viernes, 14 de mayo de 2010

GURU RAMANA

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Copio un capítulo (titulado "Maia" ["Maya" es la forma más frecuente de escribirlo, debido a la influencia del inglés]) del libro "Guru Ramana", de S. S. Cohen. La imagen de este post es la portada del libro. Podéis leer una reseña de este libro y de otros 3 magníficos libros sobre Ramana Maharshi en este artículo: http://www.yogaenzaragoza.com/?id=144

En fin, como siempre me parecen muy inspiradores los comentarios de Bhagaván Sri Ramana Maharshi.

MAIA

De todos los aspectos de la filosofía advaita, el de Maia es el más difícil de comprender y más aún de explicar. Algunos lo interpretan como ignorancia; otros, como ensueño; otros, como lo ilusorio; pero lo único que nos puede dar una explicación satisfactoria es la experiencia propia. Sin embargo, hasta ese momento, las explicaciones que se dan van creando una considerable confusión porque, cuanto más se intenta explicar, más críptico se vuelve este asunto.

En uno de los áshrams que visité en 1939, conocí a una canadiense que había venido a la India «en busca de la Verdad», y que había ido a conocer a muchos yoguis y visitado muchos áshrams, el último de los cuales era el Ramakrishna Math, en Madrás. Como es natural, estuvimos hablando de yoga, de la meditación, etc.; pero, cuando mencioné el término maia, dio un grito ahogado, se llevó la mano al cuello, bajó el tono de voz y me susurró: «Ni lo menciones. Esa gente de la Ramakrishna Mission han estado a punto de acabar conmigo, pero Dios vino a rescatarme y me pude escapar».

YO: ¿Qué quieres decir? ¿Es que querían matarte? ¡Pero si son sanniasis (monjes renunciantes)!

ELLA: No matar mi cuerpo, no, sino mi alma. Me dijeron que no existe nada: ni mundo, ni seres humanos, ni árboles. Nada de nada. Que todo es ilusorio, que todo es mi propia imaginación y que no puedo destruir ese espejismo hasta que me entregue completamente. ¿Qué será de mí sin mi alma ni mi mente?

No me quedó más remedio que cambiar de tema. Sin embargo, las explicaciones de Sri Bhagaván sí que son soberbias, como podemos observar en los siguientes diálogos.

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15 de abril de 1937

1. El Sr. C. quería conocer el misterio de este gigantesco mundo ilusorio.

C.: Decimos que el mundo es ilusorio pero todo lo que hay en él obedece a unas leyes bien rígidas, lo cual demuestra que está bien planificado y regulado.

BHAGAVÁN: Sí, el que proyectó ese espejismo le dio una apariencia de orden y de estar perfectamente planificado.

C.: Menos las advaitas, todas las escuelas espirituales resaltan el aspecto creativo de la Realidad, al que llaman Dios, y hablan de profetas, santos, escrituras sagradas, etc. ¿Son todas un espejismo?

BHAGAVÁN: Todas existen de la misma manera que existes tú, el que hace la pregunta. Tu estás en el mundo relativo y ellas también porque, de lo contrario, no te habrías enterado de que existían. En los sueños también se percibe un mundo bien regulado, con santos, escrituras sagradas, etc.; pero todo eso desaparece en cuanto uno se despierta. Pues, asimismo, el despertar de este mundo onírico a la Conciencia Suprema hace que todo esto desaparezca.

C.: Pero ¿cómo puede surgir de la Verdad lo ilusorio, lo falso?

BHAGAVÁN: Maia no es algo falso, aunque tenga aspecto de serlo, sino que es el aspecto activo de la realidad. Es quien crea las formas en la Conciencia y «forma» implica variedad, lo cual produce el espejismo. Pero claro, toda esta variedad está única y exclusivamente en la conciencia. Sólo está en la mente. Un yiva (el alma individual) al ver a otro yiva, se olvida de que es idéntico al otro y lo ve como algo distinto de sí mismo. Pero, en cuanto dirige la atención hacia la conciencia, que es su propia naturaleza, y no hacia la forma, se esfuma el espejismo de la diversidad o de la separación, de la misma forma que se acaba un sueño cuando uno se despierta.

