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Vaya por delante que despertar es una ilusión; porque nuestro auténtico Ser nunca se ha dormido y ya es perfecto tal como es. Pero decir esto no tiene utilidad cuando uno siente que hay problemas, o siente que está experimentando algo menor que la Total Plenitud. En este caso, la metáfora del despertar será inestimablemente valiosa. De todos modos todo lo que se dice en palabras son metáforas. Sin embargo algunas metáforas funcionan mejor que otras para salir del absurdo y recordar la Verdad que siempre es. Hay ilusiones benignas, como la del despertar. Un clavo puede servir para extraer otro clavo, y después ambos se desecharán. De modo parecido, una ilusión (la del despertar) sirve para deshacer el resto de las ilusiones, y una vez deshechas se olvidarán todas: incluso el "clavo correcto" acaba siendo tirado cuando ya hemos logrado el propósito para el cual lo usábamos.En este post llamo despertar a lo que algunos llaman iluminación. En este post trataremos ambos términos como sinónimos. Un despierto es un iluminado. La iluminación (el despertar) es la última de las ilusiones, más allá de la cual para nada sirven las palabras. Hablar de "iluminados" es una metáfora que puede resultar a veces útil durante el "des-hacimiento de lo ilusorio" (llamemos a esto, si queremos, "proceso de despertar"). Pero tras la iluminación resulta obvio que nunca hubo iluminación porque nunca hubo nadie dormido ni que despertara, ni nunca hubo problemas. Sólo hay Plenitud-no-dual la cual no puede describirse con palabras porque está más allá de todo concepto. Podemos llamarlo una "experiencia". Es una experiencia-no-dual, pues no hay sujeto-objeto sino un solo SER sin nada externo a Ello, pero podríamos comentar que incluso las experiencias duales no pueden describirse con precisión con palabras. Por ejemplo la experiencia del sabor de un zumo de piña es algo inexpresable en palabras, se pueden decir palabras pero sólo aquel que haya saboreado el zumo de piña lo sabrá realmente.
Este post no son más que metáforas garabateadas por un niño. No es necesario tener en cuenta nada de lo que aquí parezca expresarse. Sólo son metáforas. Podemos "pelear" con las metáforas y discutir por discutir. Podemos ignorarlas. Y también podemos extraer el licor esencial de las metáforas y experimentar la paz en la cual no nos resistimos a que suceda la última de las apariencias, la última de las metáforas: la ilusión del despertar. Una vez vivenciada esta ilusión, todo resultará claro y nada importará excepto el Ser, que es nuestra propia Felicidad-no-dual (incondicionada). Al traspasar la puerta del despertar, resulta obvio que nunca hubo puerta, pero esa ilusión ha sido "necesaria", aunque inmediatamente después de ser traspasada, desaparece también ella (junto a todas las demás ilusiones) y todas las ilusiones son olvidadas para siempre, como si nunca hubieran existido porque de hecho nunca han existido. Por eso no importan.
Al "otro lado" de la ilusión del despertar, las palabras no alcanzan para describir Eso. Se pueden elegir palabras para referirse a Ello, pero no se puede describir ESO, sino solamente vivirlo (experimentarlo directamente, en no-dualidad). Unos ejemplos de palabras que se han usado para referirse a ESO: Absoluto, Cielo, Brahman, Sat-Chit-Ananda, Dios, Padre, Unidad, no-dualidad, Vacío (de ilusiones), Plenitud (de Realidad UNA), etc. Esos son nombres que se han usado alguna vez para referirse a ese "otro lado" de la ilusión del despertar. Pero el despertar es una ilusión. Y no hay "otro lado" que el Ser que siempre somos. Puesto que el tiempo es otra ilusión, ni siquiera el tiempo es un obstáculo para que podamos experimentar la Verdad de nuestro Ser ahora, en este mismo momento. Vivir la iluminación (la cual es la última de las ilusiones) no requiere tiempo, pues el Ser es completamente perfecto ahora (intemporal). ¿Por qué entonces no se experimenta ahora la Verdad? Cuando parece suceder que no disfrutamos de nuestro propio Ser, es porque lo estamos negando: estamos eligiendo darle la espalda. Esto fue una decisión (y todas las decisiones son ilusorias) que en su día fue tomada deliberadamente y que posteriormente puede haber quedado olvidada en la mente inconsciente. Pero mientras no estemos viviendo la Plenitud, es porque estamos negándonos a aceptar la Verdad de nuestro Ser. Y al negarla, producimos la ilusión de no ser lo que somos. Al negar aceptar lo que somos, se produce la ilusión de la separación (de la que dependen todos los problemas, todas las ilusiones) y de esta ilusión se saldrá (de hecho: se salió, aunque entrar y salir forma parte de lo ilusorio, siguen siendo metáforas, como todo lo que se dice en palabras) mediante otra ilusión: la ilusión del despertar. Pero mientras sigamos decidiendo en contra del despertar (y no importa que tal decisión la estemos manteniendo consciente o inconscientemente) parecerá que estaremos "retardando" aparentemente el despertar (metafóricamente diríamos que de todos modos se despertará, pero mediante "caminos más lentos", pues esos caminos implicarán, aparentemente, más tiempo ilusorio). Y aunque el final está sellado (las ilusiones culminaron en el despertar), mientras este proceso parezca continuar, el tiempo entonces será una ilusión que solamente tendrá un uso útil: usarlo para deshacer el tiempo mismo, o lo que es lo mismo, usarlo para favorecer el despertar.
