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La Vida sabe lo que hace. El mundo de la dualidad es un sueño, impermanente, imaginación, espejismo. Es un sueño que conlleva pesadillas, malestar. Y de ahí va emergiendo el impulso de despertar del sueño. La Vida guía a todos hacia el despertar. La Vida es amable, no impone. Permite que los soñadores alarguen el sueño tanto como deseen (a fin de cuentas el tiempo no es real). La Vida no nos despierta a la fuerza, no echa a nadie un cubo de agua helada para despertar repentinamente. Eso sería un tanto brusco, la Vida en cambio es mimosa, respetuosa. En lugar de despertarnos por la fuerza, simplemente nos sonríe mientras dormimos y nos susurra palabras de Verdad y de consuelo: "eres amado/a, no estás en peligro, es sólo un sueño, relájate, tienes a tu alcance el despertar...".La Vida no está preocupada por nadie porque sabe que no pasa nada, que los sueños, sueños son. Nada malo sucede. Soñar no hace daño real a nadie.
La Vida, simplemente, nos ofrece constantemente la oportunidad de despertar, la cual podemos aprovechar tan pronto como lo deseemos sinceramente. Ese impulso por despertar proviene de hecho de la propia Vida, es nuestro recuerdo/anhelo del Hogar. Somos uno con la Vida, la cual es nuestro Ser y nuestro Hogar; nuestra Herencia permanente.
La Vida sabe lo que hace, y en el sueño aparente ofrece a cada durmiente las herramientas que necesita para despertar. Son herramientas (enseñanzas, mensajes) diversas, pues cada durmiente se encuentra en circunstancias diferentes y necesita su propio mensaje. Por eso surgen las diversas religiones, los movimientos espirituales, la diversidad de maestros, las circunstancias de la vida (de todo tipo, incluidas las que aparentemente son calificadas como "cuestiones materiales"), las intuiciones (la verdadera intuición es la Voz del Uno en nosotros).
Cada cual recibe lo que necesita. Y exactamente en el momento que lo necesita. Los mensajes y circunstancias fluyen con una perfecta armonía.
Entonces tenemos los mensajes del advaita vedanta, del zen, de los místicos, de las religiones, de las llamadas "canalizaciones", de la ciencia, la filosofía, etc etc etc
Todo eso es válido; simplemente unas personas resuenan más con unos mensajes que con otros. La Vida nos guía mediante tales resonancias intuitivas.
Hay quienes se sienten atraídos por mensajes muy directos hacia el despertar (por ejemplo las enseñanzas del advaita vedanta) y quienes en cambio se sienten atraídos por caminos aparentemente opuestos o intrascendentes (por ejemplo los deportes o la exploración de sustancias "excitantes"). Pero cada persona sigue su camino único, su modo propio hacia el despertar.
Nadie está por arriba de nadie. Todos somos Uno, somos el SER. Pensar que "nuestro" camino sea más "espiritual" que lo que hacen otros, es dejarnos llevar por un mal concepto que nos va a retener pues nos impide conocer la simplicidad de la Vida, en la cual todo fluye correctamente sin "superiores" ni "inferiores".
Identificarnos con el ego puede hacernos sentir arrogantes al interpretar que nuestro camino es mejor y que otras personas están menos avanzadas que nosotros. Pensar así es sólo eso: pensamientos confundidos. Meros conceptos. A veces la Vida nos muestra ejemplos que sacuden este tipo de creencia. Por ejemplo a veces sucede que una persona que no había estado interesada por lo espiritual, recibe la Gracia del despertar completo. A Ramana Maharshi le sucedió algo así (un despertar total sin buscarlo ni prácticas previas). Incluso un soldado podría despertar en pleno campo de batalla. ¿Significaría eso que la guerra es un mejor camino para el despertar que los otros? ¿O más bien, que ningún camino es mejor que otro? Simplemente cada cual recibe de la Vida las circunstancias que exactamente se ajustan a sus necesidades.
Enseñanzas como el advaita vedanta o el zen son inspiradoras para quienes resuenan con esta manera tan directa de despertar. Sin embargo otras personas pueden estar en el punto de requerir algo totalmente diferente en apariencia. Incluso sentir resonancia hacia la guerra es parte del despertar para quienes se sienten llevados a ese camino. Es más, a lo largo de los siglos surgieron bendiciones de circunstancias aparentemente "malas" como es la guerra. El campo de batalla fue muchas veces el lugar donde brotó la amistad más profunda. Todo es sagrado, aunque no lo parezca si cerramos los ojos a ello.
En el fondo todos los caminos son uno, pues todos ellos conducen a una misma meta: el despertar.