C.: Resulta difícil concebir a Dios, el que no tiene forma, dando nacimiento a formas.

BHAGAVÁN: ¿Por qué es difícil? ¿Es que tu mente no se queda sin forma cuando no percibe ni piensa nada como, por ejemplo, en el sueño profundo, en el samadhi o cuando te desmayas? ¿Y es que no crea espacio y relaciones cuando piensa e impele al cuerpo a actuar? Pues, del mismo modo que la mente es la que concibe algo y el cuerpo es el que lo ejecuta de forma homogénea y automática -tan automática, de hecho, que la mayoría de la gente ni es consciente de ese proceso-, la Inteligencia Divina concibe y planifica, y Su energía es la que actúa de forma automática y espontánea. El pensamiento y la acción constituyen una unidad integral y única. Esta Energía Creativa que está implícita en la Inteligencia Pura recibe varios nombres, uno de los cuales es maia o shakti, la Creadora de formas o imágenes.

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14 de junio de 1948

2. El Sr. Subbaramaiá, antiguo catedrático de Inglés, viene de visita con frecuencia y siempre habla con el Maestro de antiguos libros vedantinos. Aunque la conversación de hoy versa sobre kéivaliam (Unidad), el concepto de maia surge a mitad del diálogo y a todos les llama la atención, ante lo cual Sri Bhagaván explica:

«Cada plano tiene su propio espejismo que se puede destruir con la ayuda de otro espejismo de ese mismo plano. Por ejemplo, después de llenarse bien el estómago, un hombre se queda dormido y sueña que tiene hambre a pesar de toda la comida del estado de yagrat (estado de vigilia) que tiene en el estómago. Si se sueña con una herida, hay que curarla en el sueño. En una ocasión, un gran rey soñó que estaba enfermo pero que era demasiado pobre para llamar a un médico, por lo que tuvo que suplicarles dinero a sus amigos para poder recibir tratamiento. Aunque, en el estado de vigilia, tenía una fortuna de fábula, en el estado de los sueños eso no le servía de nada. De forma similar, el espejismo de agñana (ignorancia) sólo se puede destruir con el espejismo de guru-upadesa (la enseñanza del maestro). Mukti (liberación) existe permanentemente mientras que la esclavitud siempre es algo inexistente. Sin embargo, la experiencia de todo el mundo es justo lo contrario».

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16 de febrero de 1937

3. Un visitante comenta que es una crueldad que el lila
(Lila: Juego. Por extensión, el «juego cósmico» del Absoluto haciéndose pasar por ser limitado e ignorante) de Dios haga que resulte tan difícil alcanzar el conocimiento del Ser.

BHAGAVÁN: (Riéndose.) Conocer el Ser es ser el Ser y «ser» quiere decir existir. Nadie niega que exista, de la misma forma que nadie niega que tenga ojos a pesar de que sea incapaz de vérselos a sí mismo. El problema radica en tu deseo de objetivar el Ser, igual que haces de los ojos un objeto cuando les colocas delante un espejo. Estás tan acostumbrado a la objetivación que has olvidado todo conocimiento de ti mismo por la sencilla razón de que el Ser no se puede objetivar. ¿Quién quedaría para conocer al Ser? ¿El cuerpo inerte? Te pasas el tiempo hablando y pensando en tu «yo», «yo», «yo»; pero, cuando te preguntan algo al respecto, niegas saber algo de él. Tú eres el Ser pero andas preguntando cómo conocerlo. Entonces, ¿dónde está el lila de Dios y dónde la crueldad? Como la gente niega su propio Ser, los shastras
(Escrituras sagradas) hablan de conceptos como maia, lila, etcétera.

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15 de abril de 1937

4. Un hombre que viene con frecuencia al áshram está cavilando sobre el problema de maia y su relación con los estados de vigilia y ensoñación.