Y sobre este tema va este post, favorecer el despertar.
CÓMO DESPERTAR
Realmente no hay un "cómo". Los "cómo", tal cual suelen ser entendidos, suelen implicar la necesidad del tiempo, y a menudo refuerzan las ilusiones en lugar de agilizar el despertar. No hay camino que te lleve a lo que eres, porque ya eres lo que eres. Y no necesitas realizarte, porque el Ser es lo único que eres y el Ser ya está eternamente realizado. Ya eres perfecto tal como eres. Pero si no sientes la Plenitud del Ser, entonces la frase "ya eres perfecto" resultará algo "peligrosa" porque la estará leyendo el ego y pensará para sí: "uy qué bien, ya soy perfecto, ahora no necesito despertar". Mala tendencia sería esa, pues sería la continuación del camino ya emprendido de "darle la espalda a la Verdad", lo cual es una metáfora ya mencionada más arriba. Por fortuna, el ego no existe. Y cuando hablamos del ego, se trata de una metáfora refiriéndonos a la identificación con lo limitado. La separación (lo limitado, la dualidad) produce el espejismo (las ilusiones) y desaparece mediante los espejismos liberadores relacionados con el despertar (algunos de los más rápidos son: el discernimiento+desapego, la autoindagación, el proceso de perdón tal como es explicado en Un Curso de Milagros, la Risa Divina que describiré más abajo, la entrega/rendición/aceptación/soltar, etc). Estos espejismos liberadores no son un "cómo" realmente, pues no hacen nada nuevo, sino que se trata más bien de un deshacer las ilusiones previamente aceptadas, las cuales al ser deshechas dejan de parecer ocultar la Verdad. En este sentido, sí podemos hablar (aunque siempre metafóricamente) de "cómo despertar".
A veces se habla de la "vía negativa", aunque no pocas veces se usan esas palabras para finalmente reincidir en otra modalidad de "vía positiva". La vía positiva puede entenderse como un hacer (dietas, mantrams, acciones virtuosas, etc). La vía negativa puede entenderse como un no-hacer, pero a menudo se malinterpreta como pasividad en la apariencia, lo cual tampoco conduce al despertar.
La única vía de salida de lo ilusorio es lo que podríamos llamar "decisión correcta", o buen elegir. Hay algunas confusiones con respecto a esto, tanto en cuanto al elegir como en cuanto al "quién elige". Cuando se malinterpreta la idea, se desliza uno hacia los laberintos del ego, reforzando ilusorios caminos que parecen retardar el despertar. Sondeemos un poco estos temas:
Elegir
Elegir es algo ilusorio. Todas las decisiones (o elecciones, como se prefiera llamarlas) son en lo ilusorio. En el Cielo/Absoluto no hay nada que elegir, nada que decidir, todo es como es.
Pero si uno no se siente pleno, en perfecta Unidad y perfecta Paz, entonces ya estamos cometiendo el capricho ilusorio de elegir. ¿Y qué estaremos eligiendo en ese caso? Las ilusiones. Y la única manera de deshacer esta decisión (de creer en las ilusiones) es decidir en contra de lo previamente decidido. Por eso, la decisión "correcta" (la que conduce a despertar) es el único camino para deshacer el equívoco. Poco importará que uno se haya olvidado de que eligió contra su propio Ser: aún así sigue eligiendo así, inconscientemente. Y hasta que no deshaga esa decisión mediante la decisión contraria (la de recordar/despertar), no experimentará la última ilusión, la del despertar, la cual es la antesala del Absoluto que es lo que siempre Soy.
Toda elección es ilusoria. Y ya estamos en "Casa" (ya somos lo Absoluto). Pero mientras parezca que no disfruto de mi propia Plenitud Absoluta, es síntoma de que estoy eligiendo las ilusiones y que saldré de ahí mediante una decisión de despertar, que es otra decisión ilusoria pero la única decisión útil en el ámbito de lo ilusorio.
