mismo Ser, no hay separación). Sólo tenemos que llevar mucho cuidado con a qué nos referimos, y por tanto habría que corregir una palabra de una de las preguntas, la que dice: ¿No era Su Hijo el que había creado todo este sueño? Porque una cosa es el Absoluto (la Creación), y otra la proyección (la cual no existe). Por lo tanto Dios no ha creado el sueño, ni el Hijo tampoco. En lenguaje "UCDM" se dice que el Hijo ha inventado o proyectado el sueño (no lo ha creado, pues es importante dejar claro que lo ilusorio no es real, desde ningún punto de vista, y no ha sido creado ni existe).

Tus preguntas aluden a ambos supuestos (la creación/absoluto, la primera pregunta), y la invención (proyección) el resto de cuestiones. No se pueden conciliar ambos supuestos. Cuando hablamos de creación (Absoluto), es un asunto ajeno al mundo manifestado (indescriptible, poético si quieres decirlo así, pues sólo se puede parabolizar con ello, y lo único que cuenta es experimentarlo, no poetizarlo en palabras). Y cuando hablamos de la invención, del mundo, de la proyección, es un ámbito ilusorio, de algo que no existe y cuyo único interés valioso ahí es deshacer la creencia de que eso está ahí, para pasarlo de largo y disfrutar lo que estamos disfrutando verdaderamente, más allá del absurdo. Entonces comento la primera pregunta por un lado, y el resto de preguntas por otro lado:

Argumentabas que Dios no puede haber creado nada, sin embargo, en UCDM hay una afirmación que dice: "soy tal como Dios me creó".

En realidad no recuerdo haber dicho que Dios no puede haber creado nada, ni recuerdo que haya dicho lo contrario, que sí haya creado. Pero como cito constantemente del advaita, posiblemente haya mencionado ideas en el lenguaje del advaita clásico (donde el puro Ser no crea nada), lo mismo que menciono otras veces en el lenguaje "UCDM". Para conciliar un poco ambos lenguajes, escribí el post que cité más arriba, y de esa cita del inicio del post, en color rojo, resalto este breve fragmento: Creación inmutable: El Ser no es una especie de Gran Cubito de Hielo Aburrido (como matización del aspecto "creador" de Dios Absoluto): Lo creado es el Cielo, el Ser, la Realidad. Inmutable. Lo creado es eterno, existe desde siempre. No hay que confundir la creación referida al Absoluto o Dios, con la creación en el mundo. Las creaciones del Absoluto no pueden compararse a nada conocido por la mente humana: no tiene nada que ver con el tener hijos, ni con la creación artística, ni con la invención ni la creatividad humanas, las cuales son producciones limitadas al espacio/tiempo y que tienen una forma, un inicio y un final). Como dije en ese post, no es necesario ni aconsejable tratar de entender intelectualmente esto, pues no es comprensible para el intelecto. UCDM aconseja dedicarse al perdón, que es lo único que alguien que cree estar soñando puede hacer. Cuando deshaga lo que ha inventado, se experimenta directamente Eso, y sobran las palabras.

El énfasis que pongo en que las creaciones de Dios existen desde siempre, es importante porque esto desmarca esta idea de lo que en el mundo se entiende por "creación". No tiene nada que ver el crear del mundo, con la creación en el Absoluto (la palabra —"creación"— es la misma, pero no el significado, del mismo modo que no es lo mismo un banco de dinero, que un banco de sentarse o que un banco de peces). UCDM no se prodiga en exceso en este tema, pero cuando lo toca, lo dice claro:

Las creaciones de Dios han existido siempre porque Él ha existido siempre. (T.7.I.3.7)

Tus creaciones han existido siempre, porque tú sólo puedes crear como Dios crea. (T.7.I.3.8)

Tus creaciones, al igual que tú, representan una aportación para Él, pero ni tú ni ellas le aportan nada que sea diferente porque todo ha existido siempre. (T.10.IN.2.4)