Hay algo que me llamó la atención hace muy pocos años y que sirve de ejemplo sobre esta unicidad de los caminos. Se trata de las similitudes que encontré entre algunas canalizaciones y las enseñanzas de tipo zen o advaita.
Primero explicaré un poco lo que son las canalizaciones, para quien no lo sepa. Algunas personas (llamadas "canalizadores") reciben mensajes interiormente (como ejemplo, digamos que es algo similar a una especie de "telepatía"). Estos mensajes los interpretan a menudo como provenientes de "maestros ascendidos", "seres extraterrestres", "el ser superior", etc. En la práctica, a menudo las canalizaciones incurren en una evidente dualidad (se enredan en el mundo fenoménico, considerando como real lo que no son sino espejismos, e incluso a veces produciendo temor en quienes están predispuestos a temer por ser personas también adictas a lo dual) y en el autoengaño.
Pero como decía más arriba, cada cual recibe lo que necesita. Hay quienes sienten deseos de explorar ese tipo de "películas" y eso forma parte también del camino al despertar. Incluso ver pelis de miedo en la tele tiene algún tipo de utilidad, por ligera que sea. Nadie es superior a nadie; como dije, a veces alguien que está aparentemente distraído por ese tipo de situaciones recibe la Gracia del despertar.
Sin embargo, a mí me llamó la atención hace tiempo el hecho de que algunas canalizaciones no se enfocaban hacia la dualidad, sino que tenían un "sabor advaita". Esto no significa que esas canalizaciones fueran advaita puro (aunque las hay, por ejemplo Un Curso de Milagros), pero sí me pareció que podían suponer un acercamiento suave y gradual hacia la Verdad. Una forma de ir compartiendo el conocimiento con grupos mayores de personas, preparándolos para sintonizar con enseñanzas más directas como el advaita. Ejemplo de esto podrían ser las canalizaciones de un canalizador llamado Geoffrey Hoppe, o incluso las canalizaciones de KRYON del canalizador Lee Carroll. Generalmente estas canalizaciones no llegan aún (de momento) al punto de decir que lo percibido por los ojos es irreal, un espejismo (algunas sí, en Un Curso de Milagros sí se dice todo), pero sí dejan el terreno preparado, a punto de caramelo, para poder dar ese "saltito" de consciencia: darnos cuenta o abrirnos a esa posibilidad.
Diversas canalizaciones han cumplido diferentes funciones a lo largo del tiempo. Como decía Ramana Maharshi, "un clavo saca otro clavo" (o una espina sirve para extraernos la otra espina que se nos clavó, y una vez extraída podemos desechar ambas). Muchas canalizaciones parecen funcionar de esa manera, como espinas que sacan espinas más dolorosas. O sea, conceptos que ayudan a deshacer otros conceptos aparentemente más "perjudiciales" (en el mundo de las apariencias, pues en realidad nadie sufre perjuicio alguno, pues el aparente "mal" no es sino sueño).
Podemos ver en las canalizaciones conceptos valiosos como considerar el espacio/tiempo como irreales, o si no irreales, al menos ir abriéndose a la posibilidad de que es algo mucho más abarcador de lo que parecía. Hay canalizaciones que guían a dejar de obsesionarnos con el pasado o el futuro y vivir relajadamente en el Momento. Otras sugieren suavemente el irnos desidentificando de eso que creíamos que éramos. Pasito a pasito, van conduciendo hacia los mensajes de la Unidad (o no-dualidad). Algunas canalizaciones, sobre todo al principio, se enfocaban simplemente en lo básico, en ayudar a despojarnos de los miedos (justo lo contrario que las canalizaciones dualísticas, las cuales de todos modos también tienen su propósito), anclar la sensación de Dios-Vida como Amor, etc. Esto ayuda a reconocer la Paz en nosotros. Toda inspiración es bienvenida, venga de un amigo, de una charla, de una canalización, o de donde sea. La Vida sabe lo que hace.
Otro ejemplo típico de este tipo de canalizaciones es llevar la atención al SER, mediante diversos "trucos", como todo el tema del "Yo Soy" o del "Yo Soy lo que Yo Soy", tan mencionado por los maestros ascendidos y también por las enseñanzas del advaita.
Hace años que sentía esta intuición acerca de las resonancias entre las diversas enseñanzas (sobre todo entre algunas canalizaciones y el zen/advaita), pero el "guiño" definitivo lo vi hace poco, este mismo año, cuando al echar un vistazo a un libro donde el autor explica que se le aparecieron dos maestros ascendidos. Me encantó la sorpresa de que esos maestros ascendidos se presentaran a sí mismos como símbolos, y no como algo realmente literal. El libro es "La Desaparición del Universo", de Gary Renard (pulsando en el título se llega al post que le dediqué a eso, donde copio el breve fragmento donde dicen eso, y también aparecen links donde descargar el libro si a alguien le resuena). Me hizo gracia. ¡Ascendidos reconociendo que son símbolos! Y por si fuera poco, ese libro conducía a otro, "Un Curso de Milagros", el cual es también del mismo enfoque: muy advaita vedanta.