Todas las decisiones son ilusorias, todos los conceptos son ilusorios; pero hay ilusiones y conceptos que son el "clavo correcto", son las ilusiones que conducen a la ilusión última del despertar, en lugar de reforzar el espejismo de las ilusiones con todos sus aparentes problemas.
Por eso decía Ramana Maharshi que "un clavo saca otro clavo, luego ambos se desecharán". Y decía Ramesh Balsekar que elegir es ilusorio pero que en la vida cotidiana "haz como si pudieras elegir".
Los procesos (o "caminos") que conducen al despertar (conducen a la paz y de ahí a la Gracia de la que brota la iluminación) son también ilusorios, pero si los elegimos, funcionan más "rápidamente" (el tiempo también es ilusorio) que los otros caminos que tienden más a la inercia. Aunque elegir sea algo ilusorio, elegir estos procesos liberadores es elegir la ilusión que deshará todas las ilusiones. De lo contrario se mantiene la inercia, basada en la previa decisión (generalmente inconsciente) en contra de despertar: la decisión en favor de creer en la separación (con sus aparentes consecuencias: la culpabilidad, el miedo, y las miles de proyecciones que simbolizan esta separación de millones de maneras aparentemente diferentes, si bien todas son lo mismo: separación, dualidad).
Puede parecer que haya quienes no estén maduros todavía para elegir procesos como la autoindagación, el perdón-"UCDM", etc, pero esto forma parte de lo ilusorio y es un cuento con un final ya establecido: todos despertaron, todos despertarán. Puede que parezca que algunos aspectos del Ser todavía se apegan al mundo ilusorio, pero todos finalmente tomaron/tomarán la decisión de despertar. Es obvio que es así, porque es un hecho que en el Cielo o Absoluto no falta nadie. Es imposible que al eterno UNO indivisible e inmutable se le arranque ningún trocito, ni siquiera temporalmente jejeje
Tratemos algunos matices más:
¿Quién elige?
Ya hemos indicado que elegir es una ilusión, pero que elegir "bien" (verticalmente... esto lo comentaremos más abajo) es la única ilusión útil, pues conduce al despertar. Pero queda el asunto de: ¿quién elige?
Cuando Ramana o cualquier sabio sugería a alguien que simplemente indagara, o cuando Jesús sugiere que elijamos el perdón (el perdón explicado en UCDM, no el perdón mundano... más abajo comentaré ligeramente esto), ¿a quién se están dirigiendo? Es obvio que no son indicaciones para el ego, porque el ego no existe. Tampoco son indicaciones para el Ser, porque el Ser ya está realizado, nunca se ha dormido y no necesita despertar. Pero, ¡cómo pues!, ¿a quién se le están suministrando estas informaciones sobre el despertar?
Bien, recordemos lo ya dicho más arriba de que en realidad el despertar es una metáfora, es una ilusión. Pero es una ilusión "necesaria" cuando creemos haber perdido la Plenitud. Entonces, ¿quién cree esto? ¿Y a quién se le dan las ideas que ayudan a despertar? Llegados a este punto, como en este nivel se está dando por hecho que hay un sueño ilusorio del cual queremos despertar, necesitamos hacer uso de otra metáfora. Y de acuerdo con esto, voy a mencionar el recurso que usó Ramana cuando le preguntaron esto. La autoindagación (o lo que se indique como ayuda para el despertar: el clavo correcto) no se le explica al ego, porque el ego no existe. Tampoco al Ser, porque el Ser es inmutable y no ha cambiado, no se ha dormido. Por lo tanto tenemos que hablar de algo "intermedio", que Ramana llamó "nudo". En Un Curso de Milagros se lo podría llamar "tomador de decisiones" (que no es algo mencionado explícitamente en UCDM, pero es una metáfora válida que ha usado mucho Kenneth Wapnick para ayudar a entender mejor el Curso).
¿Qué es este nudo o tomador de decisiones? Es una metáfora. Es aquello que en nosotros parece poder elegir. Es aquella parte de nuestra mente con la que decidimos si hacer caso de los pensamientos del ego o por el contrario haremos caso a la inspiración proveniente del Ser.
El "tomador de decisiones" puede 1) identificarse con el ego (invitándose a sí mismo a una vida limitada, corporal, llena de problemas) y creer en ideas como "existe un mundo externo a mí y yo soy un cuerpo" (básicamente creer eso es el ego) o bien puede 2) identificarse con la "mente correcta" (otra metáfora de UCDM) la cual conduce a la inspiración del Ser, y por lo tanto conduce a ir en la dirección a experimentar la última de las ilusiones: la iluminación, el despertar. Otra forma de decirlo: la mente puede volcarse hacia "afuera" (ilusiones) o volverse hacia adentro y reconocer la Verdad del Ser, encontrándose en paz.