El dicho, muy repetido en UCDM, de que "aún soy tal como Dios me creó", está destinado a deshacer varias creencias erróneas, de las cuales la principal es la creencia de que lo inmutable puede mutar. El Hijo no puede cambiar, porque es inmutable, por eso se insiste tanto:

Eres, y siempre serás, exactamente como fuiste creado. (L.PI.93.7.6)

Mas la creación sigue siendo como siempre fue, pues Tu creación es inmutable. (L.PII.283.1.2)

Esto es la clave para despertar, ya que la teoría del ego depende de que lo contrario es posible: que es posible "destronar a Dios", o sea: convertir la Bondad en odio, convertir lo eterno en temporal, convertir lo inmutable en mutable y así limitar lo ilimitado. Creer esas cosas es invitar a la muerte. Pero como la muerte no existe (porque lo Inmutable, finalmente, es inmutable y punto), entonces creer esas cosas es que hacemos "el indio" o el tonto jejeje. Y el antídoto es el discernimiento, el perdón, el volver a elegir/desear solamente lo que es verdad. La Vida es Verdad. La muerte no es nada, es sólo lo opuesto a la vida ilusoria, la cual tampoco es nada.

Los antiguos sabios han dicho que el Absoluto es indescriptible, aunque lo señalizaron como buenamente pudieron (parábolas, el sat-chit-ananda, "lo que es más allá de todo lo concebible", etc). En UCDM se sigue la misma línea y se comenta que el Cielo no se puede describir en palabras, pero sí se pueden usar palabras para animar a perdonar, y el perdón nos conduce a la experiencia del Cielo/Verdad/Paz/Amor/Dicha.

Cambiando completamente de tema, pasamos a las otras preguntas, que aluden al espejismo, al mundo manifestado que no está aquí ni en ninguna parte:

¿No era Su Hijo el que había creado todo este sueño?, ¿no era Él el que soñaba mientras que Dios nada sabe de los sueños de Su Hijo?...

El Hijo sólo crea como el Padre. Nadie ha creado ningún sueño porque no lo hay. El sueño no es real. Pero como nos parece estar soñando, se usa una terminología útil, con fines prácticos: sueño, despertar, atacar, perdonar, etc. Si nos ponemos exigentes, la respuesta definitiva es la que hemos comentado más arriba: sólo hay Absoluto, Amor puro, y nada más. No hay sueño, ni nadie soñando, ni mundo, ni nada excepto el Cielo. En el advaita clásico también se es así de "inflexible" con este tema, como se resume en la frase:

«No hay creación ni disolución, ni nacimiento ni muerte, ni esclavo ni liberado. Ésta es la verdad absoluta».

Que es una frase de Gaudapada y Shankara (cita tomada de este post: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2011/12/la-verdad-absoluta-segun-gaudapada-y.html); y Ramana Maharshi dijo algo similar). Es por esto que algunos sabios nunca hablaron y quedaron "sumidos en el silencio". Otros también usaron el silencio, como Ramana, pero a veces por compasión "bajaban el nivel" (como hace UCDM), para resultar prácticos en términos más comprensibles para quienes creen estar "en problemas". Y de ahí proviene todo el advaita, toneladas de textos ilusorios pero útiles para desilusionarse jejeje

Dicho esto, si tenemos que decir algo y hay que usar palabras, se usan; y UCDM usa el argot mencionado más arriba con las palabras producir, inventar, proyectar, hacer, soñar, etc. Por eso se dice que el Hijo inventó el mundo aparente: inventó el sueño del que ahora puede elegir despertar, deseando/eligiendo la Verdad, y ¿cómo se elige la verdad? Perdonando. (elegir el Perdón no se contradice con lo que UCDM dice en otros pasajes de que en el Cielo no hay elección, porque elegir es algo ilusorio; pero mientras uno percibe un cuerpo y opciones, la sensatez del aparente elegir correctamente "funciona"). Lo que hemos mencionado antes nos alerta de no tomar con excesiva literalidad las explicaciones ulteriores. Repito, la Verdad definitiva es algo así dicho en palabras:

«No hay creación ni disolución, ni nacimiento ni muerte, ni esclavo ni liberado. Ésta es la verdad absoluta».

