jueves, 24 de mayo de 2012

Algunas típicas mentiras que nos contamos a nosotros mismos

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Unos ejemplos de típicas mentiras con las que podemos autoengañarnos:

El mundo es una selva llena de depredadores.

Debo adaptarme y atacar/defenderme, o me comerán.

Mira lo que me has hecho hacer.

Mira lo que me has hecho sentir.

Estoy enfadado.

Estoy en la ruina.

Por tu culpa sufro.

Si hicieras lo que te pido, podría ser feliz.

Tengo miedo.

Estoy enfermo.

Soy un cuerpo.

Una sola cosa es segura: la muerte.

Me has hecho enfadar.

Me has insultado.

Lo que otros obtienen, yo lo pierdo.

Lo que yo gano, otros lo pierden.

Mira lo que has hecho de mí.

La culpa es tuya.

La culpa es mía.

Si me amas, no amarías a nadie más tanto como a mí.

Si me amas, no mirarías a nadie.

Si me amas, harías lo que yo te pidiera.

Soy mejor que tú. Soy mejor que ellos.

Soy peor que tú. Soy peor que ellos.

Yo tengo razón y tú estás equivocado.

Esto se ha roto.

Esto se ha roto y alguien tiene la culpa.

Yo no he sido.

He sido yo.

Puedo ser feliz separadamente de los demás.

Debo ganarme la felicidad.

Debo merecerme la vida.

Debo trabajar para obtener sustento.

Debo sufrir para vivir.

Debo esforzarme en ser mejor.

Debes esforzarte en ser mejor.

No me siento pleno; me falta algo.

En el futuro encontraré lo que en este momento me falta.

Deberías ser como yo quiero que seas.

Has hecho que me sienta triste.

Mira como lloro...

...

La lista podría continuar con más ejemplos. Cada ejemplo es un disfraz diferente para una misma mentira: la negación de la Unidad. Pero la Unidad, la Verdad, es Amor, y el Amor está más allá de este tipo de autoengaños. Quien se conoce a Sí mismo, no necesita las mentiras.
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6 comentarios:

  1. Y tu Toni necesitas de las mentiras ?

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  2. Nadie las necesita (ni siquiera existen, ¡pero pueden parecer escocer jejeje!). Pero todo aquel que parece estar en un cuerpo en el sueño, no ha dejado de jugar completamente al juego de las mentiras (aunque ni existen ni se necesitan). Ser consciente de tal juego de mentiras las desactiva (la luz disuelve las sombras), tanto más cuanto más consciente se sea de lo poco (nada) que sirven. Nadie quiere tapones que tapen/bloqueen/anulen la felicidad, y cuando algo se reconoce como un tapón sin ningún valor, surge espontáneamente el desapego liberador (el tapón pierde interés, es soltado y se desvanece). Tanto mayor desapego cuanto mayor sea el discernimiento.

    Por otra parte, puesto que Toni no existe ni un preguntador aislado tampoco, me he respondido yo mismo. Tal como escenifiqué la pregunta, escenifico la respuesta. Esto forma parte del juego, en este caso el juego de las mentiras piadosas jejeje

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  3. Disculpa mi interes y curiosidad. Cuando aseveras con sonrisa incluida que Toni no existe, e incluso tienes la sabiduría de saber que quien se conoce a si mismo no necesita mentiras, esto en si que es?, que los ha leído y ha pasado ha formar parte de tu inventario de creencias, o es que eres un ser despierto que habla desde el Ser con conocimiento de causa?.

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  4. ¿Qué tal si introducimos una posibilidad "intermedia", indefinida, donde todos podamos reunirnos? Y así esquivamos todos, unidos, las diversas etiquetas. Indefinidos. Que nos defina el Ser, si ha de ser así, pero no nosotros. Indefinidos, por ejemplo: ni iluminados, ni no-iluminados (ambas opciones, de todos modos, son metáforas ilusorias... aunque útiles a veces).

    Lo anterior lo digo como preámbulo para lo siguiente. Las palabras, de todos modos, siempre serán equívocas. Pero digamos algo así: soy tú, y tú eres yo. Sólo existe nuestro Ser.

    ¿Desde dónde se dice eso? ¿Desde el Ser? ¿Desde la creencia? La respuesta ha de ser:

    Sólo puedo hablar desde el único ser que conozco, que es lo único que existe. Esto es como un niño escribiendo garabatos. No conviene que sea tomado con excesiva seriedad. Un niño es un niño. Pero aquí hay certeza. Aquí hay paz. Aquí no se sabe nada más. Pero un niño es un niño. ¿Quién tomaría en serio los garabatos de un niño? Sin embargo, estos garabatos son ofrecidos con amor a todo aquel que se acerca. ¿Importa quién es el niño? ¿Importa qué dicen exactamente los garabatos? ¿O importa quién es aquel que se acerca al niño? ¿Quién soy?, dicho para sí mismo, es lo único que importa. La respuesta lo resuelve todo.

    Sólo sé que aquí hay paz y certeza, y que lo que se dice es con amor, pero nada es lo que parece. Sólo garabatos, pero garabateados con amor. Tomemos el amor y no demos importancia a los garabatos. Ni a quien los ha garabateado. Puede que sólo sea un niño. Pero si dibujó sus garabatos con amor, entonces también es amor. Nada más importa. Miramos dentro y este amor es lo único que podemos encontrar.

    Me agradaría que esta respuesta te sea útil en alguna medida, porque entonces me es útil a mí (compartimos el único ser existente). Pero si no fuera así, no seremos duros porque los garabatos fueron bienintencionados.

    Quizás hay preguntas que no tengan respuesta desde el mismo enfoque de la pregunta. No lo sé. Pero sí sé una cosa. Que te amo. Viajamos en el mismo barco, aunque nunca se mueve porque no va a ninguna parte (es nuestro Ser). Somos lo mismo. ¿Quién eres? La respuesta contestará también quién soy. Si me preguntas a mí, sólo soy un niño. Perdona si algún día salen travesuras de esta casa. Ya sabes. Los niños a veces somos así jejeje ;-)

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  5. Te has creado tu mundo propio como haría cualquier niño con travesuras incluidas, me parece bien no estoy aquí para juzgarte. Mi interés y curiosidad se basa en simplemente completar lo que observo en este universo de diversidad, donde los niños son niños, y no se les puede pedir mas.

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