Si el tomador de decisiones elige tomar decisiones por su cuenta (como un ser individual separado) se autoengañará al identificarse con el ego. Si elige abrirse al Espíritu y no hacer ni pensar nada separadamente del bien global (realmente o todos ganamos, o todos "perdemos"), le vendrán inspiraciones y estará decidiendo en nombre del Amor, y no por cuenta propia separadamente. Si eliges al Amor, despiertas siendo el Amor. El mismo Amor te despertará suave y felizmente por medio de sus amables mensajeros. Una forma de tomar conciencia de adónde estamos caminando es preguntarnos: ¿Para qué quiero esto? ¿Para qué me sirve esta decisión? Y sopesar qué es lo que nos mantiene en paz y nos ayuda a despertar, o qué es lo que por el contrario nos hace sentirnos más separados, intranquilos y confusos. No hay nada que una mente atenta no pueda lograr.
¿Qué se elige?
Bien, una vez mencionada la metáfora del "tomador de decisiones", queda la cuestión de qué opciones tiene a su disposición. ¿Qué puede elegir? No olvidemos que estamos comentando en el ámbito de lo ilusorio. Repasemos: la "caída" o separación o dualidad es una ilusión. Dormirse es una ilusión. Despertar (iluminarse) es una ilusión. El tomador de decisiones es una ilusión. Elegir es una ilusión. Elegir volver la mente hacia adentro es una ilusión. Pero esta ilusión de volver la mente hacia adentro es el "clavo útil", es la ilusión que conduce a la última de las ilusiones: el despertar.
Tal como indica UCDM, solamente hay dos opciones posibles para elegir: el ego o el Espíritu Santo (el miedo o el Amor; el dormirse o el despertar; el parecer separarse o el reconocer la unión). El ego (el cual repito que básicamente no existe, es nuestro ilusorio capricho de creer en la separación) trata de enredarnos y hacernos creer que hay diversidad de elecciones ante cada situación dada. Pero en cualquier situación (que son apariencias) la única decisión real es reconocer lo irreal como irreal, y aceptar la verdad. Todas las numerosas elecciones aparentes en el mundo, son decisiones "horizontales", o sea: refuerzan la sensación de estar separados; refuerzan el sueño. Pero elegir despertar, ésa es la única elección "real" (aunque también sea ilusoria), pues conduce al despertar. Todas las opciones que provienen del ego, son todas lo mismo. Sólo discernir lo falso como falso (discernimiento) y rechazarlo (desapego) es la opción vertical, que despierta.
Pongamos un ejemplo: digamos que recibo una llamada de mi casero, diciéndome que si mañana por la mañana no pago los 3 meses que le debo del alquiler, me echará de la casa. Dada esa situación, desde el punto de vista del ego surgirán decenas de posibles decisiones/soluciones: 1) ir a pedirle a un amigo que me devuelva el dinero que me debe, y así pagar yo también. 2) Atracar un banco. 3) Secuestrar un autobús repleto de estudiantes de UCDM y pedir rescate. 4) Pedirle clemencia al casero. 5) Saltar de un puente. 6) Conformarme con lo que pase, y quedar en la calle. 7) Etc, etc etc.
Las anteriores decisiones son la opción "horizontal": si las tomamos por nuestra cuenta refuerzan la creencia en que el sueño es real. Refuerzan la creencia de que puede haber un mundo físico externo a nosotros. Pero no hay un mundo físico externo a nuestro Ser. Todo es Mente. Todo está en nuestro Ser. No vivimos dentro del universo, sino que el universo está dentro de nuestro Ser. Todo lo que existe es el Ser-Unidad que somos. No somos un cuerpo. Somos Espíritu, Mente Pura, Ser Puro. Incluso el mundo ilusorio, no existe en ninguna parte, es una mera fantasía imaginada en nuestra mente. Pero elegir las opciones "horizontales" nos induce a creer que existe la dualidad y que somos un cuerpo que vive en un mundo físico externo a nuestro ser. No existe lo físico. Solamente lo mental. Y dentro de lo mental, lo ilusorio y lo real. Y lo ilusorio no existe porque es ilusorio. Sólo existe el Amor Puro. Sin embargo, mientras tomamos decisiones "horizontales", estamos induciéndonos a nosotros mismos a creer en lo irreal, fantaseando con lo que nunca es ni será verdad, invitando a la intranquilidad, al miedo y a los sufrimientos.