Por lo tanto no hay mundo. El mundo no existe. Esto es duro de digerir cuando aún quede aunque sea la más mínima identificación con el ego, por eso para ayudar se emplea esa terminología de "invención", "imaginación", "sueño", "proyección", pero en realidad el Hijo no está soñando, pues es tal como lo crea su Padre, y ni el Padre ni el Hijo duermen realmente. Que el Padre no se ha dormido no es difícil de aceptar. Que el Hijo tampoco se ha dormido es algo poco útil de momento, pues no tiene sentido para una mente que cree estar dividida. Por lo tanto en UCDM apenas se toca este punto, pero lo señala fugazmente en algunos pasajes, por ejemplo:

Escindido de tu Ser, el Cual sigue consciente de Su semejanza con Su Creador, tu Ser parece dormir, mientras que la parte de tu mente que teje ilusiones mientras duerme, parece estar despierta. (L.PI.68.2.1)

No es lo opuesto a nada que ella misma haya creado, ni a lo que parece hacer mientras cree estar dormida. (L.PI.167.7.5)

Cuando la mente elige ser lo que no es y asumir un poder que le es ajeno y que no posee, un estado foráneo al que no puede adaptarse o una condición falsa que no forma parte de su Fuente, simplemente parece que se va a dormir por un rato. (L.PI.167.9.2)

En general, muchas veces en UCDM se habla como que el sueño sucede, debido a que no hay otra manera de exponer de forma útil la manera de abandonar el absurdo. Pero en momentos fugaces como esos que he citado se da la pista de que el Ser no puede dormir: es Consciencia pura, siempre despierto, inmutable, feliz, libre de toda limitación (ilimitado).

Otro pasaje que acabo de encontrar:

El Hijo de Dios, que nunca ha estado dormido, no ha dejado de tener fe en ti, al igual que tu Padre. (T.13.I.7.2)

Lo cual forma parte de este párrafo:

A medida que percibas a los santos compañeros que viajan a tu lado, te darás cuenta de que no hay tal viaje, sino tan sólo un despertar. El Hijo de Dios, que nunca ha estado dormido, no ha dejado de tener fe en ti, al igual que tu Padre. No hay ningún camino que recorrer ni tiempo en el que hacerlo. Pues Dios no espera a Su Hijo en el tiempo, ya que jamás ha estado dispuesto a estar sin él. Y, por lo tanto, así ha sido siempre. Permite que el fulgor de la santidad del Hijo de Dios disipe la nube de culpabilidad que nubla tu mente, y al aceptar como tuya su pureza, aprende de él que es tuya. (T.13.I.7.1-6)

Ahora se comprende por qué se dice que Dios no sabe nada de los sueños del Hijo. Simplemente no hay sueños. Lo ilusorio no está sucediendo, de ninguna manera. Pero verbalmente se alude a ello para deshacer lo que parece haber sido hecho: un clavo saca otro clavo, y finalmente ambos se desechan: todas las explicaciones y todas las palabras serán finalmente innecesarias. En la frase anterior sirve de ejemplo que uso un tiempo verbal de "futuro"; a cosas así "obliga" el lenguaje. Hay que ir, por lo tanto, más allá de las palabras.

Vamos al último "lote" de preguntas:

¿Entonces lo manifiesto es el sueño del Hijo y lo inmanifiesto es el Absoluto que contiene a su vez lo manifiesto?, ¿cómo se pueden conciliar ambas cosas, si una de ellas no es real? (lo manifiesto), ¿de dónde procede o cuál es la fuente de lo manifiesto y por qué manifestar o crear?, ¿de dónde procede esa voluntad?. Nada de esto existe...¿cómo entonces estamos viviendo en esta "paradoja divina"?

Creo que estas preguntas ya han quedado contestadas al comentar todo lo anterior. En resumen, no se puede concilar lo manifiesto con lo Absoluto, porque lo manifiesto sencillamente no existe.