En el advaita no se suele hablar mucho de dioses (ni de maestros ascendidos), por tratarse de parte del mundo fenoménico y que no necesita centrar nuestra atención, pero por ejemplo Ramana Maharshi comentó alguna vez de seres que vio en algunos de sus paseos en torno al monte Arunachala. Símbolos son. Partes de la dualidad. Tan reales o irreales como nuestro cuerpo: "espejismos". Ciertamente, eso sí, unos símbolos (o cuentos, o espejismos, o apariencias, o conceptos) resultan más inspiradores que otros en relación a metas concretas. Y en relación al despertar, también unos símbolos suelen ayudar más a despertar que otros.
Ciertamente, todos los caminos conducen al SER. Hay algunas anécdotas relacionadas con el SER incluso en las religiones convencionales. Copio algo que comenté alguna vez:
No es casual que en la Biblia se diga "Dioses sois" ni que Jesucristo afirmara "Yo Soy el Camino". Naturalmente no se refería a que el humano 'Jesús' fuese el único camino o ejemplo, sino a que el SER o VIDA en todas partes es quien nos guía y lleva por buen camino. Tampoco es casual que enseñanzas ancestrales de los Maestros Ascendidos hayan destacado la Resonancia del 'Yo Soy' como magnífica herramienta para clarificar la Consciencia. Ni que el nombre 'Jesús' en francés se pronuncie tan parecido a 'Je suis' (que significa 'yo soy'), o que el también bíblico nombre de 'Moisés' contenga la clave 'moi ses', al revés 'ses moi', que en francés se parece a "c'est moi", la otra forma de decir 'soy yo'.
También en la Biblia, cuando Dios revela su Nombre dice que se llama: "Yo Soy Lo Que Yo Soy". ((Algunas tradiciones lo traducen en tiempo futuro: "Yo Seré Lo que Yo Seré", pero la alusión al SER resulta igualmente incuestionable))
Esta reflexión, si ha de servir de algo, quizás sea para abrirnos a encontrar destellos de la Verdad en todas partes, en diversas enseñanzas que quizás de otro modo rechazaríamos por prejuicios. Y a recordar humildemente que la Verdad ES, en todas partes. Y que no hay nadie que esté más o menos "avanzado" que nosotros. Todos somos UNO. Y la Vida ES. Cualquier idea que contradiga esto no es más que un espejismo.
¡Saludos!
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Una vez en una meditación se me apareció un Ser muy elevado. Al verle le dije, esto es un sueño! Y él me contestó, no el sueño es lo que tu vives, yo soy la realidad.
ResponderEliminarMe parece muy bueno este escrito, tiene una vibración muy alta.
De todos modos algunas las personas psíquicas tienen la capacidad de poder hablar con su Ser Superior, y ello es real, no es una ilusión. Incluso se les forma desde "arriba" en muchas ocasiones.
Gracias.
Un abrazo lleno de luz.
Gracias por tu comentario, Sina.
ResponderEliminarRespecto al segundo párrafo, yo animaría a todos a "hablar con su Ser Superior", ya que en el fondo todos somos "psíquicos", o sea, no es tan difícil ponernos en onda con nuestro propio Ser: las intuiciones son la "Voz de Dios" o la "Voz del Ser", y conforme manejamos más las intuiciones aprendemos a captarlas mejor, con menos interferencias.
Un abrazo y gracias por tus palabras :-)
Antes yo creia lo mismo que tu, que era fácil para todos hablar con su Ser Superior, pero la experiencia me ha demostrado que no es así.
ResponderEliminarHay personas más dotadas que otras para estos menesteres ;)
Toni, muchas gracias por tu visita a mi nuevo blog, es como un bebé aún y posiblemente lo sea mucho tiempo, no quiero que crezca mucho. Es más íntimo así.
Un abrazo.
Gracias por el nuevo comentario, Sina. En cuanto a tu nuevo blog, me ha parecido inspirador y acogedor. Es lindo que sea un sitio íntimo y tranquilo. O como la Vida lo impulse a fluir jejeje ;-)
ResponderEliminarTodos somos Uno :-)
Muy buen trabajo Toni.
ResponderEliminarFelicitaciones y Gracias.
Un fuerte abrazo.
Gracias Guillem, otro fuerte abrazo también para ti :-)
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