Pero disponemos de la otra opción, decidir en favor de la verdad (la elección "vertical", que nos "despega" de las ilusiones y vuelve la mente hacia adentro: todo es una cuestión mental). Aprender a elegir la verdad requiere práctica (mediante el hábito de la autoindagación, o practicar Un Curso de Milagros o algún camino que esté diseñado desde la inspiración para el despertar). Como estamos en un simple ejemplo, para dar una ligera idea digamos que la opción vertical sería algo parecido a lo siguiente: recordar que la dualidad es solamente un sueño, y volver la mente hacia adentro, a la paz del Ser, al Sí mismo desnudo de conceptos, más allá del tiempo... sin pasado... sin futuro... sin un presente "coloreado"... El casero es una ilusión, el dinero es una ilusión, la casa es una ilusión, mi cuerpo es una ilusión, el espacio es una ilusión, el tiempo es una ilusión... Lo relevante es el Testigo de esas ilusiones, el cual siempre está en paz e inafectado por nada. Lo único real es la paz. Lo único real es el puro y desnudo Yo Soy (sin añadir el concepto de cuerpo, ni de dualidad de ningún tipo). Necesitamos volver la mente adentro para unirnos a la paz del Espíritu o Sad-Guru (el Guru interior o Yo Superior), y entonces todo estará bien. Incluso en lo aparente (lo "práctico"), en cuanto al espejismo de las ilusiones, todo estará bien. Surgirá espontáneamente la inspiración de qué decisión de las "horizontales" conviene más en ese caso concreto, y por ejemplo elegiré desde la paz una de las opciones ya pensadas mencionadas arriba, o quizás surja como inspiración alguna nueva opción: por ejemplo podría recordar que en un olvidado cajón disponía de unos ahorros con dinero suficiente para pagar esa cantidad jejeje... Pero incluso si no hay una nueva solución, cualquiera que se elija de las disponibles se usará sin caer en el miedo, confiando que todo va a ir bien y así será. No hay por qué temer a un sueño. Y si se le teme, estamos eligiendo hacerlo parecer real. Una vez aprendemos a elegir a favor del despertar, el proceso de despertar se desenvolverá felizmente, y mientras aún estemos dormidos percibiendo un aparente cuerpo, parecerá que somos tiernamente cuidados por la Providencia, por el Amor del Ser que nos cuida, vigila y protege en todo momento, pues Su influencia alcanza incluso al aparente sueño, facilitando suavemente el sueño final del feliz despertar.
Concluyendo. ¿Qué se elige? Pues básicamente, si queremos experimentar pronto la ilusión final (el despertar), elegiremos la opción vertical (volver la mente adentro). Toda elección consiste, pues, en elegir entre las dos únicas opciones: o elegimos en favor de la verdad ("verticalmente"), o elegimos en favor de las ilusiones ("horizontalmente"). Y de estas dos opciones, solamente una de ellas está en sintonía con el Absoluto. Por eso, es la opción que, metafóricamente diremos, "todo el mundo la eligió". Pues todo ha sucedido ya: el Absoluto es inmutable y nunca ha dejado de ser lo que es.
¿Cómo se elige?
Lo fundamental es no elegir desde la identificación con el ego. No tomar decisiones por tu cuenta es básico como primer paso, pues elegir desde el individuo separado, es elegir desde el ego. Para "acelerar" el despertar hay que renunciar a los deseos del ego y aceptar un solo deseo: el deseo por Dios, por el Amor, por la Verdad. Y sólo podemos aceptar la Verdad si nos abrimos al recuerdo de la Verdad que hay en nuestra mente. Todo lo que necesitamos está en nuestra propia mente. No hay otro ser que nuestro ser (el verdadero ser). La única elección real consiste en volver la mente adentro. Para ello, debe haber un discernimiento de lo falso cada vez que parezca presentarse alguna apariencia, y soltarlo/entregarlo al Espíritu (al Yo Superior o recuerdo de la Unidad en nuestra mente). Básicamente, esto es discernimiento con desapego, lo cual produce que la mente se vuelva hacia adentro (autoindagación).
Para ayudarnos a volver la mente adentro, hay diversos caminos propuestos, proporcionados por la Gracia desde la inspiración: la autoindagación, la entrega, el perdón (entendido como lo explica UCDM), etc. Estos caminos o herramientas, son ilusorios también. Incluso volver la mente adentro es una metáfora (ilusoria), pues la mente nunca salió hacia afuera. No hay afuera del Ser, y además el Ser es inmutable. Pero como hemos mencionado más arriba, cuando parece que se ha olvidado la Plenitud necesitaremos del clavo correcto para deshacer con esa ilusión el resto de las ilusiones y así experimentar la última ilusión del despertar.