En cuanto a la última pregunta, podemos destacarla debido a que es según Kenneth Wapnick la pregunta que más suele plantearse (la que más le hacen en sus talleres, la más típica):

Nada de esto existe...¿cómo entonces estamos viviendo en esta "paradoja divina"?

No la estamos viviendo. La misma pregunta venía precedida de la respuesta: Nada de esto existe. Repitamos por tercera vez la verdad definitiva del advaita:

«No hay creación ni disolución, ni nacimiento ni muerte, ni esclavo ni liberado. Ésta es la verdad absoluta».

Como esto es difícil de aceptar mientras haya la más mínima identificación con lo limitado, en UCDM se recomienda estudiar y aplicar el curso para así practicar de manera consistente el Perdón (tal como el Curso lo explica), lo cual desvanecerá los absurdos y se verá claro Lo Que Es.

Kenneth Wapnick trata sobre esta pregunta en su libro «Las preguntas más comunes en torno a Un Curso de Milagros». No recuerdo si compraste el libro, si es así puedes leer su respuesta, es la pregunta 11, en la página 19, pregunta que es expresada así: ¿Cómo se originó el ego, y qué evitará que la separación ocurra otra vez?

El ego no se ha originado (no existe), y la separación no ha sucedido. La respuesta de Kenneth Wapnick es en la línea "exigente" ("inflexible") del advaita clásico, porque no se puede explicar lo que no ha sucedido (explicarlo sería hacerlo real, o incitar a considerarlo real). Si no tienes el libro dímelo y te copiaré la respuesta en un próximo mail, son un par de páginas y media. De momento te copio las citas de UCDM que usa Kenneth Wapnick para esclarecer ese comentario:

Es razonable preguntarse cómo pudo la mente haber inventado al ego. De hecho, ésa es la mejor pregunta que puedes hacerte. Sin embargo, no tiene objeto dar una respuesta en función del pasado porque el pasado no importa, y la historia no existiría si los mismos errores no siguiesen repitiéndose en el presente. (T.4.II.1.1-3)

El ego exigirá muchas respuestas que este curso no provee. El curso no reconoce como preguntas aquellas que sólo tienen la apariencia de preguntas, pero que son imposibles de contestar. El ego puede preguntar: "¿Cómo sucedió lo imposible?", "¿A qué le ocurrió lo imposible?", y lo puede preguntar de muchas maneras. Mas no hay una respuesta para ello; sólo una experiencia. Busca sólo ésta y no permitas que la teología te retrase. (C-in. 4)

Si alguien te pide que definas al ego y expliques cómo se originó, es porque cree que el ego es real e intenta, por definición, asegurarse de que su naturaleza ilusiva quede oculta tras las palabras que parecen otorgarle realidad. (C.2.2.5)

Ninguna definición que se haya hecho de una mentira puede hacer que ésta sea verdad. (C.2.3.1)

En otra parte UCDM dice algo así como que hay preguntas capciosas, que exigen que se dé por ciertas las premisas en las que se basa la pregunta (por ejemplo, dar como cierto el sueño y exigir una explicación).

El instante santo es aquel en el que la mente está lo suficientemente serena como para poder escuchar una respuesta que no está implícita en la pregunta y que ofrece algo nuevo y distinto. ¿Cómo iba a poderse contestar una pregunta que no hace sino repetirse a sí misma? (T.27.IV.6.9-11)

Una pregunta con muchas respuestas no tiene respuesta. (T.27.IV.3.6)

Todas las preguntas que se hacen en este mundo no son realmente preguntas, sino tan sólo una manera de ver las cosas. Ninguna pregunta que se haga con odio puede ser contestada porque de por sí ya es una respuesta. Una pregunta que se compone de dos partes, pregunta y responde simultáneamente, y ambas cosas dan testimonio de lo mismo aunque en forma diferente. (T.27.IV.4.1-3)

Independientemente de la forma que adopte la pregunta, su propósito es siempre el mismo: pregunta para establecer que el pecado es real (...). (T.27.IV.4.8-9)