VISITANTE: ¿Existe alguna diferencia genuina entre la experiencia de yagrat
(Yagrat: Estado de conciencia de vigilia) y la de los sueños?

BHAGAVÁN: Ninguna, a excepción de que a la persona que está en yagrat ese estado le parece más imperecedero que el otro, menos cuando está soñando. A veces, la persona que está en yagrat cuenta que ha tenido un sueño que duraba varios cientos de años, por lo que lo califica de transitorio, mientras que lo cierto es que no existe ni la más mínima diferencia entre la naturaleza de esos dos estados.

C.: Sí que hay una diferencia: cada vez que regresamos a yagrat, regresamos al mismo lugar, a la misma gente, a las mismas actividades e intereses, lo cual no sucede cuando entramos en el estado de suapna
(el estado onírico del sueño).

BHAGAVÁN: Eso es porque, en los sueños, las cosas se mueven muy deprisa, vistas desde el yagrat en el que estás ahora pero, cada vez que entras en el mundo de los sueños, ¿te consideras un extraño allí?, ¿o te sientes completamente en casa con la gente y los lugares, igual que te pasa aquí? ¿No sueñas, a veces, que eres un ministro o que te encuentras con tu padre que murió en yagrat hace años, o que ves a Dios sentado en un trono, etc., sin que te dé la sensación de que sea algo incongruente? En ese momento, el sueño te resulta tan real como te resulta yagrat ahora. ¿En dónde está la diferencia? Si dices que el sueño es ilusorio, ¿por qué no dices lo mismo de yagrat?

VISITANTE: Aryuna
(Arjuna, usando la ortografía castellana que usa este libro, para facilitar el saber la pronunciación más parecida a la hindú -lo mismo sucede con algunas tildes) vio la forma divina de Sri Krishna. ¿Fue auténtica esa visión que tuvo?

BHAGAVÁN: Sri Krishna empieza su discurso del capítulo II de la Bhágavad Guita diciendo:
«No tengo forma alguna», etc.; sin embargo, más adelante en el capítulo XI, dice: «Trasciendo los tres mundos...», pero Aryuna vio en Él esos tres mundos. También Sri Krishna dijo: «Yo soy el tiempo». ¿Es que el tiempo tiene forma alguna? Si el universo es Su forma, ¿no debería ser entonces un universo uniforme e inmutable, puesto que Él es el Inmutable? La solución a estas contradicciones aparentes se encuentra en lo que le declara a Aryuna: «Ve en Mí todo lo que desees ver...», lo cual significa que Su forma varía de acuerdo con los deseos y conceptos del que ve. La gente habla de visiones divinas pero las describe de forma distinta, incluyéndose ellos mismos en las visiones. Hasta un hipnotizador puede hacer que una persona vea escenas y fenómenos extraños, los cuales calificáis de trucos y juegos de manos, mientras que a lo otro lo ensalzáis como algo divino. ¿Dónde está la diferencia? La realidad es que todas las visiones son algo irreal, tanto si provienen de los sentidos como si provienen de la mente en forma de conceptos puros. ÉSTA ES LA VERDAD.

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4 de enero de 1937

5. Un discípulo observa que Sri Bhagaván suele decir que maia y la Realidad son lo mismo. ¿Cómo es eso posible?

BHAGAVÁN: A Shánkara le criticaron su punto de vista sobre maia porque no le comprendían. Según él, (1) Brahman
(Brahman: El Ser puro, sin manifestar, absoluto, imposible de describir, más allá de cualquier proceso mental o intelectual) es real; (2) el universo es irreal; y (3) Brahman es el universo. No se paró en el punto dos porque el tercero es la explicación de los otros dos. Significa que el universo es real si se percibe que es el Ser, pero es irreal si se percibe como algo separado del Ser. Maia y la Realidad son exactamente lo mismo.

Más posts de este blog relacionados con Ramana Maharshi: http://jugandoalegremente.blogspot.com/search/label/Ramana%20Maharshi

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