Ya estás despierto
Tu verdadero Ser nunca se ha dormido. El UNO siempre está despierto y perfectamente realizado. Pero mientras no seas plenamente consciente de tu Plenitud, eso significa que pareces estar soñando dormido y vives la experiencia de ser un individuo separado, metido en un cuerpo físico o sutil, etc. En ese caso, lo que te ayudará será experimentar la ilusión del despertar. Para ello has de aprender a re-aceptar o recordar la Verdad de tu Ser. Ese aprender es más bien un desaprender: se trata de dejar de tomar decisiones que refuerzan el sueño, que son decisiones basadas en la inercia del ego. Has elegido en favor del ego (aunque hayas enterrado esta elección en tu inconsciente) y ahora te conviene elegir en contra de tu anterior elección. Ambas decisiones son ilusorias y se anularán una a la otra, produciendo el despertar... y... ¡Enhorabuena, siempre Ahora bendito Absoluto! ¡Felicidades!
¿Quién soy?
Mientras pareces dormir, usaremos la metáfora del tomador de decisiones. Lo que eres realmente no se puede describir con palabras. De hecho, Eso que eres realmente, no tiene la más mínima duda acerca de Quién Es. La pregunta ¿quien soy? puede usarse como una de las maneras de ayudarnos a volver la mente hacia adentro. También la idea oriental del "neti, neti" (ni eso, ni eso) sirve para ir desenmascarando las apariencias, negándoles la realidad. Al dejar de creer en ellas, como son irreales se desvanecen. Pero cualquier procedimiento, usado superficialmente no sirve de mucho. La pregunta ¿quién soy? repetida como lo haría un loro no serían más que palabras. De hecho no paras de hacerle esa pregunta constantemente al ego, inconscientemente no cesas de preguntarle a ese que ni existe ni sabe la respuesta sobre quién eres. Y por si esto fuera poco, te has creído sus alocadas respuestas. Para desidentificarte del ego, pueden resultar muy útiles las sugerencias compartidas en la enseñanza llamada Un Curso de Milagros (UCDM).
El proceso del perdón-UCDM
Un Curso de Milagros (UCDM) es una enseñanza no-dual que, como todas las enseñanzas no-duales bien entendidas, conduce infaliblemente al despertar (no necesariamente en "una sola vida", aunque tiene fama de ser bastante rápido). Lo que UCDM llama "perdón" no es lo que en el mundo se suele entender como tal, sino un proceso no-dual relacionado con el discernimiento y el desapego, expuestos de una manera muy astutamente diseñada para volver la mente adentro. No voy a alargar este post para explicarlo, porque para aprenderlo bien lo ideal es recurrir al UCDM original (quizás sea mejor para algunos leer primero el libro «La Desaparición del Universo», de Gary Renard).
Básicamente trata de entender y vivenciar con convicción la verdad de que "nada real puede ser amenazado y nada irreal existe", lo cual es una forma de perdón que deshace la creencia en la dualidad. La Unidad es nuestro único Ser, y nada más existe; por lo tanto, no hay nada que pueda amenazar a lo único que existe. Por lo tanto renunciar (ya hemos hablado más arriba de cómo usamos esta metáfora... el tomador de decisiones, el elegir ilusorio, y todo eso) a las ilusiones lo resuelve todo. Aunque explicar esto a fondo... tiene su arte.
Se puede usar la pareja de palabras "Perdón Divino" para así indicar que este tipo de perdón no es lo mismo que el perdón que otorga el mundo. Asimismo más abajo mencionaré lo que llamaré "Risa Divina". No es que lo Divino (lo Absoluto) perdone ni se ría realmente, pues son ilusiones. La palabra "divino" puede ayudarnos a indicar que estas ilusiones se usan para dejar de negar la Verdad, y por lo tanto volver a experimentarLa de manera "consciente", constante y sin interrupción eternamente (las palabras pueden despistar un poquito pero de nuevo repito que todo son metáforas que señalan "algo").
Como dijimos más arriba, para facilitar la ilusión del despertar hay "clavos correctos" que, aún siendo también ilusorios, conducen al final de todas las ilusiones. Esto es así porque son las únicas ilusiones que no se oponen en nada a la Realidad, y por lo tanto no refuerzan lo falso. Uno de estos "clavos" útiles es el perdón no-dual. Aún siendo una ilusión, funciona para el propósito del despertar. UCDM dice:
El perdón es una forma terrenal de amor, que, como tal, no tiene forma en el Cielo. (L.PI.186.14.2) (página 378 del Libro de ejercicios)
Recordemos que en el lenguaje no-dual de UCDM, la palabra "Cielo" es sinónima de lo que en otros lados llamamos "Absoluto", "Advaita", "Dios", etc. Seguimos con un par de citas más de UCDM:
¿Pues, qué necesidad tiene el Cielo de perdón? (L.PI.192.2.5) (Página 394 del Libro de ejercicios)
Acepta la única ilusión que proclama que en el Hijo de Dios no hay condenación, y el Cielo será recordado instantáneamente, el mundo quedará olvidado y todas sus absurdas creencias quedarán olvidadas junto con él, conforme la faz de Cristo aparezca por fin sin velo alguno en este sueño de perdón. (L.PI.198.10.1) (página 412 del Libro de ejercicios)
Para darle un toque jovial, voy a explicar algo similar a esa modalidad de perdón no-dual, pero planteado desde otro vocabulario: el proceso de la Risa Divina. Más abajo comentaré algo al respecto.