Esto no es una pregunta, pues te dice lo que quieres y adónde debes ir para encontrarlo. No da lugar a que sus creencias se puedan poner en tela de juicio. Lo único que hace es exponer lo que afirma en forma de pregunta. (T.27.IV.4.16-17)

Una pseudo-pregunta carece de respuesta, pues dicta la respuesta al mismo tiempo que hace la pregunta. Toda pregunta que se hace en el mundo es, por lo tanto, una forma de propaganda a favor de éste. (T.27.IV.5.1-3)

Cuando la respuesta es lo mismo que la pregunta, no aporta nada nuevo ni se aprende nada de ella. Una pregunta honesta es un medio de aprendizaje que pregunta algo que tú no sabes. No establece los parámetros a los que se debe ajustar la respuesta, sino que simplemente pregunta cuál es la respuesta. Mas nadie que se encuentre en un estado conflictivo es libre para hacer esta clase de pregunta, pues no desea una respuesta honesta que ponga fin a su conflicto. (T.27.IV.5.5-8)

Sólo dentro del instante santo se puede plantear honestamente una pregunta honesta. (T.27.IV.6.1)

El instante santo es aquel en el que la mente está lo suficientemente serena como para poder escuchar una respuesta que no está implícita en la pregunta y que ofrece algo nuevo y distinto. ¿Cómo iba a poderse contestar una pregunta que no hace sino repetirse a sí misma? (T.27.IV.6.9-11)

Las respuestas que el mundo ofrece no hacen sino suscitar otra pregunta, si bien dejan la primera sin contestar. (T.27.IV.7.4)

En el instante santo puedes llevar la pregunta a la respuesta y recibir la respuesta que fue formulada expresamente para ti. (T.27.IV.7.5)

Estas breves citas dan una idea de los indicios que va dejando UCDM acerca de qué es una verdadera pregunta y qué no. Pese a esto, en advaita (y también en UCDM, en Gary Renard/La Desaparición del Universo) se suele ceder para calmar a la nerviosa mente, y de ahí las alusiones al sueño, a la "loca (o descabellada) idea", o los ejemplos en el advaita clásico denominando lila (juego, drama) al mundo manifestado. Dentro de esta "mitología explicatoria" tenemos la descripción de las etapas de la separación (del libro «La Desaparición del Universo», de Gary Renard) o la explicación que posteé no hace mucho en el blog, en el post titulado Un chiste llamado «maya», de donde entresaco lo siguiente:

Sí que está muy bien eso de hablar de "Nivel 1, Nivel 2", pues es un recurso pedagógico muy útil y es natural sentirse cómodo con el nivel 2, más humano, a ras de tierra. De hecho, casi todo lo que necesitamos saber para aplicar el Perdón, es nivel 2: a) detectar los símbolos, reconocerlos como irreales, entonces no tienen valor y b) los soltamos, los descartamos dejándolos en manos del Espíritu Santo (luego suceden cosas también en el nivel 1: c) El Espíritu Santo hace en el nivel 1 las correciones que haya que hacer jejeje, así de fácil).

El Cielo o Absoluto está más allá de los niveles 1 y 2, aunque quizás podemos referirnos ocasionalmente al Cielo como nivel 1 (por ser el fundamento) en conversaciones ocasionales. Pero estrictamente hablando, podemos hablar de dos niveles, 1 y 2, en donde (en ambos) se requiere corrección. El nivel 1 es más metafísico, global (mental, donde hay gran miedo y culpabilidad, aparentes pero intensos, sentidos por lo que podemos llamar el Ego Colectivo, un Ego de una sola pieza). Este "Ego colectivo" o "Ego global", es el que origina la proyección o nivel 2, con la finalidad de diluir esa gran sensación de miedo y culpabilidad, y así sentirlo más suavemente, dividiéndose a sí mismo en incontables trocitos o egos. Esto es muy resumidamente. De todos modos nosotros a lo nuestro: perdonar símbolos, y que el Espíritu Santo se ocupe del resto, a saber: del Ego colectivo (nivel 1) así como de las "consecuencias" de nuestro perdón en los diversos escenarios del nivel 2.