Aquí solamente decir que quienes estéis interesados en el perdón no-dual, podéis leer también algunos de los posts que le dediqué al tema en este blog, por ejemplo:
1) Síntesis de UCDM: http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2012/05/sintesis-de-ucdm.html
2) Síntesis del perdón: http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2010/06/sintesis-del-perdon-sobre-el-perdon.html
3) «La Desaparición del Universo»: http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2010/02/la-desaparicion-del-universo.html (incluye links para descargar el libro)
El proceso de la Risa Divina
Podemos reírnos de todas las ilusiones porque no son nada. No importan. Ninguna es preocupante por sí misma, excepto cuando las tomamos con grave seriedad. Pero ni siquiera entonces tienen el poder de dañar lo inmutable (lo cual es nuestra esencia o realidad), pues independientemente de que creamos en ellas o no, no dejan de ser meras imaginaciones que se deshacen en cuanto nos cansamos de jugar con ellas.
Comprender esto, y aplicarlo correctamente, conduce al despertar.
Podríamos esquematizar el proceso del Reír Divino mediante dos pasos, basados en el discernimiento y el desapego:
Ante cualquier apariencia que nos moleste mínimamente (independientemente de la intensidad de la molestia), damos estos dos pasos que son uno realmente:
1) Reír porque es irreal: Esto se relaciona con el DISCERNIMIENTO. Se desenmascara lo falso como falso, se discierne entre lo irreal y lo real. Todo problema o molestia es irreal, pues el Ser es Plenitud inmutable. Al reconocer lo falso como falso, podemos reírnos de ello y dejar de sufrir por meras proyecciones fantaseadas en nuestra imaginación.
2) Soltar. No importa: No darle importancia. SABER QUE TODO VA BIEN. Esto se relaciona con el DESAPEGO. No tratamos de controlar, no tratamos de decidir por nuestra cuenta desde la creencia de ser un ser individual separado. Al contrario, dejamos todo (incluidas nuestras decisiones) en manos del Espíritu (o Sad-Guru, o Ser, o como prefiramos llamarlo). Con esta actitud nos llegarán las inspiraciones apropiadas.
De manera que cuando parezca haber el más leve problema, lo reconocemos como falso y lo soltamos. Lo entregamos al Cero Infinito (mi manera de nombrar al Sad-Guru o Espíritu... "Cero" porque está vacío de ilusiones, "Infinito" porque es la ilimitada Plenitud) y podremos relajarnos. El asunto está en buenas manos, y el Testigo o Cero Infinito se ocupa de todo (siempre es así de todos modos, aunque somos libres de imaginar que no sea así).
Todas las ilusiones pueden ser reídas, soltadas. Esto es un proceso similar al del Perdón, pero con un lenguaje diferente que puede gustar más o menos a cada cual. A algunos la palabra "perdón" les cuesta recordar que no ha de confundirse con el perdón clásico que concede el ego. El Reír Divino tampoco es una risa cotidiana, sino discernimiento combinado con desapego.
Todos los objetos son ilusorios y no pueden amenazar la Realidad Que Eres. Recuerda: Nada real puede ser amenazado; nada irreal existe. En esto radica la Paz de Dios. Cualquier molestia, cualquier amenaza, cualquier problema o cualquier miedo o duda, son ilusiones. Todo lo que aparece delante de los ojos es falso (así como el cuerpo y los propios ojos jejeje), son proyecciones imaginadas, reflejos de nuestras propias actitudes conscientes o inconscientes: por lo tanto son una oportunidad para liberarnos de tales actitudes. Toda percepción de los sentidos es falsa, es una ilusoria proyección. Todo pensamiento limitador o creencia limitadora, incluida la creencia en el tiempo, la creencia en el espacio, etc, son falsas, no eres eso, todo eso son ilusiones, objetos "externos" y por lo tanto no existen, son falsos, imaginaciones, fantasías, pues son objetos "externos" a ti y no hay nada externo al Ser. Eliminado todo lo falso, se revela claramente el Testigo o Cero Infinito, en toda su Paz, Amor y Plenitud. Sólo existe esta Unidad Plena de Amor por Sí.
Cuando parecen surgir objetos molestos, o emociones irritantes... dudas... problemas... lo que sea que te inquiete... Puedes perdonar/reír/soltar/entregar esas dudas, esa molestia (la intranquilidad, preocupaciones, etc). Se puede perdonar/reír/entregar exactamente como perdonarías/reirías/entregarías un insulto, un puñetazo, una silla rota, un familiar enfermo, etc. Las emociones o pensamientos limitadores (dudas, creencias limitadoras) no son Tú, sino que son tan externos a ti como una silla. Todos los objetos son proyecciones y se perdonan igual, reconociendo su ilusoriedad y que tú no eres eso (lo falso), entregándoselo al Espíritu. Así que tenemos diversos ejemplos de objetos: (nada de esto eres tú): silla, puñetazo, noche, día, enfermedad, cuerpo, celos, miedo, preocupación, muerte, tiempo, espacio, culpabilidad, desánimo, etc. Son cosas, objetos externos a tu Ser. No eres nada de eso. Pero si sientes una pérdida de paz, entonces estás identificándote con algo limitador. Lo perdonas. Lo ríes (bien entendido: la risa mental, interior, no-dual... no confundir con reírse cuando aparezca el símbolo de alguien aparentemente enfermo o ilusiones así jajaja). Lo sueltas. Lo entregas al Uno. Este proceso, aún siendo una ilusión también, te conducirá a la paz. Y cuando hayas soltado todo lo que tu mente inconsciente proyecte sobre tu aparente mundo, la paz será permanente y el Amor dará el "último paso". Todas las ilusiones desaparecerán para siempre y el ABSOLUTO será reconocido plenamente. No hay nada más que ESO. Incluso ahora.
No se requiere tiempo para ser lo que somos. Cualquiera podría soltar todo apego a lo ilusorio en este mismo momento, despertar ahora, superar inmediatamente también la ilusión de despertar y así volver a reinar la verdad, lo Absoluto. Ya es así, siempre ES. Pero nuestros apegos a lo ilusorio nos llevan, en muchos casos, a convertir este despertar en un proceso, tan rápido o lento como decidamos soltar nuestros apegos y así aceptar la Verdad. Como dice UCDM en una de mis citas preferidas:
La iluminación es simplemente un reconocimiento, no un cambio. (L.PI.188.1.4) (Página 382 del Libro de ejercicios)
También dice:
El viaje a Dios es simplemente el redespertar del conocimiento de dónde estás siempre y de lo que eres eternamente. Es un viaje sin distancia (...) (T.8.VI.9.6-7) (Página 166 del Texto)
UCDM también menciona la llave de la risa, del buen reír, por ejemplo cuando dice:
Una diminuta y alocada idea, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse, se adentró en la eternidad, donde todo es uno. A causa de su olvido ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales. Juntos podemos hacer desaparecer ambas cosas riéndonos de ellas, y darnos cuenta de que el tiempo no puede afectar a la eternidad. Es motivo de risa pensar que el tiempo pudiese llegar a circunscribir a la eternidad, cuando lo que ésta significa es que el tiempo no existe. (T.27.VIII.6.2-5) (Página 660 del Texto)
El comienzo del siguiente párrafo:
Una intemporalidad en la que se otorga realidad al tiempo; una parte de Dios que puede atacarse a sí misma; un hermano separado al que se considera un enemigo y una mente dentro de un cuerpo son todos diferentes aspectos de un círculo vicioso, cuyo final empieza en su comienzo y concluye en su causa. (T.27.VIII.7.1)
Pues eso. Invitados estamos a reírnos de lo falso, a no dejarnos asustar por las absurdas ilusiones de separación, que alimentan la sensación también ilusoria de culpa y miedo, los cuales se proyectan en lo ilusorio bajo todo tipo de disfraces: los diversos problemas y tragedias. Nada ilusorio es real: ni la enfermedad, ni la muerte, ni los cuerpos, ni el espacio ni el tiempo ni nada limitado. La separación (así como sus "hijas": la culpa y el miedo) nunca sucedió (separación, culpa, miedo y sus derivados son meras ilusiones). Podemos dejar ya de imaginarla, dejar ya de desearla. Reírnos de ella y entregarla desapegadamente. Todo el Bien, toda la Plenitud de nuestro auténtico Ser, todo Amor y Gozo más allá de lo imaginable, nos sonríen ahora y siempre, esperando tan sólo que nos animemos a reaceptar la Verdad de nuestro Ser, y dar la mano al Ser que nos extiende la Suya, un darse Uno la mano a Sí mismo, pues sólo hay este Gozo Inmenso que por siempre somos. Y nada puede impedirnos Ser, pues somos el Amor Inmortal, el Espíritu Inmutable que por siempre reina sobre su Ser, que es Lo Único que existe. Bellísima Unidad infinita, ilimitada...¡Sólo el Amor ES!
¡Saludos!
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Felicidades por este post, genial e inspirado !!
ResponderEliminarCristina, desde Málaga