Es cierto que hay muchos caminos. Todos conducen a darnos cuenta de que ya estamos en Casa. Tal como mencionas (de La Desaparición del Universo), el despertar ya se produjo (también se menciona esto en UCDM). Todo el escenario pertenece al pasado (o sea, es irreal). Es como repasar una película ya rodada: todo ha sucedido ya.

Y nada te impide seguir repasando la película tranquilamente, sintiéndote a salvo conforme comprendes quién eres. Nadie te impide, tampoco, dejar esta reproducción y girar tu atención a la Realidad, aunque esto se hace cuando uno ya se ha "hartado" o "disfrutado" de todo lo que quería sopesar en la proyección. La proyección no es mala, simplemente es irreal. No es algo sólido, no es real. Es, como si dijéramos, la imaginación del Hijo de Dios. El Hijo de Dios es libre de sopesarlo todo, libre de curiosearlo todo, incluso lo "absurdo", pues nadie le prohíbe nada, es el Niño Mimado de la Creación jejeje... Entonces, aunque la Realidad es lo único real y lo único que puede satisfacer, aún así el "travieso" Niño de Dios pudo plantearse la travesura: «¿Y cómo sería que todo estuviera patas abajo?»; «¿Cómo sería no ser Yo?»; «¿Cómo podría ser el estar separado de mi Padre, separado de la Creación, separado de mi propio Ser?». Y claro, siguió explorando esta idea. Pero como se trata de un absurdo, pues es imposible separar lo inseparable, es imposible partir lo que es invulnerable e inmutable, de modo que al ser todo eso absurdo jamás fue ni es posible hacerlo realidad. Pero lo que sí pudo el Hijo de Dios es imaginar cómo sería eso. Y bien, ¿adivinas qué es este "multiverso" de proyecciones? Pues es simplemente eso: esa imaginación que se le ocurrió explorar al Hijo de Dios, o sea, lo que nosotros mismos (el Hijo de Dios) quisimos imaginar. En cierto modo, es una clase de "Historia Divina", o un "Juego", o un "Antídoto". Este escenario de proyecciones imaginadas son la parte de la Mente de Dios donde está claramente explicado y comprendido por qué es imposible la separación y por qué es imposible la infelicidad. Cualquier Aspecto del Ser que "alguna vez" sintió curiosidad por como podría ser un mundo contrario al Amor, pudo saciar su curiosidad mediante esta "fabricación", producto de la Imaginación del Ser. Aquí se "explica" todo este tema. Al imaginarlo y "reproducirlo" como apariencias (como una película ya rodada; todo esto es, digamos, el "pasado"), queda clarísimo que no puede existir nada opuesto al Ser (que es Amor). Dejarás este "repaso", el cual es un repaso mental o imaginario, cuando comprendas claramente que esto no es posible ni lo podrías desear (y de hecho ya no lo desees). Una vez que dejes este escenario imaginado (el multiverso de proyecciones) será porque has comprendido sobradamente este asunto y por lo tanto tu curiosidad de Niño Mimado Divino, habrá sido saciada y por eso podemos decir que es como si te hubieses vacunado contra eso, porque ya nunca más se te ocurrirá repetir semejante "travesura". Ni tampoco se te volverá a ocurrir nada opuesto al Amor, porque en este "Multiverso o Escenario imaginado" están contenidas todas las variedades imaginables de oposición al Ser. Porque, de hecho, sólo es imaginable una sola manera contraria al Ser, y esa manera es exactamente lo que aparenta ser opuesto a la Verdad (por eso parece separación, deterioro, accidentes, cambios, muertes, etc). Sólo hay una Verdad, la cual es Unión, y esta Verdad no tiene opuesto, y sólo es imaginable un aparente opuesto, llamémosle la no-Verdad (y la no-Verdad es lo aparentemente contrario de la Unión, por lo tanto es separación, es fragmentación, y en esas infinitas fragmentaciones imaginarias están incluidas todas las variedades posibles de imaginar lo contrario a la Verdad). Todo lo que se pueda imaginar que no sea Amor, está ya imaginado en este ilusorio Multiverso (el cual es más amplio de lo que la mente humana puede concebir, por ejemplo en la Proyección "Principal" hay diferentes líneas de tiempo con sus correspondientes pasados "paralelos", presentes "paralelos" y futuros "paralelos", además el tiempo se concibe simultáneamente, en una proyección de infinitos universos unos dentro de otros o separados de otros, mezclados y separados de incontables maneras, etc; este Multiverso o Proyección Principal, es también ilusorio: contiene al resto de las proyecciones). Una vez comprendido (perdonado), ya no se necesita nunca más. El Hijo de Dios fue así "vacunado", quedando a salvo de semejantes pesadillas/travesuras imaginadas. Si por curiosidad se quiere repasar una vez tal absurdo, pues genial, se repasa y basta. Es como un chiste divino. Es el Chiste del Absurdo, que el Hijo de Dios le contó a su Padre. Y un chiste así, con contarlo una vez basta, porque más veces aburriría, sobre todo teniendo en cuenta las lágrimas derramadas por tal chiste, habiendo la dichosa alternativa de disfrutar de la infinidad de "variedades inmutables" eternamente sabrosas del Cielo o Creación (la Real).

Pero bueno, el Niño Mimado de Dios quería contar su "Gran Chiste", derramó unas lágrimas que en seguida se convirtieron en lágrimas de risa al comprender el chiste, y siguió con su Realidad Sonriente, como siempre ha sido, era y es: sereno, a salvo, inmutable y deliciosamente hermoso en su Ser.

Todo eso ya pasó. Perdonar es la manera de decir Sí a despertar. Es dejar de lado el chiste y volver al verdadero disfrute celestial, volver la atención a Lo Real.

Pero chistes aparte (piruetas con palabras), volvemos de nuevo a que el Absoluto es indescriptible, y que en último término podemos decir que:

«No hay creación ni disolución, ni nacimiento ni muerte, ni esclavo ni liberado. Ésta es la verdad absoluta».

O también que solamente: Dios es. Como dice UCDM:

Decimos "Dios es", y luego guardamos silencio, pues en ese conocimiento las palabras carecen de sentido. (L.PI.169.5.4)

Y al perdonar (tal como el Curso enseña el perdón, que no es el perdón mundano o coloquial) permitimos que lo obvio resulte obvio, más allá de las palabras. Las palabras podemos usarlas para animar a perdonar jejeje. La Luz disuelve las sombras de las apariencias y el Perdón, aún siendo ilusorio, es la ilusión que deshace el resto de ilusiones, al igual que la autoindagación es la ilusión que deshace el resto de ilusiones (el puro Ser no necesita perdonar porque no ha condenado, ni necesita autoindagar porque no se ha dormido ni ha "salido" del Hogar que Es; pero desde el enfoque de verse separado, esas ilusiones funcionan, son como el famoso "clavo que saca otro clavo"). Negarse a perdonar/autoindagar "porque soy el Ser siempre libre" es un error cuando uno aún está identificado con los límites, y es el ego quien arrogantemente toma las enseñanzas del advaita para negarse a soltar las ilusiones, justificándose con la palabrería sagrada de Ramana o UCDM etc.

La Verdad ya es. La Verdad siempre es lo que es. Y es incambiable (por lo tanto es confiable, de hecho lo único confiable porque es lo único que hay).

Hay descanso en la paz, es vida y dicha absoluta. El Amor "se ocupa" perfectamente de Sí mismo. No hay problema. Sólo hay Lo que no puede ser descrito, pero sí puede ser vivido (experimentado, "serse", ¡cómo decirlo!). Y Esto que Es, nuestro verdadero Ser, es incomparable. Ningún absurdo da la más ligera idea de la maravillosa dicha del Ser, de la Amorosa Bondad que se besa plenamente a Sí misma, amándose completamente de un modo tan ilimitado que no es posible imaginarlo con la mente limitada.

Hay motivos para el agradecimiento, para el Amor.

Lo eterno es bondadosamente como es, inmutablemente, felizmente.

Gracias por compartir.
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